El Régimen de Franco (1939-1975)
Fundamentos Ideológicos del Franquismo
El franquismo fue un sistema político que duró desde 1939 hasta 1975. Su representante fue Franco, cuya figura fue mitificada por la propaganda oficial, los medios de comunicación, etc. Su política e ideología se limitaron a la “fidelidad al Caudillo”. Franco era el jefe del llamado Movimiento Nacional, que era el nombre que recibió la organización totalitaria que pretendía ser el único cauce de participación en la vida política española. Sus características fueron:
- Nacional-militarismo: El ejército encarnaba la esencia de España y jugaba un papel fundamental. Era la garantía de España. La mayoría de los ministros eran militares.
- Nacional-catolicismo: España era un país confesional y la doctrina de la Iglesia se convirtió en el principal soporte ideológico del franquismo. La Iglesia tenía los planteamientos más conservadores y creó una moral y unas costumbres retrógradas que se inculcaron a toda la sociedad.
- Nacional-patriotismo: La retórica patriótica impregnó toda la realidad, ya que el franquismo significó la recuperación de las “épocas gloriosas” de la historia de España. Este planteamiento se resumía en el lema: “ESPAÑA: UNA, GRANDE Y LIBRE”. Franco abolió los estatutos de autonomía y fomentó la españolización de los territorios influidos por los nacionalismos.
Por ello, se dice que fue una dictadura inspirada en los modelos fascistas italiano y alemán. También se suprimió la Constitución de 1931, se clausuró el Parlamento y se prohibieron todos los partidos políticos y sindicatos.
El franquismo fue un régimen autoritario y dictatorial y, por tanto, contrario a los principios democráticos. La “Nueva España” se consideró legitimada por una victoria total, siendo completada con la persecución física y eliminación de aquellas personas relacionadas con el reformismo republicano. La represión se apoyó en una serie de normas que permitieron la depuración laboral y la condena judicial en tribunales especiales. Siempre estuvo vigente la pena de muerte; algunas de esas normas fueron la Ley de Responsabilidades Políticas, la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, la Ley de Seguridad del Estado, etc.
Franco era quien decidía entre los intereses de las fuerzas que lo apoyaban: falangistas, militares, la Iglesia, asociaciones católicas, clases propietarias, etc. Él era la última instancia en la toma de decisiones y se le otorgaba el término de Caudillo. El propio Franco ordenó unificar todos los grupos políticos que le apoyaban a través del Decreto de Unificación, creándose así la FET y de las JONS. Las principales utilidades de este partido único fueron:
- Proporcionar toda la simbología de carácter fascista al régimen franquista: camisa azul, saludo brazo en alto, encuadramiento de las diferentes secciones del partido para procurar el apoyo social al régimen. Algunas secciones fueron el Frente de Juventudes, la Sección Femenina, el Sindicato Español Universitario, etc.
- Controlar los medios de comunicación y organizar la propaganda.
- Proporcionar numerosos cargos públicos (concejales, alcaldes, etc.). Para muchos, la militancia en la FET y de las JONS fue un mecanismo de promoción personal.
Bases Sociales del Franquismo
Los apoyos sociales del franquismo son difíciles de precisar, ya que los mecanismos para valorar el estado de la opinión pública estaban siempre manipulados. Tanto las concentraciones públicas como los referéndums estaban controlados desde el poder y cualquier oposición sería suprimida.
Es evidente que el franquismo tuvo apoyos en todos los ámbitos sociales. Sus apoyos incluyeron a: grandes propietarios rurales, empresarios industriales, la alta burguesía administrativa, eclesiásticos y militares, además de sus clientelas.
Existieron cuatro elementos decisivos que sirvieron para que el régimen mantuviera su amplio apoyo:
- El franquismo alentó la despolitización de la sociedad española y la dura represión anuló toda posibilidad de organizar una oposición. Es necesario tener en cuenta que uno de los elementos clave fue el uso de la violencia con el objetivo de establecer y mantener el orden social tradicional. Además, las duras condiciones de vida hicieron que la población estuviera más preocupada por su supervivencia y por la obtención de alimentos. Esto se mantuvo hasta los años 60.
