Introducción: El Perú en el Escenario Global de las Superpotencias
En tiempos de crecientes tensiones entre superpotencias como Estados Unidos, China y Rusia, ningún país puede darse el lujo de permanecer aislado. Mucho menos el Perú, una nación con una economía abierta y recursos estratégicos de gran valor. A lo largo del siglo XX y lo que va del siglo XXI, las relaciones del Perú con estas potencias globales han estado intrínsecamente marcadas por la necesidad de inserción económica, la búsqueda de estabilidad política y la cooperación internacional.
Desde el ingreso de capital estadounidense durante el gobierno de Leguía, pasando por el alineamiento militar con Estados Unidos durante la Guerra Fría, hasta la diversificación de alianzas en el gobierno de Fujimori y las actuales relaciones comerciales con China, el Perú ha sabido moverse estratégicamente entre los intereses de los gigantes globales. Sin embargo, esta apertura no ha estado exenta de profundas consecuencias.
Este documento explora cómo las relaciones del Perú con las superpotencias (Estados Unidos, China y Rusia) han sido fundamentales para su desarrollo político y económico, pero subraya la imperiosa necesidad de que estas sean gestionadas con autonomía y una visión estratégica clara para evitar la dependencia y mitigar las consecuencias negativas para la población.
Momentos Clave en las Relaciones Bilaterales del Perú
El Oncenio de Leguía (1919-1930): La Apertura al Capital Estadounidense
Durante el gobierno de Augusto B. Leguía (1919-1930), el Perú experimentó una época de fuerte influencia norteamericana. El periodo conocido como el «Oncenio» estuvo marcado por una significativa apertura al capital extranjero, especialmente proveniente de Estados Unidos. Empresas como Standard Oil se beneficiaron de concesiones petroleras en condiciones sumamente ventajosas para el inversor extranjero.
Como señala el sociólogo Aníbal Quijano: «El oncenio de Leguía marcó el inicio de la penetración masiva del capital estadounidense en el Perú, consolidando un modelo económico dependiente» (Quijano, 1981).
Aunque esta política impulsó la modernización de parte de la infraestructura nacional, fue ampliamente criticada como «entreguista», debilitando la soberanía económica del país y generando una creciente desigualdad social.
El Gobierno de Odría (1948-1956): Alineamiento en la Guerra Fría
El caso del gobierno de Manuel A. Odría (1948-1956) es un claro reflejo de cómo la política exterior peruana fue instrumentalizada en el contexto de la Guerra Fría. Su régimen militar, de marcada tendencia anticomunista, se alineó firmemente con Estados Unidos, firmando acuerdos de cooperación militar y recibiendo ayuda técnica bajo el programa «Punto Cuarto» del presidente Truman. Esta alianza favoreció la ejecución de obras públicas, un notable crecimiento urbano y cierta estabilidad económica.
No obstante, también sirvió para justificar la represión de sindicatos, partidos de izquierda y movimientos campesinos. Como advierte la historiadora Tanya Harmer: «Estados Unidos apoyó regímenes autoritarios en América Latina siempre que estos fueran funcionales a su lucha anticomunista» (Harmer, 2011).
Así, la modernización trajo beneficios, pero a un alto costo en términos de derechos civiles y pluralismo político.
La Era Fujimori (1990-2000): Diversificación de Vínculos y Consecuencias Internas
Durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), el Perú buscó ampliar sus vínculos no solo con Estados Unidos, sino también con Rusia y China. Recibió apoyo militar y financiero de EE. UU. en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo (especialmente contra Sendero Luminoso y el MRTA), mientras firmaba acuerdos de seguridad con la CIA. Al mismo tiempo, se adquirió armamento a Rusia y se reconoció oficialmente a la República Popular China como socio estratégico.
Esta apertura atrajo una considerable inversión extranjera, particularmente en los sectores de minería, electricidad y telecomunicaciones. Sin embargo, los costos sociales y democráticos fueron elevados: el autoritarismo, la corrupción generalizada, las esterilizaciones forzadas y una privatización acelerada que, a menudo, no generó beneficios sostenibles para la mayoría de la población.
Los académicos Crabtree y Thomas advierten que «la apertura económica en el Perú durante los años noventa favoreció el ingreso de capitales, pero debilitó al Estado frente a intereses extranjeros» (Crabtree & Thomas, 2010).
Las Relaciones Actuales: Desafíos y Oportunidades en un Mundo Multipolar
En la actualidad, el Perú mantiene relaciones activas y complejas con las tres superpotencias. Estados Unidos sigue siendo un aliado clave en seguridad e inversiones, mientras que China es hoy el principal socio comercial del país, especialmente en el sector minero. Rusia, por su parte, mantiene relaciones diplomáticas y cooperación técnica, aunque con un protagonismo menor en comparación con las otras dos potencias.
Esta red de alianzas ha permitido al Perú un crecimiento económico sostenido, el acceso a mercados internacionales y un posicionamiento geopolítico relevante. No obstante, también persisten desafíos significativos: la presión ambiental generada por algunos proyectos de inversión chinos, las tensiones políticas derivadas de la inestabilidad nacional, y el riesgo latente de pérdida de autonomía si no se establece una política exterior con principios claros y una visión estratégica a largo plazo.
Conclusión: Hacia una Política Exterior Estratégica y Soberana
En conclusión, las relaciones del Perú con las superpotencias han sido, sin duda, clave para su inserción global y su proceso de modernización. Sin embargo, también han tenido consecuencias profundas en su política interna, su soberanía económica y el respeto a los derechos sociales. Para que estas alianzas sean verdaderamente beneficiosas y sostenibles, el Perú debe negociar con una clara visión de futuro, defendiendo siempre los intereses nacionales y garantizando que los beneficios de la cooperación lleguen a la mayoría de su población.
La historia demuestra que la dependencia ciega y la falta de autonomía estratégica pueden traer consecuencias adversas. La cooperación internacional, en cambio, puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo si se maneja con inteligencia, dignidad y un firme compromiso con la justicia social.
Referencias Bibliográficas
- Quijano, A. (1981). Dominación y cultura en el Perú. Lima: Mosca Azul Editores.
- Harmer, T. (2011). Allende’s Chile and the Inter-American Cold War. University of North Carolina Press.
- Crabtree, J. & Thomas, E. (2010). El Perú contemporáneo. Lima: Fondo Editorial de la PUCP.