Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración: Los Partidos Dinásticos
El Sistema Político
La Regencia de María Cristina terminó en 1902, al ser proclamado rey su hijo Alfonso XIII. Se inicia así la segunda etapa de la Restauración, en la que se intentó modernizar el sistema político. Hasta el golpe militar de Primo de Rivera en 1923, se mantuvo el sistema canovista y el turno de partidos. Sin embargo, este sistema se deterioró y sufrió una profunda crisis política hasta su final en 1931. El turnismo seguía marginando a diversas fuerzas políticas. Una vez desaparecidos los líderes históricos, los partidos dinásticos se reorganizaron:
- El Partido Conservador, liderado por Antonio Maura. Dentro de este, existía una corriente central, liderada por Eduardo Dato.
- El Partido Liberal se dividió en varias corrientes, la principal fue la liderada por José Canalejas.
Causas de la Inestabilidad
- El debilitamiento del caciquismo y del turnismo por la aparición de nuevas fuerzas políticas con una influencia creciente: nacionalistas, republicanos y socialistas.
- Las injerencias del rey en los asuntos políticos.
- Inestabilidad de los partidos dinásticos, divididos y sin contar con sus líderes históricos.
- Frecuentes cambios de Gobierno: hubo 32 Gobiernos en 21 años.
- Desastres militares en la Guerra de Marruecos.
- El aumento de la conflictividad social y de la capacidad de movilización de las organizaciones obreras.
- Creciente protagonismo del Ejército, que adoptó posturas más conservadoras.
- Afianzamiento del nacionalismo en Cataluña y País Vasco, que criticaban el sistema de la Restauración porque los excluía y marginaba de la vida política.
- Anticlericalismo creciente entre las clases populares.
Intentos de Modernización: El Regeneracionismo
El Regeneracionismo fue un movimiento intelectual y social crítico con el sistema y sus prácticas políticas, cuyo principal impulsor fue Joaquín Costa. Los argumentos regeneracionistas se centraban en la reforma social, la supresión del caciquismo, el proteccionismo y la recuperación de la grandeza de España.
Regeneracionismo del Partido Conservador
Fueron los primeros en adoptar estos puntos de vista. Las principales actuaciones fueron:
- En legislación laboral: llevaron a cabo una serie de medidas legislativas, como la Ley Protectora de Accidentes de Trabajo, la Ley de Descanso Dominical, el reconocimiento del derecho de huelga y la creación del Instituto Nacional de Previsión.
- Medidas económicas: se aprobó el Plan de Reconstrucción Naval y la Ley de Protección de la Industria Nacional.
- Medidas políticas: se aprobó la Ley de Reforma Electoral de 1907, para eliminar el fraude y garantizar la limpieza de las elecciones.
- En organización territorial: se buscaron acuerdos con el nacionalismo moderado, aprobándose la Ley de Administración Local (1907), que concedía más autonomía a los ayuntamientos y diputaciones provinciales y permitía la creación de mancomunidades.
Regeneracionismo Liberal
- Fomento de una mayor intervención del Estado en materia social. Se promulgaron leyes de contenido social referidas a jornadas laborales en las minas (reducción a 8 horas), regulación del trabajo de mujeres y niños, seguridad social o la enseñanza elemental obligatoria.
- En el ámbito económico, se eliminó el impuesto de consumos que gravaba principalmente a las clases populares.
- Se reformó el Ejército. Se crearon la Ley de Reclutamiento (1912), los Regulares y, en 1920, la Legión.
- Secularización de la vida política, separando Iglesia y Estado.
- Descentralización administrativa. Permitió la creación de la Ley de Mancomunidades, presidida por Prat de la Riba, que duró hasta la dictadura de Primo de Rivera.
Crisis y Quiebra del Sistema de la Restauración
La primera crisis del reinado de Alfonso XIII tuvo lugar en 1905, en Cataluña.
En 1905, un grupo de militares incendiaron las imprentas de una revista satírica y de un periódico de Cataluña por las críticas hacia el ejército. El Gobierno, ante las presiones del Ejército, aprobó la Ley de Jurisdicciones, que otorgaba a los tribunales militares la jurisdicción sobre cualquier ofensa al ejército. Con esta ley, la Restauración sufrió un importante retroceso.
Crisis en 1909: la Semana Trágica de Barcelona.
La ciudad de Barcelona se quejaba de que quienes tenían dinero podían librarse de la incorporación a filas pagando una cantidad elevada, inasequible para las clases bajas. Los disturbios se iniciaron por el envío de reservistas a Marruecos. Con el fin de evitar el embarque, los sindicatos convocaron una huelga general en Barcelona que derivó en revuelta popular. La respuesta militar provocó enfrentamientos armados y un fuerte brote anticlerical. Se llevó a cabo una durísima represión que acabó con los fusilamientos de varios anarquistas. Este hecho provocó el cese del gobierno de Maura por Alfonso XIII. La Semana Trágica trajo también como consecuencia la fundación de la CNT y la formación de la Conjunción Republicano-Socialista.
B. Las Fuerzas Políticas de Oposición: Republicanos, Nacionalistas, Socialistas y Anarcosindicalistas
Los Republicanos
Su programa, basado en el laicismo, la ampliación de los derechos, la reforma social y el progreso a través de la educación, tuvo bastante influencia entre la clase media y los trabajadores cualificados. Pero su peso político fue pequeño por la tradicional división entre centralistas y federalistas. En 1903, crearon un nuevo partido, Unión Republicana. Las diferencias entre los líderes del partido terminarían por dividirlo y, en 1908, se creó el Partido Radical, liderado por Lerroux, y el Partido Reformista, liderado por Melquíades Álvarez. En 1909, republicanos y socialistas se aliaron en la coalición electoral llamada Conjunción Republicano-Socialista.
Los Nacionalistas
El catalán era el nacionalismo de mayor relevancia, dominado por la Lliga Regionalista de Prat de la Riba y Francesc Cambó. Con la Ley de Jurisdicciones (1906), las fuerzas políticas catalanas unieron sus fuerzas en un frente común llamado Solidaridad Catalana, pero se truncó a raíz del apoyo de Cambó a Maura durante la Semana Trágica. A partir de aquí, el catalanismo fue capitalizado por la Lliga. En 1931, se formó Esquerra Republicana. En el nacionalismo vasco, se inició a la muerte de Sabino Arana. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) se hizo más moderado para captar el interés de la burguesía, aunque seguía existiendo un importante sector radical que defendía la pureza.
Socialistas
Los socialistas se agrupaban en torno al PSOE y al sindicato UGT. A partir de la Semana Trágica, Pablo Iglesias iniciaría un acercamiento a los republicanos que terminaría con la creación de la Conjunción Republicano-Socialista (1909). En las elecciones de 1910, Pablo Iglesias fue elegido diputado y el socialismo empezaría a ser una fuerza parlamentaria.
Nacimiento del Comunismo
El triunfo de la Revolución Bolchevique en Rusia y la fundación de la III Internacional en 1919 hicieron que una minoría de militantes radicales se desgajara del PSOE, fundando el Partido Comunista de España (PCE) en 1921.
Anarquismo
El movimiento contó con gran fuerza en Cataluña y Andalucía. Se distinguen dos tendencias: los grupos de acción directa, partidarios de la vía terrorista contra las autoridades, y el Anarcosindicalismo, que propugnaba la huelga general como instrumento revolucionario. Estuvo dividido en sindicatos regionales hasta que, en 1910, se fundó la CNT, que se alzó con el liderazgo. El anarcosindicalismo fue duramente perseguido por su participación en las huelgas.
