Bienio conservador paralización de las reformas

TEMA 7: La II República. LA PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA. Tras la dimisión de Primo de Rivera por la complicada situación del país, se convocaron elecciones municipales el 12 de Abril de 1931, triunfaron las candidaturas republicano-socialistas. El 14 de Abril se proclamó la República y fue recibida por el pueblo con esperanza. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII decidíó renunciar exiliándose. Tras proclamar la República, los representantes del Pacto de San Sebastián forman un gobierno provisional que convocó elecciones a cortes y decretó medidas de urgencia. Las promesas de cambio contaron con apoyo popular pero también con oposición de diversos grupos. La situación internacional influye en el nuevo régimen: la crisis de 1929 hunde el comercio exterior y bloquea la emigración a América y aumenta así el paro y la conflictividad. El triunfo de los fascismos en Europa también influirá radicalizando a la izquierda e influyendo en la derecha.
La etapa republicana fue de gran actividad política y sindical. En la izquierda política destacaron los Radical-socialistas y Acción Republicana con líderes como Manuel Azaña. En Cataluña, Esquerra Republicana. Estos eran partidarios de grandes reformas no revolucionarias. El partido mejor estructurado de la izquierda fue el PSOE, con dos corrientes: la socialdemócrata y la revolucionaria liderada por Largo Caballero, secretario general de UGT. Más a la izquierda estaba el PCE. La CNT enfrentaba a dos corrientes: los trentistas más moderados y la Federación Anarquista Ibérica que defendía la vía insurrecional. Existían formaciones republicanas de centro-derecha como el Partido Radical de Lerroux o la Derecha Liberal Republicana. Los partidos conservadores y católicos se desmoronaron, solo sobrevivieron una multitud de pequeños grupos. El gran partido de la derecha católica y conservadora fue la Confederación Española de Derechas Autónomas de Gil Robles. En Cataluña, la Lliga Regionalista y en el País Vasco, el PNV. Con una actitud hostil a la República, grupos monárquicos como Renovación Española de José Calvo Sotelo o los carlistas agrupados en la Comunión Tradicionalista. Surgieron pequeños grupos nacionalsocialistas y fascistas, las JONS unidas luego a Falange Española, dirigido por José Antonio Primo de Rivera. BIENIO REFORMISTA. Las elecciones generales dieron el triunfo a la coalición republicano-socialista. Se eligió a Alcalá Zamora como presidente y a Manuel Azaña como jefe de gobierno. Elaboraron una constitución aprobada en Diciembre de 1931, muy avanzada para su época: define España como «una república de trabajadores de todas las clases»; proclama la acofensionalidad del país, reconoce el matrimonio civil y el divorcio; amplia la declaración de derechos; y permite el voto femenino. Esta provocó discrepancias con la derecha. Llevaron a cabo importantes reformas. Querían limitar la influencia de la Iglesia suprimiendo su actividad docente y eliminando la paga del clero. Esto fue visto por la Iglesia como una agresión. Además resurgieron los movimientos anticlericales, provocando así su oposición a la república. La reforma del ejército se materializó en reducir los efectivos y cargos militares, asegurar su obediencia al Estado y terminar con su intervención política. Esta reforma fue recibida por los africanistas como una agresión. La derecha aprovecho el descontento para animar a la revuelta. La reforma agrícola fue el mayor proyecto iniciado por la República. La Ley de Reforma Agraria permitía la expropiación sin indemnización de «los grandes de España» mientras que otras tierras se podían expropiar indemnizando a sus propietarios. Su aplicación se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria. Los resultados de la reforma fueron escasos por la falta de presupuesto, las dificultades burocráticas y la resistencia de los propietarios. Además aumentó la tensión social. Se reformó el Estado permitiendo que algunas comunidades pudieran tener una organización propia. En Cataluña, F.Macià había proclamado la República Catalana. La negociación permitíó su anulación a cambio de la formación de la Generalitat que elaboró un estatuto de autonomía, estatuto de Nuria, aprobado en referéndum popular. En el País Vasco se tramitó un estatuto que no será aprobado hasta la Guerra Civil. Otra reforma importante fue en la enseñanza con objeto de promover una educación liberal y laica, sobretodo en la primaria, incrementando el gasto en educación un 50%. También