Que territorios incorporo Felipe II a la monarquía hispánica

2. LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE Felipe II (1556-1598). LA UNIDAD IBÉRICA: 2.1. Territorios gobernados por Felipe II.
Las nuevas condiciones de su reinado. A) Carlos V deja a su hijo Felipe en herencia todos sus estados, menos los territorios austriacos y el título imperial que pasan a su hermano Fernando. Le deja también sus objetivos políticos: mantener la hegemonía en Europa y el patrimonio que hereda. A esta herencia paterna sumará Portugal y todas sus posesiones ultramarinas. B) Los estados gobernados por Felipe II, nuevas condiciones: Aunque su título era el del rey y no emperador, sus dominios son más amplios que los de su padre y aparentemente más homogéneos. O Gobierna sus estados desde un lugar fijo, Madrid (1561), concebida como una corte imperial y no como una capital nacional de fácil acceso. A diferencia de su padre, que fue un monarca viajero, Felipe II gobierna sus estados desde la distancia, a través de una administración y un ejército enormes y permanentes. O Los reinos hispánicos, especialmente Castilla, constituyen el centro de sus dominios, aunque su política exterior no siempre coincide con las demandas de sus súbditos españoles. Debido a la “hispanización” de su política los territorios gobernados por Felipe II se conocen como Monarquía Hispánica o Imperio Hispánico. O Felipe II aspira a ser el líder y defensor del catolicismo e intenta mantener la unidad religiosa y política en sus estados. El autoritarismo político y religioso del monarca da lugar a rebeliones en los reinos peninsulares, aunque apenas introduce cambios en las instituciones de sus reinos. 2.2. Los conflictos internos y la unidad peninsular a) Apoyo total a la contrarreforma católica frente al protestantismo: Para evitar el peligro de expansión protestante en los reinos hispánicos, se cierran las fronteras a las ideas contrarias a la ortodoxia católica. La Inquisición persigue protestantes, erasmistas etc. B) La rebelión de los moriscos granadinos de las Alpujarras (1568-70): o Los moriscos granadinos son un problema religioso, social y político. Su conversión al cristianismo no parece auténtica; no se integran en la sociedad cristiana, incluso algunos se dedicaban al bandolerismo); pueden aliarse con los turcos y los piratas berberiscos que atacan las costas mediterráneas. O La actuación inquisitorial contra ellos se incrementa desde 1550. Algunos, acusados de herejía son encarcelados y pierden sus bienes. O .La chispa que enciende la rebelión de los moriscos granadinos son unas normas dictadas por el rey que prohibían el empleo de la lengua árabe (concediendo un plazo de tres años para aprender el castellano), el uso de vestimentas y apellidos árabes y la práctica de ceremonias y costumbres musulmanas. O El núcleo de la rebelión está en las Alpujarras. (comarca montañosa en torno a Málaga, Almería y Granada), donde los moriscos eran más de la mitad de la población. El conflicto termina en 1570 con la intervención de don Juan de Austria.. De los 80.000 supervivientes algunos serán expulsados al norte de África y a la mayoría se les dispersa por toda Castilla, confiscándose sus tierras. Con su expulsión aumentó la seguridad del litoral mediterráneo andaluz. C) El caso de Antonio Pérez y la revuelta de Aragón: (1590-1592) o Determinadas decisiones del monarca en Aragón (Felipe II se dispone a nombrar a un castellano como virrey de la Corona de Aragón) provocan el descontento de nobles y 5 burgueses, además de la oposición del Justicia Mayor de Aragón, al considerar que esta medida amenazaba sus fueros. O En estos momentos, Antonio Pérez, antiguo secretario personal de Felipe II, preso desde hacía 11 años por la confusa muerte de un cargo público (el secretario de don Juan de Austria), huye y se refugia en Aragón. Como noble Aragónés se acoge al derecho de manifestación, y se pone bajo la protección del justicia Mayor, única institución que los fueros aragoneses entienden que puede juzgar un pleito entre un noble y el monarca o Para que el prisionero no escape, Felipe II recurre al tribunal de la Inquisición, que lo encierra en sus cárceles, acusado