Fin del sexenio democrático

PANORAMA GENERAL DEL REINADO DE ALFONSO XIII. INTENTOS DE MODERNIZACIÓN


Regeneracionismo y crisis socio-económicas



En este tema propuesto pasaré a redactar el panorama general del reinado de Alfonso XIII así como los intentos de modernización durante este reinado. Para ello veo imprescindible citar el regeneracionismo y las crisis socio-económicas que sucedieron durante esa época.

La pérdida de las colonias en 1898 extendió el pesimismo en toda la nación, el pueblo desconfiaba de los políticos, los intelectuales criticaban un sistema ya caduco que había perdido ya a sus líderes (Cánovas del Castillo y Sagasta). Alfonso III no logró mantener el sistema de turnos estableciéndose al final de su reinado gobiernos de concentración (con ideologías de todo tipo. Esta decadencia abría paso a la dictadura militar de Primo de Rivera.

La expansión del pesimismo tuvo lugar en distintos ámbitos. Por un lado, Joaquín Costa, creador del Regeneracionismo, pedía reformas que mejoraran el nivel de vida del pueblo: reformas sociales, construcción de infraestructuras, reforma electoral para acabar con el caciquismo… Las ideas de Joaquín Costa influyeron en los políticos de la época, entre los que destaca Miguel Maura. Sin embargo, las reformas fracasaron y solo sirvieron para aumentar el malestar social. Entre los literatos, la generación del 98 criticaron la situación del país pero no plantearon propuestas de cambio. Antonio Machado difundió su idea de “las dos Españas”, una España periférica, desarrollada, moderna… y otra interior, rural y atrasada.

En esta línea, filósofos como Ortega y Gasset defendieron el Novecentismo, apuesta ideológica por el desarrollo cultural. Estos filósofos compararon la situación de España con Europa criticando el escaso desarrollo cultural de nuestro país y apuntando éste como la causa de la decadencia de España.

A la expansión de estas ideas se unió la oposición política (nacionalistas, republicanos…) . Ambos debilitaron el poder del nuevo monarca, Alfonso XIII.

El sistema de Restauración se tambaleaba, la rigidez de la práctica política impedía realizar las reformas que el país necesitaba. Es este contexto los gobiernos se sucedieron. El primero de ellos, dirigido por el conservador Maura. El sucesor de Cánovas del Castillo inició una política reformista conocida como “La Revolución desde arriba”. Este proyecto político afectaba a las masas de la Restauración:

A) se presentó un proyecto de ley que pretendía acabar con la centralización, permitiendo la formación de “mancomunidades” (unión de todos los pueblos para lograr su autogobierno)

B)Para acabar con el caciquismo pretendió reformar el sistema electoral

C) creó un instituto de reformas sociales

D)Intentó intervenir en la economía con el objetivo de proteger la industria española de la competencia extranjera

Estas reformas no llegaron a ponerse en práctica provocando el malestar de distintos grupos. Por un lado el ejército pretendía que el gobierno aprobara la Ley de Jurisdicciones, esta ley establecía que los delitos militares serían juzgados por un tribunal militar. Por otro lado el partido liberal se mantiene en contra de las reformas de Maura. En este contexto el gobierno decide intervenir en África, para ello debe de llamar a filas a muchos jóvenes españoles. El ejército destinado a África debe embarcar en Barcelona, ciudad en la que se suceden las manifestaciones, huelgas y protestas contra la intervención española en África. El gobierno actúa con fuerza reprimiendo estos sucesos y acusando a los anarquistas  de animar el malestar del pueblo. Durante una semana los actos de protesta iban acompañados de un gran número de muertes, es lo que se conoce como “la Semana Trágica de Barcelona”.

Después de esto, el gobierno de Maura es sustituido por el de Canalejas (liberal), quien desarrolló un amplio programa de reformas sociales, pero su gobierno duró poco ya que sería asesinado en 1912. A este lo sucede Romanones y Dato después. La situación del país era de inestabilidad continua, desencadenando finalmente en la Triple Crisis de 1917.

 El inicio de la 1ª Guerra Mundial en 1914 había dividido la sociedad entre aquellos que defendían la participación de España en la gran Guerra y los partidarios de la neutralidad, esta última fue la opción escogida por el gobierno. Entre 1914 y 1917 España exportaba al resto de países europeos productos industriales, alimenticios… Esto provocó un rápido crecimiento económico, que se trasladó a la población española a través de una continua subida de precios.

