Evolución política del Siglo XVIII

9.1. La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht

El rey Luis XIV de Francia (dinastía Borbón) aprovechará la decadencia hispana anexiónándose plazas y territorios españoles. La falta de descendencia de Carlos II originó varios tratados secretos de reparto de sus dominios entre las potencias europeas. Ante esa situación, el monarca español legará en su último testamento todos sus Estados al nieto del rey francés, Felipe de Anjou. Las potencias opuestas a la hegemonía francesa se unieron en la Gran Alianza de la Haya (Austria, Gran Bretaña, Holanda, Portugal y otros) para apoyar al candidato austriaco de la dinastía Habsburgo, el archiduque Carlos. Se inicia así la Guerra de Sucesión Española (1701-13) en la que destacan las victorias borbónicas en la batalla de Almansa (1707) o en el asedio y toma de Barcelona (11 de Septiembre de 1714). En este conflicto, además de la división del continente, también España divide sus apoyos, puesto que Felipe V era respaldado mayoritariamente en Castilla mientras que Aragón se inclínó por Carlos de Austria. Además estaban en juego las colonias y el comercio con América, hasta entonces monopolizado por España. Cuando el archiduque Carlos hereda el trono austriaco, sus aliados, temiendo el exceso de poder de éste, deciden aceptar a Felipe V como monarca. De ese modo, se firma el Tratado de Utrecht-Rastadt (1713/14) por la que se reconoce a Felipe V como rey de España pero los dominios europeos de los Habsburgo españoles pasan a manos austriacas. Nuestro país pierde Gibraltar y Menorca a favor de los británicos quienes además consiguen derechos comerciales en América. También Francia gana tierras en América.

9.2. Cambio dinástico. Los primeros Borbones

El nuevo monarca, nieto del rey más poderoso de la época, nacido y educado en Francia y miembro de la dinastía Borbón, comenzará la implantación de un absolutismo monárquico de gran influencia francesa. El comportamiento, las costumbres y normas (como la Ley Sálica) e incluso asuntos más banales como la vestimenta, la arquitectura o las artes quedan bajo el fuerte influjo del rey  y la corte de Versalles. Además, políticamente esa influencia será más acentuada entre los primeros monarcas de esta dinastía puesto que los herederos de Felipe V serán tres de sus hijos. Así, reinarán sucesivamente Felipe V (1700-24), Luis I (1724) quién, fallecido prematuramente, hace que vuelva a reinar Felipe V (1724-46), posteriormente Fernando VI (1746-59) y Carlos III (1759-88) quién antes había reinado en Nápoles. Todos ellos irán combatiendo las pocas limitaciones que aún frenaban el poder de la Corona con un modelo más uniformizador y centralista. Las sucesivas propuestas de reformas se verán dificultadas por el creciente retraso y decadencia internacional de España y la excesiva dependencia de la política exterior francesa. Será especialmente con Carlos III con el se corrijan algunos de estos obstáculos, aunque su reinado será excepcional.


9.3. Reformas en la organización del Estado. La monarquía centralista


Tras la guerra, los Borbón acometen reformas encaminadas a la centralización del Estado y la uniformidad institucional siguiendo el modelo francés de Luis XIV. Con Felipe V se aplicaron los Decretos de Nueva Planta que abolían los fueros de Aragón y Valencia en 1707 (se justifica como represalia al apoyo al archiduque Carlos) y poco después en Cataluña y Mallorca. Las leyes, instituciones y lengua castellanas rigen en todo el territorio a excepción de Navarra y las provincias vascas (que conservaron sus fueros). Las Cortes de Castilla pasaron a ser las de España aunque perdieron atribuciones. Las secretarías comenzaron a parecerse a auténticos ministerios y se reúnen en la Junta Suprema de Estado. En la península se suprimen los virreinatos y se crean las provincias a cuyo frente se coloca un Capitán General y una Audiencia. Se reformó la Hacienda nombrando intendentes con función recaudatoria y de impulso económico. Con Fernando VI se realizó el Catastro de Ensenada (1750) cuya información económica y demográfica resulta muy valiosa. Felipe V sustituye la tradición sucesoria castellana por el sistema propio de los Borbón conocido como Ley Sálica, que da preferencia a la línea directa y ante ausencia de varones a la línea colateral, con lo que en la práctica las mujeres son excluidas del trono.

9.4. La práctica del despotismo ilustrado: Carlos III


Carlos III accede al trono español tras haber ejercido como rey en Nápoles. Es considerado como modelo de monarca del Despotismo Ilustrado (sistema de gobierno absoluto pero que realiza reformas en favor del país basadas en ideas de los ilustrados). Su reinado es recordado como impulsor de mejoras y muy especialmente en Madrid capital. Su programa de reformas abarcó muy diversos ámbitos llegando desde lo más académico (museos, observatorios) hasta lo más popular (iluminación, vestimenta), lo que le enfrentó en ocasiones con la tradición (caso del Motín de Esquilache en 1766). Así, se declararon “honestas” todas las profesiones (intentando implicar en la producción e inversión a la nobleza). Se modernizaron las finanzas, apareciendo el Banco de San Carlos (precedente del Banco de España), y se funda la Lotería. Se impulsó la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País que ofrecieron estudios e informes para el desarrollo económico y general (en ese contexto se entiende el “Informe sobre la Ley Agraria” de Jovellanos en 1795). Se fundaron industrias y se colonizaron tierras como Sierra Morena (con el impulso de los ministros Campomanes y Olavide). Frenó la influencia eclesiástica al expulsar a los jesuitas. No obstante, España seguirá arrastrando una escasa demanda industrial, poca implicación de las clases adineradas y un desesperante tradicionalismo de los estamentos.

