Historia de España: Periodos Clave hasta el Siglo XVII

Pueblos Prerromanos y Colonizaciones del Mediterráneo

En el primer milenio a.C., antes de la conquista romana, en la Península Ibérica convivían pueblos autóctonos con pueblos colonizadores procedentes del Mediterráneo.

Pueblos Prerromanos

  • En el valle del Guadalquivir se desarrolló la cultura tartésica con una economía basada en la explotación minera y en el comercio con los fenicios. Tenemos restos de su orfebrería como el Tesoro del Carambolo, pero del que sabemos poco. Hacia el siglo VI a.C. esta cultura desapareció.

  • En el sur y costa mediterránea habitaban los pueblos íberos, conjunto de pueblos con una lengua y una cultura común, más desarrollados por su contacto con los colonizadores. Se organizaban en ciudades-estado, desarrollaron un importante comercio y utilizaban la moneda. Un ejemplo de su arte es la Dama de Elche.

  • Los celtas eran de origen indoeuropeo y ocuparon la Meseta Norte y zona atlántica. La economía se basaba en la pesca, ganadería y recolección, se organizaban en clanes, vivían en castros. A diferencia de los íberos, no conocían la escritura y apenas sufrieron influencias de fenicios y griegos.

  • Los celtíberos se instalaron en la Meseta Central en poblados fortificados. Mantenían una gran cohesión tribal con una base económica agrícola y ganadera; como manifestación artística destacan los verracos (Toros de Guisando, Ávila).

Estos pueblos fueron influenciados económica y culturalmente por los colonizadores mediterráneos.

Pueblos Colonizadores

  • Los fenicios y griegos llegaron con la intención de comerciar y se establecieron en la costa.

  • Los cartagineses, en cambio, iniciaron una expansión hacia el interior con una clara intención de controlar el territorio.

Asentamientos y Expansión

  • Los fenicios (a partir del siglo VIII a.C.) fundaron factorías y enclaves comerciales en la costa mediterránea andaluza y levantina (Gadir o Malaka).

  • Los griegos (mitad del siglo VII a.C.), fundaron polis como Rhodes y Emporion, introdujeron la vid y el olivo y acuñaron moneda.

  • Los cartagineses (mitad del siglo VI a.C.) fundaron colonias (Ebussus y Cartago Nova), se hicieron con el control de los asentamientos fenicios a partir del siglo VII e iniciaron una expansión hacia el interior peninsular a partir de los siglos V-IV a.C., dentro del contexto del enfrentamiento con Roma en las Guerras Púnicas. Tras su derrota se inició la romanización de la Península.

La Monarquía Visigoda

Los visigodos, pueblo federado del Imperio, entraron en un primer momento en Hispania por encargo de Roma para expulsar a los pueblos invasores (suevos, vándalos y alanos). Tras la caída del Imperio romano se establecieron definitivamente en la Península tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé en el año 507 y fundaron el Reino visigodo de Hispania (507-711).

Unificación del Reino

  • Bajo el reinado de Leovigildo, la expulsión de los suevos en la actual Galicia y los bizantinos, que habían ocupado el sur peninsular, permitió la unificación territorial de la Península y la creación del primer estado independiente que integraba toda la Península Ibérica con capital en Toledo.

  • La integración con la población hispanorromana se consiguió mediante la unificación religiosa con la conversión de Recaredo al catolicismo (587) y la unificación jurídica, con el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo que establecía una misma ley para visigodos e hispanorromanos bajo el reinado de Recesvinto (654).

Instituciones de Gobierno

La monarquía visigoda, en principio electiva, si bien trató de consolidarse una monarquía hereditaria, fue muy inestable y dependía del apoyo de la nobleza y la Iglesia. Sus principales instituciones eran:

  • El Aula Regia: una asamblea integrada por nobles que asesoraban al rey.

  • El Officium Palatinum o corte: formada por los nobles de más confianza que se ocupaban de la administración central.

  • Los Concilios de Toledo: inicialmente eran asambleas eclesiásticas, pero con la conversión de Recaredo adquirieron una mayor importancia y se convierten en asambleas de carácter político y religioso, formadas por nobles y obispos presididos por el rey y con finalidad legislativa.

Una disputa sucesoria facilitó la irrupción de los musulmanes en la península en el año 711 y puso fin al estado visigodo.

Al-Ándalus: Economía, Sociedad y Cultura

Economía

La economía de Al-Ándalus se centraba en la agricultura intensiva, con sistemas de riego avanzados que mejoraron cultivos como el trigo, arroz y productos novedosos como la caña de azúcar y cítricos. La artesanía (textiles, cerámica, cuero) y el comercio, favorecido por su posición estratégica entre Oriente y Occidente, convirtieron a Córdoba y Sevilla en importantes centros económicos.

Sociedad

La sociedad era jerarquizada y diversa:

  • Los árabes ocupaban el poder.
  • Seguidos de los bereberes.
  • Muladíes (cristianos convertidos al islam).
  • Mozárabes (cristianos que mantenían su religión).

