Historia del País Vasco: Franquismo, Desarrollo Económico y Transición Democrática

El Franquismo en el País Vasco: Crecimiento Económico y Cambio Social

El nuevo Estado franquista fue apoyado por la alta burguesía y, en el caso vasco, también por las clases populares rurales de ideología carlista.

Bases Sociales del Franquismo en el País Vasco

  • Tradicionalistas: Herederos del carlismo y la principal base social del régimen.
  • Falangistas: Escasa implantación en el País Vasco, solamente en las capitales.
  • Monárquicos y Derecha Tradicional: Ligados a las altas clases sociales de las capitales.
  • Iglesia Vasca: Por un lado, la jerarquía y un sector del clero (tradicionalistas) apoyaron al franquismo; por otro lado, otro sector del clero (nacionalistas) se convirtieron en oposición.

Aunque a finales de los años cuarenta las bases sociales se ampliaron, el régimen seguía considerando a Guipúzcoa y Vizcaya provincias «traidoras», lo que generó un estricto control social. Las elecciones municipales permitieron que personas no pertenecientes al régimen ocuparan cargos municipales. La represión contra la oposición aumentó a partir de 1968.

Desarrollo Económico y Social durante el Franquismo

Años Cuarenta: Industrialización y Conflictos Laborales

Durante los años cuarenta, la industria de Vizcaya y Guipúzcoa se desarrolló, favorecida por la protección estatal (como Orbea e Iberduero). Las empresas lograron grandes resultados económicos, mientras que las condiciones de vida de los trabajadores empeoraban, lo que dio paso a la huelga general de mayo de 1947.

Años Cincuenta: Auge Industrial y Cooperativismo

Durante la década de los cincuenta, la economía vasca creció un 11% basándose en el sector industrial, siendo una de las regiones españolas que más aumentó su PIB. El Movimiento Cooperativista, surgido a partir de la Escuela Profesional de Mondragón por iniciativa del sacerdote José María Arizmendiarreta, inauguró en 1956 la cooperativa Ulgor, y posteriormente, la Caja Laboral, Eroski, Lagun Aro, entre otras.

Años Sesenta: Expansión y Renta Per Cápita

Durante los años sesenta, la industria vasca, favorecida por la inmigración, se expandió, siendo a finales de la década Bizkaia y Gipuzkoa las regiones con mayor Renta Per Cápita, y Álava ascendió al tercer puesto.

Mediados de los Setenta: Crisis y Reconversión

A mediados de los años setenta, la economía vasca entró en una profunda crisis debido a la paralización de las inversiones, la creciente actividad política de los sindicatos y el terrorismo, lo que obligó a una dura reconversión.

La Reforma Política y los Pactos de la Moncloa

Adolfo Suárez contactó con Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat, y la restableció.

En octubre de 1977, los partidos firmaron los Pactos de la Moncloa: el Gobierno regularía la vida pública democráticamente y tomaría medidas económicas para reducir la inflación y realizar una reforma tributaria y de la Seguridad Social.

En enero de 1978, se creó el Consejo General Vasco como Gobierno preautonómico, con tres representantes de cada territorio elegidos por sus Juntas Generales. Presidido por el socialista Ramón Rubial, estuvo integrado por Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Tuvo un alto valor político, como reconocimiento jurídico de la personalidad vasca.

La Constitución de 1978

Aunque las Cortes elegidas no eran formalmente constituyentes, se decidió que debían elaborar una Constitución democrática. Se eligió una comisión formada por siete diputados de todos los partidos con representación en las Cortes, excepto los vascos, que renunciaron.

Una política de consenso resolvió las cuestiones clave mediante la negociación y el acuerdo entre las fuerzas políticas. La Constitución era progresista, aunque algo ambigua, lo que permitió que fuera asumida tanto por la izquierda como por la derecha. Define a España como un «Estado social y democrático de derecho», organizado como una monarquía parlamentaria, en la que la Corona tiene funciones representativas. Se estableció la soberanía nacional.

También fijó la aconfesionalidad del Estado, abolió la pena de muerte y desarrolló una amplia declaración de derechos y libertades civiles y políticas. Además, estableció el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones, y como lengua oficial el castellano, además de las propias.

En el tema autonómico, el PNV planteó unas reivindicaciones constitucionales con las que no transigieron ni la UCD ni los socialistas. Esto provocó que, a pesar de ser la primera Constitución que reconocía las reivindicaciones históricas vascas y derogaba la legislación antiforal, el PNV se uniera a las fuerzas de la izquierda abertzale para la abstención en el referéndum constitucional.

El texto constitucional fue apoyado por una amplia mayoría en el referéndum de diciembre de 1978. Solamente en el País Vasco la participación no alcanzó el 50% del censo, ya que el PNV y las fuerzas de la izquierda abertzale se abstuvieron. La izquierda abertzale radical formó HB (Herri Batasuna), cuyo programa pedía el derecho de autodeterminación y su completa integración territorial (incluyendo Navarra). A su vez, ETA continuaba su actividad terrorista.

Los Estatutos de Autonomía

En el País Vasco, el PNV volvió a ser el partido más votado, seguido del Partido Socialista de Euskadi (PSE), HB y Euskadiko Ezkerra. Esto aceleró las negociaciones de Adolfo Suárez en Madrid con los nacionalistas de Carlos Garaikoetxea. Se planteó un proceso negociador para consensuar un Estatuto de Autonomía en julio de 1979.

La nacionalidad vasca fue reconocida con derecho a su autogobierno y constituida en comunidad autónoma, denominada Euskadi o País Vasco, dentro del Estado español. Quedó integrada por Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, con la posibilidad de incorporación de Navarra. Se reconoció la vigencia de las instituciones forales de cada territorio. El euskera, junto al castellano, tiene carácter oficial.

El poder legislativo reside en el Parlamento Vasco, integrado por un número igual de representantes de cada territorio elegidos por sufragio universal. El Parlamento elige al lehendakari, quien posee el poder ejecutivo y nombra a los consejeros. El poder judicial reside en su Tribunal Superior de Justicia.

Define todas las competencias de Euskadi: educativas, culturales, económicas (como el sistema de Conciertos Económicos), administrativas y policiales (la Ertzaintza).

El 25 de octubre de 1979, el Estatuto fue sometido a referéndum. La mayoría de los partidos y los sindicatos apoyaron el ‘sí’; HB y otros partidos de la izquierda abertzale o tradicionalistas pidieron el ‘no’. Fue aprobado: del 60% que participó, un 90% votó ‘sí’.

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