España en el Siglo XX: De la Restauración a la Guerra Civil (1902-1939)

El Reinado de Alfonso XIII: Intentos de Modernización, Regeneracionismo y la Crisis de la Restauración (1902-1923)

Entre los años 1902 y 1923, tuvo lugar el reinado de Alfonso XIII. En este tiempo, existían esperanzas de que el nuevo monarca llevara a cabo una política de carácter regenerador, tras el desastre del 98. Su reinado se caracterizó por:

  • La división de los partidos dinásticos, lo que provocó el crecimiento de los nacionalismos, republicanismos y antimilitarismos.
  • Una crisis de liderazgo en los partidos tras la muerte de Cánovas y Sagasta, acentuada por la intervención de la Corona en la vida política y en las luchas dinásticas.
  • El establecimiento de una relación directa entre la Corona y los mandos militares.

El Gobierno Largo de Maura (1907-1909)

Entre 1907 y 1909, destacó el gobierno largo de Antonio Maura, un político del Partido Conservador, jurista y con una gran experiencia política. Su proyecto político era la “revolución desde arriba”. Maura sentía la necesidad de afrontar cambios en el sistema de la Restauración y pensaba que era preciso incorporar nuevas capas sociales a la acción política para evitar la revolución. También buscaba una socialización política conservadora hecha desde el poder. Durante su gobierno, intentó una “moralización de las elecciones” para evitar el caciquismo y fomentó la movilización ciudadana. Para esto, promulgó una nueva Ley Electoral. También preparó una Ley de Administración Local que concedía más autonomía municipal para evitar la excesiva centralización y permitió la agrupación de diputaciones provinciales en mancomunidades. Realizó proyectos en materia social como la creación del Instituto Nacional de Previsión (INP) y la regulación del derecho a huelga.

La Guerra de Marruecos y la Semana Trágica

Aprovechando una crisis interna en Marruecos (1904), Maura firmó un acuerdo con Francia que establecía un área de influencia española sobre la región del Rif. En 1906, España, en la Conferencia de Algeciras, consolidó su área de influencia junto a Francia e incentivó la inversión de empresas españolas. La ocupación encontró resistencia por parte de cabilas locales y, en 1909, los rifeños realizaron continuos ataques a los españoles, derrotándolos en julio en el Barranco del Lobo. El día anterior había comenzado en Barcelona la Semana Trágica (1909), una crisis que fue una protesta contra el embarque de tropas con destino a África y que acabó convirtiéndose en una gran revuelta urbana, en la que se combinaron una huelga general obrera con manifestaciones anticlericales. Esta crisis fue reprimida duramente por el ejército y fue fusilado el director de la Escuela Moderna, Francisco Ferrer i Guàrdia. Esto trajo consigo varias consecuencias:

  • La segunda quiebra de la Restauración.
  • La inclinación de los obreros a favor de las tesis catalanistas o anarquistas.
  • La dimisión de Maura.

El Gobierno de Canalejas (1909-1912)

Entre 1909 y 1912, destacó el gobierno de José Canalejas, un intelectual de formación krausista perteneciente al Partido Liberal Democrático. Realizó un reformismo social y una democratización del sistema. Con su gobierno, hubo un papel activo e intervencionista del Estado en materia social y laboral, una reducción de impuestos de consumos y la promulgación de la Ley de Reclutamiento Obligatorio. Aprobó la Ley del Candado, que pretendía limitar la presencia de órdenes religiosas. Su asesinato truncó el proyecto de regeneración del sistema político.

Crisis y Quiebra del Sistema de la Restauración (1912-1923)

Tras la muerte de Canalejas (1912), se produjo la fragmentación interna de los partidos dinásticos. En el Partido Conservador, se consolidaron dos facciones: los mauristas y los seguidores de Eduardo Dato. El gobierno de Dato mantuvo una posición neutral frente a la Primera Guerra Mundial, lo que favoreció una expansión económica.

La Crisis de 1917

En 1917 estalló la crisis más grave, coincidiendo con el final de la Primera Guerra Mundial. Se manifestaron tres vertientes:

  • Crisis Militar: Producida por el número excesivo de oficiales. Los ascensos se obtenían por méritos de guerra y la inflación había disminuido su poder adquisitivo. El descontento entre los oficiales de baja y media graduación desembocó en la formación de Juntas Militares de Defensa, asociaciones de militares que reclamaban un aumento salarial y se oponían a los ascensos por méritos de guerra.
  • Crisis Política: Dato suspendió las garantías constitucionales, clausuró las Cortes e impuso la censura de prensa. Como reacción, se organizó en Barcelona la Asamblea de Parlamentarios, que exigió la formación de un gobierno provisional que convocase unas Cortes Constituyentes capaces de reestructurar un Estado descentralizado. Se convocó una reunión de todos los diputados y senadores españoles, pero el gobierno la prohibió y disolvió. Dato pretendía una renovación dentro de la monarquía, democratizar la vida política y consolidar su poder como clase, pero esto fracasó por varias razones.
  • Crisis Social: Motivada por el descenso de los salarios reales, provocado por la coyuntura bélica. El estallido de un conflicto ferroviario en Valencia provocó la convocatoria de una huelga general por parte de la UGT, con el apoyo del PSOE. Esta huelga general de 1917 tuvo éxito en Cataluña, Madrid, País Vasco y Asturias. Fue reprimida por el ejército tras la declaración de la Ley Marcial; y Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero fueron detenidos y condenados a cadena perpetua.

