El Desarrollismo Económico en España (1959-1973)
El Plan de Estabilización de 1959 marcó el inicio de un proceso de crecimiento económico que no se detendría hasta la crisis mundial del petróleo en 1973. Esta época es conocida como desarrollismo.
Una Industrialización Acelerada
El sector industrial actuó como motor de la economía española. Entre 1960 y 1973, el incremento de la producción industrial alcanzó tasas del 10% anual. Este crecimiento fue posible gracias a la mejora de la productividad, impulsada por:
- Los bajos salarios.
- La importación de tecnología.
- La inversión de capitales extranjeros.
Se favorecieron las exportaciones y, poco a poco, se estimuló la subida de los salarios y la difusión de las compras a plazos, lo que aumentó la demanda de bienes de consumo.
Los sectores industriales que lideraron el desarrollo tecnológico fueron:
- La industria química.
- La industria energética.
- La industria siderúrgica.
- La construcción naval.
- El sector del automóvil.
Las zonas con tradición industrial (Vizcaya, Cataluña, Asturias) continuaron su crecimiento, y Madrid creció hasta convertirse en un gran centro industrial. Aparecieron también otros enclaves industriales menores en Valencia, Zaragoza, El Ferrol, Vigo, Sevilla, Cádiz, Huelva y Valladolid.
La Reconversión de la Agricultura Tradicional
Las transformaciones económicas en 1960 provocaron la crisis de la agricultura tradicional, que se sostenía por la abundancia de mano de obra, los bajos salarios y por un mercado escaso y poco diversificado. Aún perduraban los latifundios y minifundios, con reducida productividad.
El desarrollo de la industria impulsó el éxodo rural, que provocó el descenso de la mano de obra campesina e hizo que aumentasen los salarios. Los empresarios agrícolas iniciaron un proceso de mecanización y de utilización de abonos químicos que intensificaron los cultivos.
Por otro lado, la mejora de la renta provocó una diversificación de la demanda: disminuye el consumo de cereales y legumbres y aumenta el de productos ganaderos y hortofrutícolas. El gobierno estimuló también la concentración parcelaria y la construcción de nuevos regadíos.
El Avance del Sector Terciario
En 1960, la importancia del sector servicios aumentó considerablemente en España. En ello influyeron:
- El intenso proceso de urbanización.
- El aumento de las redes de distribución y comercio.
- La mejora de los medios de transporte y de comunicación.
- El turismo.
El «boom» turístico supuso una elevada fuente de ingresos y el aumento de la actividad hotelera. Se debió a la sociedad del bienestar y a las vacaciones pagadas de los trabajadores europeos, que encontraban en España un destino barato, cálido y con abundancia de playas.
El sector bancario invirtió grandes capitales en empresas industriales y obtuvo abundantes beneficios. Este crecimiento fue favorecido por la prohibición de actuar en España a la banca extranjera, pero también frenó la modernización del sector.
El comercio internacional aumentó. Las principales exportaciones dejaron de ser los productos agrícolas y fueron los productos manufacturados. Sin embargo, el déficit comercial era negativo, pero se solucionaba con los ingresos procedentes del exterior (turismo, remesas de emigrantes, etc.).
Las Limitaciones de la Economía Española
La prolongada etapa de crecimiento, con un aumento anual del PIB muy superior al del resto de Europa, implicó una mejora de las condiciones de vida de los españoles. Sin embargo, el modelo de crecimiento económico franquista tenía grandes limitaciones:
- Los cambios se concentraron en el sector industrial y de servicios, mientras que el sector agrario quedó abandonado, en una situación de atraso y con gran parte de su población huyendo del campo.
- La industria española no pudo absorber a toda la población y esta se vio obligada a emigrar fuera de España.
- La gran dependencia de la tecnología y las inversiones extranjeras implicaba un gasto importante, además de la supeditación a las decisiones de las empresas extranjeras.
- Lo mismo sucedía con los recursos financieros, dada la debilidad del sistema financiero español.
- Por último, los beneficios del crecimiento no significaron un aumento significativo del nivel de desarrollo del país, pues el Estado no cumplió su papel de redistribución ni impulsó la creación de infraestructuras adecuadas para dar solidez y continuidad al crecimiento.
Crecimiento Demográfico y Cambio Social
La población en la década de 1960 pasó de 30,4 a 33,8 millones de personas, hasta los 35,8 millones en 1975. Este aumento fue la consecuencia de un descenso de la mortalidad y aumento de la esperanza de vida, y de la política natalista impulsada por Franco (el «baby boom»).
