La Crisis del Antiguo Régimen y la Consolidación Borbónica en España

Los Prolegómenos de la Crisis del Antiguo Régimen

El concepto de Antiguo Régimen se refiere al sistema político, económico y social que prevaleció en Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Se le considera un periodo de transición entre el feudalismo y el capitalismo, y se caracteriza por:

  • Una demografía de tipo antiguo: con altas tasas de mortalidad y natalidad.
  • Una economía agraria: donde la principal fuente de riqueza era la tierra.
  • Una sociedad estamental: una sociedad cerrada, basada en el privilegio.
  • Una política basada en una monarquía fuerte, denominada autoritaria en el siglo XVI, absoluta en el XVII y, en algunos países, despotismo ilustrado en el XVIII.
  • Una cultura fuertemente ligada a elementos religiosos.

El sistema del Antiguo Régimen entró en crisis en Inglaterra a mediados del siglo XVII, y en Francia a finales del XVIII con la llamada Revolución Francesa, finalizando dicha crisis en la primera mitad del siglo XIX. El nuevo sistema que nació trajo consigo el triunfo de la sociedad burguesa y de los sistemas políticos parlamentarios en un entorno económico capitalista. En España, el Antiguo Régimen coincide con la Edad Moderna. Con el inicio del siglo XIX, España entró en una gran crisis, coincidiendo con el reinado de Carlos IV.

1. La Organización Estamental de la Sociedad

La sociedad del Antiguo Régimen era una sociedad que se basaba en la tradición y en la desigualdad jurídica y económica entre sus miembros. Los estamentos eran grupos sociales cerrados que disponían de estatutos propios, basados en el principio de la desigualdad ante la ley. La primera división que debe establecerse en esa sociedad es:

  • Grupos privilegiados: la nobleza y el clero.
  • Grupos no privilegiados: el pueblo llano o Estado Llano.

Los privilegiados tenían distintos estatutos jurídicos; el privilegio significaba la reserva de ciertos cargos. Existían privilegios sociales y formales, pero los más importantes eran los económicos.

a) La Nobleza

Todos los nobles tenían privilegios, pero no todos de igual manera. En lo más alto estaban los llamados Grandes de España, les seguían los títulos (condes, duques, etc.). Todos eran dueños de grandes mayorazgos. El resto de la nobleza estaba formado por aquellos con una vida acomodada y por los nobles empobrecidos que vivían en la miseria. Su poder económico residía en la propiedad de tierras.

b) El Clero

El clero era un grupo privilegiado, tenían un fuero propio y disfrutaban de la exención fiscal. La Iglesia podía recibir donaciones y con esto acumulaba grandes propiedades, y también disponía de privilegios formales. En España existía un gran número de eclesiásticos. Existían enormes diferencias económicas y culturales entre el bajo clero y el alto clero. Las rentas de la Iglesia se repartían de manera desigual: mientras el alto clero gozaba de un alto nivel de vida, el bajo clero compartía la miseria con el estado llano.

c) El Estado Llano

El Estado Llano estaba formado por campesinos, ganaderos y comerciantes, entre otros. Existía una gran diferencia entre la población urbana y la rural. El campesinado constituía la gran mayoría de la población; su situación se caracterizaba por un bajo nivel de renta y un analfabetismo generalizado.

La población urbana era muy diversa; solo les unía su condición de plebeyos. Los artesanos se agrupaban en gremios. También había un pequeño sector de burgueses, bien representado en la Administración y en el entorno de las Cortes.

d) Las Minorías Sociales

En los márgenes de la sociedad estamental se situaban distintos grupos sociales, desde los extranjeros hasta los marginales. La falta de dinero y de trabajo propició la aparición de grupos marginales en las ciudades, que dependían de la caridad de la Iglesia o de los ricos. Los extranjeros se dedicaban a los negocios de banca o comercio.