Cultura

Culturalmente, Al-Ándalus fue un centro intelectual con filósofos como Averroes, médicos, matemáticos y una rica producción literaria y arquitectónica, reflejada en obras como la Mezquita de Córdoba y la Alhambra. La comunidad judía destacaba en comercio, medicina y administración, siendo clave en la traducción y preservación del conocimiento grecorromano.

Modelos de Repoblación y Organización Social en los Reinos Cristianos

Modelos de Repoblación

Durante la Reconquista, los reinos cristianos implementaron distintos modelos de repoblación para asegurar el control de los territorios recién conquistados, como la repoblación por cristianos viejos, mudéjares y judíos. Los monarcas otorgaban cartas pueblas, garantizando derechos y privilegios a los repobladores.

Organización Social

La organización social en los reinos cristianos medievales era estamental, con una jerarquía clara:

  • En la cima estaba el rey, cuyo poder estaba limitado por los nobles y la Iglesia.
  • Por debajo, se encontraban los nobles, grandes señores feudales con vastos territorios.
  • Seguidos por los caballeros, encargados de la defensa.
  • Los campesinos, en su mayoría siervos, debían tributos o servicio militar a los señores.
  • La clase urbana, compuesta por comerciantes, artesanos y burgueses, gozaba de ciertos privilegios.
  • La Iglesia, dividida en alto y bajo clero, consolidaba un gran poder en la sociedad medieval.

Los Reinos Cristianos: Evolución de la Conquista y Organización Política

Evolución de la Conquista

La conquista de la Península Ibérica por los reinos cristianos comenzó con la invasión musulmana en 711, dando inicio a la Reconquista, un largo proceso de casi 800 años.

  • El Reino de Asturias, surgido tras la batalla de Covadonga en 722, fue el primer núcleo de resistencia cristiana.
  • Posteriormente, reinos como León, Castilla, Navarra y Aragón avanzaron hacia el sur aprovechando las divisiones internas de al-Ándalus y la debilidad del califato omeya.

Organización Política

Los reinos cristianos se organizaron bajo una monarquía feudal, con poder delegado a nobles, obispos y caballeros. El sistema de vasallaje y las cartas pueblas fueron fundamentales para consolidar la autoridad. Con el tiempo, los reinos cristianos reorganizaron su administración y ejército, lo que les permitió resistir las ofensivas musulmanas.

La Reconquista culminó en 1492 con la toma de Granada por los Reyes Católicos, marcando el fin del dominio musulmán y la unificación de Castilla y Aragón, lo que sentó las bases para la formación del Imperio Español.

La Baja Edad Media en las Coronas de Castilla y de Aragón y en el Reino de Navarra

La Baja Edad Media en la Península Ibérica (siglos XIII-XV) estuvo marcada por cambios políticos y sociales significativos.

Corona de Castilla

En la Corona de Castilla, tras la unión de León y Castilla bajo Fernando III, se consolidó una monarquía fuerte. Reyes como Alfonso X impulsaron la cultura y las leyes, mientras expandían el territorio hacia el sur, conquistando Andalucía, aunque también hubo tensiones internas entre la nobleza.

Corona de Aragón

En la Corona de Aragón, la monarquía era más descentralizada, con los reyes compartiendo poder con las Cortes y señores locales. La unión con Sicilia y la expansión hacia el Mediterráneo fueron clave, pero el siglo XIV trajo crisis y conflictos con Castilla, como la Guerra de los Cien Años.

Reino de Navarra

En Navarra, dividida entre la Península y el sur de Francia, la monarquía jugó un papel importante, aunque perdió territorio ante la presión de Castilla y Aragón.

En conjunto, la Baja Edad Media fue un periodo de expansión territorial, conflictos internos y la consolidación de los reinos ibéricos hacia su unificación.

Los Reyes Católicos: Unión Dinástica, Instituciones de Gobierno y la Guerra de Granada

La boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469 marcó el inicio de la Monarquía Hispánica como una unión dinástica, no política, ya que cada reino conservó sus propias leyes, instituciones y sistemas fiscales. Tras la muerte de Enrique IV en 1474, estalló una guerra civil entre los partidarios de Isabel y los de Juana la Beltraneja, que concluyó con el Tratado de Alcaçovas (1479) y la victoria isabelina. Ambos monarcas gobernaban conjuntamente (según la Concordia de Segovia de 1475), pero cada uno lo hacía en su respectivo territorio. Su reinado tuvo tres objetivos clave:

  • La unidad religiosa.
  • El fortalecimiento de la autoridad real.
  • La expansión territorial.

Instituciones de Gobierno

  • En Castilla se consolidó un Estado autoritario mediante instituciones como el Consejo Real de Castilla, la Santa Hermandad (1476), las Chancillerías, las Audiencias, los corregidores y la Hacienda Real.
  • Mientras que en Aragón se mantuvo el modelo pactista con fueros y órganos como la Generalitat y el Justicia Mayor.

La Inquisición (1478) y el Regio Patronato actuaron como herramientas de control político-religioso en ambos reinos.

