«la revolución comenzó con un pronunciamiento del cuerpo de marina de Cádiz

En Ostende, Prim había sido elegido por unanimidad como jefe del Comité Revolucionario. Así, la revolución comenzó con un pronunciamiento del cuerpo de marina en Cádiz.
Triunfó de forma fácil. Inmediatamente Prim se trasladó a España desde el exilio y fue constituida la Primera Junta Revolucionaria.

El 20 de Septiembre se dieron a conocer, a través de un manifiesto, los princi­píos revolucionarios fundamentales que inspiraban el pronunciamiento de algunos derechos.

En Madrid se organizaron las fuerzas leales a Isabel II y se envió un ejército al mando del marqués de Novaliches para combatir la insurrección. Las tropas rea­listas fueron vencidas por el general Serrano en Alcolea, que, de este modo, des­pejaba el camino de los sublevados hacia Madrid. La Reina, de vacaciones en San Sebastián, tomó el camino del exilio.
La monarquía desaparecía sin oponer ape­nas resistencia.

Las Juntas Revolucionarías populares proliferaron por toda la geografía nacional. Una de sus primeras medidas fue armar al pueblo y crear grupos de defensa civil.

Se formó un Gobierno Provisional en el que tomaron parte Prim, Figuerola, Ruiz Zorrilla y, Sagasta, a quien se le asignó la cartera de Gobernación, Consiguió que la Junta de Madrid se disolviese. Prim decidíó suprimir las milicias populares, mediante un decreto. Acometíó la normalización del sistema monetario mediante el establecimiento de la peseta como unidad de cuenta para todo el territorio nacional.

Decretó la abolición de los derechos de puerta y formuló las bases para la implantación de un arancel de corte librecambista. También se tomaron medidas coyunturales encaminadas a combatir el paro rural existente.

El Gobierno Provisional publicó su Manifiesto a la Nacíón, que recogía las medidas demandadas por las Juntas. Se iniciaron, los conflictos entre el poder central y la periferia, que serían carac­terísticos de este periodo.

El mayor logro de la Revolución del 68 fue el establecimiento del sufragio universal, con el que se eligieron unas Cortes que redactaron la Constitución de 1869. Serrano fue nombrado regente ocupo la Corona ç.

La libertad de culto y la disolución de la Compañía de Jesús molestaron a los sectores más conservadores del país. Además, el acoso a la Iglesia culminó con la derogación del Fuero Eclesiástico.

La Constitución de 1869:


Fue la primera constitución española democrática. Se establecía la libertad religiosa, reconociendo la práctica de otras religiones. Se contemplaba la descentralización estatal. Se Establecía la monarquía constitucional, con soberanía popular y división de poderes: El legislativo era bicameral, elegido por sufragio universal (masculino y directo. El poder judicial gozaba de total independencia. Incorporó los Jurados para delitos políticos) y mantuvo la pena de muerte. El ejecutivo lo tenía el Rey . El monarca podía disolver las Cámaras y sancionaba las leyes. El gobierno local quedaba en manos de los Ayuntamientos democráticos


LA REVOLUCIÓN DE 1868: DESARROLLO Y CONSECUENCIAS


La revolución de 1868, La «Gloriosa», fue la última que líderó la burguésía. Querían  un Golpe de Estado.

En un primer momento, los manifiestos manifestaban tres grandes objetivos:
lograr el respeto de los derechos de los ciudadanos, reconocer la soberanía nacional mediante la implantación del sufragio universal y diseñar el futuro del país en unas Cortes constituyentes, elegidas por sufragio universal.

Entre los factores político, el mas importante fue el monopolio del poder de los moderados y los unionistas.

Por otra parte, existía una oposición política de partidos no dinásticos, como el carlista y el demócrata.
El primero seguía reivindicando el trono para el pretendiente Carlos VII; el partido demócrata integraba fac­ciones muy heterogéneas —republicanos, monárquicos y socialistas—, solo uní­das por la defensa del principio de soberanía popular y el sufragio universal.

El aislamiento de la monarquía, respaldada por la alta burguésía, la nobleza y el ejército, y la desaparición de Isabel II, Narváez y O’Donnell, llevó a los partidos opositores, a la firma de un acuerdo para el destronamiento de la reina.

De todos los factores sociales destaca los  impuesto indirecto çcon el que se gravaban los productos de primera necesidad. A pesar del enorme malestar social, los distintos gobiernos liberales fueron reacios a su eliminación, por constituir una fuente fundamental de ingresos para la Hacienda.

«Contribución de la sangre», cualquier persona que quisiese evitar el servicio militar debía abonar al Estado o pagar a alguien para que le sustituyese.

Diversos factores económicos contribuyeron a un profundo malestar en colectivos sociales muy diferentes. Como la crisis de subsistencia y, como consecuencia, graves problemas de abastecimiento.

En el interior, la deficiente red de comunicacio­nes hacía costosísima, la distribución de las mercancías importadas. Además, la reserva de grano existente era mínima, debido a su masiva exportación. Esta falta de previsión del gobierno afectó a las clases más desfa­vorecidas, que llegaron a padecer hambre.

Pero la situación fue más grave al unirse a la crisis de antiguo régimen otra de vo cuño, la del sector industrial. En el ámbito financiero, la crisis se originó en el sector ferroviario.
Este hecho condujo a la descapitalización de muchas empresas, lo que derivó en una crisis bancaria general y en la quiebra de diversas entidades financieras e industriales. El índice de desempleo crecíó enormemente.

El paro afectó gravemente a la industria textil.
Lasinversiones en el sector textil disminuyeron y, se acentuó su desfase tec­nológico y productivo con la industria inglesa. Entre los factores externos destacó la crisis provocada por el hambre del algodón.
El desabastecimiento del mercado encareció esta materia prima, el cierre de las industrias textiles catalanas y el despido de sus obreros.

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