2. La Monarquía Absoluta y la Política Ilustrada

Durante el siglo XVIII asistimos a un periodo de reformas que comenzó con el cambio de dinastía: a los Habsburgo les sucedieron los Borbones. El triunfo de los Borbones después de la Guerra de Sucesión desencadenó un proceso de unificación de todos los reinos peninsulares y el inicio de una serie de reformas inspiradas en las ideas de la Ilustración. A principios del siglo XVIII, la dinastía francesa de los Borbones ocupó el trono español.

2.1. Características de la Monarquía Absoluta

En todo Estado se pueden distinguir tres poderes fundamentales: el legislativo, el ejecutivo y el judicial, que garantizan el cumplimiento de las leyes. Sin embargo, el sistema político característico del Antiguo Régimen era la monarquía absoluta, cuyos rasgos esenciales se desprenden de su propia denominación: monarquía significa que el gobierno correspondía a una sola persona, y el calificativo de absoluta indica que esta ejercía todos los poderes sin límites. Así, el rey elaboraba y promulgaba las leyes, gobernaba y era juez supremo. En los señoríos, en cambio, sus titulares, tanto nobles como eclesiásticos, asumían atribuciones jurisdiccionales propias del monarca.

2.2. El Cambio Dinástico

a) El Problema Sucesorio y el Testamento de Carlos II

La falta de descendencia del rey trajo intrigas en torno a la sucesión. La posibilidad de que Carlos II, el Hechizado, muriera sin descendencia despertó las aspiraciones al trono español de tres pretendientes:

  • José Fernando de Baviera, elegido por Carlos II.
  • Felipe de Anjou, quien figuraba como heredero del trono en el testamento de Carlos II, tras la muerte prematura del príncipe José Fernando.
  • El archiduque Carlos de Austria, de la Casa de Habsburgo, cuyos derechos dinásticos fueron defendidos por su padre, Leopoldo I de Austria.

La inmensa herencia de la Corona española quedaba así en disputa entre las Casas de Borbón y Austria. Inglaterra y Holanda, interesadas en que el Imperio español quedara repartido entre las potencias europeas, estudiaron el proyecto en los Tratados de La Haya y de Londres. Tras la muerte del heredero pactado, José Fernando de Baviera, el rey hizo testamento a favor de Felipe de Anjou. Las pretensiones del archiduque austriaco fueron respaldadas por Inglaterra y Holanda, tradicionales enemigas de España durante el siglo XVI, que además rivalizaban con la Francia hegemónica de Luis XIV. Carlos II, último de los Habsburgo españoles, falleció el 1 de noviembre de 1700. En cuanto Felipe V se aprestó a hacer valer sus derechos, apoyado por el poderoso ejército de su legendario abuelo, una nutrida oposición se levantó contra él dentro y fuera de España, ya que a Inglaterra no le interesaba que los tronos de España y Francia pertenecieran a una sola dinastía enemiga. Comenzaría así la Guerra de Sucesión Española, en la que triunfaron los Borbones.

b) La Guerra de Sucesión Española

Tras la muerte de Carlos II, Felipe de Anjou fue coronado como Felipe V, acabando así la dinastía de los Habsburgo y llegando al trono español la dinastía de los Borbones. Se formó un bando, dentro y fuera de España, que no aceptaba al nuevo rey y apoyaba al pretendiente, el Archiduque Carlos de Habsburgo. La guerra civil y europea estalló.

El conflicto tenía una doble perspectiva:

  • El ascenso al trono español de Felipe V y la posible unión de España y Francia bajo un mismo monarca. Las diversas potencias europeas se posicionaron ante el conflicto sucesorio español. La Gran Alianza de La Haya, constituida por Austria, Inglaterra, Holanda, Portugal y Saboya, declaró la guerra a Luis XIV y a su nieto Felipe V de España.
  • Por otro lado, en España, Cataluña, Aragón y Valencia levantaron armas a favor del archiduque Carlos, mientras el resto de España se mantuvo fiel a Felipe V.

