El Imperialismo Europeo: Expansión y Dominación Global
En el siglo XIX, se desarrolló un nuevo modelo de imperialismo que transformaría las relaciones internacionales y la geografía política mundial.
3.1 Causas de la Expansión Imperialista
Factores Económicos
El auge del librecambio permitió que las potencias vendieran su producción industrial en otros países. Sin embargo, a raíz de la depresión comercial de 1873, se acentuó el nacionalismo económico y la mayoría de los grandes países industrializados adoptaron políticas proteccionistas. Esto propició la aparición de nuevas potencias económicas, lo que incrementó la competencia y la necesidad de nuevos mercados y fuentes de materias primas.
Factores Políticos
- Los gobiernos de las grandes potencias coloniales mostraron un interés por el control y el dominio de rutas cuya importancia estratégica era esencial.
- A las razones estratégicas se añadió el deseo de prestigio o de poder, o la necesidad de evitar el fortalecimiento de países rivales. Por tanto, la expansión imperialista se explicó como una defensa de los intereses nacionales.
Factores Ideológicos
Con el auge del nacionalismo, se expandió una mística imperialista que añadió connotaciones racistas. Era una ideología derivada de la adaptación del darwinismo social, que justificaba la dominación de pueblos considerados «inferiores».
Razones Religiosas
El imperialismo también se justificó a través de la necesidad de llevar el cristianismo a pueblos que mantenían prácticas religiosas ancestrales. Las misiones católicas y protestantes protagonizaron una intensa labor evangelizadora y humanitaria.
Motivaciones Científicas
Los viajes de exploración y el descubrimiento de zonas inexploradas del interior de África, mediante el reconocimiento de sus grandes ríos como vías de penetración, prepararon el camino para la colonización. Para apoyar estas expediciones y así difundir la ideología colonial, surgieron las sociedades geográficas, asociaciones coloniales y una vasta literatura de viajes.
3.2 Las Formas de Dominación Colonial
- Las Colonias: Territorios en los que la población indígena estaba directamente sometida a la potencia colonial. El poder se ejercía por medio de un gobernador. Un tipo peculiar fueron las colonias de poblamiento, donde se asentaba una gran cantidad de población europea.
- Los Dominios: Colonias de poblamiento a las que se aplicó un sistema de autogobierno. Los poderes del gobernador estaban limitados, y gozaban de una amplia autonomía interna, aunque seguían vinculados a la metrópoli.
- Los Protectorados: Territorios coloniales donde ya existía un Estado soberano con su propia estructura política y cultural. La potencia colonial «protegía» y controlaba la política exterior y el ejército, pero mantenía la administración interna indígena.
- Las Concesiones: Un Estado cedía temporalmente territorios a una potencia colonial que los controlaba económicamente, a menudo con fines comerciales o estratégicos, sin una anexión formal.
3.3 El Reparto de África
Los Primeros Pasos
Francia inició en 1830 la ocupación de Argelia y en 1848 la proclamó oficialmente territorio francés. En 1881, los franceses establecieron un protectorado en Túnez. En Egipto, los intereses franceses e ingleses entraron en colisión por el dominio de la ruta del Canal de Suez. En 1882, se produjo la ocupación militar británica de Egipto, que fue convertido en un protectorado inglés.
La Conferencia de Berlín (1884-1885)
Otto von Bismarck celebró una Conferencia Internacional en Berlín entre 1884 y 1885 para regular la expansión colonial en África y evitar conflictos entre las potencias. Se adoptaron una serie de acuerdos clave:
- Libertad de comercio y navegación por los ríos Níger y Congo.
- Prohibición de la esclavitud.
- Reconocimiento del Estado Libre del Congo bajo la soberanía personal del rey Leopoldo II de Bélgica.
- Principio de la ocupación efectiva: para reclamar un territorio, era necesario ocuparlo y administrarlo realmente, no solo explorarlo.
A finales del siglo XIX, nuevas potencias se incorporaron al reparto de África.
Los Conflictos Internacionales
Uno de los conflictos derivó del intento de formar imperios continuos. En el África austral, se enfrentaron los tradicionales intereses de los portugueses, colonos holandeses (bóeres), alemanes y el Reino Unido. Las tensiones entre los ingleses y los colonos holandeses desembocaron en la llamada Guerra Anglo-Bóer (1899-1902).
A principios del siglo XX, resurgieron los enfrentamientos, esta vez en Marruecos. La Cuestión Marroquí, es decir, la pretensión francesa de establecer un protectorado sobre el Reino de Marruecos y la oposición alemana a la misma, fue un foco de tensiones entre ambas potencias, contribuyendo a la escalada prebélica en Europa.
3.4 La Expansión Imperialista en Asia
El Imperio Ruso
Rusia había ocupado parte de Asia en el siglo XVII y se dirigió a mediados del siglo XIX hacia Turquestán. Los avances rusos en el Turquestán profundizaron la hostilidad con el Reino Unido. Por otro lado, la penetración rusa en Manchuria originó un choque con Japón que desembocó en la Guerra Ruso-Japonesa de 1904-1905, en la que Rusia fue derrotada, marcando un hito al ser la primera vez que una potencia europea era vencida por una asiática.
