El presente documento aborda la implantación del régimen franquista en Cataluña y su política represiva general, incluyendo la represión cultural y lingüística.
Implantación del Régimen Franquista en Cataluña
El régimen franquista actuó contundentemente contra las instituciones lingüísticas o culturales que permitieran el mantenimiento de actitudes nacionalistas. La victoria de Franco tuvo sus consecuencias más relevantes en las zonas donde se atentaba contra la unidad de España, especialmente en Cataluña, el País Vasco y, en menor medida, en Galicia.
Primeras Medidas y Abolición del Estatuto
Franco quería acabar con el separatismo catalán. Ejemplo de ello es la abolición del Estatuto de Cataluña el 5 de abril de 1938, inmediatamente después de ocupar Lérida, cumpliendo así su compromiso de imponer una sola lengua (el castellano) y una única personalidad (la española).
Colaboración y Oportunismo en la Sociedad Catalana
Los grandes empresarios y comerciantes, para no perder sus negocios, debían identificarse con el bando sublevado. Dado el poder político de la Falange, mucha gente se adhirió al partido por oportunismo, aunque la militancia catalana no fue numerosa, compuesta principalmente por miembros de la extrema derecha, carlistas y excombatientes del ejército nacional. Además, el personal político con responsabilidad siempre fue escogido por el régimen, de modo que si los catalanes accedían a un cargo importante, este sería secundario debido a la desconfianza hacia Cataluña.
Personalidades Catalanas Afines al Franquismo
Numerosas personalidades catalanas comulgaron con el franquismo. Entre ellas, podemos encontrar ejemplos como:
- El intelectual Salvador Dalí, quien apoyó a Franco al ascender al poder después de la guerra.
- Alcaldes catalanes como José María de Porcioles en Barcelona o Josep Gomis en Montblanch.
- Presidentes del Fútbol Club Barcelona, como Narcís de Carreras.
La Represión Generalizada del Franquismo
El régimen implementó una política represiva muy dura, aplicada con gran contundencia a los vencidos de la Guerra Civil. Para mantener su estabilidad, el régimen suprimió toda oposición, lo que obligó a muchas personas a exiliarse por motivos ideológicos y políticos. Los principales destinos fueron Francia, México, Argentina y la URSS. En marzo de 1939, más de 440.000 exiliados se encontraban en Francia. Dada la gran cantidad de refugiados, se decidió reagruparlos en campos de concentración, cuyas condiciones de vida eran, en muchos casos, lamentables.
Marco Legal de la Represión: Leyes Fundamentales
La represión fue institucionalizada, lo que significaba que las ejecuciones eran legales y servían como justificación internacional. Se promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas (1939), que permitía juzgar a cualquier persona que hubiera cometido un delito según dicha ley a partir de 1934. Esta ley se aplicó retroactivamente, abarcando un periodo de cinco años anterior a su aprobación, teniendo en cuenta los hechos de octubre de 1934.
También destaca la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo, en virtud de la cual se permitía al régimen juzgar a cualquier opositor a partir de 1940. Esta ley complementaba la anterior: mientras la Ley de Responsabilidades Políticas abarcaba el periodo de 1934 a 1939, esta se aplicaba a partir de 1940.
Mecanismos de Ejecución de la Represión
La represión, cuyo objetivo era sancionar las actuaciones en contra del propio régimen, se pudo llevar a cabo gracias a que el ejército fue el ejecutor principal de la política represiva hasta 1963 y al gran número de encarcelamientos.
Los Consejos de Guerra y el TOP
Antes de la creación del TOP, en los primeros años de la posguerra, la mayoría de las causas se juzgaron por tribunales militares en Consejos de Guerra, donde los acusados presentaban una total indefensión. Durante el periodo 1939-1945 se juzgaron alrededor de 40.000 catalanes en estos consejos, mientras que en el conjunto de España se ejecutó aproximadamente a 150.000 personas por motivos políticos en estos consejos.
En 1963 se creó el Tribunal de Orden Público (TOP) con el fin de blanquear la imagen internacional del régimen franquista, dado que España había presentado su candidatura para el ingreso en la Comunidad Económica Europea.
El Caso de Lluís Companys
Entre todas estas personas destaca el presidente Lluís Companys, quien se exilió a Francia, pero fue detenido por los alemanes en 1940 y, posteriormente, entregado a las autoridades franquistas. Fue juzgado en un Consejo de Guerra y ejecutado en Montjuic el 15 de octubre de ese mismo año.
Encarcelamientos y Condiciones Carcelarias
La represión conllevó un gran número de encarcelamientos. En 1940 se calculó que en España había 280.000 presos, de los cuales 23.000 eran mujeres. Esto provocó que las condiciones carcelarias fueran lamentables. En el caso de la Prisión Modelo de Barcelona, con una capacidad para 1.000 reclusos, la realidad era que albergaba a 13.000 prisioneros.
Los Batallones de Trabajadores Forzados
Destacan los Batallones de Trabajadores, que formaron parte del sistema represivo franquista articulado durante la Guerra Civil y la posguerra. Su origen se encuentra en los miles de prisioneros capturados en los frentes de batalla por el ejército franquista y retenidos en los campos de concentración de prisioneros de guerra, a partir de los cuales se organizaron como mano de obra forzada al servicio de sus captores.
Confiscación de Bienes y Depuraciones Laborales
La confiscación de bienes y las depuraciones constituyeron el tercer eje de la represión. Se confiscó y expolió el patrimonio de los vencidos, lo que incluía propiedades personales, bienes de partidos y sindicatos, entre otros. En el caso de Cataluña, aproximadamente 14.000 personas se vieron afectadas por esta medida. Asimismo, el franquismo expulsó del mundo laboral a todo aquel que se hubiera posicionado a favor del bando republicano, lo que produjo una depuración generalizada del funcionariado, incluyendo el sector privado. En 1939 se estableció que únicamente las personas claramente adheridas al Movimiento Nacional podrían mantener su puesto de trabajo.
Impacto en el Profesorado Catalán
En este contexto, destaca que una tercera parte de todos los profesores de Cataluña fueron sancionados con la suspensión temporal de empleo y sueldo o el traslado forzoso a otra región de España.
La Represión Cultural y Lingüística en Cataluña
Las medidas aplicadas en Cataluña por parte del régimen pueden considerarse un genocidio cultural, que buscaba eliminar la identidad catalana. Se borraron símbolos culturales, se rebautizaron calles y se suprimieron monumentos públicos. La lengua catalana fue prohibida tanto en los espacios públicos como en la administración, la escuela, los medios de comunicación y la vida social. La aplicación de esta medida fue tan contundente que se llegaron a imponer sanciones por el uso del catalán. Esta represión cultural afectó la edición de libros, diarios, revistas, obras literarias e incluso a la Iglesia.
El Intento de «Españolización»
Este intento de suprimir la identidad catalana se complementó con medidas que permitieran «españolizar» Cataluña. Instituciones culturales como el IEC (Institut d’Estudis Catalans) o la Biblioteca de Cataluña, rebautizada como Biblioteca Central, tuvieron que operar de manera clandestina. El objetivo de todas estas medidas era imponer el castellano en todos los ámbitos, incluida la administración.