9.5. Evolución de la política exterior en Europa


La firma del Tratado de Utrecht hace que España pierda poder en Europa, pero le libera de problemas y gastos y le podía permitir reparar su economía en la península. Con esas bases, la política exterior española durante el Siglo XVIII estuvo muy influida por la relación con Francia. Se distinguen tres etapas: – Primera etapa. Felipe V: España se va alejando en su relación de Gran Bretaña, recupera las posesiones del sur de Italia para el futuro Carlos III (de allí era la segunda esposa del rey, Isabel de Farnesio) y en tercer lugar firma alianzas con Francia, el Primer Pacto de Familia (1733) y el Segundo Pacto de Familia (1743) que le obligaron a combatir en conflictos europeos (Polonia y Austria respectivamente). – Segunda etapa. Fernando VI: La neutralidad española en los conflictos de este periodo permitíó un considerable ahorro que se invirtió en reestructurar el ejército y la flota así como sanear las finanzas. – Tercera etapa. Carlos III: La modernización interna se vió dificultada en el exterior por la firma del Tercer Pacto de Familia (1761) que enfrentó a Francia y España con Gran Bretaña en la Guerra de los Siete Años y la Independencia de los EE.UU. Cuyas consecuencias territoriales serán la posesión de Florida y la recuperación de Menorca.


9.5. Evolución de la política exterior en Europa

La firma del Tratado de Utrecht hace que España pierda poder en Europa, pero le libera de problemas y gastos y le podía permitir reparar su economía en la península y en Hispanoamérica. Con esas bases, la política exterior española durante el Siglo XVIII estuvo muy influida por la relación con Francia. Se distinguen tres etapas: – Primera etapa. Felipe V: España se va alejando en su relación de Gran Bretaña, recupera las posesiones del sur de Italia para el futuro Carlos III (de allí era la segunda esposa del

rey, Isabel de Farnesio) y en tercer lugar firma alianzas con Francia, el Primer Pacto de Familia (1733) y el Segundo Pacto de Familia (1743) que le obligaron a combatir en conflictos europeos (Polonia y Austria respectivamente). – Segunda etapa. Fernando VI (Luis I apenas tuvo tiempo de reinar): La neutralidad española en los conflictos de este periodo permitíó un considerable ahorro que se invirtió en reestructurar el ejército y la flota así como sanear las finanzas. – Tercera etapa. Carlos III: La modernización interna se vió dificultada en el exterior por la firma del Tercer Pacto de Familia (1761) que enfrentó a Francia y España con Gran Bretaña en la Guerra de los Siete Años y la Independencia de los EE.UU. Cuyas consecuencias territoriales serán la posesión de Florida y la recuperación de Menorca. El estallido de la Revolución Francesa, obligará a replantearse la política exterior.

9.6. La política borbónica en América

La Administración colonial se había quedado anticuada y tenía un nivel de corrupción destacado. Para reformar esa situación se crean dos nuevos virreinatos, Nueva Granada y Río de la Plata, y se crean las visitas y juicios de residencia, revisiones a las que se sometía a cualquier cargo, quién debía dar cuenta de su gestión. Desde el punto de vista económico, al comienzo se mantuvo el monopolio comercial desde Sevilla y Cádiz pero según avanza el siglo se fueron abriendo los demás puertos, lo que produjo una mejora tanto para España como para Hispanoamérica. Socialmente, el mestizaje distinguía la colonización española con respecto a las colonias francesas e inglesas de Norteamérica. Los criollos (nacidos en América pero descendientes de españoles y muchos educados en la península) comienzan a destacar disputando poderes a los propiamente españoles. La Iglesia, a pesar de la expulsión de los jesuitas con Carlos III, mantuvo una fuerte influencia religiosa, social y educativa.

9.7. La Ilustración en España

La Ilustración llega a España fundamentalmente en su versión francesa más que la inglesa o la germánica. El conocimiento científico, la crítica racional, el abandono de las creencias por fé y las innumerables publicaciones existentes reflejan toda una corriente de pensamiento que marca la evolución intelectual, política, económica, social o cultural. Muchos ilustrados españoles formaron parte del entorno político (especialmente en época de Carlos III) y su lucha por recuperar el control educativo que dominaba la Iglesia acarreará fuertes complicaciones y acusaciones a más de uno. Desde la corona se fomentó la creación de los colegios profesionales, las Reales Academias, las Sociedades Económicas de Amigos del País e instituciones de progreso cultural (observatorios, museos, jardines botánicos). La prensa (se crea la Gaceta de Madrid) llega hasta un centenar de cabeceras. A título individual podemos resaltar a Feijoo, Celestino Mutis o Jorge Juan y Antonio de Ulloa y más cercanos a las tareas políticas Jovellanos e incluso los ministros Campomanes o Floridablanca.

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