El Desastre de Annual y sus Consecuencias

La fase más aguda del conflicto en Marruecos tuvo lugar en los años finales de la Restauración, cuando España decidió hacer una ocupación en Yebala, controlada por El Raisuni, y en el Rif, dominado por Abd el-Krim. En 1921, las tropas rifeñas derrotaron a las tropas españolas en Annual y recuperaron el territorio. La derrota desencadenó consecuencias políticas como críticas al ejército en África y a las responsabilidades políticas. Estas consecuencias hicieron que el gobierno abriera el Expediente Picasso, que fue paralizado por la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

Las causas del golpe de Estado que realizó Miguel Primo de Rivera fueron varias:

  • El deterioro político del sistema de la Restauración, que provocó una inestabilidad de los gobiernos.
  • Desórdenes públicos (como el pistolerismo) y sociales.
  • La presencia constante del ejército en la vida pública.
  • El ascenso de los fascismos, favorecido por la crisis del liberalismo.

El Golpe de Estado y el Directorio Militar (1923-1925)

Como Capitán General de Cataluña, Primo de Rivera pidió plenos poderes para acabar con el terrorismo. Se pronunció el 13 de septiembre de 1923, en Barcelona, contra la legalidad constitucional, declaró el estado de guerra y exigió que el poder pasara a manos militares. El nuevo régimen militar se presentó ante el país en forma de Manifiesto. Primo de Rivera justificó el golpe de Estado con el argumento de que el régimen constitucional estaba bloqueado y desprestigiado, y existía un grave peligro de revolución social. En su discurso se pudo apreciar alguna pretensión regeneracionista, se centró en la crítica de la vieja política, presentó un claro componente populista y anunció la voluntad de acabar con el caciquismo y las amenazas a la unidad nacional. Con todo esto, triunfó sin resistencia, con el apoyo de la burguesía catalana. El PSOE y la UGT colaboraron con la dictadura, y el propio rey legitimó el pronunciamiento, nombrando a Primo de Rivera presidente.

Entre los años 1923 y 1925, Primo de Rivera llevó a cabo su Directorio Militar. Concentró todo el poder en su persona, asumiendo la capacidad ejecutiva y las relaciones con el rey. En este Directorio, suspendió el régimen constitucional, gobernó con decretos, militarizó la administración y reprimió el obrerismo radical. También recogió algunos presupuestos de la política intervencionista de Maura, pero afrontados mediante una intervención quirúrgica, el llamado “cirujano de hierro”, sobre el cuerpo social y político. Reformó la administración local, dividiéndola en Estatuto Municipal y Estatuto Provincial, lo que supuso una mayor autonomía y representación corporativa. Se disolvieron los ayuntamientos y se sustituyeron por juntas municipales. Como medida de control social, promovió el Somatén. Fomentó el nacionalismo de Estado con carácter unitario, lo que entró en contradicción con los nacionalismos periféricos, y suprimió la Mancomunidad de Cataluña. Solucionó el problema de la Guerra de Marruecos y, para ello, llevó a cabo el desembarco franco-español de Alhucemas (1925), que acabó con Abd el-Krim.

El Directorio Civil (1925-1930) y la Economía

Entre 1925 y 1930, tuvo lugar el Directorio Civil de Primo de Rivera, en el que los ministros militares, encargados de los asuntos políticos y del orden público, convivieron con ministros civiles, jóvenes mauristas o católicos sociales, que se ocuparon de la gestión. El nuevo régimen se asentó sobre unas bases políticas del modelo liberal. En este tiempo, destacaron dos momentos:

  • La Unión Patriótica, impulsada por Primo de Rivera, que pretendía ser un partido único, dividido en cuerpos intermedios que regulaban las relaciones sociales y permitían ordenar todos los ámbitos de la sociedad; tenía una representación de carácter corporativo de elección indirecta.
  • La Asamblea Nacional Consultiva, formada por representantes de las instituciones locales, centrales y profesionales.