También fueron importantes los movimientos migratorios que se produjeron:
- Hubo un éxodo rural de Andalucía, las dos Castillas, Aragón y Extremadura, debido a la maquinaria agrícola.
- Más de 1,3 millones de españoles salieron a Francia, Alemania y Suiza.
Las consecuencias fueron que algunas zonas quedaron despobladas y en las grandes ciudades se produjo chabolismo.
El desarrollo de la economía consolidó una sociedad capitalista industrializada. Esta redistribución favoreció un crecimiento de los profesionales autónomos y los funcionarios. La expansión de la economía provocó una transformación de la sociedad, que dejó atrás la miseria de la posguerra. El aumento del poder adquisitivo permitió la entrada de España en una sociedad de consumo (frigoríficos, televisores, automóviles como el Seat 600, etc.), que queda reflejada en los anuncios de televisión.
Se impuso una nueva Ley General de Educación que remodeló el sistema educativo y permitió reducir el analfabetismo, alcanzando el mismo nivel educativo que otros países avanzados. La mujer empezó a dejar la casa para entrar en el mundo laboral y educativo. Muchas alcanzaron niveles universitarios altos y fueron las portadoras de una nueva mentalidad feminista.
Estos cambios también supusieron una transformación en la Iglesia para adaptarse a los nuevos tiempos. Por ello, tras el Concilio Vaticano II, se produjo un distanciamiento del régimen y una paulatina secularización de la sociedad.
La Crisis de la Dictadura y el Ocaso del Régimen
La Crisis Política del Régimen
En 1973, Luis Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno, convirtiéndose en la persona clave para unir las fuerzas franquistas y de asegurar la continuidad del régimen tras morir el dictador. Estos planes quedaron truncados en diciembre de ese mismo año cuando fue asesinado por ETA en un atentado en Madrid.
A partir de ese momento se produce una fractura entre quienes apuestan por la permanencia del régimen (los inmovilistas o «búnker»), y quienes defendían la necesidad de un cambio progresivo creando asociaciones políticas dentro del Movimiento (los aperturistas).
En enero de 1974 se formó un gobierno presidido por Carlos Arias Navarro. Con el llamado «espíritu del 12 de febrero» se anunció una nueva Ley Municipal que permitiese la elección de los alcaldes y las diputaciones provinciales, y una nueva ley sobre asociaciones políticas. Los sectores ultraderechistas denunciaron el inminente peligro de destrucción del régimen y forzaron una nueva dinámica en la que, con Franco enfermo, el gobierno de Arias Navarro se decantó hacia el inmovilismo. La falta de reformas hizo que los ministros aperturistas saliesen del gobierno, demostrándose la incapacidad del régimen para democratizarse desde dentro.
El Auge del Antifranquismo
A partir de 1973 la protesta obrera y estudiantil aumentó considerablemente y los grupos de oposición promovieron la creación de organismos unitarios para reivindicar la democratización del país e impedir la continuidad del franquismo.
- En 1971 se creó la Asamblea de Cataluña, que agrupaba toda la oposición catalana.
- Entre 1974 y 1975 se constituyen diferentes plataformas políticas que agrupan desde el PCE a personalidades de la derecha democrática, que acaban uniéndose en la Coordinación Democrática en 1976.
En los últimos años de la dictadura se recrudeció la violencia política. ETA incrementó sus atentados y apareció un terrorismo ultraizquierdista (FRAP y GRAPO). En 1974 fue ejecutado el anarquista Salvador Puig Antich. Al año siguiente un decreto-ley antiterrorista instauró un Estado de excepción permanente, y en septiembre fueron ejecutados cinco activistas de ETA y del FRAP.
La Muerte del Dictador
La enfermedad de Franco se agravó entre 1974 y 1975. El conflicto del Sáhara Occidental surge porque este territorio, rico en fosfatos, era ambicionado por Argelia, Mauritania y Marruecos. En 1973, los saharauis crearon el Frente Polisario, una formación nacionalista que abogaba por la independencia. España aceptó la descolonización y permitió un referéndum de autodeterminación en el territorio, pero el rey Hassan II de Marruecos, con apoyo norteamericano, organizó la Marcha Verde, una invasión pacífica que movilizó a miles de civiles. Ante el peligro de conflicto bélico con Marruecos, el 14 de noviembre se firmó el Acuerdo de Madrid, que suponía la entrega del Sáhara a Marruecos y Mauritania.
Franco falleció el 20 de noviembre de 1975, dejando un régimen anacrónico y en profunda crisis.