de delitos contra la fe católica. Los aragoneses consideran este encarcelamiento un contrafuero (acto contrario a sus fueros y costumbres), producíéndose un espectacular motín en Zaragoza que logra sacar a Antonio Pérez de la cárcel de la Inquisición, repitiéndose los altercados meses después cuando le intentan arrestar de nuevo. O El ejército real restablece el orden en Zaragoza, y toma represalia contra las autoridades responsables, ejecutando, entre otros, al Justicia mayor, Juan de Lanuza. Antonio Pérez, entre tanto huye a Francia. Las Cortes de Aragón (1592), deben aceptar la reducción de los derechos forales, aunque la esencia de los fueros e instituciones de Aragón, se mantienen, incluso el cargo de Justicia Mayor, aunque reservándose la Corona el poder destituirlo. D) La Unidad Ibérica (1580-81): o El problema sucesorio en Portugal: En 1578 muere el rey de Portugal, don Sebastián, sin herederos, planteándose la cuestión sucesoria. Felipe II, tío del fallecido, hace valer sus derechos a la corona (hijo de Isabel de Portugal y nieto de Manuel I el Afortunado). Cuenta con los apoyos de la nobleza, del alto clero y de la alta burguésía portuguesa. Se oponen a su candidatura los sectores populares, y el bajo clero. O En 1580 tropas españolas, al mando del duque de Alba, invaden Portugal hasta Lisboa, neutralizando las resistencias. El monarca promete respetar escrupulosamente la autonomía del reino, al aceptar sus leyes, sus instituciones y la reserva de los principales cargos para los portugueses, creando un Consejo de Portugal y garantizando la protección de su comercio. O Las Cortes de Tomar (Portugal, 1581) le reconocen formalmente como rey de Portugal. Su coronación hace realidad el sueño de sus bisabuelos, los Reyes Católicos, la uníón de todos los reinos ibéricos bajo una misma dinastía. Pero además esta anexión significa la uníón de dos inmensos imperios coloniales y el control de los mares (al Imperio colonial español se unía Brasil y enclaves comerciales en África y Asía), por eso se decía de Felipe II que “En sus estados no se ponía el sol”. Lisboa se convierte en la nueva base de operaciones atlánticas contra holandeses e ingleses (incluso Felipe II vive en la ciudad dos años). 2.3. La política internacional: a) El conflicto en el Mediterráneo La lucha contra los turcos: La defensa del Mediterráneo occidental, frente a turcos y piratas berberiscos, es prioritaria durante los primeros 20 años de su reinado. Construye barcos de guerra y busca aliados para enfrentarse en el mar al poder turco. La “Liga Santa” con el Papa y la República de Venecia, concebida como una cruzada, le permite reunir una enorme flota, dirigida por D. Juan de Austria, y vencer a los turcos (batalla de Lepanto, 1571) frente en las costas griegas. Los turcos firman una tregua definitiva con los estados europeos, aunque los piratas berberiscos continuarán siendo el azote de las costas mediterráneas españolas, durante todo el Siglo XVII b) La rebelión de los Países Bajos es el mayor problema político y militar del reinado de Felipe II. Obedece a motivos políticos, fiscales y sobre todo religiosos. Se inicia en las provincias del Norte de los Países Bajos, Pasa por varias fases, según las estrategias empleadas por los gobernadores, desde los más represivos, hasta otros más tolerantes y conciliadores. O La decisión de Felipe II de imponer los dogmas aprobados por el Concilio de Trento y llevar la Inquisición a los Países Bajos, enciende los ánimos de las provincias del Norte de los Países Bajos, con mayoría de población calvinista. Se producen saqueos en Iglesias y monasterios (1566). El Duque de Alba al frente de los tercios sofoca la revuelta, impone un régimen de terror, con numerosas condenas a muerte, incluidos algunos aristócratas, y nuevos impuestos. O La revuelta vuelve a estallar años después (1572), dirigida por Guillermo de Orange. Pese a los intentos conciliadores de los nuevos gobernadores, la ruptura de las provincias del norte es definitiva. En 1581 las 7 provincias del Norte (origen de los actuales Países Bajos) proclaman su independencia de España. 