La España del Siglo XIX: Crisis, Liberalismo y Restauración Borbónica (1808-1874)

La Crisis del Reinado de Carlos IV (1788-1808)

A comienzos del siglo XIX, la monarquía de Carlos IV estaba desprestigiada porque había dejado el gobierno en manos de Manuel Godoy.

La Política Exterior y la Invasión Francesa

Cuando estalló la Revolución Francesa y fue ejecutado Luis XVI, España declaró la guerra a Francia. Fue derrotada y tuvo que firmar los Tratados de San Ildefonso, convirtiéndose en aliada de Francia y teniendo que enfrentarse contra el Reino Unido. La alianza anglo-portuguesa se vio reforzada tras la derrota franco-española en Trafalgar (1805).

Napoleón deseaba ocupar Portugal para debilitar a los británicos. Para ello, firmó el Tratado de Fontainebleau (1807), que permitía a las tropas francesas atravesar España para llegar a Portugal. Las tropas aprovecharon esto para conquistar algunas ciudades españolas.

El Motín de Aranjuez

Estos hechos desembocaron en el Motín de Aranjuez (marzo de 1808). Godoy fue depuesto y Carlos IV cedió el trono a su hijo, Fernando VII.

Las Guerras contra Francia: La Guerra de la Independencia (1808-1814)

El secuestro de la familia real en Bayona desencadenó en Madrid una sublevación popular el 2 de mayo de 1808, seguida por levantamientos en otros lugares. Así comenzó la Guerra de la Independencia.

División de la Población

La población se dividió en dos bandos:

  • Los afrancesados: Quienes reconocían a José I Bonaparte como rey.
  • Los fernandinos: Quienes eran fieles a Fernando VII.

La guerra fue larga y dura. Los españoles contaban con la ayuda de las guerrillas, a pesar de que el ejército francés era más fuerte y mejor formado.

Fases de la Guerra

La guerra se desarrolló en tres fases principales:

  1. Hasta finales de 1808: Los franceses hostilizaron Zaragoza y Gerona, pero sufrieron una derrota crucial en Bailén.
  2. Desde 1808 hasta 1812: Las tropas de Napoleón ocuparon casi toda la península.
  3. De 1812 hasta 1814: Las tropas españolas e inglesas, al mando del Duque de Wellington, derrotaron a los franceses, forzando la retirada y el regreso de Fernando VII.

Las Cortes de Cádiz y la Revolución Liberal

La Guerra de la Independencia tuvo importantes consecuencias políticas. La ausencia de la familia real dejó un vacío de poder en las zonas sublevadas. Se crearon juntas para organizar la lucha, culminando en la formación de la Junta Central Suprema.

Convocatoria de las Cortes

Se convocaron las Cortes Constituyentes, que se reunieron en Cádiz, la única ciudad de la península no ocupada por los franceses. En las Cortes se distinguieron tres grupos principales:

  • La mayoría de los diputados eran liberales y defendían las reformas políticas.
  • Una minoría absolutista, partidaria de mantener el Antiguo Régimen.
  • Algunos diputados americanos, preocupados por los problemas en las colonias.

Las Cortes de Cádiz sentaron las bases de la España contemporánea.

La Constitución de Cádiz (1812)

La Constitución se promulgó el 19 de marzo de 1812 (conocida popularmente como «La Pepa») y reflejaba los principios del liberalismo político.

Principios Fundamentales

  • Soberanía Nacional: El poder reside en la nación y se ejerce a través de sus representantes.
  • Monarquía Moderada Hereditaria: El rey sancionaba las leyes.
  • División de Poderes:
    • Legislativo: Ejercido por el rey y las Cortes (con una sola cámara).
    • Ejecutivo: Ejercido por el rey, quien nombraba a los ministros, dirigía las relaciones internacionales, declaraba las guerras y firmaba la paz.
    • Judicial: Ejercido por los tribunales de justicia.
  • Establecía la religión católica como la única de la nación española.
  • Reconocía los derechos y libertades individuales.

El Reinado de Fernando VII (1814-1833)

El Sexenio Absolutista (1814-1820)

Fernando VII regresó a España en marzo de 1814. Los grupos absolutistas le entregaron el Manifiesto de los Persas, en el cual le sugerían la plena soberanía real. El monarca decretó la cancelación de la Constitución de 1812 y de toda la legislación liberal, comenzando a gobernar como un rey absoluto. Era la vuelta al Antiguo Régimen.

Los liberales fueron perseguidos y encarcelados; muchos se exiliaron. Apoyados por el ejército, trataron de restaurar el liberalismo mediante pronunciamientos, pero sus cabecillas fueron encarcelados y ejecutados.

