Liberales isabelinos grupos sociales

Las primeras actuaciones


Tras la victoria en las urnas del Frente Popular y tan solo cuatro días después de la formación del gobierno, se decretó la amnistía para todos los represaliados de la revolución de 1934, aunque las multitudes de las grandes ciudades ya los habían liberado de las cárceles nada más conocer el triunfo electoral. También se decretó el reingreso a sus puestos de trabajo.

La siguiente medida fue la restauración plena del Estatuto de autonomía para Cataluña, suspendido tras la revolución de Octubre y solo parcialmente restablecido después. Companys, tras su liberación, volvíó a ocupar la presidencia de la Generalitat.

Se retomó también, pero con verdadero ímpetu, la expropiación y adjudicación de tierras a los campesinos, al amparo de la reforma agraria de 1932: entre Marzo y Julio de 1936 se expropió y repartíó casi cinco veces más superficie de tierras que entre 1932 y 1934.

Por último, el Congreso destituyó al presidente de la República, el conservador moderado Alcalá Zamora, y fue elegido para el cargo Manuel Azaña, quien, en consecuencia, tuvo que disolver el gobierno que había presidido hasta entonces y mandar formar nuevo gobierno, que, ante la nueva negativa de los socialistas a participar en él, estuvo compuesto por segunda vez solo por republicanos.

4.Junio B

Especifica la evolución de las fuerzas políticas de oposición al sistema: republicanos y nacionalistas


Los republicanos

Los republicanos representaban la principal fuerza de oposición política al régimen dentro de las Cortes y en el ámbito extraparlamentario. Su ideario, algo difuso, defendía el progreso y la justicia social.
Y sus posiciones, menos radicales que las de los socialistas o anarquistas, les permitieron ganarse el apoyo de ciertos sectores de un amplio abanico social: desde la pequeña burguésía hasta trabajadores, así como algunos intelectuales de prestigio (Galdós, Ortega y Gasset, Ramón y Cajal).

Durante el reinado de Alfonso XIII, el viejo republicanismo del siglo anterior se extinguíó y surgieron dos nuevos partidos republicanos:

• El Partido Radical, fundado por Lerroux en 1908, más izquierdista y anticlerical, se definía como autonomista en lo político y socialista en lo social, lo que, unido a su discurso populista, le permitíó ampliar sus apoyos sociales.

• El Partido Reformista, creado en 1912 por Melquíades Álvarez y Gumersindo de Azcárate, representaba un republicanismo más moderado, dispuesto incluso a admitir la monarquía, siempre que fuera verdaderamente democrática y mantuviera una política social. Su preocupación por la cultura y la educación atrajo a destacados intelectuales, pero tuvo menos implantación social que el Partido Radical.

El PSOE

Era un partido republicano, pero con una marcada identidad propia por su ideario socialista. Su crecimiento fue constante y su estrategia consistía en participar en el juego político parlamentario, sin renunciar por ello a la revolución social. De hecho, en las elecciones de 1910 se presentó dentro de la llamada Conjunción Republicano-Socialista, que permitíó por primera vez el acceso a las Cortes de un socialista: el fundador del partido, Pablo Iglesias.

El nacionalismo catalán

Era el nacionalismo con mayor implantación social. El principal representante del catalanismo en la vida política desde 1901 fue la Lliga Regionalista, de ideología conservadora y cuyo principal objetivo era conseguir la autonomía para Cataluña.

En 1906 se fundó Solidaritat Catalana, una agrupación interclasista (no un partido) que integraba todas las fuerzas políticas catalanas (excepto los partidos dinásticos y los republicanos de Lerroux) con el fin de defender los derechos de Cataluña.

En cambio, la izquierda catalanista tardó más tiempo en organizarse y no tuvo un papel destacado hasta la creación en 1922 de Estat Cátala, que se convirtió en la expresión del nacionalismo radical no conservador.

El nacionalismo vasco

De carácter arcaizante y esencialmente vizcaíno, el nacionalismo vasco era muy distinto del catalán en planteamientos y arraigo social. Su única expresión seguía siendo el Partido Nacionalista Vasco (PNV), apoyado en la pequeña burguésía bilbaína, ultraconservadora y recelosa del progreso y la industrialización.

Sin embargo, con la paulatina incorporación al PNV de nuevos elementos menos radicales respecto al independentismo y de espíritu algo más moderno, se ensanchó la base social del partido, aunque en su ideario pervivía el carácter tradicionalista de su fundador, Sabino Arana.

El nacionalismo gallego

Experimentó un notable desarrollo cultural, pero estaba todavía lejos de consolidarse como fuerza política. El intento más serio en este sentido fue la creación de Solidaridad Gallega en 1907, que, como su precursora catalana, no era un verdadero partido político, sino una agrupación, en este caso fundamentalmente de campesinos, que se limitó a participar en las elecciones municipales de algunos lugares.

Tampoco tuvo demasiado impacto la fundación en 1910 de Acción Gallega, que intentó liderar sin éxito el movimiento agrarista gallego.

El nacionalismo andaluz

Estuvo localizado en Sevilla, en torno al Ateneo de esta ciudad. Su más apasionado impulsor y principal ideólogo fue Blas Infante, considerado el «padre de la patria andaluza», pero sus intentos de conseguir una mayor autonomía de gobierno para Andalucía no llegarían a verse coronados por el éxito, ni siquiera durante la Segunda República.

5.MODELO 0 A    CONCEPTOS: Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González y Aznar

5.MODELO 0 A

Elabora un esquema con los grupos ideológicos y los apoyos sociales del franquismo en su etapa inicial.

LOS GRUPOS IDEOLÓGICOS

LOS APOYOS SOCIALES

Monárquicos:

-Carlistas o tradicionalistas (en FET y de las JONS)

-Monárquicos partidarios de don Juan de Borbón

Pequeños y medianos propietarios rurales

Falangistas (en FET y de las JONS)

Clases medias de pequeñas y medianas ciudades

Católicos:

-Asociación Católica Nacional de Propagandistas

-Opus Dei

Numerosos pequeños y medianos empresarios

Oligarquía agraria, industrial y financiera

El ejército y el clero

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