6 o En el último año de su reinado, Felipe II cede la soberanía de los Países Bajos a su hija Isabel Clara Eugenia, bajo un régimen de autogobierno, pero se niega a reconocer la independencia de los Estados holandeses, por lo que la guerra continua, aunque las operaciones son menos intensas por ambos bandos. O Las consecuencias de esta rebelión: • Los Países Bajos quedan divididos entre los del Norte (Holanda actual) calvinistas y prácticamente independientes, y los del Sur, (Flandes, actualmente Bélgica), católicos, leales a Felipe II, que continúan gobernados por la Corona española. • Surge la Leyenda Negra española, alimentada por los holandeses que se muestran como los defensores de la libertad frente a la tiranía de Felipe II. • Esta larga y costosa guerra supone un enorme desgaste económico y militar para la economía española. No hay una flota de guerra capaz de controlar a los holandeses. Los tercios son vistos por la población, incluso por la leal a la Corona española, como un peligro. Cada vez que sus pagas se retrasan (algo frecuente) saquean las poblaciones que tienen más cerca. C) El enfrentamiento con Inglaterra y la armada invencible: o Tras la muerte de la reina de Inglaterra, María Tudor (tercera esposa de Felipe II), defensora del catolicismo, su hermanastra Isabel I, restaura el anglicanismo. Las relaciones entre ambas monarquías son cada vez más tensas en torno a dos cuestiones: América y los Países Bajos: • Inglaterra (al igual que Francia) rechaza el monopolio de la explotación del continente americano por españoles y portugueses. Organiza expediciones corsarias que atacan las posesiones españolas en las Indias y las flotas con metales preciosos que surcan el Atlántico. • Los ingleses apoyan a los rebeldes de los Países Bajos con dinero y asaltan en el Canal de la Mancha los barcos españoles que llevan dinero y suministros al ejército de Flandes. A partir de 1585 apoyan de manera activa a los rebeldes flamencos o Felipe II planea invadir Inglaterra, pero el proyecto termina en un rotundo fracaso. Una poderosa flota, la Gran Armada, zarpa de Lisboa en 1588 hacia el Canal de la Mancha para escoltar al ejército desde los Países Bajos y permitir su desembarco en Inglaterra. El plan fracasa debido al acoso de los buques ingleses (más rápidos y mejor armados), la falta de un puerto adecuado para que poder refugiarse los galeones españoles, y las tormentas. Lo que quedaba de la flota española regresa rodeando las islas Británicas, perdíéndose numerosos buques. El desastre de la Armada Invencible golpeó duramente el prestigio español, lo peor no fue la pérdida de barcos, sino los miles de marineros, pilotos y soldados que mueren En los años siguientes se reconstruye la flota, pero la posibilidad de dominar el Atlántico se perdíó definitivamente 2.4. La Leyenda Negra y la polémica entorno a Felipe II: a) Se conoce como leyenda negra al conjunto de críticas políticas, sociales, religiosas, e incluso de carácter personal y privado, que dan una imagen negativa de la figura de Felipe II. Su origen se encuentra en los escritos de personalidades de la época, tanto de dentro como de fuera de las fronteras de sus reinos, claramente contrarias al monarca. B) Felipe II es una personalidad muy diferente a su padre Carlos I. Tiene un carácter reservado, solitario, taciturno, celoso de la aplicación de la legalidad, con gran sentido del deber. Es un hombre de despacho, no de acción, lento a la hora de tomar decisiones. C) Para sus defensores es el paladín del catolicismo, el rey cristianísimo, el soberano del gran Imperio hispánico. Para sus enemigos es “El demonio del mediodía”. Las tres bases principales de su “leyenda negra” están en tres de sus principales enemigos. Guillermo de Orange desde los Países Bajos. Antonio Pérez, su antiguo secretario, desde su exilio, y la reina Isabel I de Inglaterra d) Los sucesos que alimentan la leyenda: La dureza de trato con su propio hijo: La extraña muerte de su hijo primogénito, el príncipe Don Carlos. La detención de su secretario Antonio Pérez, acusado del asesinato de Escobedo, secretario de Don Juan de Austria. La dureza de los procesos del tribunal de la Inquisición, que actuaba a las órdenes del rey.

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