Regeneracionismo joaquin costa texto

TEMA 13: LA CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL Y LA CRISIS DEL 98


1. INTRODUCCIÓN


La crisis del 98 se considera como un hito esencial en la historia de España, un hecho a partir del cual es posible establecerse un antes y un después.
La  política exterior de la Restauración tendrá bastantes consecuencias negativas: a finales del siglo XIX España se encontraba aislada internacionalmente, no habiendo conseguido entrar en ninguno de los sistemas biksmarckianos, ni en el reparto de África. Además en la década de los noventa asistimos a un reajuste internacional de las colonias dentro del contexto de imperialismo, en este contexto perderemos Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Está pérdida provocó en España una crisis de tal tamaño que se le denominó el desastre del 98 o la crisis del 98, más que el carácter económico, la crisis del 98 fue una depresión moral y anímica colectiva. Fue el fin de una época y el inicio de otra: la crisis de la Restauración. 

2. LA CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL

 

2.1. Precedentes y causas

 Antes de la definitiva guerra del 98 existieron unas guerras coloniales previas:

1ª Guerra de Cuba (1868-1878)
: Comenzó con el “Grito de Yara”, pronunciamiento a cargo de Carlos Manuel Céspedes, protagonizada por la burguesía criolla y por la guerrilla de mestizos y negros liberados de la esclavitud por los sublevados. Ni la Constitución de 1876, ni la Paz de Zanjón 1878 resolvieron el problema: se anmistió a los sublevados, pero no se cumplieron las demandas de autonomía ni se abolió la esclavitud.

2ª Guerra de Cuba (1879) o “Guerra Chiquita”, que fue dura y rápidamente reprimida por el ejército, en los años ochenta hubo, además otros conatos de revolución.
En 1893, Maura, ministro de ultramar, presentó un proyecto de reforma, proponía una amplia autonomía a Cuba, como forma de solucionar la situación, pero fracasó, debido a la oligarquía cubana, la oligarquía económica española y a la presión americana.

3ª Guerra de Cuba (1895-98)


Se inicia en 1895 la insurrección separatista, desde Nueva York por José Martí, reprimido inicialmente por Weyler.
Murió Martí y se inicia la tercera guerra cubana por Antonio Maceo y Máximo Gómez tras el “Grito de Baire” y al año siguiente se unen los independentistas filipinos.

 Las causas de la guerra hay que buscarlas

En los intereses económicos y políticos (prestigio) de la clase dominante españolas.

En los intereses de la oligarquía cubana por la independencia política. Económica.

En los intereses políticos (de expansión por el Caribe y el Pacífico) y económicos (importaciones de caña de azúcar)

De EEUU

2.2 El desarrollo de la guerra


Hay que diferenciar dos etapas claramente, una primera fase de Guerra de Guerrillas y una segunda y definitiva fase a partir de la intervención de EEUU. En la primera etapa: Guerra de Guerrillas, la guerra estalla en 1895 y sus líderes consiguen sublevar la parte oriental de la isla, la más antiespañola. Cánovas envía a Martínez Campos para que combine la negociación con la guerra, al no conseguirlo, lo retira y envía al General Weyler, que impuso su línea dura y represiva. Consistía en dividir en tres el territorio de la isla por medio de trochas o líneas fortificadas que impedían el paso de los insurrectos, con los que se facilitaba su eliminación Con la muerte de Maceo la guerra estaba prácticamente ganada por España, pero entonces se produjo la intervención americana. Esta crueldad y dureza que utilizó Weyler provocó una protesta internacional, lo que aprovecharía EEUU para intervenir

