Comparación entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial
Una de las principales causas del estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue la rivalidad entre las grandes potencias europeas por alcanzar la hegemonía continental y mundial. El detonante fue el asesinato del Archiduque Fernando de Austria en Sarajevo, que provocó una reacción en cadena que involucró a las principales potencias continentales.
Por otro lado, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) superó en dimensiones a la primera y añadió elementos que transformarían su naturaleza. La IIGM fue más larga, involucró a más naciones y tuvo como escenario de operaciones todos los continentes excepto el americano. Hubo mayor potencia de fuego y movilizó a un mayor número de personas tanto en el frente como en la retaguardia. La IIGM introdujo nuevos elementos, como el empleo a gran escala de la aviación, nuevos proyectiles y la bomba atómica. Se estima que el 30% del PNB mundial se puso al servicio de la guerra.
El 28 de julio de 1914 terminó una época dorada de crecimiento económico y estabilidad en las relaciones internacionales. La escasez se agravó, y la economía debía servir al esfuerzo bélico. La asignación de factores respondía al objetivo de ganar la guerra, legitimando la intervención del Estado a través de nuevas regulaciones. La IGM fue un enfrentamiento entre naciones con concepciones políticas y económicas similares, que pugnaban por la hegemonía entre iguales. En cambio, la IIGM enfrentó a países para imponer la supremacía de una concepción del mundo, un contenido ideológico: el totalitarismo nazi frente a las democracias liberales y socialistas, representadas por la Gran Alianza formada por EEUU, Gran Bretaña y la URSS.
En la IGM, la organización económica sufrió una considerable centralización, caracterizada por:
- Gestión privada de las empresas, pero formación de cárteles de guerra bajo supervisión estatal.
- Dirección de la actividad económica mediante órdenes administrativas para los pedidos y gestión de materiales, mano de obra, créditos y subvenciones hacia sectores estratégicos.
- Control del sector exterior, pues la demanda de importaciones agravaba o generaba un fuerte déficit comercial que, bajo los principios del patrón oro, podía provocar una pérdida de reservas monetarias.
La financiación de dicho esfuerzo bélico se realizó mediante la emisión de papel moneda, de deuda interna y externa. A su vez, la banca privada utilizó los títulos de deuda pública como reserva. Como consecuencia, el patrón oro fue abandonado y no pudo controlarse la inflación a pesar de distintas medidas como el control de precios y salarios o la reducción de la capacidad de compra. En resumen, la financiación de la guerra y la posterior reconstrucción constituyeron problemas para las generaciones futuras de los países derrotados.
Consecuencias Sociales y Financieras
En la IGM, las consecuencias sociales incluyeron pérdidas demográficas de unos 50-60 millones. Las bajas civiles por mortalidad y pérdida de fecundidad fueron mayores que las militares, ascendiendo a 9 millones de muertos y otros tantos mutilados, sobre todo por secuelas de guerras civiles, hambrunas y epidemias (gripe de 1918). No obstante, la IIGM superó con creces a la IGM en cuanto a destrucción de vidas humanas, activos físicos e infraestructuras. Se calcula que murieron alrededor de 50 millones de personas, más heridos, desplazados y desaparecidos, unos 40 millones. Esta hecatombe humana tuvo una distribución desigual, afectando poco a EEUU, Gran Bretaña, Italia y Francia, que tuvieron menos víctimas que en la IGM. Sin embargo, Europa central y oriental resultaron gravemente afectadas, especialmente la URSS con más de 25 millones de muertos y Japón con la bomba atómica.
En cuanto a las consecuencias financieras, en la IGM el problema vino del método de financiación de la guerra y de la posterior reconstrucción: el endeudamiento generó una inflación que en varios países se prolongó hasta 1922-23. Los controles sobre el comercio exterior y la suspensión del patrón oro implicaron la ruptura de la economía internacional.
Por otro lado, la II GM trajo consigo consecuencias económicas menos perjudiciales que la IGM para facilitar la reconstrucción posbélica. Además, la forma de financiación se llevó a cabo de manera más ortodoxa, con más impuestos y préstamos y menos recurso a la monetización directa del déficit fiscal y las deudas, mediante emisión de papel moneda. Hubo menores tensiones inflacionistas, y el tema de las reparaciones de guerra, que supuso un grave problema para Alemania y la recuperación posbélica en la IGM por las deudas contraídas, fue prácticamente obviado. EEUU se convirtió en el principal acreedor y el camino hacia la recuperación fue más sencillo. Aunque en la IIGM alguna consecuencia se podría contabilizar como algo positivo: el desarrollo tecnológico (energía atómica, radares, máquinas calculadoras, antibióticos…).
Consecuencias Socio-políticas
En la IGM, los costes del conflicto fueron repartidos de manera desigual entre los agentes económicos. La irrupción de las masas demandando cambios políticos, sociales y económicos fue percibida por la élite como una amenaza a la supervivencia del orden tradicional. En cuanto a la IIGM, cabe destacar que supuso un choque moral. Todo el sistema de valores que había conducido a un conflicto tan atroz se puso en entredicho. La igualdad ante la muerte y el aislamiento forzoso de gentes de toda condición social llevó a una cohesión social que gestó expectativas comunes bajo el lema de “never and ever”, no volver a lo que estaban viviendo y construir un futuro de paz, seguridad, bienestar y equidad.
Las principales causas que dieron lugar a la IGM fueron: la revolución bolchevique, la creación y posterior fracaso de la República de Weimar en Alemania, el ascenso del fascismo y la formación de gobiernos dictatoriales en varios países europeos. La existencia del comunismo en Rusia influyó en las políticas económicas durante el resto del siglo, pero en la posguerra el miedo a más revoluciones llevó a los gobiernos a adoptar políticas fiscales y monetarias expansivas. Los nuevos regímenes parlamentarios eran frágiles, las economías avanzaban hacia un mayor control externo e interno por lo que hubo una mayor intervención por parte del Estado que implicaba la caída del liberalismo, lo que dificultó la cooperación internacional.
Mientras que en la IIGM el socialismo se extendió fuera de la URSS, las democracias liberales tradicionales perdían posiciones a causa de su neutralidad, mientras emergían nuevos partidos salidos de una izquierda diversa (democristianos y socialdemócratas) cuyo prestigio ante la opinión pública provenía de su resistencia al totalitarismo nazi. Una nueva forma de organizar la economía era previsible desde estas transformaciones ideológicas, sociales y políticas.
Otra importante consecuencia durante la IIGM fue el crecimiento económico. La economía mundial creció durante la guerra en torno a un 20% aunque de forma desigual. Por ejemplo, EEUU creció descaradamente al mantener intacta su capacidad productiva ya que la guerra no se desató en su territorio y mantuvo abierto el mercado de los aliados. Comenzó a crecer como fuerza la URSS que pudo proteger parte de su aparato productivo y el movimiento comunista salió reforzado tras la guerra.
Por último, cabe destacar los tratados de paz que se llevaron a cabo durante la IGM, especialmente gravoso fue el trato impuesto a Alemania con evidente ánimo de represalia inspirado en el precedente de 1871. Las reparaciones constituyeron un grave error político y económico primero porque Alemania no podía pagarlas sin llevar a su pueblo a la pobreza y segundo porque no encajaban bien en el circuito de transferencias internacionales de capital salvo por la vía del préstamo americano, todo esto dificultó enormemente la reconstrucción que debía haber sido financiada por los recursos propios de cada país y mediante crédito privado internacional.