En cuanto a la economía, estuvo muy controlada por la dictadura. Primo de Rivera se benefició de la buena coyuntura económica internacional y se obsesionó por fortalecer el mercado nacional y apoyar la producción interior. Reguló los precios y ordenó los sectores productivos, creando el Consejo de Economía Nacional. También realizó grandes obras públicas, como la construcción de carreteras, la creación de las Confederaciones Hidrográficas y varios planes hidroeléctricos. Se crearon monopolios como Telefónica y CAMPSA. En cuanto a la política agraria, se realizó un proyecto de reforma agraria y se concedieron fondos a los colonos para comprar terrenos. Por último, también surgió la Organización Corporativa Nacional y se crearon Comités Paritarios para evitar conflictos sociales, los cuales contaron con la colaboración de la UGT.

Oposición y Caída de la Dictadura

El estallido de la crisis económica internacional y la permanencia de Primo de Rivera en el poder hicieron que surgiera la oposición de los intelectuales, como Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset y Vicente Blasco Ibáñez, y de los estudiantes universitarios. También hubo enfrentamientos con el catalanismo por la supresión de la Mancomunidad y se produjeron conspiraciones militares como la Sanjuanada.

En 1929, se retiraron los capitales extranjeros, se realizaron indemnizaciones a las compañías extranjeras, se produjo una depreciación de la peseta y hubo un déficit presupuestario. Esto llevó a que los sectores sociales abandonaran el apoyo a Primo de Rivera, lo que condujo a su dimisión en enero de 1930.

La «Dictablanda» de Berenguer y el Camino a la República

Tras la dimisión de Primo de Rivera, el general Dámaso Berenguer formó un gobierno con el objetivo de volver al régimen constitucional. Este gobierno es conocido con el nombre de la “Dictablanda”. Sin embargo, los conservadores y liberales se negaron a participar en el gobierno, que solo estuvo apoyado por miembros de la oligarquía financiera y caciquil. La vuelta al régimen constitucional fue muy lenta en el restablecimiento de las libertades constitucionales y erró al desarrollar una política restrictiva en las inversiones y el gasto público en un momento de crisis económica.

En 1930, las fuerzas antimonárquicas firmaron el Pacto de San Sebastián. Para coordinar la labor de oposición, se organizó un Comité Revolucionario encargado de contactar con los militares republicanos y buscar el apoyo obrero. En diciembre de este mismo año, fracasaron la Sublevación de Jaca, liderada por Fermín Galán y Ángel García Hernández (quienes fueron fusilados), y la Sublevación de Cuatro Vientos, liderada por Ramón Franco y Gonzalo Queipo de Llano. Se produjo una sublevación de los sindicatos y la FUE se manifestó a favor de la república, junto a Ortega, Marañón y Pérez de Ayala. Así fue como Berenguer, sin apoyos políticos, dimitió y fue sustituido por el almirante Juan Bautista Aznar, quien convocó elecciones municipales en abril. Aunque la mayoría de los concejales elegidos eran monárquicos, los republicanos habían ganado en las capitales de provincia y ciudades importantes, donde el sufragio era más abierto y limpio. La abstención fue elevada en el campo y en las zonas monárquicas, donde los republicanos se abstuvieron.

La Segunda República Española: Constitución de 1931 y Bienio Reformista (1931-1933)

Tras el triunfo de la derecha (radicales, CEDA, etc.) en las elecciones de 1933, los gobiernos radicales rectificaron algunas de las reformas ya implementadas. Frenaron la reforma agraria (se abandonaron las tierras ocupadas, bajaron los salarios, se derogaron las expropiaciones), se concedió la amnistía a Sanjurjo, se llevó a cabo una revisión de la política religiosa y cultural (acercamiento al Vaticano, apertura de escuelas parroquiales), y hubo un crecimiento de la conflictividad social.

La Revolución de Octubre de 1934

En 1934 estalló una revolución debido a la entrada de la CEDA en el gobierno, lo que Manuel Azaña consideró una “traición a la República”. También fue resultado de la polarización y las discrepancias entre mantener un régimen republicano o aceptar la democracia política. Por último, hubo una convocatoria de insurrecciones por parte de los socialistas y la UGT.

La Revolución de Asturias

La huelga solo triunfó en Asturias, convocada por UGT y CNT. Hubo una insurrección armada en la cuenca minera con el objetivo de tomar el poder por parte del PSOE y llevar a cabo una revolución social, que fue reprimida por el ejército africanista mandado por el general López Ochoa.

La Proclamación del Estado Catalán

En Cataluña, la crisis tuvo su origen en el enfrentamiento entre la Generalitat y el gobierno central por la Ley de Contratos de Cultivo, propuesta por Esquerra Republicana y rechazada por el gobierno de Alejandro Lerroux. El Estado Catalán de la República Federal Española fue proclamado por Lluís Companys, y hubo una rebelión abortada por el ejército, cuyos líderes fueron encarcelados en un barco. Finalmente, se suprimió el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Consecuencias de la Revolución de Octubre

  • Refuerzo de la CEDA.
  • Represión de organizaciones obreras.
  • Las izquierdas republicanas denunciaron la insurrección y se agruparon en dos partidos, Izquierda Republicana y Unión Republicana, que apostaron por un entendimiento con los socialistas.