.La Segunda fase, intervención de EEUU cambiará el signo de la guerra, el presidente americano (Mckinley)
Protestó duramente por la dureza empleada por Weyler al Gobierno España e intentó comprar la isla por 300 millones de dólares, a lo que el gobierno por patriotismo se negó.
Sagasta destituyó a Weyler e inició negociaciones que condujeron a una amplia autonomía para Cuba y Puerto Rico (Enero 1898), pero EEUU estaba decidido  a intervenir y envió el crucero “Maine” al puerto de La Habana que accidentalmente explotó el 15 de Febrero de  1898,  la prensa estadounidense acusó al gobierno español del “atentado” y su gobierno dio a España un plazo de tres días para abandonar la isla, lo que equivalía a la declaración de guerra (20 de abril). De Abril a Agosto se produce el enfrentamiento entre la moderna flota  de guerra estadounidense y los anticuados barcos españoles en Manila (Batalla de Cavite),
Santiago de Cuba y Puerto Rico. Sagasta intentó negociar la paz, pero EEUU impuso sus condiciones en la Paz de París, diciembre de 1898.
Por 20 millones de dólares España cedió a EEUU, Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. En Febrero de 1899 vendía a Alemania las últimas islas que le quedaban en el Pacífico (Marianas, Carolinas y Palaos). EEUU y Alemania impulsaban su política imperialista mientras que España puso fin a su imperio de Ultramar.   

2.3. Las consecuencias


La derrota de España con EEUU puso de manifiesto el problema de España: su atraso y aislamiento respecto a Europa y EEUU.
Sobre las causas de este atraso hubo diversas interpretaciones:

Los políticos antidinásticos (republicanos, socialistas, nacionalistas) señalaban la necesidad de reformar el sistema político canovista.

La burguesía y los economistas lo achacaban a la falta de modernización de la economía.

Los intelectuales regeneracionistas y escritores de la Generación del 98 diferenciaban “la España Oficial” de “la España Real“ y expresaban su deseo de “regenerar a España desde  abajo”, conociendo la España Real se podrán alcanzar soluciones al problema de España.

Las consecuencias del “desastre del 98” no solo fueron territoriales sino que afectó al conjunto del sistema:

Cambios Políticos



El relevo de Cánovas y Sagasta

En los últimos años de la regencia de Mª Cristina se rompe la estabilidad del sistema, por una parte, desaparece Cánovas asesinado a manos de un anarquista en 1897, le sucede como  jefe del partido conservador Francisco Silvela hasta 1902 y Antonio Maura en los primeros años del Alfonso XIII. El partido liberal de Sagasta se hace cargo del gobierno que sufrirá la grave crisis del 98 y asumir el desprestigio político.

La Economía


La española en general y la industria catalana, especialmente, perdieron un excelente mercado para sus productos y unas materias primas baratas, pero lograron atraer los capitales de los indianos enriquecidos. Por otra parte los enormes gastos de la guerra ocasionaron la devaluación de la peseta, la inflación de precios,  aumento del déficit público y la necesaria subida de impuestos.

Frente al Fracaso del nacionalismo español, los republicanos federalistas engrosaran las filas del nacionalismo que crecerán con fuerza en el siglo XX: catalán y vasco y en menor medida: gallego, andaluz y valenciano.

El elevado número de muertos en los soldados “llamados a quintas” planteó la necesidad de cambiar el sistema y la  modernización del armamento, como forma el ejército de recuperar el prestigio perdido.

3.- LA CRISIS DEL 98: EL REGENERACIONISMO

La crisis del 98 puso en la escena política el debate sobre el problema de España, entendido como la confluencia de muchos otros:

  • Un problema socioeconómico ligado a la estructura de la propiedad de la tierra y al modelo de país industrializado del ámbito mediterráneo.
  • Un problema político derivado de la separación entre la España Oficial del sistema canovista y la España Real que no tenía cabida en él (caciquismo).
  • Un problema regional derivado del modelo de Estado, tras el surgimiento de los nacionalismos y regionalismos.
  • Un problema religioso-cultural relacionado con una tendencia tradicional que desea un Estado católico frente a una tendencia que pretende un Estado laico.
  • Un problema militar, que una vez en crisis la Restauración, quiere de nuevo influir en la vida política nacional, pero desde posiciones tradicionalistas, conservadoras, para la regeneración nacional.

3.1. El Regeneracionismo

El regeneracionismo es el movimiento ideológico que hace culpable a la Restauración de todos los males de España y  propugna la necesidad de una modernización política, económica y social.

