El Directorio Civil y la Política de Primo de Rivera (1923-1930)
En 1927 se creó la Asamblea Nacional Consultiva, encargada de elaborar una nueva Constitución y cuyos representantes fueron elegidos, en su mayoría, por el propio Gobierno. El proyecto de Constitución no reconocía ni la soberanía nacional ni la separación de poderes. La propia división entre los miembros de la Asamblea hizo imposible la elaboración de la Constitución.
Política Social y Laboral
- El Directorio Civil se mostró muy activo en política social y laboral con el objetivo de integrar al movimiento obrero en el régimen. Dicha política consistió en satisfacer reivindicaciones básicas de los obreros por medio de ciertas mejoras sociales (5000 nuevas escuelas, incremento de la plantilla de maestros, construcción de casas baratas, subsidio a las familias numerosas, etc.).
- La intervención del Estado en las relaciones laborales buscaba solucionar los conflictos laborales por medio de “comités paritarios” (cinco obreros y cinco miembros de la patronal) que reglamentaban salarios y condiciones laborales. La UGT se prestó a dicho sistema, colaborando con la dictadura. El número de huelgas disminuyó, aunque a ello también contribuyó el recorte de libertades.
Política Económica y Obras Públicas
- La política económica se basó en un incremento de la intervención del Estado en todos los ámbitos de la economía. Aprovechando la buena coyuntura económica mundial de los “felices años veinte”, el régimen fomentó obras públicas como la modernización y ampliación de la red de carreteras y ferroviaria.
- Se impulsó una política hidráulica (Confederaciones Hidrográficas) basada en la construcción de pantanos que ayudasen a mejorar el riego agrícola y la producción hidroeléctrica.
- Se crearon monopolios estatales en sectores clave como las comunicaciones (Telefónica) y el refinado de petróleo (CAMPSA). Las empresas españolas también se beneficiaron de subvenciones del Estado y de una política arancelaria proteccionista.
La Oposición a la Dictadura y la Dimisión de Primo de Rivera
El autoritarismo, la corrupción de miembros del gobierno, incluido el propio dictador, y unos resultados económicos pobres, hicieron que a partir de 1928 el proyecto de Primo de Rivera fuera perdiendo apoyos y la oposición empezara a crecer:
Frentes de Oposición
- A nivel político: La antigua clase política de la Restauración exigía al rey el restablecimiento de la Constitución, mientras que los republicanos tomaron impulso, agrupándose en Alianza Republicana. En Cataluña, la burguesía retiró su apoyo a Primo de Rivera por su fuerte anticatalanismo y surgió un nuevo partido: Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Los partidos y sindicatos obreros empezaron a oponerse abiertamente a Primo de Rivera: el PSOE y la UGT se distanciaron del régimen, y junto con el PCE, vieron la República como la única alternativa. Los anarquistas más radicalizados crearon en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI).
- Intelectuales y estudiantes: Figuras como Unamuno, Ortega y Gasset o Blasco Ibáñez fueron muy críticos con la dictadura, lo que les acarreó sanciones; sin embargo, los estudiantes universitarios los respaldaron organizando manifestaciones de protesta.
- Oposición militar: Primo de Rivera también se enfrentaba a una parte de los oficiales del Ejército que rechazaban una reforma de ascensos que favorecía a los africanistas frente a los peninsulares. El propio Alfonso XIII empezaba a retirar su apoyo al dictador.
El Fin de la Dictadura
En 1929 se desató una fuerte crisis económica a nivel internacional que también afectó a España. En este contexto, el 30 de enero de 1930, Primo de Rivera presentó su dimisión a Alfonso XIII y se exilió a Francia.
La Caída de la Monarquía (1930-1931)
Alfonso XIII encargó formar un nuevo Gobierno al general Dámaso Berenguer, que intentó restablecer la normalidad constitucional de 1876, pero la mayor parte de la sociedad española y los partidos políticos habían perdido la confianza en el rey como líder de una regeneración política.
El Pacto de San Sebastián y la Conspiración Republicana
En agosto de 1930, las principales fuerzas políticas de oposición (Acción Republicana de Azaña, Derecha Liberal Republicana de Alcalá Zamora y el Partido Radical de Lerroux), junto con nacionalistas catalanes y gallegos, firmaron el Pacto de San Sebastián, al que más tarde se uniría el PSOE. En diciembre, los miembros del Pacto difundieron un manifiesto en el que, de forma explícita, llamaban a la población a derribar la monarquía. También se constituyó un comité revolucionario encargado de preparar el cambio de régimen mediante un levantamiento militar con apoyo civil. El levantamiento militar (en Jaca y Cuatro Vientos) fracasó, y los cabecillas militares fueron fusilados, mientras que varios líderes políticos fueron encarcelados.
Las Elecciones Municipales y la Proclamación de la República
Berenguer y su posterior sustituto, el almirante Aznar, intentaron ganar tiempo y salvar a la monarquía organizando un proceso electoral escalonado: primero municipal y después a Cortes Constituyentes. Los republicanos y socialistas decidieron concurrir a las elecciones municipales del 12 de abril en coalición, planteándolas como un plebiscito a favor o en contra de la monarquía. El triunfo de la coalición en las grandes ciudades, menos influidas por los caciques, se interpretó como un rechazo a la monarquía y miles de personas salieron a manifestarse a favor de la República. El 14 de abril se proclamó la República en las principales ciudades del país y Alfonso XIII, falto de apoyos, tomó el camino del exilio.