buscaban mejorar el nivel cultural del país a través de Misiones pedagógicas llevando a los pueblos bibliotecas, coros, conferencias, cines y grupos de teatro como la Barraca de Lorca. Se iniciaron reformas laborales como la semana laboral de 40 horas, el aumento de los salarios, y se forzó el papel de los sindicatos agrícolas en la contratación de tareas del campo. La lentitud de las reformas provocó la impaciencia del pueblo. La voluntad revolucionaria de la izquierda fomentó la conflictividad. Las insurrecciones y ocupaciones de tierras fueron en aumento. El centro-derecha se reestructuro entorno al Partido Radical y la derecha monárquica, católica y conservadora en torno a la CEDA. Renovación Española, las JONS y Falange realizaron una intensa actividad de agitación. Algunos sectores del ejército pretendieron aprovechar este descontento: el general Sanjurjo protagonizó en Agosto de 1932 un Golpe de Estado que fracasó. BIENIO CONSERVADOR. En el otoño de 1933 era evidente el desgaste del gobierno. Manuel Azaña dimitíó y Alcalá Zamora disolvíó las cortes y convocó elecciones para Noviembre. La izquierda se presentó desunida, en candidaturas separadas. Además la CNT pidió a sus afiliados la abstención. Por contra, la derecha se presentó unida y organizada. El resultado fue la victoria del centro-derecha. El partido Radical y la CEDA obtuvieron los mejores resultados. Alcalá Zamora confió el gobierno al Partido Radical, apoyado por la CEDA bajo la promesa de ratificar las reformas de izquierdas. El nuevo gobierno de Lerroux paralizó el proyecto reformista: se frenó la reforma agraria devolviendo tierras, se concedíó libertad de contratación, se paralizó el proyecto de estatuto vasco, se contrarrestó la reforma religiosa aprobando un presupuesto de culto y clero e iniciando negociaciones con la Santa Sede, se aprobó una amnistía para los detenidos con Sanjurjo y Primo. Solo se respetaron los cambios en educación aunque se redujo bastante el presupuesto. La obstrucción de las reformas provoco la radicalización del PSOE y con los anarquistas, propicio la revolución. La CEDA endurecíó su posición y Lerroux accedíó a otorgarle tres ministerios. La izquierda interpretó esto como una deriva hacia el fascismo y protagonizaron mas huelgas para defender las reformas. El movimiento fracasó pero fue grave en Asturias y Cataluña. En Asturias los mineros ocuparon pueblos y cuarteles y sitiaron Oviedo para defender la revolución. El gobierno mandó a la Legión de Franco para frenar la revolución y lo consiguió. La posterior represión fue durísima. En Cataluña la revuelta fue política: quería evitar la entrada de la CEDA en gobierno por su carácter antiautonómico. Fue reprimida. Las consecuencias de la revolución fueron el aumento de la influencia de la CEDA que suspendíó el Estatuto de autonomía catalán y que presentó un proyecto para modificar la Constitución de forma muy restrictiva. El Partido Radical se vio afectado por una serie de escándalos por corrupción que agravaron las diferencias en la coalición gubernamental. Gil Robles pretendíó que le nombraran presidente pero Alcalá Zamora se negó y convocó elecciones para Febrero de 1936. FRENTE POPULAR. Los partidos de izquierda se agruparon en el Frente Popular, basado en un programa común. La CNT no participó pero no pidió la abstención. La derecha no logro una candidatura única por lo que la izquierda fue la vencedora aunque los resultados fueron muy ajustados, mostrando ya la bipolarización del país. El gobierno quedo formado por republicanos, apoyados por el resto de partidos. Manuel Azaña fue nombrado presidente y Casares Quiroga jefe de gobierno. Se puso en marcha el programa pactado: se decretó una amnistía a los presos por las revueltas del 34, se reestableció el Estatuto de Cataluña y las negociaciones por el del País Vasco y se reanudaron todas las reformas, en especial la agraria. Los anarquistas y un sector del socialismo defendían acciones revolucionarias. Convocaron huelgas y se adelantaban a las reformas. La situación fue recibida por la derecha con rechazo. Falange fomentó un clima de enfrentamiento. Este clima de violencia era una estrategia para favorecer a organizar un Golpe de Estado militar contra la República. Un grupo de generales al mando de Emilio Mola inicio una conspiración militar que consistía en un pronunciamiento simultáneo en toda España. Apoyado por la derecha, el golpe se fue posponiendo hasta que el asesinato de Calvo Sotelo provocó en Julio de 1937 la sublevación en Marruecos que dará lugar a una Guerra Civil de 3 años.

