Consecuencias del fin de la guerra fria en la conformacion de un nuevo orden mundial

LA GUERRA FRIA. Causas y consecuencias. «La Guerra Fría en Europa»


Eliminadas las potencias fascistas, las grandes opciones ideológicas del mundo se reducían en la práctica a dos: el capitalismo, liderado por EEUU y el socialismo, por la URSS.
El bloque capitalista agrupaba a un amplio conjunto de países de Europa occidental, América del Norte y del Sur, Australia y Japón. El otro bloque ideológico llamado entonces socialismo real o comunismo. Tenía su centro en la URSS y rápidamente se impuso en numerosos países de la Europa del Este.
Ambas opciones eran claramente antagónicas, los líderes de ambos bloques, EEUU y la URSS, sabían que era necesario asegurarse el apoyo o el control del número más amplio de países y mantener un permanente y constante enfrentamiento. El término «Guerra Fría» define precisamente esta situación internacional extremadamente tensa, en la que las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, iniciaron una carrera de armamentos y adoptaron una actitud beligerante y de confrontación ideológica. 
La Conferencia de Yalta había dividido Europa en dos zonas de influencia y tanto norteamericanos como soviéticos se mostraron decididos a mantenerlas, extender su área de influencia y configurar sendos bloques de países aliados.
El primer escenario del enfrentamiento entre los dos bloques tuvo lugar en Alemania.
Los aliados occidentales decidieron unificar sus territorios y anunciaron su situación de crear un Estado federal alemán separado de la zona rusa.
Ante los hechos consumados, los soviéticos impulsaron en su zona la creación de la República Democrática Alemana. Así se consolidó la división entre el bloque occidental y el oriental, que Churchill popularizó con el nombre de Telón de Acero. Las autoridades de Alemania del Este decidieron levantar en 1961 un muro que dividía la ciudad en dos, y que se convirtió en el símbolo de la Guerra Fría.

LA DESCOLONIZACIÓN Y SU RELACIÓN EN LA RIVALIDAD ENTRE LAS POTENCIAS


En el período de entreguerras, la Revolución soviética había infundido la esperanza de que, mediante la vía revolucionaria, los pueblos podían conseguir la liberación colonial.
La Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de la guerra acabó con el mito de la potencia colonial invencible cuando Francia y Gran Bretaña fueron derrotadas en sus colonias africanas y asiáticas por las potencias del Eje.
Contra el modelo colonial también pesaban los elevados costes de su administración y defensa. Una de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fue un nuevo equilibrio internacional en el que las viejas potencias coloniales pasaron a un segundo plano ante el nacimiento de las dos nuevas superpotencias, EEUU y la URSS. Ambas potencias mostraron su posición anticolonialista y su apoyo al proceso de descolonización.
Estaban mucho más interesadas en extender en los nuevos países su influencia ideológica y económica. También las organizaciones internacionales, creadas tras la Segunda Guerra Mundial, se mostraron partidarias de la descolonización. Después de la Segunda Guerra Mundial, los movimientos nacionalistas se extendieron por todas las colonias y aumentaron su influencia y prestigio.

EVOLUCIÓN DE LA HISTORIA DE EEUU 1945-1991


La potencia económica se basaba en diversos factores: primero, un notable cantidad de recursos naturales y un control de las principales materias primas en el mundo, como el petróleo; el segundo, un sistema científico y tecnológico que aseguraba una constante innovación; tercero, una gran modernidad de la empresa capitalista.
La banca estadounidense era la más grande, la más dinámica y la de mayor volumen de negocios internacionales. El dólar, convertible en oro hasta 1971. La prosperidad de las décadas de 1950 y 1960 conllevó un gran aumento de la demanda de productos y del consumo entre la población. Estados Unidos alcanzó el nivel de vida más alto de su historia.
La prosperidad no supuso la desaparición de las desigualdades sociales.
Las desigualdades propiciaron, en la década de 1970, una gran contestación social. La lucha por la igualdad de derechos de los negros tuvo su máximo exponente en Martín Luther King. La protesta juvenil se materializó en el nacimiento «hippie». Los movimientos feministas denunciaron el sexismo de la sociedad y reclamaron la igualdad de derechos y oportunidades.
El sistema político de Estados Unidos se convirtió en el modelo de la democracia capitalista. Establece una estructura de Estado federal. Se rige por un sistema presidencialista.
El sistema político americano es esencialmente bipartidista. Por una parte, el Partido Republicano, que representa los intereses más conservadores y se apoya en el Partido Demócrata y presenta un programa de carácter más social. Los gobiernos de la posguerra estuvieron en manos del demócrata Harry Truman y de republicano Dwight D. Eisenhower. Se caracterizaron por el desarrollo de una política profundamente anticomunista y de un fuerte conservadurismo.