A. La Intervención en Marruecos
Antecedentes
La intervención comenzó poco después del desastre colonial de 1898, en los territorios que España poseía en la costa del Rif: las islas. En la Conferencia de Algeciras (1906), se acordó dividir Marruecos en dos zonas: una controlada por España al norte y otra por Francia al sur. España perseguía dos objetivos: asegurar el control de Ceuta y Melilla, y recuperar el prestigio de la Corona y el Ejército tras el Desastre del 98. Al principio, se hizo de forma pacífica mediante pactos con las cabilas. Sin embargo, la explotación de sus recursos fue lo que originó que las cabilas atacaran a los obreros españoles. Esto acabó con la paz en la zona y se convirtió en un problema nacional.
Proceso
En 1909, se produjo la Guerra de Melilla, tras el ataque rifeño a las explotaciones mineras españolas. Las tropas españolas fueron derrotadas en el Barranco del Lobo, obligando a los reservistas a ir a la guerra y desencadenando la Semana Trágica de Barcelona. En 1912, el sultán marroquí admitió la formación de un protectorado ante el caos que vivía el país. Esto provocó más resistencia contra los españoles. En 1921, el general Silvestre atacó el Rif. Abd-el-Krim contraatacó, derrotando a las tropas españolas en el conocido Desastre de Annual.
Consecuencias
La derrota de Annual provocó indignación en la opinión pública y las consecuencias políticas fueron demoledoras. Militares y gobierno se culpaban mutuamente del desastre. El PSOE y los republicanos criticaban la presencia en Marruecos y ganaron popularidad. En las Cortes, se formó una comisión para investigar las responsabilidades del desastre (Informe Picasso). En el informe se demostraron enormes irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército español destinado en África, y cuyas responsabilidades salpicaban al propio rey y a importantes políticos. Los militares reaccionaron alentando el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera. Se iniciaba la etapa de la Dictadura, en la que se lograría la victoria en Marruecos: Primo de Rivera, en 1925, logró la derrota y rendición de Abd-el-Krim.
B. Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el gobierno declaró la neutralidad, debido a la debilidad económica y militar del país. La decisión fue apoyada por todos los grupos políticos y sociales. A pesar de esto, las fuerzas políticas se dividieron en dos bandos: los aliadófilos y los germanófilos. España se declaró neutral, manteniéndose aislada. La neutralidad estimuló la economía, favoreciendo una expansión coyuntural, potenció la industria y multiplicó las exportaciones. España se convirtió en abastecedora de los países beligerantes, a los que suministró materias primas y productos industriales. Pero tuvo consecuencias sociales muy negativas:
- El aumento de la demanda exterior provocó inflación en España, que no fue compensada con un aumento equivalente de los salarios.
- Al terminar la guerra, el descenso de las ventas obligó al cierre de fábricas y minas, con el consiguiente aumento del paro y los conflictos sociales.
C. La Crisis de 1917 y el Trienio Bolchevique
La Crisis de 1917
Tras el asesinato de Canalejas (1912), los sucesivos gobiernos conservadores y liberales continuaron la política reformista para estabilizar el régimen. Sin embargo, los cambios fueron insuficientes, como lo demuestra la Crisis de 1917 con sus tres focos:
a) Revuelta militar:
Enfrentamiento entre gobierno y ejército, que se quejaba de la escasez de medios y de los bajos salarios. Los oficiales de baja y media graduación crearon en la clandestinidad unas Juntas de Defensa que reclamaban aumento salarial y se oponían a los ascensos rápidos por méritos de guerra, que beneficiaban solo a los militares africanistas, reivindicando la antigüedad como único criterio. Publicaron un manifiesto, vagamente regeneracionista, y se negaron a disolverse. El apoyo de Alfonso XIII a sus pretensiones fue determinante y el gobierno tuvo que reconocer las Juntas de Defensa como portavoces del ejército.
