La Revolución Americana
A mediados del siglo XVIII, se habían formado allí las llamadas Trece Colonias. Las colonias del norte basaban su economía en la agricultura y el comercio, destacando el cultivo del tabaco. El Reino Unido se reservaba el monopolio comercial, lo que dificultaba el comercio entre las Trece Colonias. Las colonias veían en la metrópoli una barrera para su desarrollo.
La tensión política agravó la situación. Aunque las Trece Colonias estaban bajo la autoridad del rey, existían unas asambleas con importantes atribuciones. Entre 1764 y 1766, el rey Jorge III trató de establecer distintas leyes que regularan los impuestos coloniales. En 1773, el Parlamento británico estableció la Tea Act, que otorgaba el monopolio de la venta de té en las colonias a la Compañía Inglesa de las Indias Orientales. La llegada de barcos británicos cargados de té al puerto de Boston, y los eventos subsiguientes, marcaron el comienzo de la guerra.
A partir de entonces, se produjeron importantes cambios políticos. En 1776, Thomas Jefferson redactó la Declaración de Derechos de Virginia, que sentó los principios de soberanía nacional, división de poderes y sufragio.
El 4 de julio de 1776, los representantes de las Trece Colonias, reunidos en el Congreso Continental de Filadelfia, firmaron la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
La Guerra de Independencia de Estados Unidos
La guerra entre los insurgentes americanos y el Reino Unido fue larga (1775-1783). Los colonos, liderados por George Washington, fueron apoyados por Francia y España. Tras las decisivas victorias de los colonos en las batallas de Saratoga y Yorktown, la contienda finalizó con la Paz de Versalles, en la que el Reino Unido reconoció la independencia de Estados Unidos.
En 1787, se aprobó la Constitución de Estados Unidos, la primera de la historia. En ella se reconocía la soberanía nacional y la separación de poderes: el poder legislativo residía en dos cámaras elegidas por sufragio universal masculino; el ejecutivo, en un presidente elegido por votación indirecta; y el judicial, en jueces independientes. En 1789, George Washington se convirtió en el primer presidente estadounidense.
La Revolución Francesa: Orígenes y Desarrollo
A finales del siglo XVIII, en Francia se produjo una revolución que puso fin al Antiguo Régimen. Sus causas fueron las siguientes:
Causas de la Revolución Francesa
- Descontento social: Por una parte, la burguesía enriquecida aspiraba a acceder al poder político; por otra, los campesinos apenas podían sobrevivir debido a los numerosos impuestos.
- Crisis económica: Las malas cosechas provocaron el aumento de los precios y el descontento de los grupos populares. A esto se sumó la crisis de la Hacienda Real por los elevados gastos estatales.
- Ideas ilustradas: En 1787, el rey convocó una Asamblea de Notables para convencer a los privilegiados de que pagaran impuestos. Estos se negaron y exigieron la convocatoria de los Estados Generales.
Etapas de la Revolución Francesa
Los Estados Generales y la Asamblea Nacional (1789)
En mayo de 1789, los Estados Generales se reunieron en Versalles. Cada estamento redactó sus Cuadernos de Quejas con sus reivindicaciones. La nobleza y el clero pretendían votar por estamento, mientras que el Tercer Estado deseaba el voto por persona. En junio, los representantes del Tercer Estado pasaron a denominarse Asamblea Nacional al considerarse los únicos con legitimidad para representar a Francia. En la Sala del Juego de Pelota, juraron permanecer unidos hasta dar a Francia una Constitución. Por ello, la Asamblea Nacional pasó a llamarse Asamblea Constituyente.
La Asamblea Constituyente (1789-1791)
El 14 de julio de 1789, el pueblo de París asaltó la Bastilla, símbolo del absolutismo. El 4 de agosto, la Asamblea Constituyente abolió los derechos feudales y aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que supusieron el fin del absolutismo y el triunfo de la revolución liberal. En septiembre de 1791, se promulgó una Constitución que reconocía la soberanía nacional y los derechos fundamentales de los ciudadanos. También definía la monarquía parlamentaria y establecía la división de poderes: el poder legislativo (la Asamblea), el ejecutivo (el rey) y el judicial (los tribunales).
La Asamblea Legislativa (1791-1792)
La Asamblea se elegiría por sufragio censitario, es decir, restringido: solo podían votar los varones mayores de 25 años y con una determinada renta. En octubre de 1791, se constituyó la Asamblea Legislativa. Esta tuvo que hacer frente a la oposición de la nobleza y el clero, que se resistían a perder sus privilegios, y a la del propio monarca. Las monarquías europeas también se sintieron amenazadas; Austria y Prusia declararon la guerra a Francia. Entre los revolucionarios radicales destacaron los jacobinos, apoyados por los sans-culottes. Asaltaron el Palacio de las Tullerías, residencia de los reyes, y el monarca fue destituido por la Asamblea, lo que marcó el fin de la monarquía.
