La Segunda República Española: Un Periodo Clave (1931-1936)
1.1 La Constitución de 1931 y el Bienio Reformista
El Gobierno de Berenguer, que duró de enero de 1930 a febrero de 1931, fracasó en su intento de restablecer la Constitución de 1876. Durante este periodo, se incrementó el número de partidos republicanos y surgieron nuevas formaciones, como la Derecha Republicana. Se celebraron actos unitarios de estos partidos, destacando el Pacto de San Sebastián, impulsado por el Comité Revolucionario.
El Gobierno de Aznar duró hasta abril de 1931, momento en que se realizaron unas elecciones municipales en las que 41 capitales de provincia eligieron concejales republicanos. Ante este resultado, Alfonso XIII renunció a la Corona y salió de España. Fue entonces cuando se proclamó la Segunda República.
Se estableció un gobierno provisional liderado por el Comité Revolucionario. Este gobierno enfrentó conflictos religiosos, como la quema de conventos, y sociales, evidenciados en la convocatoria de las primeras grandes huelgas por la CNT (Confederación Nacional del Trabajo).
La nueva Constitución, redactada en diciembre de 1931, definió a España como una «República democrática de trabajadores de toda clase». Entre sus innovaciones, reconoció el derecho a voto de la mujer y estableció la figura del Presidente de la República, quien, a diferencia del monarca, no poseía un poder moderador, pero sí la capacidad de veto en la elección del Presidente del Gobierno. Esta Constitución trajo consigo la separación Iglesia-Estado, aprobándose la libertad de cultos y el matrimonio civil.
La organización territorial se basó en la idea de la República como un «Estado integral, compatible con la autonomía de los municipios y las regiones». Esto provocó la elaboración de estatutos de autonomía.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Manuel Azaña accedió al gobierno y llevó a cabo importantes reformas. En el ámbito agrario, se creó la Ley de Reforma Agraria y el IRA (Instituto de Reforma Agraria) para su implementación. También se llevó a cabo una reforma autonómica:
- En Cataluña, Francesc Macià, presidente de la Generalitat, proclamó el Estado Catalán.
- En el País Vasco, el Estatuto de Autonomía no logró ser aprobado en todas las provincias.
- En Galicia, el Estatuto fue aprobado en referéndum, pero no llegó a ser puesto en vigor debido al estallido de la Guerra Civil.
Se produjeron otras reformas, como las obras públicas impulsadas por Indalecio Prieto, del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), quien continuó la labor de la dictadura en obras hidráulicas y ferroviarias.
Desde finales de 1932, Azaña comenzó a enfrentar la oposición del Partido Radical de Alejandro Lerroux. Sin embargo, la oposición más efectiva provino de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), liderada por José María Gil Robles y formada por organizaciones agrarias y católicas.
1.2 El Bienio Radical-Cedista y la Revolución de 1934
Las elecciones de noviembre de 1933 supusieron la derrota de los partidos que habían impulsado las reformas republicanas. La inestabilidad de los gobiernos fue constante, sucediéndose cuatro presidentes en tres años y formándose nueve gobiernos. Las Cortes perdieron protagonismo.
Los primeros gobiernos del bienio derechista estuvieron en manos de los radicales, con Alejandro Lerroux y Ricardo Samper, y contaron con el apoyo parlamentario de la CEDA. Su programa político se basó en la rectificación de las reformas de Azaña: se produjo un acercamiento al Vaticano y se devolvieron tierras a la nobleza.
La Revolución de Octubre de 1934
La entrada de la CEDA en el gobierno, cuando Lerroux concedió a esta formación los ministerios de Trabajo, Agricultura y Justicia, fue un punto de inflexión. Este hecho fue calificado de «monstruoso» por Azaña y de traición a la República por las fuerzas de izquierda.
La Revolución de Asturias, que causó la muerte de 1500 personas, fue sofocada por el general López-Ochoa. El fin del bienio estuvo marcado por la sustitución en el Ministerio de Agricultura a favor de los terratenientes y por escándalos en los que se vio implicado el Partido Radical, como el caso del Estraperlo. Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la República, nombró entonces a Manuel Portela Valladares Presidente del Gobierno.
1.3 Las Elecciones de 1936 y el Frente Popular
Las últimas elecciones de la República tuvieron lugar en febrero de 1936. Los principales contendientes fueron la CEDA y el Frente Popular. El Frente Popular obtuvo la victoria con un estrecho margen, y el Partido Radical prácticamente desapareció.
Portela Valladares dimitió de su cargo de Presidente del Gobierno y Manuel Azaña asumió el puesto. El gobierno de Azaña fue estrictamente republicano. Entre sus primeras medidas de seguridad, llevó a cabo la liberación de presos políticos.
A los pocos meses, Azaña sustituyó a Alcalá-Zamora en la Presidencia de la República. En este momento, el gobierno pasó a manos de Santiago Casares Quiroga. Durante este gobierno, la UGT (Unión General de Trabajadores) y la CNT protagonizaron numerosas huelgas. La Falange Española, entre otras fuerzas, confiaba cada vez menos en las Cortes, lo que presagiaba un aumento de la tensión política y social.
1.4 La Cultura Española en la Edad de Plata
La apertura al exterior y la preocupación por los problemas nacionales fueron los dos ejes principales de la producción artística y cultural de esta época.
Surgieron dos generaciones importantes en este periodo:
- La Generación del 98, caracterizada por su crítica a la Restauración y por su gusto por el modernismo, estuvo formada por intelectuales como Miguel de Unamuno y Pío Baroja.
- La Generación del 14 se volcó en buscar soluciones al «problema de España», destacando figuras como José Ortega y Gasset y Manuel Azaña.
La cultura se caracterizó por un gusto hacia lo extranjero, manifestado en la europeización y el hispanoamericanismo. Los lugares de difusión cultural fueron los jardines y paseos, así como los viejos y transformados ámbitos de encuentro y sociabilidad. Como espectáculos populares destacaron la zarzuela, el género chico y el cuplé, además de la generalización del gusto por el fútbol y los toros.