b) Revolución Parlamentaria:
Ante la situación de crisis, el gobierno de Dato suspendió las garantías constitucionales y cerró las Cortes. Como reacción y para denunciar el turnismo, la Lliga Regionalista, los republicanos y los socialistas convocaron una Asamblea de Parlamentarios no dinásticos en Barcelona. Las propuestas eran: formar un gobierno provisional y convocar Cortes Constituyentes para establecer un sistema verdaderamente democrático, romper el turnismo y la centralización, y conceder la autonomía a Cataluña. La reunión fue prohibida por el gobierno y disuelta por la Guardia Civil, y el movimiento no tuvo continuidad.
c) Revolución obrera:
La neutralidad durante la Primera Guerra Mundial benefició a la burguesía, pero provocó una gran inflación. UGT y CNT convocaron una huelga general en la que se mezclaban reivindicaciones laborales y políticas. Solo tuvo éxito en Madrid, Barcelona, Bilbao y en las minas asturianas, y fue objeto de una durísima represión por parte del ejército. La huelga y su represión tuvieron consecuencias: la crisis política se agravó y en los años siguientes el sistema político de la Restauración entró en su declive definitivo.
Trienio Bolchevique (1918-1920)
Se denomina Trienio Bolchevique al periodo caracterizado por fuertes conflictos sociales, influenciados por la Revolución Rusa de 1917. En Andalucía, los campesinos, cansados de esperar una reforma agraria, iniciaron una movilización que se tradujo en ocupaciones de fincas, huelgas y creación de organizaciones obreras en los pueblos. Esta movilización fue duramente reprimida. La CNT canalizó las ansias revolucionarias de los jornaleros, ya que tanto el PSOE como la UGT habían moderado su discurso y comenzaban a pactar con el sistema. Los sectores radicales del anarquismo respondieron con violencia. En Barcelona, en 1919, se inició una huelga en la fábrica La Canadiense, que dejó a la ciudad sin electricidad. Pese a conseguir los objetivos de la huelga, esta se mantuvo al no poner en libertad a los detenidos, y la CNT declaró la huelga general. La represión fue durísima y la lucha sindical pasó a un activismo violento. El Gobierno intentó neutralizar este movimiento, creando organizaciones empresariales e impulsando la fundación de sindicatos amarillos (sindicatos organizados por la patronal y el Gobierno que actuaron como fuerza de choque contra el sindicalismo revolucionario de la CNT; el más importante fue la Unión de Sindicatos Libres). Obreros y patronos sumieron a la ciudad en una espiral de violencia, con el denominado “pistolerismo” (situación de gran violencia callejera producida en Cataluña, especialmente en Barcelona, por la decisión de la patronal de contratar pistoleros para responder a las reivindicaciones laborales organizadas por los sindicatos anarquistas) y una avalancha de cierres de fábricas. El Gobierno declaró el estado de guerra en Barcelona y envió al general Martínez Anido (1920), quien impuso la represión militar y la violencia policial mediante la “ley de fugas”. La violencia se extendió a otras ciudades, con atentados y asesinatos como los de Eduardo Dato (presidente del Gobierno) y el líder anarquista Salvador Seguí. La situación fue canalizada por el ejército, que ganaba prestigio y se presentaba como el único garante del orden. Finalmente, el general Miguel Primo de Rivera aprovechó el descrédito de los partidos, el clima de inestabilidad social, el temor al auge del catalanismo y la indignación por los desastres militares en Marruecos, para justificar el golpe de Estado de 1923, siendo el fin de la Restauración.
La Dictadura de Primo de Rivera. El Final del Reinado de Alfonso XIII
A. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)
Hacia el año 1923, la situación política parecía haber llegado a un callejón sin salida: crisis política, económica, social, regional, colonial, militar… Fue el pretexto esgrimido por Miguel Primo de Rivera para dar un golpe de Estado. El rey Alfonso XIII, cada vez más desencantado con el parlamentarismo, acogió con agrado (algunos incluso dicen que inspiró) el golpe. La mayor parte de la prensa lo recibió de forma favorable, también la Iglesia y la burguesía. Tan solo algunos políticos del viejo régimen (Romanones, Sánchez Guerra…) manifestaron su oposición. De esta forma, se proclamó la dictadura en 1923.
Factores del Golpe:
La crisis de la Restauración se aceleró por varios factores que desencadenarían el golpe de Estado de Primo de Rivera:
- Una prolongada inestabilidad política debido a la sucesión de gobiernos efímeros, ineficaces y desprestigiados, junto con las divisiones internas de los partidos dinásticos, consecuencia clara del continuo fraude electoral y de la corrupción política.
- Un marcado auge del catalanismo y el republicanismo, que era visto con recelo y preocupación por conservadores y militares.
- Una gran conflictividad social y radicalización del movimiento obrero. Se sucedieron huelgas, atentados y pistolerismo, propiciados por la crisis económica tras la Primera Guerra Mundial y el triunfo de la revolución en Rusia.
- Los reveses militares en Marruecos. Se desarrolló un rechazo a la guerra en amplios sectores de la sociedad y el descontento dentro del Ejército por el Expediente Picasso, en el que se exigían responsabilidades a los militares por la derrota, y cuyas responsabilidades llegaban hasta Alfonso XIII. El Ejército se quejaba también de la falta de medios para sus campañas y de la política de ascensos.
- El contexto internacional, pues había un auge del autoritarismo y los fascismos en Europa, que se presentaban como un movimiento político vanguardista.
Proceso
El 12 de septiembre de 1923, el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, se sublevó contra el gobierno en Barcelona. El día 13, presentó un Manifiesto en el que describía el caos en el que se encontraba el país y los problemas que se proponía resolver: terrorismo, impiedad (asesinato del arzobispo de Zaragoza), el separatismo, el desorden, etc. Lo justificaba como un intento regeneracionista de solucionar dichos problemas, que sería la implantación de un régimen militar de carácter temporal, que diera paso en pocos meses a un sistema liberal más auténtico. Ese mismo día, declaró el estado de guerra (situación que se produce en un país cuando la autoridad militar asume las funciones de gobierno), primero en su región y luego en todo el país hasta 1925. El golpe de Estado fue pacífico por la escasa oposición política y social, destacando la pasividad de socialistas y anarquistas, indiferentes ante la caída del viejo régimen. El rey nombró a Primo de Rivera presidente y le encargó que formase Gobierno.
España dejó de ser una monarquía parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario que duró siete años, en los que se sucedieron dos etapas: el Directorio Militar (1923-1925) y el Directorio Civil (1925-1930). El primero se presentaba como un régimen transitorio, “un paréntesis de curación” para restaurar el orden y solucionar los problemas del país. El Directorio Civil pretendió la institucionalización del régimen y mostró un mayor interés por cuestiones económicas y sociales.
B. El Directorio Militar (1923-1925)
Medidas:
El primer gobierno de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, formado exclusivamente por generales, se denominó Directorio Militar (1923-1925). Sus actuaciones más destacadas fueron:
- Suspensión del régimen constitucional y disolución de las Cortes, acompañado de una rígida censura de prensa y prohibición de las actividades de los partidos políticos.
- Una política centralista. Se suprimió la Mancomunidad catalana, se prohibió la bandera catalana y se limitó el uso del catalán al ámbito privado. Se reorganizaron los ayuntamientos y las diputaciones provinciales con el Estatuto Municipal (1924), pretendiendo regenerar la vida municipal, alejándola del caciquismo. De tal forma, el Gobierno (y no la Corona) pasó a nombrar a los alcaldes, y los concejales serían elegidos, unos por elección popular y otros provenientes de corporaciones locales (las mujeres cabeza de familia se incluían en el sufragio); además, se sustituirían los gobernadores civiles de cada provincia por mandos militares.
- La adopción de severas medidas de orden público. Se prohibieron las manifestaciones y las huelgas, lo que redujo rápidamente el número de atentados y de conflictos laborales.
- La creación de la Unión Patriótica (1924), como partido nacional único, a imitación del fascismo italiano, con la intención de consolidarse en el poder. Este partido careció de un programa político desarrollado. Intentaba atraer a las clases medias que no habían participado en la política de la Restauración y se definía como un movimiento nacional por la reforma, lejos de la antigua derecha y de la izquierda. Nunca consiguió convertirse en un partido de masas y fracasó. Los únicos grupos dispuestos a colaborar procedían del antiguo Partido Conservador (José Calvo Sotelo) y de los sectores confesionales católicos. A partir del Directorio Civil, se convirtió en un partido gubernamental.
- La pacificación de Marruecos. Inicialmente, Primo de Rivera era partidario de abandonar Marruecos por la sangría de recursos y la oposición popular a la guerra. Por ello, preparó la retirada de Marruecos pese a las protestas de los militares africanistas. Sin embargo, terminó aceptando la permanencia ante la presión del Ejército y la voluntad de París de emprender acciones conjuntas contra Abd el-Krim después de que este atacase el protectorado francés. El Desembarco de Alhucemas (septiembre de 1925) constituyó un éxito rotundo. Abd el-Krim se rindió, despejando así el camino a la finalización de la guerra dos años después (1927). Primo de Rivera encargó su defensa a la Legión y a los regulares indígenas, evitando el desgaste político de enviar tropas de reemplazo. Estas operaciones consolidaron la fuerza e influencia de los cuerpos militares establecidos en el Rif y de sus generales (Franco, Sanjurjo…).
El gran éxito popular que le acarreó esta victoria animó a Primo de Rivera a institucionalizar el régimen.
C. El Directorio Civil (1925-1930)
Una vez consolidado el régimen, se sustituyó el Directorio Militar por el llamado Directorio Civil (1925-1930), integrado por civiles y militares. El objetivo era institucionalizar la dictadura. Con este propósito, en 1927, se creó una Asamblea Nacional Consultiva, sucedáneo de Parlamento, compuesta por miembros de la Unión Patriótica, elegidos por sufragio indirecto, y por funcionarios de la administración nombrados por el Gobierno. La Asamblea Nacional Consultiva elaboró una pseudo-constitución, sin soberanía nacional, sin división de poderes y muy autoritaria, que no llegó a entrar en vigor. El Directorio Civil puso en marcha una serie de medidas económicas y sociales.
Medidas:
Se aprovechó la buena coyuntura económica internacional, “los felices años 20”, y puso en marcha un programa de desarrollo industrial y de infraestructuras, aunque apenas se ocupó del problema agrario. Se inició una política económica caracterizada por el fuerte intervencionismo estatal y por el proteccionismo:
- Se aplicaron medidas proteccionistas como el aumento de los aranceles a las importaciones, la regulación del mercado y la concesión de ayudas públicas a empresas españolas.
- Se realizó un ambicioso plan de obras públicas (electrificación de los ferrocarriles, ampliación y perfeccionamiento de la red de carreteras, y regadíos del Ebro). La política hidráulica tuvo un doble fin: mitigar la falta de agua y crear un potencial energético (hidroelectricidad) por medio de saltos de agua. Se crearon las Confederaciones Hidrográficas y el Consejo de Energía (bajo la dirección del conde de Guadalhorce).
- Se crearon los monopolios estatales, entre ellos, la Compañía Arrendataria de Tabacos, la Compañía Telefónica Nacional de España y la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA). Se inició la Red de Paradores Nacionales que promocionó el turismo; todo esto sentó las bases de la economía española. Para acometer estos proyectos fueron necesarias grandes inversiones, que dispararon la inflación y la deuda pública.
- Se realizaron exposiciones internacionales como la de 1929, en Sevilla, la Exposición Iberoamericana y en Barcelona, la Exposición Internacional. Juzgadas hoy, tuvieron escaso éxito económico, pero supusieron importantes reformas urbanísticas.
