Revolución liberal: Cortes de Cádiz y Constitución de 1812

Revolución liberal: 1809-1812 CORTES DE CÁDIZ Y CONSTITUCIÓN DE 1812

Las Cortes es la institución representativa que determina la abolición del antiguo régimen, una nueva tarea laica, de un lado desamortizadora, la abolición de los privilegios, de los señoríos, así como la abolición de los gremios y de la inquisición. Crear un mercado interno con la liberación de la economía. Se trataba de aplicar fórmulas de economía y política pre-liberales como la tendencia a la desvinculación de los campesinos respecto de su señor, la ruptura de las relaciones de vasallaje, la movilidad de los individuos dentro de un pretendido mercado laboral con lo que fracasa este primer liberalismo. Esta política, de forma independiente también la había realizado José I, especialmente la desamortización eclesiástica, la abolición de la inquisición e incluso algunas obras de remodelación urbanística.

La constitución de 1812 conocida como “La Pepa”.

Se trataba de un documento que se daba a sí misma la nación en pleno ejercicio de su soberanía y de forma libre, a través de sus legítimos representantes. Esta constitución es una de las más alrgas de la Historia constitucional de España con 384 artículos divididos en 10 títulos. Proponía una monarquía Constitucional y unas Cortes monocamerales, es decir, sin Senado. Proclamaba la separación de poderes. Por otra parte se trataba de un texto muy doctrinal, desde el punto de vista ideológico difícil de reformar, que trataba de regular hasta el más mínimo detalle de la vida española en “ambos hemisferios”, es decir tanto en España, metrópoli como América. Sin embargo la Constitución de 1812 es más bien un mito, pues no pudo aplicarse ni en 1812, en medio de una guerra que arrastraba a toda la población, ni después al ser abolida por Fernando VII en 1814 a 1820 solo en el trienio si tuvo aplicación, hasta 1823 a 1833 en que fue de nuevo abolida.

REINADO DE FERNANDO VII: 1ª etapa. Sexenio absolutista (1814-1820)

Cuando Fernando VII entraba en España, el país estaba exhausto, con los campos arrasados, la escasa industria destruida, las ciudades y villas arruinadas y las infraestructuras demolidas. Sin mercado interior y otro exterior dañado, y en vías de desaparición. El impacto demográfico fue tremendo, muchos muertos, los franceses tuvieron muchas bajas y una América colonial en proceso de rebelión. Lo ocurrido en España era reflejo de lo acontecido en Europa. Así, el final de las guerras napoleónicas trajo consigo, la restauración absolutista y el intento de volver a los antiguos privilegios. Los representantes de este primer liberalismo abogaron por una Monarquía constitucional, moderada. Eran los doceañistas. Muchos oficiales, antiguos guerrilleros demostraron su apego a esta idea como Mina, Francisco Manzanares, etc. Así nace el pronunciamiento, un modelo de alzamiento político (no es exactamente un golpe de Estado).

2ª Etapa. Trienio (1820-1823)

El 1 de enero triunfo en cabezas de San Juan un pronunciamiento que tuvo eco más o menos inmediato en Galicia, Asturias, Castilla-León sin intervención represiva efectiva. Pero el ánimo de sus súbditos estaba dividido y oscilaba hacia el absolutismo, Habida cuenta de los resultados de la gestión anterior: hambre, carestía, especulación, paro artesanal y campesino, desarraigo, desvinculación del trabajo tradicional sin un mercado laboral abierto aún. La miseria crecía entre las clases más pobres. Surgió la existencia de dos ejércitos: milicia nacional y realista supuso un marco favorable a la guerra civil. El trienio estuvo protagonizado por las llamadas Sociedades patrióticas, sociedades secretas, masonería y carbonarios que tenían eco por toda Europa. Cafés y tertulias como el de la Cruz Verde, Lorenzini o la Fontana de oro, Teatros como la Cruz, el Real. Aunque los doceañistas se mostraran más moderados o sosegados respecto de los más jóvenes o veinteañistas, la tendencia fue al enfrentamiento armado. Entre los gobiernos destacaron: Bardaji, Feliú, Martínez de la Rosa y Evaristo San Miguel. La guerra realista 1821-23 aparece como un conflicto armado de guerrillas entre la milicia realista y la milicia nacional, el cura Merino tomara parte del lado realista como también El Trapense, De lado liberal Espoz y Mina toma Castellfulit y Urgel. Pero en Europa se prepara la intervención armada que repondrá a Fernando VII en sus derechos de nuevo. El rey fue confinado en Cádiz, y en el Congreso de Verona la Santa Alianza decidió intervenir militarmente, así vinieron los llamados 100.000 hijos de San Luis al mando del duque de Angulema, primo de Luis XVIII restaurando a Fernando VII, tras la toma del Trocadero, en la bahía de Cádiz.

3ª Etapa. Ominosa Década (1823-1833)

Los que no pueden huir son represaliados, el propio Rafael de Riego, Arco Arguero, son ejecutados, acusados de lesa majestad. La represión o Terror del 1824 según el episodio de Pérez Galdós alcanzará a Mariana Pineda, acusada de coser una bandera antimonárquica (1831), y sometida a garrote vil, al general Torrijos engañado por Vicente Moreno gobernador de Málaga, que se finge ser de su bando, pero luego hace fusilar a Torrijos y a los 56 compañeros. Otros aspectos de la Ominosa década ajenos a la represión son: la sublevación de los Malcontents o Agraviats que acusan al rey de tibio y de venderse a los liberales moderados que admiten a Fernando VII como rey, la crisis agraria en el campo catalán suscita un leventamiento que busca ya en D. Carlos un sustituto en el Manifiesto de Realistas Puros, Fernando planea reformas en la Administración, una Exposición Universal, la liberación de la economía, reformas código penal, de comercio y la creación de los modernos ministerios

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