El Auge y Colapso Económico de los Años Veinte: Del Esplendor a la Gran Depresión

El Esplendor de los Felices Años Veinte

El papel de EE. UU. aceleró el crecimiento de su producción industrial, acompañado de un profundo cambio en la estructura de su economía. Este aumento generó un creciente superávit en su balanza comercial.

Auge Económico y Transformación Productiva

  • La expansión de la economía estadounidense se debió a una transformación productiva impulsada por la innovación técnica y los cambios en la organización del trabajo.
  • También se produjo una gran renovación en el sector energético, con un incremento de la electricidad y el petróleo.
  • Se consolidaron otros sectores que impulsaban el crecimiento de otros.
  • El automóvil fue el sector emblemático de este auge, el primero en aplicar el uso de las cadenas de montaje, generando efectos muy positivos en varios sectores.
  • Sobre todo, se generalizó la construcción de elevados rascacielos en las grandes ciudades.
  • Todo esto, en medio de un proceso de concentración empresarial que trajo consigo un aumento de la productividad y una reducción de los costes de producción.

La Revolución de los Consumidores

  • Cambios en los sistemas de compraventa.
  • Los pequeños comercios tuvieron que enfrentarse a las cadenas de grandes almacenes, que impusieron un nuevo método de compra (la compra a plazos o a crédito), lo que permitió que una familia aumentara sus compras.
  • El deseo de vender favoreció la publicidad y el marketing.
  • El aumento del consumo impulsó una revolución en los compradores.
  • La confianza de gran parte de la población al comprar provocó un gran endeudamiento de las familias.

Desigual Distribución de la Renta y Fiebre Bursátil

  • La mejora de la capacidad adquisitiva de los trabajadores no absorbió el aumento de la producción. Así, en pocos años se generaría una sobreproducción que empezó a ser un problema para la economía estadounidense.
  • La agricultura fue el sector más perjudicado durante la década de los Felices Años Veinte.

La Fiebre Bursátil

El auge bursátil fue resultado de la buena situación de las empresas y sus favorables perspectivas de futuro. El alza de las cotizaciones generó una burbuja especulativa (aumento del valor de las acciones producido básicamente por el convencimiento entre los inversores de que cuanto antes compraran, mayor sería la ganancia que obtendrían). Como resultado de ello, se produjo una plusvalía bursátil.

El interés por la bolsa llegó a pequeños inversores que, en un primer momento, creían que podrían devolver los préstamos vendiendo parte de las acciones, que a su vez eran adquiridas por otros pequeños inversores también a crédito.

El problema se inició cuando en 1929 el valor de las acciones comenzó a descender.

El Crack de la Bolsa de Nueva York: Jueves y Martes Negro

Algunos inversores, ante el convencimiento de que las cotizaciones no podían seguir subiendo, pusieron sus acciones a la venta con la esperanza de obtener aún más beneficios.

La desmesurada oferta comportó el desplome del valor de las acciones, lo cual provocó el Jueves Negro (24 de octubre de 1929). El pánico se apoderó de los inversores.

La caída en picado del valor de las acciones arruinó a muchos inversores. La exigencia de los bancos de cancelar los préstamos para la compra de acciones comportó otra oleada de ventas que dio lugar al Martes Negro (29 de octubre). El camino hacia la depresión había comenzado.

La Gran Depresión: Causas y Consecuencias

Causas Fundamentales

  • La sobreproducción industrial, que superó el ritmo de crecimiento del consumo en EE. UU.
  • La crisis de liquidez (falta de recursos para pagar las deudas) favoreció la expansión de la crisis. La caída de las acciones generó una cadena de impagos.
  • A su vez, el deseo de vender a cualquier precio los bienes ya producidos aceleró el descenso de los precios (deflación).
  • La caída del consumo, provocada por el paro, disminuyó la capacidad adquisitiva, generó temor a despidos, provocó la caída de los precios agrarios y un endeudamiento derivado de la adquisición de bienes de consumo duraderos.

Crisis Bancaria e Industrial

La sobreproducción, la falta de dinero y la caída del consumo hicieron que en pocos meses la crisis de la bolsa se convirtiese en una crisis que acabó afectando a todos los sectores de la economía.

El sistema bancario fue uno de los principales afectados, ya que los deudores no pudieron devolver sus préstamos y la mayoría de los bancos había aceptado acciones de bolsa como garantía de préstamos. Todo esto desencadenó la crisis bancaria, donde bancos quebraron y desaparecieron, se arruinaron familias y se perdió todo lo que se tenía.

Debido a esto, los bancos redujeron la concesión de préstamos, y la ruina de los inversores bursátiles y la disminución del crédito indujo a la crisis industrial.

La caída de la actividad industrial provocó el desempleo, y la depresión tuvo grandes consecuencias sociales; la pobreza se extendió entre amplias capas de población.

El desempleo agravó aún más la contracción de la demanda; millones de parados sin ingresos dejaron de consumir, y los que tenían empleo no consumían por ahorrar.

Al disminuir la demanda, descendió de nuevo la producción industrial y agraria.

La crisis nutría la crisis.

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