- En la política social, introdujo un nuevo modelo de relaciones laborales: el “sistema corporativo”, basado en la eliminación de los conflictos laborales mediante la intervención y mediación del Estado y en la integración de los sectores moderados del movimiento obrero, quedando la represión para los más radicales. Para ello, se creó el Consejo Nacional del Trabajo (1926) con representación de obreros y empresarios (“comités paritarios”), pero bajo control estatal, que se ocuparía de la negociación laboral. Sus objetivos eran fijar el salario mínimo, las condiciones de trabajo, arbitrar en los conflictos, etc., y así se legisló sobre contratos, accidentes laborales y subsidios. Primo de Rivera intentó atraer a su política a los líderes sindicales moderados como Francisco Largo Caballero (UGT), quien, durante unos meses y a título personal, aceptó formar parte del Consejo Nacional del Trabajo. Por el contrario, la CNT se negó y estuvo prohibida, y junto a los comunistas fueron perseguidos, especialmente por una nueva policía antiizquierdista denominada el Somatén Nacional (que fue definitivamente eliminada en 1978).
Oposición al régimen:
Aunque la dictadura, como solución provisional, fue aceptada por una gran parte de los españoles, se ganó la oposición de muchos cuando fue evidente su intención de perpetuarse. A partir de 1928, la crisis del régimen era evidente, aumentando la oposición al sistema. Se debió a varios factores: el aumento de la movilización obrera, la revuelta universitaria liderada por la FUE (Federación Universitaria Escolar), la reorganización de las fuerzas de oposición, la presión del catalanismo y la división en el Ejército.
Así, la oposición al régimen se generalizó entre los siguientes grupos:
- Los conservadores y los liberales exigieron elecciones y la vuelta a la Constitución de 1876.
- Los republicanos fundaron en 1926 la Alianza Republicana e iniciaron una campaña en el exterior contra la dictadura.
- Los nacionalistas catalanes se movilizaron contra el centralismo.
- Intelectuales como José Ortega y Gasset y Miguel de Unamuno manifestaron públicamente su oposición a la dictadura.
- La UGT rompió sus relaciones con el gobierno y los anarquistas crearon en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI).
- El ejército, molesto por las frecuentes arbitrariedades que se producían en los ascensos, promovió pronunciamientos militares como la Sanjuanada (en 1926 se produjo un complot contra la Dictadura de Miguel Primo de Rivera en el que participaron militares como los generales Weyler y Aguilera, republicanos moderados y radicales, anarquistas e intelectuales. El pronunciamiento toma su nombre de la fecha prevista para su ejecución: el 24 de junio, día de San Juan. Su objetivo era restablecer el régimen constitucional convocando elecciones generales. Fue uno más de los intentos frustrados contra Primo de Rivera).
Éxitos del régimen:
La dictadura contó con un importante apoyo social debido a:
- El mantenimiento del orden público y la paz social, conseguido gracias a la represión de las organizaciones anarquistas y al establecimiento de un modelo basado en el corporativismo social. Con el objetivo de resolver los conflictos sin recurrir a la huelga, se crearon Comités Paritarios que agrupaban a patronos y representantes obreros. Pieza clave del éxito de esta medida fue la participación de la UGT en ellos.
- La pacificación de Marruecos. Tras el Desembarco de Alhucemas (1925), en el que participaron tropas hispano-francesas, las fuerzas locales se rindieron y se recuperaron los territorios perdidos en el Desastre de Annual.
- El crecimiento económico y la prosperidad material, propiciados por la favorable coyuntura internacional y la intervención económica del Estado (empresas estatales, obras públicas, etc.).