EVOLUCIÓN DE LA HISTORIA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA


Con la victoria de Stalin comenzó la gran expansión del comunismo y la URSS se convirtió en una superpotencia económica y militar. El sistema socialista soviético continuaba basándose en la existencia de un solo partido, el PCUS, no se permitía la disidencia y existía una ideología oficial y única: el socialismo leninista.
La política económica se basaba en la «planificación centralizada»: completo dominio de la economía por parte de la dirección estatal, inexistencia del mercado. Tras la Segunda Guerra Mundial la recuperación de la URSS y su espectacular crecimiento fueron el resultado de un gran esfuerzo de los ciudadanos soviéticos. En los años sesenta se vivió el mejor momento de la economía planificada y el punto máximo de su desarrollo.
Aumentó el consumo de la población y se universalizaron los grandes servicios (educación, sanidad, vivienda y transporte), que el Estado proporcionaba de manera gratuita.
Los años setenta, la sociedad soviética había entrado en la fase del socialismo desarrollado, que significaba que había obtenido un alto grado de bienestar.
La población tenía sus necesidades básicas bien cubiertas, pero lejos del desarrollo de Occidente.
A partir de la década de 1960, el sistema socialista adquirió su máxima expansión mundial. En gran parte estuvo ligada a las luchas por la independencia de los antiguos países coloniales. La falta de libertades generaban críticas que pedían reformas y libertad de opinión. Este clima de descontento se hizo más agudo y peligroso para el sistema debido a los problemas económicos. A principios de la década de 1970 los niveles de oferta de productos, la innovación en los bienes de consumo y el confort de la población no conseguían mejorar. La situación se vio agravada por la recesión económica mundial iniciada en 1973. Cuando a principios de la década de 1980 el capitalismo inició una profunda reconversión tecnológica y empresarial, los especialistas económicos y los dirigentes políticos soviéticos fueron conscientes de que los países occidentales, y especialmente Estados Unidos, estaban aventajados en el terreno económico, científico y tecnológico. Mijaíl Gorbachov inició las reformas de perestroika y glasnost, pretendiendo resolver varios problemas: se intentó aumentar la producción y la productividad, introduciendo incentivos personales y facilitando ciertas formas de mercado libre para los productos. Se promovió la participación política de la población fuera del partido. Se pretendió la lucha contra todo forma de corrupción. Se intentó reestructurar la relación entre las naciones y repúblicas que componían la URSS, para lo cual se inició la elaboración de un nuevo Tratado de la Unión que establecía una relación más equilibrada y equitativa entre las diversas repúblicas nacionales. Gorbachov emprendió también una nueva política internacional cuyos objetivos eran el entendimiento con Occidente y el fin del férreo control sobre los países satélites. El conjunto de las reformas emprendidas por Gorbachov no daban en la URSS los resultados previstos. Desembocaron en una caída de la productividad y en un empeoramiento del nivel de vida de la población. Se sumaron las reivindicaciones nacionalistas. En el interior de la URSS se produjo un grave enfrentamiento entre quienes pretendían conservar el sistema y los partidarios de llevar las reformas mucho más lejos. La tensión acabó estallando en un intento de golpe de estado en Moscú, en agosto de 1991. Boris Yeltsin frenó el golpe de Estado. La auténtica heredera del poder de la URSS fue la nueva República de Rusia. Su presidente Boris Yeltsin, inició un proceso destinado a suprimir el comunismo. En diciembre de 1991, la URSS dejó de existir. Se fragmentó en 16 repúblicas independientes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *