La Evolución Política Tras la Muerte de Franco: Retos, Logros, Dificultades y Resistencias al Establecimiento de la Democracia
Tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, se inicia la Transición a la democracia, un proceso gradual y pacífico que acabará con el triunfo del PSOE en 1982. El rey Juan Carlos I fue proclamado el 22 de noviembre de 1975 como jefe del Estado y en su primer discurso expresó su deseo de restablecer la democracia. A pesar de las dudas de franquistas y oposición, comenzó el proceso de cambio.
En 1976, destituyó a Arias Navarro por el lento ritmo de las reformas democráticas y nombra presidente a Adolfo Suárez, quien impulsa la Ley para la Reforma Política, aprobada por referéndum en diciembre de 1976. A partir de 1977 comienza el régimen franquista: se aprueba la amnistía, se legalizan partidos (incluido el PCE) y se celebran elecciones en junio de ese año. Las gana la UCD y se elaboran los Pactos de la Moncloa para combatir la crisis económica.
En 1978 se aprueba la Constitución, basada en el consenso y elaborada por los “padres de la Constitución”. Se define a España como Estado social y democrático de derecho y se establece una monarquía parlamentaria. En marzo de 1979 se celebran nuevas elecciones, que vuelve a ganar la UCD.
La segunda legislatura de Suárez estuvo marcada por crisis políticas y económicas. En 1981 dimite (cuestionado por su partido, acosado por la oposición y presionado por los militares) y durante la votación de su sucesor, Calvo Sotelo, se produce el intento de golpe de Estado del 23-F liderado por Tejero. El rey defendió el orden constitucional y el golpe fracasó.
Calvo Sotelo gobernó entre 1981 y 1982. Aprobó la ley del divorcio y la entrada en la OTAN, pero su partido, la UCD, se debilitó. Se adelantaron elecciones y el PSOE las ganó con mayoría absoluta en octubre de 1982, cerrando así la Transición.
Por otra parte, el proceso encontró dos grandes amenazas para la democracia: el golpismo (con intentos como la Operación Galaxia en 1978, el 23-F o la matanza de Atocha) y el terrorismo, especialmente de ETA, que causó numerosos asesinatos entre 1978 y los años 80. La respuesta social fue el Pacto de Ajuria Enea (1988) y el “Espíritu de Ermua” tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997. En 2000, PP y PSOE firmaron el Acuerdo por las libertades contra el terrorismo, iniciando la ilegalización del entorno de ETA.
La Constitución de 1978: El Estado de las Autonomías
La Transición a la democracia (1975-1982) fue el paso desde la dictadura franquista hasta una democracia representativa, que culminó con la victoria del PSOE. A nivel internacional, estaba ocurriendo la crisis del petróleo de 1973.
Fue impulsada por el rey Juan Carlos I y Adolfo Suárez, y contó con el apoyo de partidos políticos, sindicatos y gran parte de la sociedad. En junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas tras la dictadura. Ganó la UCD, seguida del PSOE. El PCE y la derecha de AP obtuvieron menos apoyo del esperado, y los franquistas apenas tuvieron representación.
Las nuevas Cortes iniciaron una Constitución que fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Fue redactada por los llamados “padres de la Constitución” y todos los partidos votaron a favor, salvo el PNV, que se abstuvo. Aunque la participación del pueblo no fue muy alta.
Esta Constitución define a España como un Estado social y democrático de derecho. Reconoce la soberanía nacional y establece una monarquía parlamentaria con división de poderes: legislativo (Congreso y Senado), ejecutivo (presidente del Gobierno) y judicial (con independencia y Tribunal Constitucional).
Reconoce derechos fundamentales como la igualdad, la libertad de expresión, ideológica y religiosa, el derecho de reunión, asociación y huelga, y la abolición de la pena de muerte. También garantiza derechos sociales como la sanidad, la educación y el empleo. El Estado se declara aconfesional (estado no pertenece a religión), aunque puede colaborar con las religiones.
El punto más original fue la creación del Estado de las Autonomías, un modelo intermedio entre el sistema unitario y el federal. Se reconoció el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones, garantizando al mismo tiempo la unidad de España.
Tras las elecciones de 1977, se formaron gobiernos provisionales como la Generalitat de Cataluña (con el regreso de Tarradellas), el Consejo General Vasco y la Xunta de Galicia. También se crearon organismos preautonómicos en otras regiones.
La Constitución estableció dos vías de acceso a la autonomía: la rápida (art. 151) para Cataluña, País Vasco, Galicia y luego Andalucía, y la lenta (art. 143) para el resto. Cada comunidad tendría su Parlamento y presidente según su Estatuto de Autonomía. Cataluña y el País Vasco accedieron los primeros, y más tarde el resto. Así se crearon 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas (Ceuta y Melilla), convirtiendo a España en uno de los países más descentralizados de la UE.
La Normalización Democrática y la Alternancia Política Hasta 2018: La Amenaza del Terrorismo de ETA y el Terrorismo Yihadista
Durante este periodo, España experimentó transformaciones políticas (consolidación de la democracia tras la Transición), sociales (auge de la clase media, papel de la mujer, inmigración) y económicas (Estado del bienestar, reconversión industrial, liberalización de mercados). La Constitución de 1978 consolidó la democracia y el Estado autonómico. Gobiernos sucesivos enfrentaron el terrorismo (ETA y yihadismo), el golpismo y los retos separatistas.
La Alternancia Política: Gobiernos Socialistas y Gobiernos del Partido Popular
Primera Etapa de Gobiernos Socialistas: Felipe González (1983–1996)
- 1ª legislatura (1983–1986): Plan de ajuste económico, reformas en sanidad, educación, defensa y despenalización del aborto. Ingreso en la CEE (1985) y referéndum de la OTAN (1986).
- 2ª legislatura (1986–1989): Crecimiento económico e inversiones públicas. Huelga general en 1988 por liberalización laboral. Atentado de ETA en Hipercor (1987).
- 3ª legislatura (1989–1993): Celebraciones de 1992; crisis económica en 1993; participación en la Guerra del Golfo (1991); aprobación del Tratado de Maastricht.
- 4ª legislatura (1993–1996): Gobierno con apoyo de CIU. Pacto de Toledo (1995). Escándalos de corrupción (GAL, Banco de España, Guardia Civil) debilitan al gobierno. Elecciones anticipadas.
Gobiernos del Partido Popular: José María Aznar (1996–2004)
- 1ª legislatura (1996–2000): Pacto con CIU y PNV. Política económica liberal con crecimiento, empleo y entrada en el euro. Fin del servicio militar obligatorio. Mayor cercanía con EE. UU.
- 2ª legislatura (2000–2004): Mayoría absoluta. Reforma legislativa conservadora. Apoyo a EE. UU. en la Guerra de Irak (2003). Atentados del 11-M (2004) influyen en la derrota electoral.
Gobiernos Socialistas de Zapatero (2004–2011)
Zapatero impulsó leyes sociales clave como la de igualdad, dependencia, matrimonio homosexual y Memoria Histórica. Su mandato estuvo marcado por tensiones territoriales (Estatut catalán, Plan Ibarretxe) y, sobre todo, por la crisis de 2008, que colapsó el sector inmobiliario, elevó el paro y provocó recortes sociales. El descontento desembocó en el movimiento del 15M en 2011.
Gobiernos del PP con Rajoy (2011–2018)
Rajoy aplicó fuertes recortes y subidas de impuestos en plena crisis. Persistieron el paro y los escándalos de corrupción. En 2014 abdicó Juan Carlos I y accedió al trono Felipe VI. Creció el independentismo catalán, y tras el 1-O en 2017, el gobierno aplicó el artículo 155. En 2018, Rajoy fue destituido por una moción de censura y Pedro Sánchez asumió el gobierno.
Crisis del Bipartidismo e Inestabilidad (2015–2023)
El sistema bipartidista se fragmenta con el ascenso de Podemos y Ciudadanos. Las elecciones sucesivas reflejan bloqueo político. Tras el conflicto catalán, Sánchez gobierna desde 2018 y forma el primer ejecutivo de coalición con Podemos en 2019, afrontando la pandemia de COVID-19 y la crisis derivada de la guerra en Ucrania.
Terrorismo de ETA y Yihadismo
ETA, muy activa hasta los 80, pierde fuerza tras detenciones clave y presión social, especialmente tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco (1997). Deja las armas en 2011 y se disuelve en 2018. El terrorismo yihadista impacta con los atentados del 11-M en 2004. Desde entonces, España refuerza su estrategia antiterrorista y cooperación internacional.
Evolución Económica, Social y Demográfica: Feminismo e Igualdad, Compromiso Social, Asociacionismo y Voluntariado
España vivió durante este periodo profundas transformaciones económicas, sociales y culturales que dieron lugar a una sociedad moderna.
A NIVEL ECONÓMICO, entre la segunda crisis del petróleo (1979) y la Gran Recesión de 2008, se alternaron cuatro fases:
- RECESIÓN ECONÓMICA (1979–1985): La crisis se agravó con la guerra Irán-Irak y continuó durante los primeros años del PSOE, que aplicó un fuerte ajuste para ingresar en la CEE. La reconversión industrial afectó a sectores tradicionales del norte del país, provocando huelgas y tensiones sociales.
- EXPANSIÓN ECONÓMICA (1985–1992): El ingreso en la CEE impulsó el crecimiento, aunque las políticas laborales del PSOE causaron la huelga general de 1988.
- RECESIÓN ECONÓMICA (1992–1994): Tras los grandes eventos de 1992, se manifestó una nueva crisis con aumento del paro y estancamiento económico.
- EXPANSIÓN ECONÓMICA (1994–2008): Fue la más duradera. Se saneó la economía, se creó empleo y España pasó a formar parte de la eurozona en 1999. Finalizó con la crisis global de 2008.
Desde la Transición democrática, España vivió una profunda transformación social, económica y cultural. En los años 70, el feminismo emergió como parte de la lucha contra el franquismo, con hitos como las Jornadas por la Liberación de la Mujer (1975-76). Durante la Transición se impulsó el reconocimiento jurídico de la igualdad, consagrado en la Constitución de 1978, y se comenzaron a despenalizar normas discriminatorias.
En los años 80, se consolidó el Estado del Bienestar con servicios universales de sanidad, educación y pensiones. Se creó el Instituto de la Mujer (1983) y, con el ingreso en la CEE en 1986, España se alineó con normativas europeas de igualdad, especialmente laborales. En lo económico, se iniciaron reformas estructurales: reconversión industrial, crecimiento del sector terciario y aparición de grandes empresas internacionales.
En los 90, se intensificó la liberalización económica y la privatización de empresas públicas, mientras la economía crecía, acercando a España al nivel medio europeo. Socialmente, predominó la clase media, creció el acceso a la educación superior y se consolidó una sociedad más urbana, tolerante y conectada a través de nuevas tecnologías.
A partir de 1996, España pasó de ser un país emigrante a receptor de inmigrantes, lo que aumentó la población, rejuveneció demográficamente y favoreció una sociedad multicultural.
Ya en el siglo XXI, el feminismo se fortaleció globalmente con fenómenos como el 8M de 2018 o el #MeToo. En paralelo, el compromiso social se manifestó en un voluntariado más organizado y en nuevos movimientos sociales como el ecologismo o el pacifismo, que refuerzan la participación democrática y la cohesión social.