El Absolutismo Monárquico, Flotas y Galeones: Pilares de la Colonización Española en América

El Absolutismo Monárquico: Poder sin Límites

Definición y Esencia del Absolutismo

«El Estado soy yo». La conocida sentencia de Luis XIV de Francia resume en pocas palabras la esencia del absolutismo: un régimen político en el que una persona, el soberano, ejerce el poder con carácter absoluto, sin límites jurídicos ni de ninguna otra naturaleza.

Características de la Monarquía Absoluta

La monarquía absoluta es una forma de gobierno en la que el monarca ostenta el poder absoluto. No existe en ella división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Aunque la administración de la justicia pueda tener una autonomía relativa en relación con el rey, o existan instituciones parlamentarias, el monarca absoluto puede cambiar las decisiones o dictámenes de los tribunales en última instancia o reformar las leyes a su voluntad.

El Sistema de Flotas y Galeones: Monopolio Comercial Español en América

Origen y Funcionamiento del Monopolio Comercial

El Método de Flotas y Galeones, si nos referimos a las Indias, era el mecanismo de funcionamiento del monopolio comercial español con América. Este sistema regulaba todo el comercio y la navegación entre España y sus colonias americanas.

Implementación y Propósito

El sistema de flotas y galeones fue una medida tomada por Felipe II de España, hijo de Carlos I, para evitar los constantes ataques a los barcos que transportaban oro y plata americana por parte de los corsarios y piratas, principalmente ingleses.

Logística del Sistema

Este sistema consistía en el arribo dos veces al año de un grupo de barcos de transporte custodiados por galeones que atracaban, principalmente, en dos puertos americanos:

  • Veracruz (en Norte y Centroamérica)
  • Portobello (en Sudamérica)

Desde estos puertos, se retiraba el oro extraído en las minas americanas y se entregaban los productos llevados desde España para su distribución en el continente.

Las Corrientes Colonizadoras de América: Fundaciones de Ciudades en el Territorio Argentino

La colonización del actual territorio argentino se llevó a cabo a través de tres principales corrientes, cada una con sus particularidades y protagonistas.

Corriente Colonizadora del Norte

El primero en ingresar al norte de nuestro país fue Diego de Almagro en 1536, pero no realizó ninguna fundación, ya que ese no era su objetivo.

Posteriormente, la colonización del norte se consolidó con las siguientes fundaciones:

  • Juan Núñez de Prado fundó la ciudad de «Del Barco» (Tucumán) junto a ochenta hombres. Debido a conflictos, la aldea se desplazó hasta las orillas del Río Dulce, fundándose Santiago del Estero en 1553, bajo la jurisdicción de la Audiencia de Charcas.
  • Diego de Villarroel fundó la ciudad de San Miguel de Tucumán en 1565, reubicándose definitivamente en 1585.
  • En 1573, Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba del Tucumán.
  • Hernando de Lerma fundó la ciudad de San Felipe de Lerma, en el valle de Salta, en 1582.
  • El 20 de mayo de 1591, Juan Ramírez de Velasco fundó Todos los Santos de la Nueva Rioja (actual La Rioja), con la finalidad de establecer un asiento estratégico para combatir a los indígenas.
  • Dos años después, por orden de Ramírez de Velasco, Francisco de Argañarás erigió San Salvador de Jujuy el 19 de abril de 1593.

Corriente Colonizadora del Oeste (Región de Cuyo)

La región de Cuyo fue explorada por Francisco Villagra. Años más tarde, el capitán Pedro del Castillo fundó la ciudad de Mendoza el 2 de marzo de 1561.

Las fundaciones clave en esta corriente fueron:

  • Al año siguiente de la fundación de Mendoza, Juan Jufré comprobó la deficiente localización de la aldea y la trasladó a la ubicación actual, denominándola «Resurrección».
  • El mismo Juan Jufré, el 13 de junio de 1562, fundó San Juan de la Frontera.
  • A fines de este siglo, la llegada de Luis Jufré de Loaysa propició la fundación de San Luis de la Punta en 1596.

Cabe señalar que las fundaciones mencionadas se realizaron en forma pacífica, constituyéndose la región en una zona próspera por su producción y actividad comercial.

Corriente Colonizadora del Este (Río de la Plata)

La colonización llevada a cabo en el este del actual territorio argentino es quizás la más conocida, tanto por los lugares fundados como por los conquistadores que la realizaron.

Hitos importantes de esta corriente incluyen:

  • La primera expedición que llegó al Río de la Plata fue la de Juan Díaz de Solís en enero de 1516, quien desembarcó en las costas de Uruguay. Solís fue atacado y muerto por los indígenas de la zona.
  • Cuatro años más tarde, la flota de Fernando de Magallanes costeó el litoral de la provincia de Buenos Aires y descubrió el Estrecho de Todos los Santos el 21 de octubre de 1520.
  • En junio de 1527, Sebastián Gaboto se internó en el Río Paraná y fundó el Fuerte Sancti Spiritus. Regresó a España en 1530, llevando consigo la leyenda de «La Sierra de Plata y las Tierras del Rey Blanco».
  • Esta leyenda indujo a Carlos I a financiar la expedición ultramarina de Pedro de Mendoza en 1536. En febrero, cerca del actual Parque Lezama, fundó un asentamiento que denominó Nuestra Señora del Buen Ayre, en honor a la Virgen del Santuario de Cagliari, patrona de los navegantes. Antes de su regreso a España, fundó el Fuerte de Buena Esperanza.
  • Tras la ausencia de Mendoza, Juan de Ayolas continuó con las fundaciones de fuertes como Candelaria y Asunción, ambos en 1537. Ante este panorama, Buenos Aires había sido despoblada y destruida en 1541.
  • El personaje central de la última parte del siglo XVI fue Juan de Garay, quien fundó en 1573 la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz.
  • En 1580, Juan de Garay realizó la nueva fundación de la ciudad de Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires en la actual Plaza de Mayo. Tres años después, fue sorprendido y muerto en las cercanías del río Carcarañá.
  • El gobernador de Asunción del Paraguay, Juan Torres de Vera y Aragón, fundó la ciudad de Vera (actual Corrientes) en 1588.

Todas estas fundaciones e instalaciones españolas pusieron de manifiesto el interés colonial de la Corona en la explotación socioeconómica de la época, sus intereses en América y el establecimiento de redes de comercialización de mercancías.

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