Las consecuencias de la Ley General de Ferrocarriles de 1855

3. El BIENIO PROGRESISTA Y LA VUELTA AL MODERANTISMO 3.1 El bienio progresista (1854-1856) En 1854 la corrupción y el autoritarismo mostrados por los últimos gobiernos moderados con el apoyo de la Corona hizo que un sector importante de los moderados, liderados por el general
O’Donnell, realizarán en 1854 un pronunciamiento militar (Vicalvarada) enfrentándose a las tropas del Gobierno. Poco después, O’Donnell y el general Serrano lanzan el Manifiesto de Manzanares, redactado por Antonio Cánovas del Castillo, con propuestas políticas como la convocatoria de Cortes Constituyentes, y cuyo objetivo era atraer a los progresistas al proceso revolucionario. A partir de su difusión los progresistas alentaron levantamientos populares en diversas ciudades reivindicando cambios políticos y sociales más radicales, y cuya dimensión desbordó las pretensiones del propio alzamiento militar moderado.
Isabel II, ante la posibilidad de perder el trono, llamó a Espartero para que formase un Gobierno Provisional y se comprometíó a aceptar unas Cortes Constituyentes. Además, el malestar popular contra la reina se desvió hacia su madre María Cristina, que no tuvo más remedio que aceptar su exilio a Francia. Se iniciaba así lo que se conoce como el Bienio Progresista, en el cual los gobiernos serán una mezcla entre moderados y progresistas, aunque con mayor peso de estos últimos. -Las reformas políticas y económicas durante el Bienio ProgresistaLas Cortes Constituyentes elaboraron la Constitución de 1856. El texto refleja el ideario del partido progresista recogiendo elementos como: soberanía nacional, limitación del poder de la Corona, restauración de la Milicia Nacional, alcaldes elegidos por los vecinos, libertad de prensa y tolerancia religiosa. Se manténía el sufragio directo censitario, pero se extendía al Senado, que dejaba de estar formado por senadores designados por la Corona. Finalmente, la Constitución no fue promulgada (non-nata) debido las interminables discusiones y los acontecimientos políticos sucedidos en este periodo. Entre las medias económicas que se tomaron destaca la aprobación de la Ley de Desamortización impulsada por el ministro de Hacienda Pascual Madoz en 1855 y que afectó especialmente a los municipios. El objetivo era reducir la deuda pública y financiar infraestructuras necesarias para modernizar la economía. Especial relevancia se le dio a la construcción del ferrocarril con la Ley General de Ferrocarriles de 1855. También se promulgaron una serie de leyes para atraer 


capitales extranjeros y la Ley Bancaria para fomentar la actividad económica; también se creó el Banco de España. -Las nuevas corrientes políticasLa mayor democratización de la vida política durante el Bienio Progresista facilitó que salieran a la luz nuevas corrientes políticas: – Los demócratas y republicanos surgen a partir de un sector de los progresistas de tendencias más avanzadas que reivindican el sufragio universal, libertad religiosa o asociación sindical, enseñanza primaria gratuita… Historia de España 2º bachillerato IES Doctor Alarcón Santón 8 – Los orígenes del movimiento obrero en España se sitúan en 1840 cuando aparecen las primeras organizaciones de trabajadores en Cataluña, como la Asociación Mutua de Obreros de la Industria Algodonera, creada por el tejedor Juan Muns y que promovíó las primeras huelgas buscando mejoras salariales. – En estos años el general O´Donnell crea Uníón Liberal, partido de ideología centrista que acogía a la facción más progresista de los moderados y el ala más moderada de los progresistas. -La crisis del Bienio ProgresistaDurante el Bienio los gobiernos progresistas se vieron continuamente hostigados. Por la derecha, los liberales más conservadores y los ultracatólicos ponían todo tipo de impedimentos al régimen e intentaban influir sobre Isabel II; además se dieron nuevos brotes carlistas. Por la izquierda, republicanos y demócratas presionaban para democratizar más el sistema; mientras que obreros y campesinos realizaban manifestaciones de signo revolucionario, dándose en Barcelona la primera Huelga general en 1855. La conflictividad del momento terminó provocando la división dentro del Gobierno entre progresistas y moderados. En Julio del 56, O´Donnell dio un Golpe de Estado, vencíó a la Milicia Nacional, desplazó del poder a Espartero y al partido progresista y asumíó la presidencia del Gobierno con el apoyo de Uníón Liberal y de Isabel II. 3.2 La vuelta al moderantismo


Uníón liberal, revolución y exilio de Isabel II (1856-1868) -El Gobierno de O´Donnell y Uníón LiberalO´Donnell, desde la presidencia de Gobierno y con el respaldo de Uníón Liberal, eliminó la obra legislativa del bienio progresista, disolvíó la Milicia Nacional y clausuró las Cortes antes de que aprobasen la nueva constitución y repuso la Constitución de 1845, aunque con un Acta Adicional que reconocía algunos principios progresistas, buscando así la conciliación con estos. El gobierno de Uníón Liberal fue breve, ya que Narváez con el apoyo de la reina retornó al Gobierno rodéándose de la facción más reaccionaria del moderantismo, los llamados «neocatólicos» y suprimíó el Acta Adicional. Durante este periodo se desarrolló la conocida como la Ley Moyano, que regulaba el sistema educativo. En 1858 volvía de nuevo a la presidencia del Gobierno O´Donnell y Uníón Liberal, abriendo el periodo de mayor estabilidad política que vivíó España durante el Siglo XIX, conocido como el Parlamento Largo (1858-1863) y que consolidó el sistema liberal. Durante esta etapa se modernizó la administración, se atrajeron capitales y compañías extranjeras, se completó la red ferroviaria y se realizaron nuevas desamortizaciones. También, en un contexto en el que en Europa el nacionalismo y la expansión colonial estaban en auge, España buscó reconstruir un Imperio colonial en colaboración con Francia para recobrar prestigio internacional. Con la guerra de Marruecos (1860) se obtuvieron territorios en la zona del Rif y Sidi-Ifni y también se participó en expediciones militares en México e Indochina. Aunque las expediciones militares apenas tuvieron ningún beneficio territorial o económico, si dieron algo de prestigio al Gobierno a nivel nacional y produjeron una ola de exaltación patriótica por todo el país. En estas aventuras coloniales empezó a adquirir gran prestigio el progresista general Prim.

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