Final del Bienio Radical-Cedista (1934-1936)

José María Gil Robles fue nombrado Ministro de la Guerra, y Francisco Franco Jefe del Estado Mayor. Se formó una política reaccionaria y hubo una radicalización socialista. Se rechazó la reforma agraria de Giménez Fernández (la “Ley de Arrendamientos Rústicos”). Hubo escándalos como el del “Estraperlo” (un soborno para instalar una ruleta) y el caso Nombela, que afectaron a Lerroux. Por último, Manuel Portela Valladares convocó elecciones para organizar una fuerza republicana centrista.

El Frente Popular y el Bloque Nacional (1936)

Se produjeron elecciones en febrero de 1936, con dos bloques políticos principales:

  • El Frente Popular: Estaba compuesto por partidos republicanos de izquierda (Izquierda Republicana, Unión Republicana) y socialistas. Su programa buscaba recuperar las grandes líneas del gobierno azañista, proponiendo una amnistía general, una reorganización de la justicia para acelerar las reformas agrarias, y la intervención del Estado en el Banco de España.
  • El Bloque Nacional: Agrupaba a monárquicos, tradicionalistas, la Liga, FE y JONS, y la CEDA. No tenían un acuerdo general.

Las elecciones dieron la victoria por un estrecho margen al Frente Popular, que ganó en Madrid, Cataluña y Asturias. Las derechas se impusieron en Castilla, León y Aragón.

La Radicalización Política y el Estallido de la Guerra

Manuel Azaña fue nombrado Presidente de la República y Santiago Casares Quiroga Presidente del Gobierno. El gobierno era republicano, restauró la política del primer bienio y añadió la tramitación de los estatutos de autonomía del País Vasco y Galicia. Se produjo una radicalización de la derecha y la izquierda. Hubo movilización obrera y huelgas promovidas conjuntamente por UGT y CNT. Los patronos cerraron fábricas. Los grupos extremistas de la derecha (FE y Bloque Nacional) confiaban cada vez menos en el parlamentarismo. Había una lucha callejera no controlada por el gobierno. Se produjo un incremento del terrorismo con los asesinatos del teniente José Castillo y José Calvo Sotelo (12 y 13 de julio), lo que fue el detonante de la sublevación militar.

La Guerra Civil Española: Sublevación Militar, Estallido y Desarrollo del Conflicto (1936-1939)

Conspiración y Sublevación Militar

La conspiración se gestó a partir de la llegada al poder del Frente Popular, a través de la Unión Militar Española (UME). La República estableció cierta vigilancia sobre militares sospechosos, a quienes desplazó a destinos considerados poco peligrosos (como Francisco Franco a Canarias; Manuel Goded a Baleares; Emilio Mola a Pamplona), y colocó en puntos clave a militares leales. El levantamiento estaba previsto para el 20 de abril. Mola sería el director y José Sanjurjo el presidente del Directorio Militar. El ejército encabezó el levantamiento, apoyado por formaciones políticas que no querían la República; la CEDA se mantuvo al margen. Los principales motivos esgrimidos fueron la defensa de los intereses de clase, el anticomunismo, el anticatolicismo y el caos social.

El principal detonante fue el asesinato de José Calvo Sotelo el 13 de julio, que siguió al asesinato del teniente José Castillo. El 17 de julio se inició la rebelión militar en Melilla, que se extendió a Ceuta y al Protectorado de Marruecos. En la península, el alzamiento se llevó a cabo el 18 de julio, pero no tuvo éxito en algunas zonas debido a la resistencia de los partidos de izquierda, los sindicatos y los militares leales a la República. El día 19, Franco voló a Tetuán y asumió el mando de las tropas del norte de África. El director Mola no tenía claro el futuro, ya que los falangistas deseaban un modelo fascista. El día 21, los sublevados dominaban una gran parte de España, como Sevilla, Cádiz, Aragón y zonas agrarias de Castilla, Galicia y Baleares. Sin embargo, la sublevación fracasó en zonas más industrializadas como Santander, el País Vasco, Cataluña, Andalucía y Madrid. El fallido pronunciamiento dividió España en dos zonas totalmente diferentes, lo que desembocó en la Guerra Civil.

Desarrollo de Operaciones Militares

La batalla por Madrid comenzó en julio de 1936 y se extendió hasta marzo de 1937. El primer objetivo fue Madrid, con avances desde el norte (Mola) y desde el sur (Franco). Mola se estancó en el Sistema Central, lo que se conoció como la “guerra de columnas”. Desde Barcelona, los anarquistas y el POUM lanzaron una

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