La Guerra Civil Española: Impacto en Extremadura y Repercusión Global

La Guerra Civil Española en Extremadura: Impacto Regional y Consecuencias

Con el inicio de la Guerra Civil, Extremadura quedó dividida en dos zonas.

Las operaciones militares de la guerra se concentraron en un principio en el suroeste de España. Los sublevados planeaban avanzar hacia Badajoz, ocupar la ciudad y unirse a los sublevados de Cáceres para avanzar hacia Madrid. Así, bajo el mando del teniente coronel Yagüe, se dirigieron hacia Extremadura. Los campesinos, partidarios de la República, intentaron resistir el ataque pero fueron derrotados en poblaciones como Zafra o Almendralejo. Badajoz, que estaba defendida por los republicanos, fue conquistada por Yagüe el día 14, iniciándose una durísima represión. Los sublevados fusilaron a numerosos prisioneros republicanos en la plaza de toros de la ciudad. A partir de entonces, las comunicaciones con Portugal quedarían completamente controladas por los sublevados.

Tras la conquista de Badajoz, una columna del ejército franquista ocuparía Guadalupe y otra Trujillo. Franco estableció provisionalmente su cuartel general en Cáceres, mientras sus tropas se dirigían a Talavera de la Reina, Toledo y Madrid.

Como consecuencia, la mayor parte de Extremadura quedó integrada en la «zona nacional», mientras que la parte más oriental permanecía en manos de la República, conocida como la «Bolsa de la Serena«. Así, este frente bélico dividía la región.

En enero de 1939, los republicanos prepararon una ofensiva en Extremadura para intentar contrarrestar el avance del ejército franquista en Cataluña, pero las dudas y el mal tiempo detuvieron las operaciones.

En marzo, los sublevados realizaron la ofensiva final y conquistaron Madrid sin lucha.

El 1 de abril finalizó la guerra, iniciándose una larga y dura posguerra para Extremadura.

En Extremadura, la represión durante la guerra y tras ella ocasionó más de 15.000 muertos. En la zona bajo el control de la República, durante los primeros días de la guerra, también se produjeron actos represivos, afectando a terratenientes y otros sectores de la población.

La provincia de Badajoz quedó profundamente marcada por el paso de la «columna de la muerte«, que causó por sí sola más de 8.000 muertos, con el objetivo de amedrentar a la población. La brutalidad de los sucesos fue relatada por la prensa internacional, aunque Franco siempre trató de minimizar y negar los hechos.

La Dimensión Internacional de la Guerra Civil Española: Apoyos y No Intervención

Repercusión Internacional de la Guerra Civil Española

La Guerra Civil Española tuvo una gran repercusión internacional.

Para los conservadores, la Guerra Civil Española era una lucha contra el comunismo, y para la izquierda, una lucha contra el fascismo.

La «guerra de España» fue un acontecimiento que apasionó y dividió a gobernantes, medios de comunicación, opinión pública e intelectuales de todo el mundo, siendo uno de los conflictos de mayor repercusión internacional del siglo XX. La opinión democrática progresista mundial estuvo a favor de la República, al igual que los partidos obreros de todo el mundo y la URSS.

Tanto los sublevados como el gobierno de la República recurrieron al apoyo exterior. Los sublevados pidieron ayuda militar a Alemania e Italia. El gobierno de la República pidió colaboración militar a Francia, pero este siguió los dictados de Gran Bretaña. Los gobernantes de las democracias occidentales negaron su apoyo. En resumen, la duración, el desarrollo y el resultado del conflicto dependió de la intervención de las potencias extranjeras.

El Comité de No Intervención: Contexto y Consecuencias

Gran Bretaña estuvo decidida desde el principio a mantenerse neutral e impulsó la creación de un Comité de No Intervención, con sede en Londres.

La actitud de las democracias (Francia, Gran Bretaña) ante la guerra de España se enmarcó en su ilusoria búsqueda de una política de conciliación con Hitler, tratando de evitar cualquier enfrentamiento que pudiera conducir a una guerra mundial.

Apoyos Internacionales a la República Española

Las ayudas recibidas por la República fueron muy inferiores a las recibidas por la España nacional. El gobierno de la República se vio obligado a comprar armas y productos energéticos a la URSS, pagadas con las reservas de oro y plata del Banco de España.

México aportó municiones, apoyó diplomáticamente a la República y, tras la guerra, acogió a numerosos exiliados republicanos.

En el bando republicano, las Brigadas Internacionales prestaron una gran ayuda en tropas a la República. Más de 60.000 brigadistas llegados de todo el mundo desempeñaron una importante función en la defensa de Madrid y en los diferentes campos de batalla (Jarama, Teruel).

Apoyos Internacionales a los Sublevados

Los sublevados fueron los más favorecidos por el apoyo extranjero. La ayuda que recibieron fue más generosa y llegó, sobre todo, de Alemania e Italia. La ayuda en armas fue la más importante tanto numérica como tácticamente.

Alemania envió su aviación. La aviación fue clave para pasar el ejército de África a la península y fue la responsable del bombardeo de Guernica.

El apoyo italiano consistió en el envío de un gran número de tropas voluntarias, que tuvieron un papel importante en la batalla de Guadalajara y en la conquista de Málaga. Además, envió tanques, cañones, etc.

La colaboración del gobierno portugués de Oliveira Salazar fue clave para los sublevados, ya que permitió el paso libre de armas para el ejército sublevado por el territorio luso.

El Vaticano fue un sólido apoyo diplomático para los sublevados. La Iglesia española calificó la guerra como una «cruzada contra el comunismo» o como una lucha entre el «bien» y el «mal».

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