El Imperio Británico
Desde el siglo XVIII, la Compañía Británica de las Indias Orientales fue ocupando gran parte del territorio indio, con el apoyo del gobierno británico. Para ello, disponía de un ejército de soldados indios encuadrados en el ejército británico, conocidos como los cipayos. Más tarde, la Compañía fue suprimida y la India pasó a depender directamente de la Corona británica, siendo gobernada a través de un virrey, convirtiéndose en la «joya de la Corona» del Imperio.
El Imperio Francés
La conquista francesa de Indochina se inició en 1858-1860. Francia deseaba controlar el delta del Mekong y del Son Koi o Río Rojo para hallar una vía de penetración en el mercado chino. En 1887, se constituyó la Unión General de Indochina, a la que en 1893 se incorporó Laos. En 1893, se acordó la neutralidad de Siam (actual Tailandia) como Estado independiente, sirviendo de Estado tapón entre las posesiones británicas y francesas.
Otros Imperios
Países Bajos afirmó desde 1882 su administración sobre las Indias Holandesas (actual Indonesia). Alemania, por su parte, se anexionó Nueva Guinea oriental y las islas Marshall, Salomón, Carolinas y Marianas en el Pacífico.
El Caso de China
La prohibición del gobierno chino a la entrada del opio indio, que se intercambiaba por té y seda, originó las llamadas Guerras del Opio (1839-1842 y 1856-1860). Tras estas guerras, el Reino Unido y Francia obligaron a los chinos a negociar una serie de tratados desiguales cuyos resultados fueron:
- China cedió Hong Kong a Reino Unido.
- Se permitió a las potencias extranjeras establecer colonias propias y zonas de influencia en puertos estratégicos.
En la década de 1880, comenzó el reparto del territorio chino en cinco zonas de influencia, controladas por diferentes potencias europeas y Japón. En 1911, se proclamó la República China, poniendo fin a la dinastía Qing.
3.5 Las Huellas o Consecuencias del Imperialismo
La Explotación Económica
Los europeos practicaron lo que se ha denominado la economía del pillaje, es decir, el objetivo esencial era explotar al menor coste posible unos inmensos territorios que tenían abundantes recursos naturales. Las grandes compañías recibieron de sus metrópolis la concesión gratuita para explotar las tierras mediante el sistema de plantaciones dedicadas al monocultivo. La explotación de los recursos, el control de los mercados coloniales y las preocupaciones estratégicas impulsaron a las metrópolis a equipar a las colonias con infraestructuras como ferrocarriles, carreteras, puertos y cables telegráficos, principalmente para facilitar la extracción y el transporte de materias primas.
La Sociedad Colonial
Desde el punto de vista demográfico, la introducción de la medicina europea permitió reducir la mortalidad. Sin embargo, el crecimiento de la población y el rápido proceso de urbanización provocaron el hambre crónica e incrementaron las tensiones sociales. Las estructuras sociales fueron alteradas por la creación de fronteras artificiales que no respetaban las divisiones étnicas o culturales preexistentes. Las misiones y la extensión de la enseñanza dieron lugar a la aculturación, un proceso de asimilación cultural. En el seno de la administración colonial, se forjó una élite indígena que, paradójicamente, generó un creciente nacionalismo y movimientos independentistas.
4. El Imperialismo No Europeo
4.1 El Expansionismo Japonés
El Japón Meiji experimentó un rápido crecimiento económico y aplicó medidas para modernizar su administración y su ejército siguiendo el modelo occidental. Esta política vino acompañada por un marcado afán expansionista y agresivo en Asia. La guerra con China fue inevitable. Entre 1894 y 1895, tropas japonesas ocuparon toda Corea, entraron en Manchuria y desembarcaron en Port Arthur, consolidando su influencia en la región.
La presencia japonesa en el sur de Manchuria fue considerada intolerable por Rusia. Pero Japón atacó a Rusia en 1904, sin previa declaración de guerra (la Guerra Ruso-Japonesa), y aniquiló la flota rusa anclada en Port Arthur, demostrando su poderío militar y su ascenso como potencia regional.
4.2 El Imperialismo Estadounidense
Hasta finales del siglo XIX, el expansionismo de Estados Unidos se había limitado a la conquista del Oeste y de territorios mexicanos. La proclamación de independencia de Texas en 1835 desencadenó la declaración de guerra de Estados Unidos a México (1846-1848), resultando en la anexión de vastos territorios como California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México y partes de Colorado, Kansas, Oklahoma y Wyoming.
En el imperialismo estadounidense primaron las razones ideológicas y geopolíticas. Entre ellas, destacaron la Doctrina Monroe («América para los americanos»), que buscaba limitar la influencia europea en el continente, y la Doctrina del Destino Manifiesto, que justificaba la expansión territorial de Estados Unidos como una misión divina para extender la democracia y la civilización. Estas doctrinas afianzaron un fuerte sentimiento nacionalista.
En 1898, el presidente McKinley, con el apoyo de poderosos medios económicos, la prensa y los círculos nacionalistas, intervino en la guerra que mantenía España con sus colonias de Cuba y Filipinas, lo que llevó a la Guerra Hispano-Estadounidense y a la adquisición de Puerto Rico, Guam y la compra de Filipinas, además de establecer un protectorado sobre Cuba.