Constitucion del ferrocarril en el gobierno liberal

12.2. Isabel II 1833-43: las regencias:


el periodo que va de 1833 a 1840 se caracteriza por un desplazamiento hacia la izquierda desde el punto de vista político que provoco un enfrentamiento entre el gobierno y la reina
Mª Cristina. Al morir Fernando VII presidia el gobierno Cea Bermúdez que se comprometió a hacer reformas administrativas. Al ser los liberales el soporte de Mª Cristina, estos rechazaron el poder y la reina se vio obligada a cesar a Cea Bermúdez y nombrar a Martínez de la Rosa en su lugar, este intentó establecer una monarquía constitucional que fue imposible en medio de una guerra civil, así que aprobó en 1834 el Estatuto Real con lo que se establecieron unas cortes bicamerales. El rey es el único que tiene iniciativa real y disuelve las cortes y nombra a los presidentes de ambas cámaras que asesoran al rey. El estatuto no solucionaba el problema constitucional, y aunque Isturiz elaboro un nuevo proyecto constitucional no pudieron evitar los motines y sublevaciones y la reina se vio obligada a nombrar a Calatraba presidente del gobierno que volvió a poner en vigor algunas de las leyes aprobadas durante el trienio constitucional, restableciendo también la constitución del 12. Calatraba continuo la política anticlerical de sus predecesores y aprobó nuevas medidas contra la iglesia. La constitución del 37 establecio que la figura del rey es irresponsable politicamente siendo responsables los ministros y tiene derecho de veto. Desde el punto de vista de la soberanía se establece que resida en la Nacion. La Constitucion recoge algunos de los derechos tradicionales del liberalismo. El gobierno de Calatraba no consiguió acabar con la guerra carlista, estos llegaron a Madrid pero tuvieron que retroceder al llegar las tropas de Espartero y este dio un golpe de estado, desde entonces la estabilidad política se hizo cada vez mayor. Finalmente la reina nombro como presidente del gobierno a Modesto Cortazar, esta decisión fue rechazada por los progresistas. La reina encargo a espartero que previniese la sublevación de la milicia nacional, pero este que estaba vinculado al partido progresista se negó. Espartero en un documento publico, aconsejo a la reina que respetase la constitución del 37 la reina al no contar con el respaldo del ejercito renuncio como regente y se exilio en Francia. En 1840 Espartero fue elegido por las cortes como regente de Isabel
II favoreciendo a los progresistas, Espartero tuvo al principio un enorme respaldo popular al ser el general que puso fin a la guerra civil carlista, sin embargo lo perdió pronto. Espartero para reforzar su posición disolvió las cortes y convoco elecciones donde triunfaron sus partidarios, sin embargo el resultado fue rechazado por los progresistas que iniciaron una sublevación a través de la milicia nacional. A esta sublevación se sumaron los moderados dirigidos por Narvaez, este se impuso a Espartero que al perder el respaldo del ejercito se exilio a Inglaterra. En los meses siguientes se produjo el adelantamiento de la mayoría de edad de Isabel II para no tener que nombrar un nuevo regente.

12.3. Isabel II(43-68): reinado efectivo:

La década moderada (1844-54):

Desde el punto de vista ideologico, los moderados defendieron la soberanía compartida entre el rey y las cortes, rechazando la milicia nacional, por el contrario los progresistas defendieron la soberanía nacional, milicia nacional y librecambismo. Con Narvaez como presidente además de la constitución del 45 fueron aprobadas otras medidas. En 1846 la vida política estuvo dominada por las intrigas entorno al futuro matrimonio de Isabel II. En los años siguientes los problemas políticos mas importantes fueron la crisis económica iniciada en 1847 y la crisis política de 1848. Narvaez fue sustituido por Murillo que llevo a cabo una política que consiguió solucionar el grave problema de la deuda publica y completo las negociaciones con el Vaticano, firmándose el nuevo Concordato en 1851. Con el concordato se reanudaron las relaciones diplomáticas entre la iglesia y el estado, aunque de nuevo se rompieron con el triunfo de la revolución de 1868. Finalmente Murillo intento una reforma muy conservadora del sistema constitucional que fracaso acabando con su gobierno en 1852. Tras su caída se sucedieron varios gobiernos entre ellos el de Sartorius.

La revolucion de 1854 en el bienio progresista (54-56):


ante el fracaso del golpe militar de O’Donnell en Madrid se reunió con el general Serrano y Canovas. Canovas redacto el Manifiesto de Manzanares invitando a los progresistas a sumarse a la rebelión. Poco después la rebelión tomo impulso y Sartorius termino dimitiendo y el gobierno estuvo presidido por espartero ministro de guerra de O’Donnell. Desde el punto de vista político del gobierno intento aprobar sin éxito una nueva constitucionm que reflejasen las ideas progresistas igual que la constitución del 45 refleja las ideas de los moderados.

El bienio moderado (56-58):

Escosura y O’Donnell chocaron en un consejo de ministros y ambos dimitieron junto con Espartero con la intención de influir en la reina, pero la reina nombro presidente a O´Donnell. El gobierno de O`Donnell apenas duro 3 meses sustituido por Narvaez que anulo la reforma constitucional de O’Donnell y restableció íntegramente la constitución del 45. Sin embargo poco después realizo su propia reforma mas conservadora que estuvo en vigor hasta 1864 en que al perder el influencia dentro del partido moderado fue rechazada. Los gobiernos del Bienio moderado iniciaron la creación del censo general de la población y aprobaron la 1ª ley general de instrucción publica.

La unión liberal (52-63) y los últimos gobiernos de Isabel II (63-68):

En 1858 de nuevo O’Donnell volvió a presidir el gobierno al frente de la unión liberal. Este partido era arbitro entre moderados y progresistas. Sus principales lideres fueron O’Donnell y Posada Herrera. La unión liberal desarrollo una política interior de tipo practico. También  se baso en el desarrollo de una política exterior de prestigio enviando una expedición a Mexico. La política de prestigio fracaso y el partido comenzó a ser abandonado por alguno de sus dirigentes mas destacados. Los últimos años del reinado de Isabel II se carazterizaron por la inestabilidad política que ejercía en la vida política la reina y su camarilla. Al final se produjo la caída de la monarquía donde influyo la crisis económica, las malas cosechas, el autoritarismo exhibido por el gobierno de Bravo y sus antecesores.

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