2.3 De la ofensiva sobre Teruel a la batalla del Ebro (diciembre de 1937-noviembre de 1938)

2. DESARROLLO DE LA GUERRA


Podemos dividir la Guerra civil en cuatro etapas:
1ª. La guerra de columnas y la Batalla de Madrid (Agosto de 1936 a Marzo de 1937) Con el fracaso del levantamiento militar, España se quedo dividida en dos zonas equiparables:
Las principales ciudades y las zonas industriales quedaron en poder de la república y las zonas agrarias más conservadoras en manos de los sublevados. Debido a las intervenciones internacionales, la Guerra Civil española se convirtió en un conflicto internacional (ayuda militar de la URSS a la república y ayuda militar y financiera de Alemania e Italia a los sublevados). En los inicios de la guerra, el principal objetivo de los militares rebeldes era una rápida conquista de Madrid para consolidar el alzamiento. Sin embargo, ante la dura defensa y resistencia republicana fracasaron todos los intentos de tomar Madrid. La victoria republicana en la batalla del Jarama y de Guadalajara obligó a Franco a abandonar la batalla de Madrid.

2ª. La caída del norte (Abril-Octubre de 1937)

Tras los fracasos en Madrid, Franco modificó su estrategia y se dirigió contra el norte industrial y minero bajo el dominio republicano.
El norte republicano comprendía Vizcaya, Santander y Asturias, que era una zona aislada del resto de la España republicana y fragmentada políticamente. Además, carecía de carros de combate, de artillería y de cobertura aérea, por todo ello ante la ofensa de los sublevados, fueron rápidamente conquistados. Esta conquista tuvo graves consecuencias para la república.

3ª De la ofensiva sobre Teruel a la batalla del Ebro (Diciembre de 1937-Noviembre de 1938)

Tomado el norte, Franco volvió sobre Madrid. El gobierno de Negrín decidió una ofensiva en Teruel con el propósito de salvar la capital. Franco renunció de nuevo a Madrid y ordenó una contraofensiva que dio lugar a la batalla de Teruel.
La derrota republicana tuvo unos resultados desastrosos por las enormes pérdidas en hombres y armamentos.  El siguiente objetivo de Franco fue dividir en dos la España republicana, cosa que consiguió al aislar a Cataluña.
En Julio de 1938, Negrín decidió desencadenar una ofensiva en el Ebro que dio lugar a la batalla del Ebro.
Esta supuso una batalla de desgaste que agotó el ejército republicano.
4ª El fin de la guerra (Diciembre de 1938-Abril de 1939) La ofensiva franquista sobre Cataluña fue el golpe decisivo contra la república. A finales de 1938 Barcelona fue ocupada por las tropas de Franco y pocos días después, Gerona. Otro golpe para la república fue el reconocimiento del gobierno de Franco por Reino Unido y Francia.
En Madrid, el coronel Casado, junto a dirigentes socialistas de la CNT, de Unión Republicana e Izquierda Republicana, se sublevaron contra el gobierno de Negrín (comunista). Tras la derrota de los comunistas, Madrid se encontraba prácticamente sin resistencia ante la ofensiva de los franquistas y después ocuparon el resto del país. El 1 de Abril Franco firmó su última parte oficial de guerra y puso fin a la Guerra civil.

2.1 EVOLUCIÓN EN LAS DOS ZONAS, CONSECUENCIAS DE LA GUERRA E INCIDENCIAS EN CASTILLA-LA MANCHA

 

La España republicana


Entre Julio y Septiembre de 1936 el derrumbe de los aparatos del poder republicano provocó:

Formar un auténtico ejército regular

La organización de milicias y los poderes representados por los partidos sindicales de forma autónoma para hacer frente a la sublevación militar a diversos comités locales y provinciales en los que radicaba el verdadero poder.

Restablecer el orden público y poner fin a la violencia incontrolada

La represión y el terror “popular” incontrolados contra todas aquellas personas e instituciones de significación derechista.

Reconstruir el poder del gobierno central y centralizar los recursos

La profunda revolución social, cuyas mejores expresiones fueron las colectivicaciones.  Entre Septiembre de 1936 y Mayo de 1937, el gobierno de concentración (partidos y sindicatos del Frente Popular), presidido por Largo Caballero puso en marcha medidas cuyo objetivo fue el restablecimiento del poder central. Sus resultados fueron limitados y cayó tras los enfrentamientos de Mayo en Barcelona entre el gobierno y los anarquistas. Desde Mayo de 1937 hasta marzo de 1939, los gobiernos de Negrín lograron restablecer el poder político central de la república, acabar definitivamente con la etapa revolucionaria y crear una industria nacional de guerra. Pero estos intentos fracasaron en conseguir el apoyo de las potencias democráticas para forzar una negociación de paz: por ello se aferraron a la resistencia a ultranza confiando en el estallido de una guerra en Europa.

El bando sublevado

En la España nacional la línea política consistió en la derogación de la labor reformista republicana y en una sistemática represión. Se produjo una rápida unificación del mando político y militar en manos de Franco. Se creó también un Estado de partido único (Movimiento Nacional) y sindicatos verticales (el nacional sindicalista) de inspiración fascista e impregnada de los valores del catolicismo más tradicional (el nacional catolicismo). La Iglesia legitimó el régimen y hubo un rígido control ideológico.

Consecuencias de la guerra civil


Consecuencias humanas

Los muertos en el frente, por la represión en la guerra y en la posguerra, por el hambre y las epidemias: el exilio y la pérdida de población joven y la consiguiente reducción de la natalidad.

Consecuencias económicas

Las destrucciones materiales fueron muy considerables, sobre todo en el sector de los transportes; la perdida de parte de la maquinaria y del utillaje industrial y de un elevado número de viviendas, el brusco descenso de la producción industrial y agrícola y una Hacienda arruinada y endeudada por los gastos de la guerra.

Consecuencias culturales

Destacó el exilio de los intelectuales y científicos que apoyaron a la república; el desmantelamiento de las reformas educativas de la Segunda República y se instauró una estricta censura de todos los medios de expresión y de comunicación.

La Guerra civil en Castilla-La Mancha

El levantamiento militar contra la República tuvo especial relevación en la ciudad del Toledo, donde el coronal jose Moscardó declaró el estado de guerra. Hasta septiembre de 1936, Franco y Varela entran en Toledo y se rompe el asedio republicano.
La mayor parte de la actual Comunidad permaneció fiel al gobierno de la República. Durante la primera fase de la batalla del Jarama, las tropas sublevadas utilizaron la población de Seseña como punto de partida meridional de su avance. En 1937 se liberó la batalla de Guadalajara y los combates en torno a Torrija, Buchuega y Trijueque probaron la eficiencia del nuevo ejército popular de la República. En enero de 1939 los republicanos realizaron una ofensiva en el frente de Extremadura.

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