¿A qué movimientos hacen referencia los anteriores textos?

Ambos fragmentos de texto corresponden a los ideólogos del nacionalismo político catalán, **Prat de la Riba**, y al nacionalismo vasco, **Sabino Arana**, respectivamente.

El **catalanismo** se originó como un movimiento que se formó en los años ochenta. Tuvo su origen, por una parte, en el **Renacimiento cultural (Renaixença)**, iniciado en los años treinta, que ayudó a recuperar la lengua y las señas de identidad catalana; y, por otra, en los cambios socioeconómicos experimentados a lo largo del siglo, que supusieron una ruptura entre los intereses de una oligarquía centralista y los de la burguesía catalana. Surgió durante el **Sexenio Democrático**, representado por el federalismo (Cataluña integrada en un conjunto de estados españoles).

La **Unión Catalanista** (1891) promovió las **Bases de Manresa** (1892), un programa que incluía un proyecto de autonomía con amplias competencias políticas y económicas, de carácter conservador y tradicionalista (sufragio censitario, etc.). El gran partido catalanista se formaría a inicios del siglo XX: la **Lliga Regionalista**, liderada por **Enric Prat de la Riba** y **Francesc Cambó**.

El **nacionalismo vasco** es un movimiento que se origina como reacción contra la abolición de los fueros después de la **Tercera Guerra Carlista** (1876), defendiendo estas instituciones suprimidas y la recuperación de la lengua y la cultura vasca. Rechazó la industrialización porque rompía con la sociedad tradicional vasca. Esta tendencia se inscribía en una línea de pensamiento católico y antiliberal.

**Sabino Arana** realizó el primer programa político reivindicando la soberanía, creando en 1895 el **PNV (Partido Nacionalista Vasco)**, muy conservador, radicalmente opuesto al liberalismo, la industrialización, el españolismo y el socialismo. A finales de siglo, moderando su radicalismo, el PNV obtuvo sus primeros escaños, provenientes del voto de las clases urbanas y rurales, preocupados por el aumento de los trabajadores inmigrados (**»Maketos»**), generalmente asociados con el socialismo.

¿Qué similitudes y diferencias existen entre ellos?

Similitudes

Políticas

La **Crisis del 98**, tras la pérdida de las últimas colonias españolas, constituyó un trauma que debilitó el sentimiento de pertenencia y generó un movimiento crítico e intelectual, el **regeneracionismo**, entre otros. El **nacionalismo periférico**, basado en los nacionalismos catalán y vasco, reivindicó la existencia de elementos lingüísticos, históricos, culturales, étnicos e institucionales particulares. En Cataluña, destacaron la lengua y la historia; y en el País Vasco, la lengua y los **Fueros**. Ambos nacionalismos defendían la realidad histórica y plural de España.

Económicas

La **industrialización** afectó al equilibrio de algunas regiones. La burguesía de las regiones periféricas defendió sus intereses como productora con una política **proteccionista** frente a las medidas **librecambistas** del gobierno de Madrid.

Culturales

El **romanticismo** propició el interés por la historia, el folclore popular y la filología, idealizando el pasado de cada reino y el uso de lenguas marginadas por el castellano (la **Renaixença** o renacimiento).

Diferencias

Económicas

En el caso de Cataluña, el desarrollo económico tuvo carácter **endógeno**, basado en el capital acumulado de la agricultura y posteriormente invertido en la industria, principalmente la textil. La economía catalana era muy productiva y conllevaba la creación y desarrollo de una clase burguesa importante en la expansión capitalista. Sin embargo, el desarrollo en Euskadi fue muy diferente, con una economía en gran medida tradicional. Este modelo generó una clase capitalista pequeña, poderosa y más conectada con el Estado que el capitalismo catalán, lo que dificultó la formación de una burguesía comercial y proletarizó rápidamente al campesinado.

Políticas

En el País Vasco tendió a imponerse el **nacionalismo tradicionalista**, con una defensa de los **fueros** que llegaría a ser la espina dorsal del **carlismo**, dado que el desarrollo industrial de esta comunidad había perjudicado a amplias capas de la aristocracia terrateniente (precapitalista), contrarias al liberalismo. Sin embargo, en el caso catalán fue diferente: la burguesía catalana estaba excluida del poder político en el Estado, por lo que el nacionalismo surgió con un marcado carácter **burgués y progresista** (federalista y republicano), con más fuerza que en el caso vasco, que reivindicaba una Cataluña integrada en un conjunto de estados españoles federados. Aunque a partir de 1898, el nacionalismo vasco osciló entre el **independentismo radical** y la integración del País Vasco dentro de España como entidad autónoma.