Transformaciones Agrarias y la Expansión Industrial en el Siglo XIX: Un Análisis de la Sociedad Española

Transformaciones agrarias y expansión industrial en el siglo XIX


En la historia de la economía, el siglo XIX es el siglo de la industrialización. Iniciada en Gran Bretaña y pronto extendida a otros países como Francia, Alemania o Bélgica, la actividad industrial condujo a una nueva sociedad, que recibió el nombre de **sociedad capitalista**. En este contexto, España presenta una evolución diferente, aunque similar a gran parte de los países del este y sur de Europa, que quedaron al margen de la consolidación de esta nueva sociedad industrializada. Las transformaciones económicas españolas fueron menos relevantes, y aunque a fines del XIX, las relaciones sociales propias del capitalismo se habían consolidado, sin embargo, en el primer tercio del XX, España seguía siendo una economía predominantemente agrícola y con un sector industrial limitado y poco competitivo en el exterior. El resultado era que la renta por habitante española era inferior a la de otros países de su entorno.

Sociedad y movimientos sociales del XIX

La riqueza se convirtió en la categoría básica de definición social y aparecieron dos grupos sociales claramente enfrentados, cuyas relaciones van a determinar en buena medida el devenir de Europa a partir de entonces: frente a la **burguesía propietaria**, aparecieron los grupos que carecían de riqueza o propiedad – **obreros, campesinos pobres y jornaleros**. Apareció la **conciencia de clase** entre los trabajadores unida a la necesidad de mejorar su situación, lo que dio origen a un nuevo tipo de conflictividad social basada en la lucha por la igualdad. En defensa de los derechos de los trabajadores nació el **movimiento obrero**, y en su seno se desarrollaron nuevas ideologías como el socialismo utópico, el marxismo y el anarquismo, que criticaban las desigualdades económicas del capitalismo y proponían un modelo social más igualitario basado en formas de propiedad colectivas. Esta etapa de la historia de España se divide en dos grandes períodos: la **época de la Restauración Borbónica** y la **crisis de la Restauración**.


– – Época de la Restauración Borbónica: Este período se inicia en el año 1875 tras la caída de la I República Española (1873-1874) con el ascenso al trono de España del hijo de Isabel II, Alfonso XII. Durante su mandato se redacta la **Constitución de 1876**, se zanjan las **Guerras Carlinas** y se tolera el turno pacífico del gobierno entre el **Partido Conservador** y **Liberal** gracias al falseamiento electoral, a la compra de votos y a las “tupinadas”, lacra que arrastró la política española hasta el año 1923, cuando Primo de Rivera se erigió como dictador. También bajo el mandato de este monarca se finalizó la **I Guerra Cubana** (1868-1878), que se saldó con victoria peninsular. Finalmente, el reinado de Alfonso XII tocó a su fin en el año 1885, cuando murió debido a una tuberculosis. Puesto que no tuvo descendencia en vida (murió estando su mujer embarazada del futuro Alfonso XIII), fue su esposa **María Cristina de Habsburgo-Lorena** la encargada de ocupar la jefatura de estado en España en calidad de **reina regente** hasta que su hijo Alfonso llegara a la mayoría de edad. En los años de la regencia de María Cristina empezó la **II Guerra Cubana** (1895-1898), que acabó con Cuba como vencedora gracias en buena parte a la ayuda norteamericana. Esta derrota militar comportó que España perdiera sus tres últimas colonias de ultramar: **Cuba, Puerto Rico y Filipinas**, hecho que tuvo un fuerte impacto psicológico en la población española. Con las reformas agrarias y el proceso de industrialización, desaparecieron los viejos estamentos y se crearon nuevas relaciones sociales basadas en el derecho de propiedad y la igualdad ante la ley.


Crisis de la Restauración: Este segundo período de la Restauración Borbónica comienza en el año 1898 con la famosa pérdida de las tres últimas colonias de ultramar, que tuvo, como ya hemos apuntado antes, un fuerte impacto psicológico para todos los españoles, y comportó también una crisis política, aunque no muy grave. El segundo hecho destacado de esta época fue la investidura como rey de Alfonso XIII en el año 1902 a la edad de 16 años. Tras esto, y después de algunos conflictos como la Semana Trágica de Barcelona en 1909, estalló la crisis de 1917. Esta crisis comenzó a raíz de la escasez de productos básicos en España, ya que los empresarios los vendían a un precio muy elevado a los países beligerantes en la I Guerra Mundial, puesto que la industria de esos territorios estaba totalmente destinada a la guerra, lo que comportó un aumento muy elevado de precios en territorio español. Es por eso que la población hizo escuchar su voz en numerosas manifestaciones. A este malestar de las clases populares hay que sumarle el descontento de los militares con el estado del ejército, que provocó también sus protestas durante la crisis de 1917. Cabe destacar que a nivel político aún seguía el turno entre liberales y conservadores, algo que no hacía más que calentar los ánimos entre la población. Dentro de este contexto de crisis y malestar sucedió el último hecho importante de la Restauración Borbónica, la dictadura de **Miguel Primo de Rivera**, que se inició en 1923 cuando Alfonso XIII aceptó a Primo de Rivera como jefe de un directorio militar que concentró todos los poderes del gobierno y finalizó en 1930 con la dimisión del dictador. Finalmente, la Restauración finalizó el 14 de abril de 1931 con el establecimiento de la **II República Española**.

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