- El oportunismo se desarrolló en regímenes dictatoriales, donde se utilizaban mecanismos de fraude, corrupción, etc., con el fin de obtener ventajas laborales, económicas, sociales, etc.
- Los esfuerzos propagandísticos, ya que asociaciones como la Falange, la Sección Femenina, etc., transmitieron la idea de que el régimen franquista garantizaba la justicia social (seguro de enfermedad, subsidios, casas sociales, etc.).
- Creación de una memoria selectiva para declarar como peligrosas aquellas ideas que no eran franquistas. Posteriormente, se extendió la idea de una época liberal que había degradado España, la cual fue “salvada” gracias a la Guerra Civil. Con Franco llegó el “renacer de España”.
Por tanto, no es fácil saber cuántos apoyos reales tuvo el franquismo y qué parte de la población actuó por supervivencia, por miedo o era apolítica.
Los apoyos del régimen se integraban en el llamado Movimiento Nacional. Los primeros en formar parte fueron los falangistas, carlistas, ultracatólicos y monárquicos alfonsinos. Posteriormente, se incorporaron algunos republicanos radicales, miembros de la CEDA, catalanistas, etc. Además, la Iglesia creó asociaciones como la ACNDP o el Opus Dei.
Bases Institucionales del Franquismo
Uno de los aspectos más sorprendentes del franquismo fue su larga duración (36 años) y que, durante este periodo, se mantuvieran unas pautas ideológicas y legales inamovibles, sobre todo teniendo en cuenta los profundos cambios económicos y sociales.
Se suelen distinguir dos fases políticas, separadas por un periodo de transición: una fase totalitaria (hasta 1951), una fase de transición (hasta 1960) y una fase de dictadura tecnocrática (hasta 1975). En cada fase se aprobaron distintas leyes que pretendían establecer los fundamentos institucionales del régimen.
En un primer momento, el Movimiento Nacional puso en marcha una serie de normas para dotar de un marco legislativo al país, entre las que destacan:
- Fuero del Trabajo (1938): Fijaba el control del gobierno sobre las condiciones de trabajo. Declaró ilegales las huelgas, prohibió los sindicatos, etc. En 1940, se creó el sindicato OSE para agrupar a patronos y trabajadores.
- Ley de Cortes (1942): Creó unas Cortes con función consultiva, pero no tenían iniciativa legal y eran nombradas por el gobierno.
- Fuero de los Españoles (1945): Pretendía ser una especie de declaración de derechos y libertades, pero con severas limitaciones. No existía libertad de expresión ni de asociación, y había una estricta censura. Además, los españoles solo podían votar para elegir un tercio de los concejales.
- Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Establecía que España era una monarquía católica, social y representativa. Franco era el jefe de Estado y podía elegir un sucesor. En 1969, Franco designó a Juan Carlos de Borbón como su sucesor al trono.
A partir de entonces, las leyes posteriores no retocaron las que se habían aprobado antes. En 1958, se aprobó la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento, que afirmó los principios básicos del Estado y dejó claro cuáles eran las instituciones sobre las que se sustentaba el régimen: la familia, el municipio y el sindicato.
Más tarde, se aprobó la Ley Orgánica del Estado (1967), que proclamaba que España era un reino regido por los principios del Movimiento Nacional. Se hablaba de España como una “democracia orgánica”, es decir, que no necesitaba de partidos políticos, elecciones libres ni derechos individuales. También se separaba la Jefatura del Estado de la Jefatura del Gobierno. Respecto a las Cortes, elegían a 108 representantes.
Desde mediados de los años 60, la dictadura aumentó su actividad represiva debido al incremento de la oposición antifranquista (asociaciones vecinales, organizaciones estudiantiles, etc.). Y por último, cabe destacar el papel de la policía y del Tribunal de Orden Público, encargado de perseguir los delitos políticos. De las casi 4000 sentencias dictadas entre 1964 y 1975, el 70% fueron condenatorias.