Como consecuencia, las manifestaciones se convirtieron en cotidianas, el malestar social se generalizaba, por un lado el ejército dividido entre africanista y nacional formaba las Juntas de Defensa. En estas asambleas se reclamaban al gobierno de Dato mejoras salariales y aumento de derechos. Estas peticiones son aceptadas por el gobierno de Dato, lo que aumentó el malestar de otros grupos sociales. La oposición política  reclamaba cambios urgentes a través de la Asamblea Parlamentaria. El gobierno silenció estas peticiones incluyendo en el gobierno a un miembro del nacionalismo catalán. Esto fue visto por el resto de la oposición como una traición. A todo se unió la declaración de Huelga General, Los obreros asistieron a la huelga organizada por UGT, PSOE y CNT. Ante esta situación el gobierno declaró el estado de guerra para pacificar el país. Coco consecuencia el sistema se debilitó sucediéndose los gobiernos de concentración, en este panorama la intervención del ejército en África, que concluyó con el desastre de “Annual”, poniendo en cuestión el poder del monarca. El ejército cuestionado por la sociedad, organiza un golpe de estado en forma de pronunciamiento militar.

Primo de Rivera encabezó un pronunciamiento militar que marcaría el inicio de su dictadura. 


SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)



En este tema propuesto pasaré a redactar el contexto en el que tuvo lugar El sexenio Democrático (1868-1874). Considero imprescindible hacer referencia brevemente al fin del reinado de Isabel II.

La difícil situación económica, política y social a finales del reinado de Isabel II provocó la unión entre demócratas, progresistas y unionistas en el pacto de “Ostende”.

Este acuerdo pretendía derrotar a Isabel II e instaurar un gobierno provisional que gobernara el país. Este pacto político fue apoyado por la revolución popular. En Cádiz, el pueblo se revolucionó contra el poder de la reina. Pueblo y políticos se unieron en la “Gloriosa” para acabar con el reinado de Isabel II. En 1868, tras la batalla de Alcolea, la reina salía de España y el país quedaría en manos de un gobierno provisional liderado por Serrano y Prim acabando así la monarquía de Isabel II.

La marcha de Isabel II y la batalla de Alcolea supuso el triunfo de la “Gloriosa” y de los componentes del pacto de Ostende.

La primera tarea de este nuevo gobierno de Serrano y Prim era pacificar al país, para ello era necesario un entendimiento con las juntas revolucionarias. Estas se disolvieron cuando el gobierno provisional se comprometió a reconocer el sufragio universal masculino, la amplia declaración de derechos y libertades …

Una vez conseguido esto, el gobierno debía elaborar una Constitución y aprobar un proyecto de modernización económica.

Este último comprendía la siguiente reforma: la peseta como única moneda de curso legal en España, se aprobó la ley de bases que permitió la entrada de capital extranjero a nuestro país, amplia política librecampista y una reforma fiscal más justa.

El Gobierno Provisional también debía elaborar una nueva Constitución aprobada por unas cortes constituyentes elegidas por sufragio universal. De estas cortes se eligen los componentes de la Comisión encargada de elaborar la Carta Magna, esta comisión estuvo presidida por Salustiano Olózaga.

Los principios fundamentales de esta constitución son la soberanía nacional; sufragio universal; monarquía parlamentaria; división de poderes (poder ejecutivo para el rey a través del gobierno, poder legislativo para las cortes bicamerales,  y el poder judicial para los tribunales);amplia declaración de derechos y libertades; y libertad de cultos religiosos comprometiéndose a la sostenibilidad de la religión católica.

Una vez aprobada la constitución, la siguiente tarea del gobierno provisional era buscar un monarca. El monarca debía ser liberal y católico con la excepción de Isabel II y su hijo. Los candidatos a la corona española llegaron de toda Europa: El Duque de Montpensier, Leopoldo Hohenzollem, Fernando de Coburgo y Amadeo Duque de Aosta.

Entre estos candidatos, el elegido fue Amadeo I de Saboya. Esta candidatura fue apoyada sobretodo por Prim  y nunca contó con el apoyo mayoritario de las cortes, sin embargo, fue rey de España entre 1871 y 1873.  A su llegada a España, el nuevo rey esperaba ser aclamado por el pueblo y apoyado por Prim y su partido, pero Prim fue asesinado antes que Amadeo llegara a España. El nuevo monarca tuvo como primera misión de estado acudir al entierro de Prim. El partido que lo había apoyado en cortes se encontraba dividido. En contra de su poder estaban los republicanos; la nobleza; el clero, molesto por la libertad de culto; la burguesía, que no aceptaba la política librecampista; y el pueblo, que lo veía como un extranjero. A esta oposición se une el problema carlista, la revolución cubana y el movimiento obrero.

