Situación de Italia en la posguerra

5. 1. Italia EN LA POSGUERRA

            La Primera Guerra Mundial dejó graves consecuencias para el pueblo italiano: más de 700.000 fallecidos, destrucción de industrias e infraestructuras. Las secuelas económicas fueron también devastadoras para la población debido al enorme endeudamiento de Italia y a la alta inflación, que subíó los precios de los productos de primera necesidad.

            Pese a estar entre los vencedores, Italia no vio satisfecha la gran mayoría de sus reivindicaciones territoriales. Tan sólo obtuvo pequeños territorios en la zona norte (Trentino) y la península de Istria (en la actual Eslovenia). Esta “humillación” hizo que se extendiera entre la población un sentimiento de indignación llamado irredentismo*
, que reivindicaba la devolución a Italia de todos los territorios que tuvieran población italiana.

            Desde el punto de vista político se vivían también tiempos de inestabilidad. La fragmentación de los partidos políticos era tal que los gobiernos se sucedían en muy poco tiempo (cinco gobiernos entre 1919 y 1922) al no contar con mayorías que los soportasen.

            Finalmente, las tensiones sociales iban in crescendo. La crisis económica alimentó generó huelgas y protestas en el norte industrializado que iban adquiriendo tintes revolucionarios influenciados por la Revolución Rusa. Los obreros y campesinos llegarían a ocupar tierras de los propietarios y fábricas de los burgueses.

            Esta enorme inestabilidad supuso un caldo de cultivo para el fascismo, que iría ganando adeptos.

5. 2. EL ASCENSO DEL FASCISMO

La inestabilidad política y socioeconómica fue aprovechada por Mussolini para alcanzar el poder en Italia. Su primero paso fue crear los Fasci italiani di combattimento*
, apodados los camisas negras. Fuertemente jerarquizados y con una organización paramilitar, estas milicias de combate se dedicaron a combatir el movimiento obrero mediante el uso extremo de la violencia, por lo que pronto obtuvieron el favor de las clases conservadoras que los veían como “salvadores” de sus negocios.

            En 1921 Mussolini daría organización política a los camisas negras creando el Partido Nacional Fascista.
Su programa político se basaba en la construcción de un estado fuerte, que garantizara la propiedad privada y una política exterior expansiva e imperialista.

            Sus principales apoyos fueron la pequeña burguésía, los grandes propietarios agrarios e industriales (que financiaron al partido), la Iglesia católica (simpatiza con el fascismo ya que combatía al ateísmo bolchevique) e incluso el mismo rey, Víctor Manuel III, que admiraba a Mussolini.

Empleando tácticas en las que se mezclaba la intimidación y violencia hacia sus adversarios políticos y la “aceptación” de la democracia, el PNF se presentó a las elecciones de 1922 que fueron un fracaso para los fascistas (sólo obtuvieron 22 diputados de 500 posibles). De forma paralela, los camisas negras aplastaron la huelga general de ese mismo año, convocada por comunistas y anarquistas.

            Para mostrar la fuerza de su movimiento Mussolini organizó una demonstración de fuerza, la Marcha sobre Roma*
, en la que fascistas venidos de todo el país desfilaron por la capital italiana. Presionado por las fuerzas conservadoras, el rey decidíó nombrar a Mussolini como jefe del gobierno.


5.3. LA DICTADURA DE Mussolini

Entre 1922 y 1924 Mussolini comenzó a dar los pasos en la dirección para crear un estado totalitario. Se restringieron los derechos y libertades individuales y sus adversarios políticos fueron implacablemente perseguidos. Sin embargo, mantuvo la ficción de un régimen parlamentario.Tras las elecciones de 1924 ganadas ampliamente por los fascistas en un clima de coacción política, el Duce obtendría todo el poder. Se promulgaron leyes que identificaron el Estado con el Partido Fascista, todos los partidos políticos y salvo el fascista quedaron ilegalizados. Los sindicatos también fueron suprimidos y sustituidos por un sistema de corporaciones que englobaban a representantes de los obreros, de los patronos y del Estado.Para garantizar el control total de Italia el Partido Fascista dirigía todos los aspectos de la vida social y los medios de comunicación (radio, prensa y cine). La propaganda era esencial para ensalzar la figura del Duce.

6.1. La República de Weimar (1918-1933)

La República de Weimar fue el régimen político que se instauró en Alemania después de la abdicación del Káiser Guillermo I tras la derrota de la Primera Guerra Mundial. Era un régimen democrático y constitucional en el que el poder estaba en manos del Presidente de la República y del canciller (primer ministro). El Reichstag o parlamento se encargaba de la promulgación de las leyes.Los primeros años de la República fueron muy difíciles para la población alemana. Además de los enormes costes de las reparaciones de guerra, la crisis económica de posguerra que acarreó un notable incremento del paro y de la pobreza, agravada por la hiperinflación del marco alemán que hizo que los precios se disparasen.

Ante la desesperada situación de la población pronto surgieron movimientos extremistas tanto por la izquierda (la Liga Comunista intento una revolución en 1918 que fue contenida por el ejército) y la derecha (protagonizada por el Partido Nazi de Hitler).

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