El fin de la Antigüedad y el surgimiento del Islam

EL FIN DE LA ANTIGÜEDAD

Lenta decadencia (II) que provoca intensa crisis en siglo III

Crisis consecuencia de un profundo deterioro económico, lo que lleva a una crisis social y política. Se sucedieron conflictos y guerras civiles, merma el ejército y se debilitan las fronteras. Por esta crisis, en el 395 el emperador Teodosio dividió el imperio entre sus hijos Honorio (parte occidental con capital en Roma) y Arcadio (parte oriental con capital en Constantinopla).

La división del imperio

Fue mala, pues las fronteras se debilitaron, y gracias al aumento de población de los pueblos germánicos, estos empezaron a penetrar y ha ganar terreno. Los emperadores firmaron pactos con estos pueblos que se asentaron a cambio de ayuda militar. Los visigodos saquearon Roma (410). Y los hérulos derrocaron a Augusto en el 476. Esto marca el fin de la Edad Antigua y el comienzo de la Edad Media. Tras la caída de Roma, los pueblos germánicos formaron diversos reinos en Europa: reino Franco (Francia), reino visigodo (península Ibérica), los lombardos (buena parte de la península Itálica.

Decadencia de la vida urbana

Cuando la Edad Media empezó, comenzó también la decadencia de la vida urbana. Los poderosos se trasladaron a sus villas rurales, donde practicaron una economía autosuficiente. Los grupos populares se desplazaron a las villas como mano de obra (colonos). Los pequeños propietarios se hicieron encomendados (entregaban sus tierras por protección.

BIZANCIO

Empezó en el siglo IV

La parte romana oriental pasó a ser llamada Bizancio, con capital Constantinopla (porque el emperador que eligió esa como capital se llamaba Constantino). Bizancio vivió su máximo apogeo en el siglo 6 con el emperador Justiniano y su mujer Teodora. Bizancio conquistó territorios en el Adriático, el norte de África, Italia y la península Ibérica. Justiniano mandó construir en Constantinopla la iglesia de Santa Sofía. La capital bizantina de Italia fue Rávena. El imperio bizantino preservó el legado de la cultura clásica: Grecia, adoptaron el griego como lengua y conservaron grandes obras de la filosofía, la ciencia y la literatura; Roma, conservaron el Derecho Romano (código legislativo promulgado por Justiniano), los modelos romanos de arquitectura fueron desarrollados. Una crisis importante fue la de los iconoastas, fue una guerra civil por la prohibición de adorar imágenes religiosas. Además, en el siglo XI, la Iglesia bizantina se separó de la romana, lo que se conoce como Cisma de Oriente, desde entonces la Iglesia oriental se llama ortodoxa. Finalmente, en el 1453, los turcos conquistaron Constantinopla, que con el tiempo cambió a llamarse Estambul.

EL ISLAM

Surgió en el siglo VII en la península de Arabia

Era un lugar desértico habitado por tribus nómadas de etnia árabe, que profesaban una religión politeísta. Un asentamiento comercial permanente era La Meca, allí nació en el año 570 Mahoma, un mercader que a los 40 años anunció que el arcángel Gabriel le había revelado un mensaje divino. Su oposición al politeísmo provocó la hostilidad de las autoridades de La Meca, por lo que tuvo que huir a Medina, donde reunió la primera comunidad islámica. Era el año 622 d.C., y el primero de la Hégira (huida). En Medina, Mahoma proclamo la yihad/guerra santa. Islam significa “sumisión a Dios”. Su base es un estricto monoteísmo, el libro sagrado es el Corán, que recoge los pasajes recitados por Mahoma. En él se establecen los cinco preceptos del islam: Profesión de fe, oración (cinco veces al día en dirección a La Meca), peregrinación (a La Meca), ayuno del ramadán (durante ese mes está prohibido comer y beber mientras se vea el sol), limosna. El Corán y la tradición forman la sharía o ley sagrada, que establece las normas de vida del musulmán. El islam no se limita a la esfera religiosa, sino que también es un conjunto de normas sociales. Tras la muerte de Mahoma, los árabes eligieron a un sucesor, significado de la palabra califa. Al morir el tercer califa se desencadenó una guerra entre los partidarios de Alí, yerno del profeta, y los de la familia Omeya. La victoria de estos últimos convirtió el califato en hereditario. Damasco fue su capital. A partir de este momento, el islam se escindió en dos ramas: Sunitas (aceptan la sunna, son partidarios del gobierno por los califas, son la rama mayoritaria del islam); Chiitas (consideran que el islam debe ser dirigido por alguien con conexión familiar con Mahoma, son la rama minoritaria del islam). Los primeros califas derrotaron al Imperio persa, se expandieron por el Imperio Bizantino, dominaron el norte de África y consiguieron conquistar el reino visigodo de Hispania. A mediados del siglo VIII una revuelta acabó con el poder de los Omeyas. El califato pasó a ser gobernado por la dinastía de los Abasíes, que instalaron su capital en Bagdad, en el actual Irak. Las luchas internas fueron debilitando a los califas abasíes, que no fueron capaces de mantener la unidad mucho tiempo. Además, los ataques exteriores, tanto de los cruzados occidentales como de los mongoles, se mostraron imparables. En el siglo XIII, los turcos (pueblo de Asia central convertido al islam) conquistaron muchos territorios musulmanes y fundaron el Imperio otomano. Se apoderaron de Constantinopla en 1453 e instalaron allí su capital, ahora llamada Estambul.

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