La Guerra de Granada

La Guerra de Granada (1481-1492) se desarrolló en varias fases, culminando con la toma de Málaga (1487) y la rendición de Granada (2 de enero de 1492). Aunque los musulmanes obtuvieron garantías mediante las Capitulaciones, estas no se respetaron. Con ello, se completó la unificación territorial de la península y se reforzó el poder de los Reyes Católicos.

Las Reformas Borbónicas en los Virreinatos Americanos

La dinastía borbónica introdujo importantes cambios en América, destacándose una nueva administración colonial y la revitalización económica. Entre las reformas más significativas se encuentran la modificación de los Virreinatos y la creación de las intendencias en América.

Nueva Administración Colonial

  • Los Virreinatos de Nueva Granada y Río de la Plata fueron separados del de Perú.
  • El Virreinato de Nueva Granada incluyó las Audiencias de Santa Fe de Bogotá, y las provincias de Panamá, Quito y Venezuela.
  • El de Río de la Plata abarcó las Audiencias de Buenos Aires y Charcas.

Las intendencias fueron implementadas a finales del reinado de Carlos III con el fin de fomentar el desarrollo económico en las colonias. Los intendentes desempeñaron funciones similares a las de los virreyes y presidentes de Audiencias, lo que permitió una administración más eficiente.

Revitalización Económica

El siglo XVIII presenció una revitalización de la economía americana, impulsada por nuevas corrientes económicas y la creación de sociedades mercantiles. Estas, junto a los cambios administrativos, promovieron una explotación colonial más efectiva. La actividad comercial creció, beneficiando a la producción agrícola y ganadera, especialmente a la población criolla. Algunas de las principales sociedades mercantiles fueron:

  • La Compañía Guipuzcoana de Caracas (1728).
  • La Compañía de La Habana (1740).
  • La Real Compañía de Comercio de Barcelona (1756).
  • La Real Compañía de Filipinas (1785).

Los Austrias del Siglo XVI: Política Interior y Exterior

En 1517 Carlos I fue proclamado rey de la monarquía hispánica. Su reinado comenzó con dificultades y la recepción de la corona imperial en 1519, lo que provocó dos conflictos internos:

Carlos I (1517-1556)

Política Interior

  • La Revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1522) que intentó derrocar a Carlos en favor de su madre, pero fue sofocada por el ejército.
  • Las Germanías (1519-1523), una revuelta de gremios y campesinos en Valencia y Mallorca contra los señores feudales que fueron derrotados en 1522.

Política Exterior

Carlos I afrontó tres grandes conflictos:

  • Las guerras contra Francia que culminaron con la victoria en Pavía y la obtención del ducado de Milán.
  • La lucha contra los protestantes que terminó con la Paz de Augsburgo en 1555, reconociendo la libertad de credo en sus dominios.
  • La guerra contra los turcos que estaban en su máximo esplendor y lograron tomar ciudades clave como Túnez y Argel.

En 1556 Carlos V abdicó y dividió su imperio entre su hermano Fernando y su hijo Felipe II.

Felipe II (1556-1598)

Felipe II reinó en España entre 1556 y 1598, centralizando la administración y fortaleciendo el ejército, lo que afectó la economía castellana.

Política Interior

Tuvo que hacer frente a:

  • La rebelión de las Alpujarras (1568-1570), una sublevación de los moriscos.
  • Los conflictos en Aragón (1590-1592) de carácter político.

Política Exterior

  • Logró la unidad peninsular convirtiéndose en rey de Portugal en 1581.
  • Obtuvo victorias en San Quintín (1557) contra Francia y en Lepanto (1571) contra el Imperio Otomano.
  • Sin embargo, enfrentó la rebelión de los Países Bajos que terminaron independizándose.
  • Sufrió la derrota de la Armada Invencible (1588) contra Inglaterra.

Los Austrias del Siglo XVII: Política Interior y Exterior

En el siglo XVII, los reyes de la monarquía hispánica, conocidos como “Austrias menores”, delegaron las decisiones de gobierno en sus validos.

Felipe III (1598-1621)

  • Confió en el Duque de Lerma, quien impulsó la expulsión de los moriscos (1609-1614), lo que afectó a la economía agraria levantina.
  • Su reinado finalizó con el fin de la Tregua de los Doce Años y la entrada en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648).

Felipe IV (1621-1665)

  • Apoyó al Conde-Duque de Olivares, quien intentó reforzar la autoridad real con reformas como la “Unión de Armas”, destinada a crear un ejército común en los distintos reinos de la monarquía.
  • Esta medida fue rechazada en Cataluña, provocando la rebelión del Corpus de Sangre (1640), que culminó con la independencia de Cataluña, apoyada por Francia.
  • También estalló una insurrección en Portugal que llevó a su independencia mediante el Tratado de Lisboa.
  • La Guerra de los Treinta Años terminó en 1648 con la paz de Westfalia, aunque los conflictos con Francia continuaron hasta la paz de los Pirineos en 1659.

Carlos II (1665-1700)

  • Con limitaciones físicas y psíquicas, fue apoyado por validos como Don Juan José de Austria y el Duque de Medinaceli.
  • Su reinado estuvo marcado por la falta de herederos, y al final de su vida designó a Felipe de Anjou como sucesor, lo que desató la Guerra de Sucesión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *