Comprender la Historia de España: Dictadura, Conflictos y la Segunda República

Miguel Primo de Rivera y Alfonso XIII: Un Encuentro Clave

Análisis de la Fuente Histórica

Esta fuente histórica es una fotografía de carácter objetivo y contenido político. Fue tomada en España durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931) y tras el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera (1923), que puso fin al sistema de la Restauración. Observamos a la izquierda al monarca Alfonso XIII y a la derecha al dictador Primo de Rivera, en buena sintonía, en el momento de despachar los asuntos de gobierno del país.

Contexto Histórico del Inicio de la Dictadura de Primo de Rivera

Las causas de este golpe de Estado fueron varias. La primera fue la profunda crisis del sistema político de la Restauración, caracterizado por el turnismo de los partidos Conservador y Liberal, que excluía al resto de la sociedad y era incapaz de resolver los crecientes conflictos sociales que explotaron a partir de 1917 (huelgas, protestas, cierres patronales, pistolerismo, etc.).

La segunda causa, y desencadenante directo del golpe de Estado, fue la problemática intervención española en Marruecos. Una acción imprudente del general Silvestre desde Melilla culminó en una gran derrota ante los rifeños (Desastre de Annual, 1921). La exigencia de responsabilidades forzó al gobierno a nombrar una comisión presidida por el general Picasso, cuyo expediente fue enviado a las Cortes en 1922. Socialistas y republicanos iniciaron una intensa campaña contra el régimen, atribuyendo al rey la responsabilidad del desastre.

El gobierno liberal intentó salvar el régimen con un programa de democratización y reforma de la Constitución de 1876, aceptando la creación de una comisión de responsabilidades políticas. Sin embargo, un golpe de Estado liderado por el capitán general de Cataluña, el general Miguel Primo de Rivera, triunfó sin apenas oposición, gracias al beneplácito de Alfonso XIII y al apoyo del ejército, los empresarios, el sector financiero, la Iglesia e incluso de gran parte de la opinión pública.

Primo de Rivera presentó la dictadura como un régimen transitorio que retornaría a la normalidad constitucional una vez solucionados los “males” del país (caciquismo, nacionalismo, conflictos sociales y la guerra de Marruecos). El rey Alfonso XIII lo llamó para formar gobierno y le concedió el cargo de presidente, iniciándose así el Directorio Militar (1923-1925). Durante este periodo, se proclamó el estado de guerra, se suspendió la Constitución de 1876, se disolvieron las Cortes, se implantó la censura y se prohibieron las actividades de partidos políticos y sindicatos.

La dictadura continuó con un Directorio Civil (1925-1930) hasta la dimisión de Primo de Rivera en 1930, motivada por la falta de apoyos y la extensión a España de la crisis económica de 1929.


La Moción de la Asamblea de Tarrasa (1909): Un Grito Contra la Guerra

Resumen del Documento

El texto es una fuente primaria de carácter histórico-circunstancial y contenido político-social. Se trata de una proclama emitida por una asamblea de obreros catalanes en 1909, en protesta contra la movilización de reservistas para luchar en la guerra de Marruecos. En ella se critica la procedencia social de los reservistas y se arremete contra todos los responsables de la situación. Todo ello con el fin de justificar la convocatoria de una huelga general.

Ideas Fundamentales y Contexto Histórico

El texto se enmarca en el contexto del conflicto colonial de Marruecos y su gestión por el gobierno del conservador Antonio Maura (1907-1909), que desembocó en la Semana Trágica de Barcelona. En esta ciudad se vivía un clima de gran tensión debido al impopular sistema de quintas y a las crecientes reivindicaciones anarquistas y anticlericales. Los ataques rifeños a Melilla llevaron a la movilización de reservistas en Madrid y Barcelona, y el desastre en el Barranco del Lobo fue el detonante del estallido social.

Destacan dos ideas principales:

  • La primera (puntos 1 y 2) es una crítica al colonialismo, compartida por el movimiento obrero europeo, y al sistema de quintas, que permitía la redención a cambio de dinero. Esto significaba que solo los pobres iban a la guerra, mientras los burgueses se libraban. En este caso, con el agravante de que muchos eran padres de familia que ya habían cumplido su servicio militar.
  • La segunda (puntos 3 y 4) refleja el anticlericalismo, alentado por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, y muy presente entre las clases medias urbanas y los obreros. Se fundamentaba en la percepción de la Iglesia como parte de la oligarquía dirigente durante el ya caduco régimen de la Restauración. Muestra, además, el distanciamiento de los obreros respecto a los partidos republicanos clásicos.

La proclama culmina con el llamamiento a la huelga general, que derivó en una revuelta popular con sucesos muy violentos, duramente reprimida por el ejército (incluyendo el fusilamiento del pedagogo anarquista Francisco Ferrer y Guardia). Las protestas internacionales provocaron la caída de Maura y la formación de un nuevo gobierno liberal de José Canalejas, con un programa regeneracionista. En las elecciones de 1910, Pablo Iglesias consiguió un escaño por primera vez.


El Abrazo de Vergara (1839): Símbolo del Fin de la Primera Guerra Carlista

Análisis y Significado

Se trata de una pintura histórica de estilo realista, en la que aparecen, en primer plano, dos personajes militares montados a caballo en actitud de abrazarse. En un segundo plano se contemplan las tropas de ambos bandos: carlistas y liberales. Algunos militares (los oficiales) aparecen también montados a caballo, mientras que la tropa se muestra de pie y en formación. El Abrazo de Vergara tuvo lugar en Vergara en agosto de 1839, un evento en el cual los generales Rafael Maroto y Baldomero Espartero, que dirigían respectivamente las tropas carlistas e isabelinas, sellaron el fin de la Primera Guerra Carlista.

Contexto Histórico de la Primera Guerra Carlista

El Abrazo de Vergara, como se ha mencionado, es la imagen expresiva del Convenio del mismo nombre, que puso fin a la Primera Guerra Carlista. La guerra civil carlista se inició como un problema dinástico, ya que Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, no aceptaba a su sobrina Isabel como heredera al trono ni a María Cristina como regente. Fue en 1833, tras la muerte de Fernando VII, cuando comenzó la guerra, que no solo enfrentó a dos bandos dinásticos, sino también a dos ideologías políticas: el liberalismo y el absolutismo.

Además, en los territorios vasco y navarro se extendió la idea de que el liberalismo acabaría con sus fueros, al imponer la igualdad jurídica y fiscal en toda España. Por ello, estos territorios, junto con Cataluña y Aragón, fueron donde el carlismo encontró mayor apoyo. La Primera Guerra Carlista se desarrolló de forma discontinua y desigual. Se suele dividir en tres etapas principales:

Primera etapa (1833-1835)

Caracterizada por la extensión del carlismo no solo en el País Vasco y Navarra, sino también en Cataluña y otros territorios. Esta etapa culminó con la muerte de su jefe militar, Tomás de Zumalacárregui, durante el sitio de Bilbao.

Segunda etapa (1835-1837)

El general carlista Miguel Gómez Damas llevó a cabo la “Expedición Real” buscando apoyos y voluntarios, pero apenas logró respaldo en el resto de España.

Tercera etapa (1837-1839)

Esta fase culminó con el triunfo de las tropas cristinas o liberales.

En 1839, el movimiento carlista se escindió en dos facciones: una partidaria de la negociación, al sentirse ya derrotada, y otra facción radicalizada (los “apostólicos”) que pretendía continuar la lucha. Fue en este contexto cuando Maroto y Espartero firmaron el Convenio de Vergara. No obstante, el movimiento carlista continuaría activo. La facción apostólica, con el general Ramón Cabrera al frente, se mantuvo en guerra hasta su derrota en 1840. Posteriormente, se producirían una Segunda Guerra Carlista (1846-1849) y una Tercera Guerra Carlista (1871-1876).


La Constitución Española de 1931: Pilares de la Segunda República

Resumen y Naturaleza del Documento

Se trata de una selección de artículos de la Constitución de 1931, un texto jurídico de fuente primaria y contenido político. Se incluyen los artículos más relevantes de la Constitución promulgada en 1931, tras la proclamación de la Segunda República Española, resultado del triunfo electoral republicano y la huida del rey Alfonso XIII. Fue elaborada por unas Cortes Constituyentes con una amplia mayoría republicano-socialista, con una ideología de izquierdas y un talante claramente progresista, pero sin lograr un consenso amplio con el resto de fuerzas políticas de centro y derecha. Además de desarrollar los elementos típicos de cualquier constitución, incluye artículos que explicitan las grandes reformas de Estado emprendidas durante el bienio reformista (1931-1933).

Ideas Fundamentales y Reformas Clave

Elementos Clave de la Constitución de 1931

  • La forma de Estado es una República democrática de trabajadores de toda clase, cuyo presidente tiene un mandato de 6 años (Artículos 1, 67).
  • El sufragio es universal para mayores de 23 años, incluyendo por primera vez a las mujeres (Artículos 36, 52, 53).
  • La soberanía recae en el pueblo, aludiendo expresamente al movimiento obrero, y no en la nación como sucedía hasta ese momento (Artículo 1).
  • La división de poderes está claramente establecida: las Cortes ostentan el poder legislativo; el presidente de la República nombra al presidente del Gobierno, quien ostenta el poder ejecutivo; y el poder judicial es independiente (Artículos 1, 51).
  • Las Cortes son unicamerales, existiendo solo el Congreso de los Diputados (Artículo 52).
  • Extensa declaración de derechos y libertades, como el matrimonio civil, el divorcio, la libertad de expresión, reunión y asociación (Artículo 1).

Reformas de Estado Impulsadas

  • Reforma educativa: Obligación de aprender el castellano (Artículo 4), con la construcción masiva de escuelas laicas y la formación de maestros.
  • Reforma militar: Con la renuncia a la guerra como instrumento de política nacional, lo que posibilitó una reducción del ejército, jubilando oficiales y cerrando academias (Artículo 6).
  • Reforma agraria: Orientada a la mejora de la productividad y la redistribución de las tierras de los grandes terratenientes a los jornaleros, con la posibilidad de expropiación, intervención o nacionalización de cualquier tipo de propiedad privada en función de las necesidades del país (Artículo 44).
  • Reforma religiosa (anticlerical): Establecimiento de la libertad religiosa y la extinción del mantenimiento del clero por parte del Estado (Artículos 3, 26, 27).
  • Reformas laborales: Regulación de la jornada laboral, el trabajo de mujeres y niños, y la mejora general de sus condiciones de trabajo (Artículo 1).
  • Reforma autonómica: Permitiendo la creación de regiones autónomas en Cataluña (de forma automática) y en el País Vasco, además de otras que resultaron paralizadas (Artículos 1, 11, 21).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *