EL debate sobre LAS Abolición DE LOS Señoríos en las cortes de Cádiz

LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812: EL PROGRAMA REVOLUCIONARIO DE LAS CORTES DE CÁDIZ:
Las Cortes de Cádiz constituyen la otra cara de la guerra de la Independencia. Mientras gran parte de la sociedad española se enfrentaba con las armas a los franceses y a sus ideas, unos pocos ilustrados pretendían implantarlas para realizar, como en Francia, una verdadera revolución burguesa. Las derrotas militares desacreditaron a la Junta Central Suprema, que, refugiada en Cádiz, dio paso a una regencia colectica, una especie de gobierno provisional compuesto por cinco miembros, muy conservadores, pero sometidos a la presión ambiental de la ciudad. Convocatoria y composición de las Cortes. La Regencia no se decidíó a convocarlas hasta que no llegó a Cádiz la noticia del establecimiento de poderes locales en distintas ciudades americanas que podían poner en peligro el Imperio español. Las Cortes inauguraron sus reuniones en Septiembre de 1810, con el juramento de los diputados de defender la integridad de la nacíón española. La Constitución de 1812, manifestaban su deseo de transformación del país mediante la aplicación de importantes reformas que debían convertir España en una monarquía liberal y parlamentaria. La alta nobleza y la jerarquía de la Iglesia apenas estuvieron representadas en Cádiz. Tampoco asistieron los delegados de las provincias ocupadas, a los que se buscó suplentes gaditanos, lo mismo que a los representantes de los territorios españoles de América. No había, en cambio, representación alguna de las masas populares ni tampoco mujeres. Al autoconstituirse en Asamblea Constituyente y asumir la soberanía nacional, los diputados gaditanos ponían en marcha la revolución liberal, que contaba ya con el precedente de la Francia de 1789. Asimismo, con la concesión de iguales derechos a todos los ciudadanos, incluidos los de América, convertían España y sus colonias en una única nacíón repartida a ambos lados del océano. Surgieron dos grandes tendencias: los liberales y los absolutistas. La prensa de Cádiz estuvo del lado de los liberales, en cambio, los púlpitos de las iglesias al servicio de la ideología absolutista La obra legislativa. Los decretos de abolición del Antiguo Régimen Los liberales aprobaron el decreto de libertad de imprenta, la libre expresión de las ideas era una pieza clave en un sistema basado en la soberanía nacional y un eficaz instrumento de concienciación política y de defensa frente a los abusos del poder.Las Cortes de Cádiz desmontaron la arquitectura del Antiguo Régimen, aboliendo los señoríos jurisdiccionales, que impedían la modernización de la administración local y provincial. Esta fue una decisión fundamental en el proceso de reforzamiento del Estado. Fueron derogados, los gremios para dar paso a las modernas relaciones de producción liberal-capitalista. En el campo, se anunciaba la reforma agraria. El Honrado Concejo de la Mesta fue suprimido, reconociendo el derecho de los pueblos a acotar sus tierras comunales. Abolición de la Inquisición, presentada como un obstáculo para la libertad de pensamiento y el desarrollo de la ciencia. También resultó especialmente animado el debate sobre la reorganización territorial de España. La Constitución de 1812El día de San José de 1812, los diputados de Cádiz aprobaron una Constitución. “La Pepa”, nombre con el que denominaban la Constitución, es un texto muy extenso, porque, en su deseo de evitar interpretaciones contrarias al espíritu de la Constitución, los legisladores gaditanos regularon hasta el detalle todas las cuestiones relacionadas con la vida política y los derechos de los ciudadanos. Un Estado unitario que afirmaba los derechos de los españoles en su conjunto por encima de los históricos de cada reino. Los diputados representan a la nacíón, lo que supone la eliminación de cualquier otra representación, regional o corporativa. De esta forma, la Constitución de 1812 daba un nuevo paso adelante en el proceso de centralización política y administrativa. Afirmación de los derechos individuales y colectivos de los españoles, ponía los fundamentos para acabar con un modelo de sociedad basado en las exenciones y los privilegios. Con el fin de conseguir la igualdad de los ciudadanos, la Constitución de 1812 fijaba una burocracia centralizada, una fiscalidad común, un ejército nacional y un mercado libre de aduanas interiores. La Constitución proclamaba la soberanía nacional en detrimento del Rey, al que se le quitaba la función legisladora, atribuida ahora a las Cortes, que tendrían una sola cámara, elegida por sufragio universal masculino. Para ser diputado se requería la condición de propietario. Los ciudadanos reconocían a Fernando VII como Rey de España, pero no como Rey absoluto, sino constitucional. La Constitución de 1812 reflejaba el influjo de la religión y la nobleza a través de la definición de un Estado confesional y el reconocimiento de las propiedades de los grupos privilegiados.

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