Sombras:
Aunque a corto plazo la política económica desarrollada favorecía el desarrollo industrial, eliminaba el paro y ayudaba a la paz social, a la larga generó una enorme deuda pública. La llegada de la Gran Depresión (1929), con la caída del comercio exterior, la inflación y el aumento del paro, demostraron que los éxitos de la política económica de la dictadura habían sido coyunturales y comenzó la desconfianza de los sectores que habían apoyado al régimen.
Caída:
En 1929, se sucedieron acontecimientos que precipitaron la caída de Primo de Rivera:
- Intento fracasado de sublevación militar.
- Manifestaciones y alborotos por la detención del líder estudiantil Sbert y el cierre de la Universidad de Madrid, abandono de cátedras (Ortega, Menéndez Pidal…).
- El Crack de 1929, que repercutió en España: hundimiento de la peseta, crisis financiera, inflación, cierres y paro. Primo de Rivera, enfermo y cansado, y criticado por todos, presentó su dimisión al rey el 27 de enero de 1930, muriendo en París en el mes de marzo.
D. El Final del Reinado de Alfonso XIII (1930-1931)
Presidente Dámaso Berenguer (23/01/1930-14/02/1931)
Después de la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII nombró jefe de gobierno al general Dámaso Berenguer.
Con este nombramiento, se volvió a la normalidad constitucional anterior a la dictadura (Constitución de 1876 y turnos de partidos), pero Dámaso Berenguer no contaba con el apoyo de conservadores ni liberales y fue incapaz de hacer frente a la grave situación económica y social. Se iniciaba así la llamada “Dictablanda” por algunos y “el error Berenguer” por algunos intelectuales (artículo de Ortega y Gasset). El gobierno y la monarquía carecían ya de credibilidad y el republicanismo avanzó entre los nacionalistas, el movimiento obrero, los intelectuales e incluso en gran parte del ejército y entre los políticos tradicionalmente monárquicos (Maura fundó el Partido Republicano Conservador y Niceto Alcalá Zamora el Partido Republicano Progresista). Al tiempo, la crisis económica internacional de 1929 comenzó a afectar a España. La oposición empezó a organizarse:
- La Agrupación al Servicio de la República, creada por José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala, para promover intelectualmente el triunfo de la República.
- El Pacto de San Sebastián, firmado por republicanos, catalanistas y galleguistas el 17 de agosto de 1930 (el PSOE se adhirió en octubre). En él se comprometían a proporcionar una alternativa a la monarquía, constituyendo un “Comité Revolucionario” presidido por Alcalá Zamora para preparar la proclamación de la República y organizar un gobierno provisional. La CNT respaldó la conspiración, pero no se unió al pacto. Semanas más tarde, se difundió un manifiesto que llamaba a la población a derribar la monarquía.
- Se produjeron las sublevaciones militares republicanas en Jaca y Cuatro Vientos (diciembre de 1930), que fracasaron por falta de coordinación. Los capitanes Fermín Galán y Gabriel García Hernández fueron fusilados, y los miembros del comité revolucionario, encarcelados. Una ola de protestas, huelgas y manifestaciones sacudió todo el país. Berenguer, incapaz de encauzar la situación, presentó su dimisión el 14 de febrero de 1931.
Presidente Juan Bautista Aznar
En febrero de 1931, el almirante Juan Bautista Aznar sustituyó al general Dámaso Berenguer como jefe de gobierno y, como primer paso para volver al sistema constitucional, convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. Alfonso XIII se había comprometido excesivamente con la dictadura y las elecciones se presentaron como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía. Estas dieron el triunfo a las candidaturas republicanas en la mayoría de las grandes ciudades y capitales de provincia, donde el caciquismo había dejado de actuar, lo cual evidenció la falta de apoyo a la monarquía. El día 14 de abril, se proclamaba la Segunda República Española y, ese mismo día, Alfonso XIII partía para el exilio y renunciaba al trono (en Roma, en enero de 1941, en un manifiesto, cedía sus derechos dinásticos a su hijo Juan, pero sin abdicar, y un mes después moría de una angina de pecho).