Evolución de las Teorías Económicas: Del Liberalismo al Neoliberalismo
El Liberalismo Clásico y el Surgimiento de Nuevas Ideologías
El liberalismo clásico surge entre los siglos XVIII y XIX y defiende que la economía debe funcionar con la mínima intervención del Estado. Sus principales representantes son Adam Smith y David Ricardo. Smith sostenía que el mercado se regula solo a través de la “mano invisible”, mientras que Ricardo defendía el librecambismo, es decir, el comercio internacional sin barreras, porque beneficiaba a todos los países.
Durante el siglo XIX, con el avance de la industrialización, aparecen nuevas ideologías como el marxismo y el sindicalismo. Karl Marx criticó el capitalismo por generar desigualdad y explotación de los trabajadores, defendiendo la lucha de clases y la propiedad colectiva de los medios de producción. El sindicalismo surgió como una forma de organización obrera para mejorar las condiciones laborales. Estas ideas se fortalecieron con la Segunda Revolución Industrial, que trajo grandes avances técnicos, pero también nuevos problemas sociales como la concentración de riqueza, el trabajo infantil y la precariedad laboral.
Crisis del Siglo XX y el Auge del Keynesianismo
A comienzos del siglo XX, la Primera Guerra Mundial rompió el equilibrio económico internacional, provocando destrucción, endeudamiento y crisis en Europa. Años después, el crack de 1929 y la Gran Depresión demostraron que el mercado no siempre se autorregula, ya que el desempleo masivo y la caída de la producción afectaron a millones de personas.
En este contexto surge el keynesianismo, desarrollado por John Maynard Keynes, que defendía que el Estado debía intervenir en la economía para estimular la demanda y el empleo en épocas de crisis. Estas ideas inspiraron el New Deal del presidente Roosevelt en Estados Unidos, basado en obras públicas, ayudas sociales y regulación económica. Tras la Segunda Guerra Mundial, el keynesianismo dio lugar al Estado del bienestar, en el que el Estado garantiza servicios básicos como sanidad, educación, pensiones y protección social.
El Neoliberalismo y el Cambio de Paradigma
Desde los años setenta, frente a las crisis económicas y al aumento del gasto público, se impuso el neoliberalismo. Esta corriente defiende la reducción del papel del Estado y el predominio del libre mercado. Está inspirada en la Escuela de Chicago, con economistas como Milton Friedman, que defendían el control de la inflación y la liberalización económica. Estas ideas fueron aplicadas por líderes como Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en Estados Unidos, promoviendo la privatización de empresas públicas, la desregulación de los mercados y la reducción del gasto social.
Sistemas Monetarios Internacionales y su Evolución
Del Patrón Oro al Sistema de Bretton Woods
Patrón oro clásico: A finales del siglo XIX, en este sistema, cada país fijaba el valor de su moneda en una cantidad determinada de oro y los bancos centrales garantizaban su equivalencia. Esto proporcionaba estabilidad al comercio internacional y a los movimientos de capital. Con el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, este sistema se desestabilizó. Los Estados necesitaron grandes cantidades de recursos para financiar el esfuerzo bélico, por lo que suspendieron la convertibilidad de sus monedas en oro, emitieron dinero sin respaldo y comenzaron a acaparar oro para asegurar sus pagos exteriores. Como resultado, el patrón oro clásico dejó de funcionar y se produjeron fuertes desequilibrios monetarios e inflación.
Para restablecer la estabilidad monetaria se implantó un nuevo sistema: el patrón cambio oro. En este Sistema Monetario Internacional (SMI), solo la libra esterlina y el dólar eran convertibles en oro, mientras que el resto de países fijaban el valor de sus monedas a ellas. El crack de la Bolsa de Nueva York de 1929 provocó el colapso del patrón cambio oro. La crisis financiera y bancaria, las quiebras empresariales y el desempleo masivo llevaron a muchos países a devaluar sus monedas. En 1931, el Reino Unido abandonó el patrón cambio oro.
El Nuevo Orden de Bretton Woods y el Dinero Fiduciario
Tras la Segunda Guerra Mundial, se buscó crear un sistema monetario internacional más sólido. En 1944, los Acuerdos de Bretton Woods establecieron un nuevo SMI conocido como patrón dólar. En este sistema, el dólar estadounidense se convirtió en la moneda central y fue la única divisa convertible en oro. Además, se crearon instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), encargado de garantizar la estabilidad cambiaria y prestar ayuda financiera, y el Banco Mundial, destinado a la reconstrucción y al desarrollo económico.
Sin embargo, en 1971 Estados Unidos suspendió la convertibilidad del dólar en oro, lo que supuso el fin del patrón dólar-oro. Desde entonces, el mundo funciona con un sistema financiero internacional basado en dinero fiduciario y tipos de cambio flexibles, en el que el valor de las monedas depende del mercado y de la política monetaria de los bancos centrales.
Impacto de las Grandes Crisis y Conflictos
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial tuvo importantes consecuencias económicas y sociales:
- Provocó graves pérdidas demográficas, con unos 27,5 millones de muertos, y una notable disminución de la natalidad.
- Generó una amplia destrucción material de infraestructuras y bienes de equipo.