 REGENERACIONISMO INTELECTUAL:

 Este movimiento fue  liderado por una serie de intelectuales entre los que destaca Lucas Mallada, Macías Picavea, la Generación del 98, y, sobre todo, Joaquín Costa.

Joaquín Costa  propugnaba la necesidad de modernizar España y olvidar las glorias del pasado. Pretendía sustituir el régimen de la Restauración que favorecía a la oligarquía por otra que lo hiciera a las clases medias. Proponía:

  • El reparto de la tierra y la restauración de la antigua práctica española del colectivismo agrario.
  • La construcción de grandes obras hidráulicas, para ayudar a la agricultura.
  • La extensión de un programa educativo que sacará a las masas de la ignorancia.

A este regeneracionismo intelectual le iba a suceder otro más práctico el de los políticos con muchas variantes ideológicas, de ahí la sensación de encontrarnos ante varios regeneracionismos.

REGENERACIONISMO MILITAR:

            Parte de los mismos principios que los otros, la necesidad de superar el atraso y modernización de España, pero proponiendo una opción autoritaria de gobierno, la eliminación del liberalismo y del caciquismo y presenta una oposición absoluta al movimiento obrero y los nacionalismos periféricos.
Será ello realidad con la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

LA GENERACIÓN DEL 98.

            Desde el punto de vista literario, se  forma este grupo influenciado por el desastre del 98, el regeneracionismo y Joaquín Costa. Tienen en común su procedencia periférica: los hermanos Machado, andaluces, Unamuno y Baroja, vascos, Valle
Inclán, gallego, Azorín valenciano, su interés por Castilla, pero, sobre todo,  su preocupación se centraba en  “el problema de España”. Desde el pesimismo por el desastre pasaron a la exaltación de Castilla y a la necesidad de que España se Europeizase. Esta apertura a Europa (europeismo)
Y la búsqueda de los valores propios hispanos (casticismo)
Iniciaron una etapa muy fructífera intelectual y literaria que se conoce como la Edad de Plata de la cultura Española en el primer tercio del siglo XX.

REGENERACIONISMO POLÍLICO.

            El regeneracionismo también va a afectar a la vida diaria política. La crítica al sistema de la Restauración y al caciquismo que impedían la modernización de España era común, pero no la forma de conseguir esa modernización. Así se puede hacer una división entre el regeneracionismo nacido del régimen, partidarios de la revolución desde arriba (los partidos dinásticos) y otro, partidario de la revolución desde abajo, defendido por los republicanos y los socialistas.

  • Partidos Dinásticos: Silvela, Maura (conservadores) y Canalejas (liberal)
    Se convertirán en el prototipo de regeneracionistas, intentando hacer “la revolución desde arriba”, luchando contra el caciquismo.
  • Los Nacionalismos Periféricos, estos achacaban al estado liberal centralista los males de España.  Los catalanes primero, y posteriormente los vascos, vieron en la autonomía la forma de regenerar España, llegaron a implicarse tanto, que formaron parte de los gobiernos centrarles para regenerar España según sus propias ideas como Cambó.
  • Los Republicanos, achacaban todos los males a la monarquía y sus estructuras, defendían una república como sistema de gobierno para la modernización.
  • El Movimiento Obrero, también culparon a la monarquía y a los partidos dinásticos de las pésimas condiciones de vida de los trabajadores. Reclamaban un nuevo sistema de gobierno más acorde con los intereses de la clase trabajadora.
  • Los Militares, achacaron a los políticos la responsabilidad del desastre, al sistema parlamentario la culpa de todos los males de la nación y las clases populares eran concebidos como una amenaza para el orden social, así, en su conjunto, se derechizó, inclinándose hacia posiciones conservadoras o autoritarias y abandonando las tendencias progresistas del s. XIX. 

Todos estos regeneracionismos, salvo el de los partidos dinásticos confluyeron en la crisis de 17.