Desarrollo del conflicto:

  • El archiduque Carlos lanzó un ataque a Extremadura desde Lisboa y, al año siguiente, ocupó Barcelona, donde fue proclamado rey.
  • Entraron en Madrid, pero Felipe V volvió a la Corte tras la victoria de Almansa.
  • Los Borbones fueron derrotados en Ramillies, Oudenarde y Malplaquet.
  • El archiduque entró en Madrid, donde fue proclamado rey con el nombre de Carlos III, pero dos meses después Felipe V recuperó la capital.
  • La guerra terminó con el triunfo de Felipe V.

c) El Tratado de Utrecht

La guerra concluyó con la firma del Tratado de Utrecht. Austria y Francia continuaron la guerra hasta la firma de la Paz de Rastatt. El tratado estipuló lo siguiente:

  • Felipe V era reconocido por las potencias europeas como Rey de España, pero renunciaba a cualquier posible derecho a la corona francesa.
  • Los Países Bajos españoles y los territorios italianos (Nápoles y Cerdeña) pasaron a Austria.
  • Inglaterra obtuvo Gibraltar, Menorca, el navío de permiso y el asiento de negros.

Las consecuencias del Tratado de Utrecht fueron:

  • España pasó a ser una potencia secundaria dentro de Europa.
  • Se rompía el monopolio comercial de la Corona española.
  • Se estableció un nuevo sistema de equilibrio de poder en la política europea.
  • Se estableció una doble rivalidad entre Inglaterra y Francia, y entre Austria y Prusia.

2.3. El Reinado de Felipe V

Tras la Guerra de Sucesión, España pasó a ser una potencia secundaria dentro de Europa. En política interior, el cambio de dinastía significó un mayor centralismo y la puesta en marcha de una ambiciosa política de reformas.

a) Un Nuevo Concepto de Estado: El Absolutismo Centralista

La llegada de una nueva dinastía borbónica trajo importantes cambios en la estructura del Estado. Se implementaron medidas centralizadoras con el objetivo de construir un Estado más eficiente. Estos cambios se introdujeron durante el reinado de Felipe V. En este sentido, se adoptaron medidas importantes: los Decretos de Nueva Planta y la reforma de la administración.

b) Los Decretos de Nueva Planta

Los Decretos de Nueva Planta son una serie de decretos que consistieron en la abolición de los fueros e instituciones propias de la Corona de Aragón.

c) Reforma de la Administración

Felipe V introdujo en España la fórmula francesa propia del absolutismo, donde todos los poderes del Estado residen en el rey. La consolidación de este sistema implicaba la necesidad de unificar y centralizar el poder político.

Gobierno y Administración Central

Para que el rey fuera el único que tuviera poder y todos los que tuvieran cargos políticos fueran sus representantes, se organizó el poder con:

  • Los Consejos de los Habsburgo fueron sustituidos por Secretarías de Estado.
  • Las Cortes de Castilla pasaron a ser las Cortes Generales del Reino, pero perdieron importancia.
  • Los Secretarios de Estado son el antecedente de los ministros.
La Administración Territorial
  1. Los Borbones intentaron organizar de forma uniforme todo el territorio.
  2. Al frente de cada provincia nombraron a un Capitán General.
  3. Se implantaron también las Reales Audiencias.
  4. Se extendió a todo el territorio la institución de los corregidores castellanos.
  5. La mayoría de las reformas consistieron en extender instituciones castellanas al resto del Estado.

d) La Política Económica

En el terreno económico se aplicó un mercantilismo copiado del modelo colbertista francés.

  • El desarrollismo: afán por fomentar todas las actividades económicas.
  • El intervencionismo de Estado: participación activa del Estado en la economía.

e) La Política Militar

Se llevaron a cabo importantes reformas en el ámbito militar para modernizar el ejército y la armada.

f) La Política Religiosa y Cultural

En lo que a política religiosa se refiere, los Borbones ostentaron posturas tajantemente regalistas. Con los Borbones se introdujo una relevante innovación en el ámbito cultural, fomentando las academias y las ciencias.

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