Los carlistas no reconocieron a Amadeo como rey de España e iniciaron distintas revueltas que concluyeron con la declaración de independencia del estado de Estella.

Cuba no solo no reconoció a Amadeo como rey, sino que ansiaba la independencia, protagonizando una revolución que impedía que España recibiera beneficios de esta colonia.

La situación del pueblo era insostenible , los obreros esperaban reformas inmediatas que mejoraran su situación. Gracias a la aprobación de la libertad de reunión y asociación se crearon sindicatos de obreros que atendían las demandas de la población.

Estos protagonizaron guerras, motines, manifestaciones…

Amadeo I sin apoyos políticos debía luchar contra una fuerte oposición que hacia imposible su gobierno. El candidato de Prim, incapaz de solucionar los problemas del país renuncia ante las cortes.

Las cortes depositarias del poder proclamaron la primera República (1873-1874).

La primera República fue aprobada bajo la legalidad que marca una constitución monárquica (la Constitución  de 1869). La mayoría de la población española era monárquica. Una vez aprobada de la 1ª República, los republicanos iniciaron su propia división: República unitaria o federal. Finalmente se optó por una república federal, lo que provocó el inicio de la rebelión Cantonal.

Esta República reconocida sin apoyos  tuvo que hacer frente al descontento de la población. Cuando se proclamó la Republica,  el pueblo español ocupó campos, olvidando el derecho a la propiedad privada.

A la rebelión social y cantonal se unió el inicio de la tercera Guerra carlista. Con estos problemas tuvieron que lidiar cuatro presidentes del gobierno evidenciando así la inestabilidad de este régimen. Desde el principio era necesario la elaboración de una constitución, pero las circunstancias no lo permitieron. Se elaboró un proyecto constitucional que no llegó a ser aprobado por las cortes.

Los principios básicos del proyecto constitucional de 1873 son: la soberanía nacional; sufragio universal masculino; Republica federal como forma de gobierno; la organización territorial dividía  al país en 17 estados independientes incluyendo los dominios coloniales en la nación; la garantía de los derechos naturales de las personas; división de poderes en ejecutivo (Jefe del Gobierno), legislativo (cortes), judicial (jueces) y poder de relación (Presidente de la República);  y separación estado e iglesia.

El proyecto constitucional de 1873 no llega a ser aprobado por las cortes por la sucesión de gobiernos que vivió la primera república. El primer presidente de la República fue Estanislao Figueras (Febrero-Junio). Este suprimió los impuestos sobre el consumo y los quintos (mili). Sin embargo estas medidas no sirvieron para evitar el desorden social. Los campesinos ocuparon tierras invadiendo así las propiedades privadas.

Ante esta situación, Estalinlao Figueras dimitió y el poder de la República cayó en Pi I Margall (Junio-Julio). Este nombramiento provocó la declaración del primer Cantón, El Cantón de Cartagena (independencia). Sin embargo, no fue el único, el cantonalismo se expandió por todo el país. Pi I Margall, incapaz de solucionar el problema dimite, siendo nombrado como tercer presidente de la República Nicolás Salmerón (Julio-Septiembre). El nuevo presidente sabia que para poder gobernar debía pacificar el país. Por ello desarrolló una política fuerte apoyándose en muchos casos  en el ejercito. Consiguió acabar con el movimiento cantonar e intentó reprimir a los carlistas, sin embargo, las circunstancias lo obligaron a dimitir.

Entonces el poder recae en Castelar, quien inicia una política conservadora y centralista. Para pacificar el país suprimió las garantías constitucionales. Pero la política de Castelar necesitaba el apoyo de las cortes. Esta institución no aceptó este giro político y el ejercito intervino dando un golpe de estado dirigido por Pavía.

Tras el golpe de estado, Serrano recibe el poder. Éste impuso el orden y legalizó la Internacional obrera…

Todo ello en un contexto de crisis económica.

De forma paralela los partidos monárquicos moderados estaban planeando la restauración de la monarquía Borbónica en manos del hijo de Isabel II, Alfonso XII.

Cánovas del Castillo ideó el regreso, que debía ser pacifico, sin embargo el ejercito, impaciente, llevó a cabo un pronunciamiento militar protagonizado por Martínez Cantos el 29 de Diciembre de 1874. Como consecuencia, Cánovas del castillo llegó a España para preparar el regreso del nuevo rey. 

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