 Esta provocó discrepancias con la derecha. Llevaron a cabo importantes reformas. Querían limitar la influencia de la Iglesia suprimiendo su actividad docente y eliminando la paga del clero. Esto fue visto por la Iglesia como una agresión. Además resurgieron los movimientos anticlericales, provocando así su oposición a la república. La reforma del ejército se materializó en reducir los efectivos y cargos militares, asegurar su obediencia al Estado y terminar con su intervención política. Esta reforma fue recibida por los africanistas como una agresión. La derecha aprovecho el descontento para animar a la revuelta. La reforma agrícola fue el mayor proyecto iniciado por la República. La Ley de Reforma Agraria permitía la expropiación sin indemnización de «los grandes de España» mientras que otras tierras se podían expropiar indemnizando a sus propietarios. Su aplicación se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria. Los resultados de la reforma fueron escasos por la falta de presupuesto, las dificultades burocráticas y la resistencia de los propietarios. Además aumentó la tensión social. Se reformó el Estado permitiendo que algunas comunidades pudieran tener una organización propia. En Cataluña, F.Macià había proclamado la República Catalana. La negociación permitíó su anulación a cambio de la formación de la Generalitat que elaboró un estatuto de autonomía, estatuto de Nuria, aprobado en referéndum popular. En el País Vasco se tramitó un estatuto que no será aprobado hasta la Guerra Civil. Otra reforma importante fue en la enseñanza con objeto de promover una educación liberal y laica, sobretodo en la primaria, incrementando el gasto en educación un 50%. También buscaban mejorar el nivel cultural del país a través de Misiones pedagógicas llevando a los pueblos bibliotecas, coros, conferencias, cines y grupos de teatro como la Barraca de Lorca. Se iniciaron reformas laborales como la semana laboral de 40 horas, el aumento de los salarios, y se forzó el papel de los sindicatos agrícolas en la contratación de tareas del campo. La lentitud de las reformas provocó la impaciencia del pueblo. La voluntad revolucionaria de la izquierda fomentó la conflictividad. Las insurrecciones y ocupaciones de tierras fueron en aumento. El centro-derecha se reestructuro entorno al Partido Radical y la derecha monárquica, católica y conservadora en torno a la CEDA. Renovación Española, las JONS y Falange realizaron una intensa actividad de agitación. Algunos sectores del ejército pretendieron aprovechar este descontento: el general Sanjurjo protagonizó en Agosto de 1932 un Golpe de Estado que fracasó. BIENIO CONSERVADOR. En el otoño de 1933 era evidente el desgaste del gobierno. Manuel Azaña dimitíó y Alcalá Zamora disolvíó las cortes y convocó elecciones para Noviembre. La izquierda se presentó desunida, en candidaturas separadas. Además la CNT pidió a sus afiliados la abstención. Por contra, la derecha se presentó unida y organizada. El resultado fue la victoria del centro-derecha. El partido Radical y la CEDA obtuvieron los mejores resultados. Alcalá Zamora confió el gobierno al Partido Radical, apoyado por la CEDA bajo la promesa de ratificar las reformas de izquierdas. El nuevo gobierno de Lerroux paralizó el proyecto reformista: se frenó la reforma agraria devolviendo tierras, se concedíó libertad de contratación, se paralizó el proyecto de estatuto vasco, se contrarrestó la reforma religiosa aprobando un presupuesto de culto y clero e iniciando negociaciones con la Santa Sede, se aprobó una amnistía para los detenidos con Sanjurjo y Primo. Solo se respetaron los cambios en educación aunque se redujo bastante el presupuesto. La obstrucción de las reformas provoco la radicalización del PSOE y con los anarquistas, propicio la revolución. La CEDA endurecíó su posición y Lerroux accedíó a otorgarle tres ministerios. La izquierda interpretó esto como una deriva hacia el fascismo y protagonizaron mas huelgas para defender las reformas. El movimiento fracasó pero fue grave en Asturias y Cataluña. En Asturias los mineros ocuparon pueblos y cuarteles y sitiaron Oviedo para defender la revolución. El gobierno mandó a la Legión de Franco para frenar la revolución y lo consiguió. La posterior represión fue durísima. En Cataluña la revuelta fue política: quería evitar la entrada de la CEDA en gobierno por su carácter antiautonómico. Fue reprimida. Las consecuencias de la revolución fueron el aumento de la influencia de la CEDA que suspendíó el Estatuto de autonomía catalán y que presentó un proyecto para modificar la Constitución de forma muy restrictiva. El Partido Radical se vio afectado por una serie de escándalos por corrupción que agravaron las diferencias en la coalición gubernamental. Gil Robles pretendíó que le nombraran presidente pero Alcalá Zamora se negó y convocó elecciones para Febrero de 1936. FRENTE POPULAR. Los partidos de izquierda se agruparon en el Frente Popular, basado en un programa común. La CNT no participó pero no pidió la abstención. La derecha no logro una candidatura única por lo que la izquierda fue la vencedora aunque los resultados fueron muy ajustados, mostrando ya la bipolarización del país. El gobierno quedo formado por republicanos, apoyados por el resto de partidos. Manuel Azaña fue nombrado presidente y Casares Quiroga jefe de gobierno. Se puso en marcha el programa pactado: se decretó una amnistía a los presos por las revueltas del 34, se reestableció el Estatuto de Cataluña y las negociaciones por el del País Vasco y se reanudaron todas las reformas, en especial la agraria. Los anarquistas y un sector del socialismo defendían acciones revolucionarias. Convocaron huelgas y se adelantaban a las reformas. La situación fue recibida por la derecha con rechazo. Falange fomentó un clima de enfrentamiento. Este clima de violencia era una estrategia para favorecer a organizar un Golpe de Estado militar contra la República. Un grupo de generales al mando de Emilio Mola inicio una conspiración militar que consistía en un pronunciamiento simultáneo en toda España. Apoyado por la derecha, el golpe se fue posponiendo hasta que el asesinato de Calvo Sotelo provocó en Julio de 1937 la sublevación en Marruecos que dará lugar a una Guerra Civil de 3 años.


en candidaturas separadas. Además la CNT pidió a sus afiliados la abstención. Por contra, la derecha se presentó unida y organizada. El resultado fue la victoria del centro-derecha. El partido Radical y la CEDA obtuvieron los mejores resultados. Alcalá Zamora confió el gobierno al Partido Radical, apoyado por la CEDA bajo la promesa de ratificar las reformas de izquierdas. El nuevo gobierno de Lerroux paralizó el proyecto reformista: se frenó la reforma agraria devolviendo tierras, se concedíó libertad de contratación, se paralizó el proyecto de estatuto vasco, se contrarrestó la reforma religiosa aprobando un presupuesto de culto y clero e iniciando negociaciones con la Santa Sede, se aprobó una amnistía para los detenidos con Sanjurjo y Primo. Solo se respetaron los cambios en educación aunque se redujo bastante el presupuesto. La obstrucción de las reformas provoco la radicalización del PSOE y con los anarquistas, propicio la revolución. La CEDA endurecíó su posición y Lerroux accedíó a otorgarle tres ministerios. La izquierda interpretó esto como una deriva hacia el fascismo y protagonizaron mas huelgas para defender las reformas. El movimiento fracasó pero fue grave en Asturias y Cataluña. En Asturias los mineros ocuparon pueblos y cuarteles y sitiaron Oviedo para defender la revolución. El gobierno mandó a la Legión de Franco para frenar la revolución y lo consiguió. La posterior represión fue durísima. En Cataluña la revuelta fue política: quería evitar la entrada de la CEDA en gobierno por su carácter antiautonómico. Fue reprimida. Las consecuencias de la revolución fueron el aumento de la influencia de la CEDA que suspendíó el Estatuto de autonomía catalán y que presentó un proyecto para modificar la Constitución de forma muy restrictiva. El Partido Radical se vio afectado por una serie de escándalos por corrupción que agravaron las diferencias en la coalición gubernamental. Gil Robles pretendíó que le nombraran presidente pero Alcalá Zamora se negó y convocó elecciones para Febrero de 1936. FRENTE POPULAR. Los partidos de izquierda se agruparon en el Frente Popular, basado en un programa común. La CNT no participó pero no pidió la abstención. La derecha no logro una candidatura única por lo que la izquierda fue la vencedora aunque los resultados fueron muy ajustados, mostrando ya la bipolarización del país. El gobierno quedo formado por republicanos, apoyados por el resto de partidos. Manuel Azaña fue nombrado presidente y Casares Quiroga jefe de gobierno. Se puso en marcha el programa pactado: se decretó una amnistía a los presos por las revueltas del 34, se reestableció el Estatuto de Cataluña y las negociaciones por el del País Vasco y se reanudaron todas las reformas, en especial la agraria. Los anarquistas y un sector del socialismo defendían acciones revolucionarias. Convocaron huelgas y se adelantaban a las reformas. La situación fue recibida por la derecha con rechazo. Falange fomentó un clima de enfrentamiento. Este clima de violencia era una estrategia para favorecer a organizar un Golpe de Estado militar contra la República. Un grupo de generales al mando de Emilio Mola inicio una conspiración militar que consistía en un pronunciamiento simultáneo en toda España. Apoyado por la derecha, el golpe se fue posponiendo hasta que el asesinato de Calvo Sotelo provocó en Julio de 1937 la sublevación en Marruecos que dará lugar a una Guerra Civil de 3 años.

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