- Creó una fuerte inestabilidad en el SMI; el patrón oro dejó de funcionar y el Reino Unido perdió su posición dominante, mientras que Estados Unidos reforzó su liderazgo (pasando del 23% de las reservas mundiales de oro en 1913 al 44% en 1922).
- En Europa se produjo un deterioro general de la actividad económica: cayeron las inversiones, el comercio y las migraciones, descendió el nivel de vida y aumentaron los déficits comerciales y la deuda pública.
- La situación fue especialmente grave en Alemania, debido a las elevadas reparaciones de guerra que provocaron un fuerte endeudamiento.
Finalmente, la guerra alteró las relaciones internacionales: comenzó el declive del Reino Unido, Alemania perdió peso económico y la economía estadounidense se convirtió en el principal inversor y acreedor de Europa entre 1919 y 1929.
La Gran Depresión de 1929: El Colapso Global
La Gran Depresión de 1929 se inicia con el crack de la Bolsa de Nueva York el 24 de octubre de 1929 y se prolonga hasta 1939. Comienza en Estados Unidos y se extiende al resto del mundo, suponiendo el fin del capitalismo clásico y de la primera globalización. Dio paso a una etapa de proteccionismo y nacionalismo económico.
Entre las causas del crack destacan la especulación bursátil, la expansión del crédito, la mala actuación de la Reserva Federal y la retirada de capitales europeos. Tras el crack, la economía estadounidense entró en crisis: cierre de unas 32.000 empresas, desempleo masivo de 12 millones de personas y caída del consumo. La crisis se extendió a Europa, provocando quiebras bancarias (especialmente en Austria y Alemania) y llevando al Reino Unido a abandonar el Patrón Cambio Oro en 1931.
Modelos Alternativos y Reformas Estatales
La Revolución Bolchevique de 1917
Liderada por Lenin, instauró un sistema comunista basado en la abolición de la propiedad privada y el control estatal. Se divide en tres etapas:
- Comunismo de guerra (1918-1921): Nacionalización de la economía y requisa de alimentos. Permitió resistir militarmente pero provocó hambre y caída de la producción.
- Nueva Política Económica – NEP (1921-1928): Lenin permitió cierta iniciativa privada en agricultura y comercio, mejorando la producción. Generó el Gran Debate interno sobre el futuro del modelo.
- Colectivización y planes quinquenales (desde 1928): Con Stalin, se impuso una economía planificada. Se colectivizó la tierra en koljoses y sovjoses, causando hambrunas pero permitiendo una rápida industrialización que convirtió a la URSS en potencia.
Instituciones de Bretton Woods y el Comercio Global
Los acuerdos de Bretton Woods (julio de 1944) dieron origen a:
- Fondo Monetario Internacional (FMI): Creado para supervisar tipos de cambio fijos y brindar ayuda financiera mediante planes de estabilización.
- Banco Mundial (BIRF): Inicialmente para la reconstrucción de Europa y Japón; luego para financiar proyectos en países en desarrollo y luchar contra la pobreza.
- GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio): Acuerdo provisional para reducir restricciones comerciales. Destacan la Ronda Kennedy (reducción de aranceles en manufacturas) y la Ronda Uruguay (incluyó agricultura y servicios), que culminó en la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El New Deal y el Estado del Bienestar
Franklin D. Roosevelt impulsó el New Deal en 1932, inspirado en Keynes. Incluyó:
- Reformas laborales: Salario mínimo, reducción de jornada y libertad sindical.
- Gasto público: Grandes obras de infraestructura y subsidios a desempleados.
Antecedentes y Contexto: Curiosamente, en la China del siglo XI, Wang Anshi impulsó las reformas Xin Fa, basadas en que el Estado debía garantizar servicios esenciales (préstamos agrícolas y pensiones). El Estado del Bienestar moderno contribuye a reducir la desigualdad y promueve la estabilidad, aunque su financiación mediante impuestos puede generar debates sobre la carga para la inversión empresarial. El progreso en este modelo no se mide solo por el PIB, sino por indicadores de bienestar social.
Innovaciones Tecnológicas y Transformación Social
La Segunda Revolución Industrial y los «Felices Años 20»
La Segunda Revolución Industrial se caracterizó por:
- Innovaciones tecnológicas: Uso de la electricidad, motor de combustión interna, teléfono, telégrafo y el ferrocarril.
- Producción en masa: La cadena de montaje de Henry Ford permitió el acceso de la clase media a bienes industriales.
- Nuevas industrias: Química (plásticos, fertilizantes) y aviación comercial.
En los años 20, EE. UU. vivió un auge del consumo de masas y la urbanización (rascacielos), aunque el exceso de crédito desembocó en el crack de 1929.
El Surgimiento del Sindicalismo
En las primeras fases industriales predominó un mercado laboral liberal con condiciones precarias. El malestar social impulsó las organizaciones obreras (como los Trade Unions). Con la influencia del marxismo, la presión sindical mediante huelgas obligó a los gobiernos a intervenir, reconociendo derechos e impulsando seguros sociales. Estos cambios marcaron el abandono del liberalismo clásico y sentaron las bases del Estado del bienestar.
