La Transición Española y la Constitución de 1978

Introducción al Proceso de Transición Política

Llamamos «transición política» al proceso de desmantelamiento de la dictadura franquista y su sustitución por un régimen democrático. Este periodo crucial en la historia de España comienza con la muerte de Francisco Franco en 1975 y culmina con la aprobación de la Constitución de 1978.

En 1975, los indicadores económicos situaban a España entre los doce países más industrializados del mundo, un dato fundamental que reflejaba el nivel de integración de la economía española en el contexto global. Dos días después del fallecimiento de Franco, Juan Carlos I fue proclamado Jefe del Estado. Carlos Arias Navarro fue confirmado como Presidente del Gobierno, nombrando un nuevo Gabinete con figuras destacadas como José María de Areilza y Manuel Fraga.

Desarrollo del Proceso Constituyente

Fue la oposición democrática la que tomó la iniciativa de impulsar movilizaciones, bajo la consigna de «ruptura democrática», para iniciar un proceso constituyente. Su propuesta era clara: debía constituirse un gobierno provisional que convocara elecciones, de las que surgirían unas Cortes encargadas de elaborar una Constitución. En este contexto, la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática unieron sus fuerzas, formando la Coordinación Democrática.

Las huelgas y manifestaciones generaron un clima de presión en las calles que influyó notablemente en las decisiones del Gobierno de Arias Navarro. La situación parecía estancada. Un sector importante del franquismo, conocido como los inmovilistas o el «búnker», no aceptaba ninguna reforma. Otro sector del franquismo, sin embargo, promovía una reforma que partiera de las propias leyes franquistas, buscando evitar la ruptura propugnada por la oposición.

El 30 de junio de 1976, Arias Navarro dimitió, en parte forzado por el propio Rey, quien necesitaba tomar medidas que dieran estabilidad a la monarquía. El elegido para sustituir a Arias fue Adolfo Suárez. Con su llegada, el clima político comenzó a cambiar: la policía recibió órdenes de ser más tolerante en las manifestaciones, se iniciaron contactos con la oposición y se aprobó una amnistía.

En septiembre de 1976, Suárez presentó el proyecto de la «Ley para la Reforma Política (LRP)», un breve texto que proclamaba la democracia como forma de gobierno y preveía la transformación de las Cortes franquistas en un Congreso y un Senado elegidos por sufragio universal. El proyecto de reforma debía ser dictaminado por el Consejo Nacional del Movimiento y por las propias Cortes orgánicas. Sin embargo, se presentaron graves dificultades en los meses siguientes:

• En enero de 1977, las actividades terroristas crearon un clima en el que la involución parecía la salida más probable.
• En abril de 1977, durante el Sábado Santo (conocido como Sábado de Gloria), Suárez tomó la determinación de legalizar el Partido Comunista de España (PCE).

Estos meses fueron clave para la configuración del sistema de partidos en España:

• Alianza Popular, liderada por Manuel Fraga, asumió el papel de vertebrar el franquismo sociológico.
• Unión de Centro Democrático (UCD), organizada en torno a Adolfo Suárez.
• El Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
• En Cataluña, el centro político se había agrupado en torno al Pacte Democràtic per Catalunya.
• En el País Vasco, Euskadiko Ezkerra era la formación más importante.

Las Elecciones de 1977 y la Redacción de la Constitución

La Unión de Centro Democrático (UCD), el partido liderado por Adolfo Suárez, fue el vencedor de las elecciones de junio de 1977. El PSOE consiguió muy buenos resultados y se convirtió, con Felipe González y Alfonso Guerra como principales líderes, en la referencia de la izquierda. Alianza Popular fracasó de manera rotunda, y el Partido Comunista quedó muy por debajo de lo que se esperaba. El buen resultado de la izquierda llevó a Suárez a cambiar sus prioridades y poner en marcha el proceso para elaborar una Constitución.

Para redactar el texto constitucional, se constituyó una «ponencia constitucional» formada por siete miembros, conocidos como los «Padres de la Constitución»: tres representantes de UCD, y uno del PSOE, AP, PCE y nacionalistas catalanes.

Aspectos Clave de la Constitución de 1978

La Constitución de 1978 se caracteriza por ser un texto largo y rígido. Sus aspectos más relevantes incluyen:

Título I: Derechos y Libertades Fundamentales

Este título fue el más discutido durante su elaboración:

• Hubo unanimidad en la declaración de la aconfesionalidad del Estado.
• Se estableció una amplia y detallada declaración de derechos y libertades.
• Entre los asuntos más polémicos, podemos señalar:
  • La pena de muerte, que finalmente acabó excluyéndose.
  • El aborto, cuya regulación se pospuso a leyes posteriores.
  • En materia educativa, se aprobó un texto de consenso.

Título II: La Corona

• La Monarquía se define como parlamentaria, moderadora y arbitral, correspondiéndole funciones representativas y de carácter simbólico.

Título III: Las Cortes Generales (Poder Legislativo)

• Se establecen dos Cámaras:
  • El Congreso de los Diputados, elegido por el sistema proporcional.
  • El Senado, elegido por un sistema mayoritario.

Título VIII: Organización Territorial del Estado

• Se redactó un texto que buscaba solucionar varios problemas simultáneamente:
  • Satisfacer las reivindicaciones de los nacionalismos históricos (Cataluña, País Vasco, Galicia).
  • Dar respuesta al sentimiento nacionalista que comenzaba a emerger en otras regiones, sobre todo como reacción al centralismo.

Legado y Futuro de la Constitución de 1978

La Constitución de 1978 abrió un periodo de democracia del que aún disfrutamos. En los últimos años, han surgido voces que hablan de la necesidad de reformar la Constitución, sobre todo en dos aspectos: el Senado, para convertirlo en una cámara territorial, y la sucesión de la Corona, poco acorde con las corrientes actuales de igualdad de la mujer en todos los ámbitos.