            Estos distintos tipos de regeneracionismos con diversas fuentes ideológicas, progresivamente van a ir confluyendo en vísperas de la segunda república en dos grupos antagónicos, contrarios y enemigos hasta enfrentarse en la guerra civil (1936-39).

  • Por un lado, los nacionalismos periféricos, los republicanos y el movimiento obrero


  • Por otro, los tradicionalistas, los católicos, los nacionalistas españoles y los autoritarios

3.- LA CRISIS DEL 98: EL REGENERACIONISMO


La crisis del 98 puso en la escena política el debate sobre el problema de España, entendido como la confluencia de muchos otros:

Un problema socioeconómico ligado a la estructura de la propiedad de la tierra y al modelo de país industrializado del ámbito mediterráneo.

Un problema político derivado de la separación entre la España Oficial del sistema canovista y la España Real que no tenía cabida en él (caciquismo).

Un problema regional derivado del modelo de Estado, tras el surgimiento de los nacionalismos y regionalismos.

Un problema religioso-cultural relacionado con una tendencia tradicional que desea un Estado católico frente a una tendencia que pretende un Estado laico.

Un problema militar, que una vez en crisis la Restauración, quiere de nuevo influir en la vida política nacional, pero desde posiciones tradicionalistas, conservadoras, para la regeneración nacional.

3.1. El Regeneracionismo. El regeneracionismo es el movimiento ideológico que hace culpable a la Restauración de todos los males de España y  propugna la necesidad de una modernización política, económica y social.

 REGENERACIONISMO INTELECTUAL:  Este movimiento fue  liderado por una serie de intelectuales entre los que destaca Lucas Mallada, Macías Picavea, la Generación del 98, y, sobre todo, Joaquín Costa.

Joaquín Costa  propugnaba la necesidad de modernizar España y olvidar las glorias del pasado. Pretendía sustituir el régimen de la Restauración que favorecía a la oligarquía por otra que lo hiciera a las clases medias. Proponía:

El reparto de la tierra y la restauración de la antigua práctica española del colectivismo agrario.

La construcción de grandes obras hidráulicas, para ayudar a la agricultura.

La extensión de un programa educativo que sacará a las masas de la ignorancia.

A este regeneracionismo intelectual le iba a suceder otro más práctico el de los políticos con muchas variantes ideológicas, de ahí la sensación de encontrarnos ante varios regeneracionismos.

REGENERACIONISMO MILITAR: Parte de los mismos principios que los otros, la necesidad de superar el atraso y modernización de España, pero proponiendo una opción autoritaria de gobierno, la eliminación del liberalismo y del caciquismo y presenta una oposición absoluta al movimiento obrero y los nacionalismos periféricos. Será ello realidad con la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).

LA GENERACIÓN DEL 98. Desde el punto de vista literario, se  forma este grupo influenciado por el desastre del 98, el regeneracionismo y Joaquín Costa. Tienen en común su procedencia periférica: los hermanos Machado, andaluces, Unamuno y Baroja, vascos, Valle
Inclán, gallego, Azorín valenciano, su interés por Castilla, pero, sobre todo,  su preocupación se centraba en  “el problema de España”. Desde el pesimismo por el desastre pasaron a la exaltación de Castilla y a la necesidad de que España se Europeizase. Esta apertura a Europa (europeismo)
Y la búsqueda de los valores propios hispanos (casticismo)
Iniciaron una etapa muy fructífera intelectual y literaria que se conoce como la Edad de Plata de la cultura Española en el primer tercio del siglo XX.

REGENERACIONISMO POLÍLICO.

            El regeneracionismo también va a afectar a la vida diaria política. La crítica al sistema de la Restauración y al caciquismo que impedían la modernización de España era común, pero no la forma de conseguir esa modernización. Así se puede hacer una división entre el regeneracionismo nacido del régimen, partidarios de la revolución desde arriba (los partidos dinásticos) y otro, partidario de la revolución desde abajo, defendido por los republicanos y los socialistas.

