El Bienio Conservador (1933-1936): Contexto y Consecuencias
En 1933, circunstancias como las maniobras políticas del Partido Radical de Lerroux con el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, para expulsar a los socialistas del Gobierno, junto con la pérdida de prestigio, obligaron a Manuel Azaña a dimitir. Esto llevó a la disolución de las Cortes y a la convocatoria de nuevas elecciones.
Las Elecciones de 1933 y el Ascenso de la Derecha
En estas elecciones, los anarquistas propusieron la abstención; los socialistas se presentaron por separado de los republicanos de izquierda; y las derechas se agruparon en torno al Partido Radical y la recién creada **CEDA**. Por primera vez, las mujeres ejercieron su derecho al voto, según lo establecido en la Constitución de 1931, lo que duplicó el censo electoral.
En los resultados influyeron tanto la abstención de los anarquistas y el desencanto de ciertos sectores populares, que restaron votos a la izquierda, como la agrupación de la derecha, que evitó la dispersión de sus sufragios. El partido que obtuvo más escaños fue la **CEDA** de **Gil Robles**, seguida del **Partido Radical** de **Lerroux**. En la izquierda, el **PSOE** seguía siendo el partido con más escaños, aunque su representación se redujo a la mitad. Tras el triunfo de la derecha, los anarquistas protagonizaron levantamientos durante el mes de diciembre en toda la Península.
La Política Restauradora y la Radicalización
Ante la reacción popular tras los resultados electorales, y a pesar de que el partido con más escaños era la CEDA, los dos primeros Gobiernos estuvieron presididos e integrados por miembros del Partido Radical. Se intentó aplicar una política restauradora, lo que provocó la radicalización de las posiciones de la izquierda popular.
Se apoyó la **Ley de Amnistía**, de la que se beneficiaron los implicados en la sublevación contra la República encabezada por **Sanjurjo** en 1932. Asimismo, se emprendió la contrarreforma agraria y se presentó un proyecto de reforma constitucional (1935) que modificaba aspectos sociales como la religión o la enseñanza, aunque finalmente no se implementaron los cambios que habrían supuesto un giro radical en la orientación de la Constitución de 1931.
La Revolución de Asturias (Octubre de 1934)
Los socialistas se plantearon una revolución popular, no secundada por los anarquistas salvo en Asturias. La situación del fascismo en Europa era un adelanto de la situación española. El detonante de la revolución fue la formación, en 1934, de un nuevo Gobierno más reaccionario en el que se incorporaron tres ministros de la CEDA. La **UGT** convocó la huelga general nacional, aunque la sublevación fue un fracaso en la mayor parte del país, excepto en Madrid, Vizcaya, Barcelona y Asturias.
En Barcelona se proclamó el Estado catalán dentro de la República Federal española, si bien fue suprimido y el Gobierno autonómico suspendido. El único lugar donde triunfó la insurrección fue Asturias, donde se firmó un pacto de alianza regional, la **Alianza Obrera**, entre socialistas, anarquistas y comunistas. Los obreros consiguieron ocupar por las armas toda Asturias y proclamaron la **Revolución Socialista de los Consejos Obreros**.
El Gobierno envió tropas procedentes de Marruecos, al mando del general **Franco**, para sofocar la rebelión, lo que resultó en varios miles de muertos y produjo un giro más conservador de la política gubernamental. Se indultó a los máximos responsables y se ejecutó a los dirigentes secundarios. La autonomía de Cataluña quedó suspendida temporalmente y su restablecimiento fue gradual.
La Polarización Política y el Fin del Bienio
La polarización política se dio tras la Revolución de Octubre. En la derecha, **Calvo Sotelo** fundó el **Bloque Nacional** en diciembre de 1934, como alternativa a la República, proponiendo una monarquía tradicional basada en una autoridad fuerte. Aspiraba a contar con el apoyo activo del Ejército. Dentro del propio Ejército se creó la **Unión Militar Española**, que se proponía acabar con la República.
Por parte de la izquierda, la concentración de fuerzas desembocó en el **Frente Popular**, a lo que contribuyó el avance del fascismo europeo y la recomendación de la **Internacional Comunista** de frenarlo, formando frentes antifascistas integrados por todas las fuerzas de izquierdas. A finales de 1935, se abrió una profunda crisis política en el Gobierno, cuya única salida era la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones. Esto se produjo tras el hundimiento del **Partido Radical** de **Lerroux**, como consecuencia de escándalos como el del **Estraperlo** y la corrupción económica que afectó a varios Gobiernos radicales.
El Triunfo del Frente Popular (1936) y sus Primeras Medidas
Las Elecciones de 1936 y la Victoria del Frente Popular
Tras el **Bienio Conservador**, la izquierda unió sus fuerzas y configuró el **Frente Popular**, que agrupaba desde los republicanos de **Manuel Azaña** hasta los comunistas, con el apoyo de los anarquistas. La derecha se presentó unida, y la CEDA confiaba en ganar de nuevo las elecciones. La participación electoral fue la más alta registrada hasta entonces. Aunque los votos sumados de la derecha y el centro superaban al Frente Popular, este último se vio beneficiado por el reparto de escaños. Sin embargo, el primer Gobierno que se formó estaba compuesto exclusivamente por republicanos (**Izquierda Republicana** y **Unión Republicana**), sin la participación de socialistas ni comunistas.
Medidas Inmediatas y Cambios Políticos
Se decretó la amnistía para los represaliados de la Revolución de 1934 y su reingreso a sus puestos de trabajo. Se restauró el **Estatuto de Autonomía** para Cataluña, y **Lluís Companys** volvió a ocupar la presidencia de la Generalitat. Asimismo, se retomó la expropiación y adjudicación de tierras a los campesinos, al amparo de la reforma agraria de 1932.
El Congreso destituyó al presidente de la República, **Niceto Alcalá Zamora**, y fue elegido **Manuel Azaña**, quien tuvo que disolver el Gobierno existente hasta ese momento. Azaña pretendía que el Gobierno lo formara el socialista **Indalecio Prieto**, pero el grupo parlamentario socialista se negó, constituyéndose así un segundo Gobierno de republicanos. El **PSOE**, encabezado por **Largo Caballero**, se decantaba por la revolución socialista.
Clima de Radicalización Pre-Guerra Civil
Durante la primavera de 1936, se vivió un clima de radicalización social y política, que se manifestó en violentos enfrentamientos entre la derecha y la izquierda.