El Sexenio Democrático: De la Revolución de 1868 a la Primera República (1868-1874)
El Gobierno Provisional y la Monarquía de Amadeo I (1868-1873)
La Revolución de 1868 y la Constitución de 1869
Tras la Revolución de 1868, se formó un Gobierno Provisional dirigido por Serrano y se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino. De esas elecciones resultó electa una asamblea dominada por una coalición de progresistas, demócratas cimbrios (es decir, colaboracionistas con el Gobierno Provisional) liderados por Manuel Becerra, y unionistas. Del Partido Demócrata, además de los cimbrios, se escindió y surgió el Partido Republicano Democrático Federal, también conocido como Partido Republicano Federal, liderado por Francisco Pi y Margall, que quedó en minoría en la Asamblea Constituyente, junto a los carlistas.
La Constitución de 1869 fue la más liberal y democrática promulgada hasta el momento. Definió a España como una monarquía constitucional, democrática y parlamentaria; proclamó la soberanía nacional a través de unas Cortes bicamerales (Congreso y Senado) que legislaban y controlaban al ejecutivo; estableció el sufragio universal directo masculino y detalló una serie de derechos y libertades individuales como los de expresión, asociación, religión y culto, entre otros.
El Reinado de Amadeo I y sus Desafíos (1871-1873)
Aprobada la Constitución, el siguiente paso fue encontrar un rey. La coalición se disgregó y se estableció una regencia en la persona de Serrano, con Prim en la Jefatura de Gobierno. El proceso de búsqueda de monarca culminó con la elección en Cortes, el 16 de octubre de 1870, del candidato patrocinado por Prim: Amadeo de Saboya.
Pero antes de que Amadeo I pisase suelo español, su principal valedor, Prim, moría víctima de un atentado a finales de diciembre de 1870. La desaparición del principal de los líderes revolucionarios llevó a la desintegración de la coalición unionista-progresista-demócrata. Amadeo I juró la Constitución el 2 de enero de 1871 y abdicó el 11 de febrero de 1873, tras dos años de reinado plagados de obstáculos y problemas.
Los focos de oposición fueron múltiples:
- La nobleza se mostró indiferente, cuando no hostil, con el rey.
- Los monárquicos alfonsinos defendían la vuelta de los Borbones.
- Republicanos y carlistas conspiraban y provocaban agitación.
Pero los problemas más importantes que afrontaba el país eran la Guerra de Cuba, iniciada en 1868, y sobre todo el estallido de la Tercera Guerra Carlista en 1872, en los escenarios ya tradicionales.
Ante los innumerables problemas que afrontar y falto de apoyos, el rey abdicó el 11 de febrero de 1873. Ante la nueva situación, las Cortes votaron la reforma constitucional para proclamar la República. Para que ello fuera posible fue fundamental el acuerdo entre republicanos y demócratas radicales liderados por Ruiz Zorrilla, quienes en un momento inicial configuraron una coalición de gobierno de la que pronto salieron los radicales.
La Primera República Española (1873-1874)
El nuevo período fue muy convulso, con cuatro presidentes en menos de un año (11 de febrero de 1873 – 3 de enero de 1874). A este complejo panorama político hubo que añadir la Guerra de Cuba y la insurrección carlista, que cobró nuevo brío con la proclamación del nuevo régimen republicano.
Presidentes y Desafíos de la Primera República
- Estanislao Figueras (11 de febrero – 11 de junio de 1873): Durante su gobierno se mantuvo la estructura administrativa de un Estado centralizado y unitario. En mayo se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes en las que los federalistas obtuvieron la mayoría.
- Francisco Pi y Margall (11 de junio – 18 de julio de 1873): Con unas nuevas Cortes, fue nombrado Presidente del Gobierno. Tuvo que afrontar el deterioro del orden público que degeneró en el estallido del movimiento cantonal. Este consistió en una serie de insurrecciones protagonizadas por federalistas intransigentes que intentaron establecer el federalismo desde abajo, y que se extendieron por Levante, Andalucía, Extremadura e incluso Castilla. Allí donde triunfaba se proclamaba el correspondiente cantón y se procedía a la destitución de las autoridades y a la instauración de un Comité de Salud Pública. Pi y Margall intentó encauzar la situación presentando un proyecto de Constitución que otorgaba a la Nación española la forma de República federal, pero la falta de acuerdo entre republicanos de distinto signo imposibilitó la aprobación del proyecto.
- Nicolás Salmerón (18 de julio – 7 de septiembre de 1873): Pi y Margall dimitió, siendo elegido nuevo Presidente Salmerón. Este recurrió al ejército para combatir el movimiento cantonal y, en efecto, el cantonalismo fue aplastado excepto en Cartagena, que resistió hasta el 11 de enero de 1874. Su negativa a firmar las condenas a muerte para los insurrectos le llevó a dimitir.
- Emilio Castelar (7 de septiembre de 1873 – 3 de enero de 1874): Su gestión se centró en gobernar autoritariamente por decreto y apoyarse en el ejército. Ante la fuerte oposición de las Cortes republicanas a la forma de gobernar de Castelar, y la posibilidad de que el poder volviese a manos de federalistas radicales, el Capitán General de Madrid, Manuel Pavía, ocupó el Congreso y disolvió las Cortes el 3 de enero de 1874.
El Fin de la Primera República
Tras este golpe de Estado se estableció una República presidencialista y hasta el 31 de diciembre de 1874 se sucedieron tres «Gobiernos de la República» centrados en el restablecimiento del orden, y presididos respectivamente por Serrano, Juan Zavala y Sagasta. Terminaba así la Primera Experiencia Republicana de la Historia de España y tocaba discernir la salida política del país. La restauración de la monarquía se atisbaba en el horizonte.