La Radicalización de la Revolución Francesa
La Convención Girondina (1792-1793)
La revuelta de 1792 forzó unas nuevas elecciones, dando origen a una asamblea llamada Convención Nacional. Al comienzo de la República, los grupos con más fuerza eran los girondinos (republicanos moderados) y los jacobinos o montañeses (más radicales). La Convención condenó a Luis XVI, quien fue ejecutado en la guillotina. Esta medida provocó la declaración de guerra del resto de las potencias europeas, que formaron la Primera Coalición contra Francia. Además, se produjo un levantamiento realista y ultracatólico en una región francesa.
La Convención Montañesa y el Terror (1793-1794)
El temor a la derrota de la revolución provocó un golpe de Estado de los sans-culottes contra los girondinos. En junio de 1793, los montañeses, dirigidos por Robespierre, se hicieron con el poder y aprobaron una Constitución democrática. Robespierre asumió todos los poderes e implantó una dictadura para establecer el Terror. Cualquier persona sospechosa de no apoyar a la República podía ser juzgada y condenada a muerte. Se implantó un nuevo calendario en el que los meses del año se relacionaban con las estaciones. Robespierre fue perdiendo apoyos. En junio de 1794, los revolucionarios moderados detuvieron a Robespierre y a sus seguidores, quienes fueron guillotinados.
El Directorio y el Ascenso de Napoleón (1795-1799)
Para evitar una nueva dictadura, se instauró un gobierno moderado que aprobó la Constitución de 1795 (del Año III). El poder ejecutivo recaía en un Directorio integrado por cinco miembros. El nuevo régimen tuvo que hacer frente a diferentes conspiraciones, como la Conjura de los Iguales. Los realistas también provocaron una revuelta, cuya represión fue encargada a Napoleón Bonaparte, quien lideraba la guarnición del país.
La Europa Napoleónica
El Consulado (1799-1804)
Napoleón acaparó todo el poder, lo que se reflejó en la Constitución del Año VIII, en la que no había división de poderes. En 1799, fue nombrado Primer Cónsul y, en 1802, se proclamó Cónsul Vitalicio. Napoleón tomó diversas medidas para modernizar Francia: se elaboró un Código Civil, se creó el Banco de Francia y se regularon las relaciones con la Iglesia mediante la firma de un Concordato con la Santa Sede.
El Imperio Napoleónico (1804-1814)
En 1804, Napoleón se proclamó emperador. Desarrolló una política expansionista y mantuvo continuas guerras contra otros países. Aunque fue derrotado por los británicos en Trafalgar, estableció el Bloqueo Continental para evitar el comercio británico con Europa. Portugal no lo aceptó, por lo que Napoleón decidió invadirlo y aprovechó su paso hacia Portugal para ocupar España. Esto provocó la Guerra de Independencia de 1808, tras el Tratado de Fontainebleau. En 1812, Napoleón intentó invadir Rusia, pero fue derrotado. En 1813, fue vencido por una coalición en la Batalla de Leipzig. Este mismo año fue derrotado también en España. Napoleón abdicó el 6 de abril de 1814 y marchó al exilio en la isla de Elba.
La Restauración: El Retorno al Antiguo Régimen
Tras la derrota de Napoleón, se inició en Europa una época de reacción denominada Restauración, que supuso la vuelta al Antiguo Régimen. En la historia europea, se refiere a la época de reacción antiliberal que tuvo lugar tras la derrota de Napoleón Bonaparte en 1814.
Características de la Restauración
- Legitimismo monárquico: Se creía que la paz solo era posible con un monarca legítimo. Por ello, los monarcas del Antiguo Régimen volvieron al poder como si la Revolución Francesa no hubiera sucedido.
- Responsabilidad internacional: Las grandes potencias podrían intervenir en otro país si una monarquía legítima estaba amenazada.
- Sistema de Congresos: Se organizaron reuniones de las grandes potencias para resolver los problemas internacionales.
El Congreso de Viena (1814-1815)
Las principales potencias europeas se reunieron en el Congreso de Viena para garantizar una paz duradera y evitar nuevas revoluciones. Se remodeló el mapa de Europa: Francia volvió a sus fronteras y se crearon estados tapón en torno a Francia.
Alianzas Internacionales Post-Napoleónicas
- La Santa Alianza: De carácter antiliberal, reconocía el origen divino del poder de los reyes. Sus miembros se comprometían a intervenir donde fuera necesario para defender el absolutismo y sofocar cualquier movimiento revolucionario.
- La Cuádruple Alianza: Los países firmantes se comprometieron a mantener el trono de Francia de Luis XVIII y a defender el orden creado en el Congreso de Viena.