  • Partidos Dinásticos: Silvela, Maura (conservadores) y Canalejas (liberal)
    Se convertirán en el prototipo de regeneracionistas, intentando hacer “la revolución desde arriba”, luchando contra el caciquismo.
  • Los Nacionalismos Periféricos, estos achacaban al estado liberal centralista los males de España.  Los catalanes primero, y posteriormente los vascos, vieron en la autonomía la forma de regenerar España, llegaron a implicarse tanto, que formaron parte de los gobiernos centrarles para regenerar España según sus propias ideas como Cambó.
  • Los Republicanos, achacaban todos los males a la monarquía y sus estructuras, defendían una república como sistema de gobierno para la modernización.
  • El Movimiento Obrero, también culparon a la monarquía y a los partidos dinásticos de las pésimas condiciones de vida de los trabajadores. Reclamaban un nuevo sistema de gobierno más acorde con los intereses de la clase trabajadora.
  • Los Militares, achacaron a los políticos la responsabilidad del desastre, al sistema parlamentario la culpa de todos los males de la nación y las clases populares eran concebidos como una amenaza para el orden social, así, en su conjunto, se derechizó, inclinándose hacia posiciones conservadoras o autoritarias y abandonando las tendencias progresistas del s. XIX. 

Todos estos regeneracionismos, salvo el de los partidos dinásticos confluyeron en la crisis de 17.

            Estos distintos tipos de regeneracionismos con diversas fuentes ideológicas, progresivamente van a ir confluyendo en vísperas de la segunda república en dos grupos antagónicos, contrarios y enemigos hasta enfrentarse en la guerra civil (1936-39).

  • Por un lado, los nacionalismos periféricos, los republicanos y el movimiento obrero


  • Por otro, los tradicionalistas, los católicos, los nacionalistas españoles y los autoritarios

REGENERACIONISMO POLÍLICO.

            El regeneracionismo también va a afectar a la vida diaria política. La crítica al sistema de la Restauración y al caciquismo que impedían la modernización de España era común, pero no la forma de conseguir esa modernización. Así se puede hacer una división entre el regeneracionismo nacido del régimen, partidarios de la revolución desde arriba (los partidos dinásticos) y otro, partidario de la revolución desde abajo, defendido por los republicanos y los socialistas.

  • Partidos Dinásticos: Silvela, Maura (conservadores) y Canalejas (liberal)
    Se convertirán en el prototipo de regeneracionistas, intentando hacer “la revolución desde arriba”, luchando contra el caciquismo.
  • Los Nacionalismos Periféricos, estos achacaban al estado liberal centralista los males de España.  Los catalanes primero, y posteriormente los vascos, vieron en la autonomía la forma de regenerar España, llegaron a implicarse tanto, que formaron parte de los gobiernos centrarles para regenerar España según sus propias ideas como Cambó.
  • Los Republicanos, achacaban todos los males a la monarquía y sus estructuras, defendían una república como sistema de gobierno para la modernización.
  • El Movimiento Obrero, también culparon a la monarquía y a los partidos dinásticos de las pésimas condiciones de vida de los trabajadores. Reclamaban un nuevo sistema de gobierno más acorde con los intereses de la clase trabajadora.
  • Los Militares, achacaron a los políticos la responsabilidad del desastre, al sistema parlamentario la culpa de todos los males de la nación y las clases populares eran concebidos como una amenaza para el orden social, así, en su conjunto, se derechizó, inclinándose hacia posiciones conservadoras o autoritarias y abandonando las tendencias progresistas del s. XIX. 

Todos estos regeneracionismos, salvo el de los partidos dinásticos confluyeron en la crisis de 17.

            Estos distintos tipos de regeneracionismos con diversas fuentes ideológicas, progresivamente van a ir confluyendo en vísperas de la segunda república en dos grupos antagónicos, contrarios y enemigos hasta enfrentarse en la guerra civil (1936-39).

  • Por un lado, los nacionalismos periféricos, los republicanos y el movimiento obrero


  • Por otro, los tradicionalistas, los católicos, los nacionalistas españoles y los autoritarios


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