La Crisis de la Restauración y el Reinado de Alfonso XIII (1902-1923)

El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis de la Restauración (1902-1923)

Introducción

En 1885, tras la muerte de Alfonso XII, su esposa, María Cristina de Habsburgo, ejerció la regencia hasta el año 1902, momento en el que Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad. El sistema de la Restauración se fue hundiendo progresivamente, debido a que su naturaleza oligárquica ya no respondía a las demandas de la sociedad española, que había registrado profundos cambios tras la crisis de 1898 e impulsó el deseo de reformas en el sistema político.

Esto provocó la incapacidad de la Corona para adaptarse al siglo XX, a pesar del intento de los políticos regeneracionistas: Maura y Canalejas. Cabe destacar la figura de Alfonso XIII: su espíritu castrense le inclinaba a favorecer al ejército siempre que existía un conflicto entre el poder civil y el poder militar. Por este motivo, la oposición al sistema derivó en gran medida en un rechazo a su persona, que acabaría arrastrando en su caída a la propia institución monárquica.

Desarrollo: La Crisis del Sistema de la Restauración

El Regeneracionismo y los Gobiernos Largos (1902-1912)

Los primeros años del reinado de Alfonso XIII coincidieron con una crisis de liderazgo dentro de los partidos políticos dinásticos al no existir un jefe de partido capaz de aglutinar a las distintas tendencias. El comienzo del siglo XX está marcado por el Regeneracionismo, cuyo mayor representante es Joaquín Costa, quien denunció el sistema oligárquico y caciquil reclamando su final.

En este contexto, surgieron figuras clave dentro de los partidos dinásticos para intentar reformar el Sistema de la Restauración desde dentro y adaptarlo a las nuevas demandas sociales, especialmente a los movimientos obreros moderados. Es la llamada “revolución desde arriba” para evitar la revolución desde abajo. Destacan:

  • Antonio Maura (Partido Conservador).
  • José Canalejas (Partido Liberal).

Aunque dieron los primeros pasos en política social, la oligarquía bloqueó sus proyectos, abortando la renovación. Alfonso XIII quiso encabezar esta renovación, reclamando más iniciativa política al límite permitido por la Constitución.

Las Reformas de Silvela, Maura y Canalejas

Destacamos la obra de los gobiernos de:

  • Silvela: Impulsó leyes de trabajo infantil.
  • Maura y Canalejas: Audaces y renovadores, despertaron grandes esperanzas.
El Gobierno de Antonio Maura (1907-1909)

Se llevó a cabo una reforma electoral en 1907. Con la Ley Electoral, Maura quiso eliminar el caciquismo, dificultando el fraude electoral y exigiendo una mayor independencia del poder ejecutivo frente a la Corona. Maura inició una política exterior nacionalista y expansionista en Marruecos, lo que llevaría al inicio de una larga guerra colonial. También defendía incorporar otras fuerzas políticas al sistema; por ejemplo, Cambó ofrecía como modelo a Cataluña con La Lliga Regionalista.

La obra política de Maura, reformista y autoritaria, quedó paralizada por la Semana Trágica de Barcelona (julio de 1909).

La Semana Trágica (Julio de 1909)

Esta revuelta tuvo un marcado carácter antimilitarista y anticlerical. Se constituyó un comité de huelga con la participación de socialistas, republicanos y anarquistas. Durante varios días, los incidentes en la calle fueron continuos: barricadas, enfrentamientos con la policía y el ejército, y quema de más de 80 establecimientos religiosos. El gobierno envió nuevas unidades militares e inició una fuerte represión, con una gran cantidad de muertos y heridos.

Se sucedieron las manifestaciones de protesta por toda Europa. Maura presentó su dimisión a Alfonso XIII como mera fórmula protocolaria, y se encontró con la sorpresa de que el monarca la aceptó al momento.

El Gobierno de José Canalejas (1910-1912)

La caída de Maura dio lugar a la subida al poder de Canalejas (líder del Partido Liberal). Entre sus medidas más destacadas figuran:

  • La supresión del impuesto de consumo.
  • El planteamiento de una reforma agraria.
  • Leyes de seguros obreros y arbitraje.
  • La creación de la “Ley del Candado”, que prohibía establecerse a nuevas órdenes religiosas.

La acción de Canalejas se vio interrumpida por su asesinato en 1912 a manos de un anarquista.

Tras la caída de Maura y la muerte de Canalejas, se sucedieron gobiernos de corta duración, como los de Dato y el conde de Romanones.

Impacto de la Primera Guerra Mundial y la Crisis de 1917

España se declaró neutral en la I Guerra Mundial (1914-1918), lo que favoreció las exportaciones y la acumulación de capital, la modernización tecnológica y el desarrollo de las infraestructuras. Sin embargo, también provocó un incremento de precios que no fue acompañado por un aumento de los salarios, lo que motivó el descontento social y el incremento de la afiliación a los sindicatos.

La crisis de 1917 es conocida como la triple crisis, debido a que fueron tres los grandes protagonistas de esta coyuntura:

  1. Crisis Militar

    El ejército presentaba problemas internos, como los bajos salarios y la dificultad de ascender debido a un número muy alto de oficiales. Crearon las Juntas de Defensa para conseguir mejoras económicas y profesionales. El gobierno se vio obligado a ceder, lo que provocó el cierre de las Cortes y la vuelta al protagonismo político del Ejército.

  2. Crisis Política

    Ante el clima de tensión, el gobierno decretó la censura de prensa y la suspensión de las Cortes. Cambó convocó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios para pedir otra constitución y un Estado con verdadera democracia. Estas demandas escandalizaron a la burguesía progresista, que intentaba de nuevo la “revolución desde arriba”.

  3. Crisis Social

    La CNT y la UGT, apoyadas por el PSOE y los republicanos, convocaron una Huelga General con el fin de derrocar el régimen y abrir una asamblea constituyente. Se extendió por Asturias, Madrid, Barcelona y el País Vasco, pero tras cinco días, el ejército reprimió duramente la huelga.

El Declive Final de la Monarquía Parlamentaria (1917-1923)

Entre 1917 y 1923, se produjo la quiebra de la monarquía parlamentaria. Aunque hubo tentativas de revitalizar el sistema, ninguna pudo realizarse por la falta de entendimiento entre los grupos políticos que formaron diferentes gobiernos de concentración. El declive del sistema fue imparable, pues a la inoperancia de los gobiernos se sumó:

  • La creciente contestación política al régimen.
  • La conflictividad social.
  • El desastre militar en Marruecos (el Desastre de Annual, 1921).

Conclusión

Mirando en conjunto el reinado, a pesar de sus momentos brillantes y avances innegables, se observa una decadencia progresiva del sistema que, incapaz de superar sus lacras y regenerarse, tampoco permitió una solución alternativa. El sistema se sostuvo porque la oposición y los descontentos nunca lograron ponerse de acuerdo. Frente al miedo a la revolución, el ejército demostró ser la fuerza que sostenía el orden establecido, preparando el terreno para el golpe de Estado de 1923.

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