El Trienio Liberal (1820-1823)

En 1820, triunfó el pronunciamiento liberal dirigido por el coronel Rafael de Riego, quien proclamó la Constitución en Las Cabezas de San Juan. El rey tuvo que jurar la Constitución, liberar a los liberales encarcelados y convocar Cortes. Se llevaron a cabo importantes reformas.

División de los Liberales

Los liberales se dividieron en dos facciones:

  • Moderados: Partidarios de reformas suaves para que fueran aceptadas por el rey y las clases dominantes.
  • Exaltados: Defendían la aplicación estricta de la Constitución de Cádiz y reformas más radicales.

La Santa Alianza (coalición de potencias absolutistas) envió a España a los Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército que restauró a Fernando VII como rey absoluto.

El Final del Absolutismo y la Crisis Dinástica (1823-1833)

La restauración de Fernando VII coincidió con una gran crisis. La Hacienda no tenía fondos y las pérdidas de las colonias americanas empeoraron la situación.

A esto se unió el problema dinástico: el rey no tuvo hijos varones y la Ley Sálica (que impedía reinar a las mujeres) seguía vigente. Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción, que anulaba la Ley Sálica y permitía reinar a su hija Isabel.

Muchos absolutistas no lo aceptaron y apoyaron a su hermano, Carlos María Isidro de Borbón. Cuando Fernando VII murió, su esposa, la reina María Cristina, se hizo cargo del gobierno como regente, ya que su hija Isabel era menor de edad. Carlos se proclamó rey, dando inicio a la Primera Guerra Carlista.

Este conflicto fue un enfrentamiento entre los liberales (que apoyaban a Isabel) y los carlistas (que defendían el absolutismo y a Carlos). La guerra terminó con la derrota de los carlistas, y el Abrazo de Vergara (1839) puso fin a este conflicto, aunque los carlistas y los liberales volverían a enfrentarse posteriormente.

El Reinado de Isabel II (1833-1868)

Las Regencias (1833-1843)

Isabel heredó el trono con tan solo 3 años, lo que dio lugar al periodo de las regencias.

  1. Regencia de María Cristina (1833-1840): Quiso mantener el absolutismo, pero el inicio de la Guerra Carlista la obligó a buscar el apoyo de los liberales, divididos en moderados y progresistas. María Cristina eligió a los moderados, pero los progresistas, apoyados por movimientos populares y el Motín de La Granja, la obligaron a entregarles el gobierno. Se tomaron medidas para acabar con el Antiguo Régimen, como la desamortización del ministro Mendizábal y la promulgación de la Constitución de 1837.
  2. Regencia del General Espartero (1840-1843): María Cristina dimitió por sus enfrentamientos, y asumió la regencia el general Espartero, un militar que había logrado grandes éxitos. Gobernó de forma autoritaria, lo que generó la oposición de moderados y progresistas.

Isabel II fue nombrada reina con 13 años en 1843.

La Década Moderada (1844-1854)

Isabel II encargó la formación del gobierno a los moderados. El general Narváez presidió varios gobiernos. Se promulgó la Constitución de 1845, que establecía la soberanía compartida entre el rey y las Cortes, elegidas por sufragio censitario (limitado), y se restringieron algunos derechos.

El Estado se organizó de forma centralista, igualando leyes e impuestos en todos los territorios. El gobierno controlaba las provincias a través de las diputaciones provinciales y los gobernadores civiles, y nombraba directamente a los alcaldes de las provincias.

La política ultraconservadora del Gobierno condujo a la radicalización de los progresistas y de los demócratas (que defendían el sufragio universal masculino) y los republicanos (que deseaban la proclamación de la república). El Pronunciamiento de Vicálvaro (1854) fue apoyado por algunos moderados y progresistas.

El Bienio Progresista (1854-1856)

Hubo una gran actividad legislativa, destacando:

  • La Ley de los Ferrocarriles.
  • Una Constitución que no llegó a ser promulgada.
  • La Desamortización de Madoz, que afectó a los bienes de la Iglesia y de los ayuntamientos.

Moderados y Unionistas (1856-1868)

El general O’Donnell había creado la Unión Liberal, un partido centrista que alternó en el Gobierno con los moderados. Fue un periodo de cierta estabilidad, pero la crisis económica se acentuó. Progresistas y demócratas empezaron a conspirar contra Isabel II.

El Sexenio Democrático y la Primera República (1868-1874)

La Primera República (1873-1874)

Tras la abdicación de Amadeo I de Saboya, se proclamó la Primera República. Solo duró 9 meses, pero tuvo 4 presidentes: Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar. Tuvo que hacer frente a grandes problemas:

  • El estallido del movimiento Cantonalista: Una interpretación radical del federalismo que proponía la organización territorial de España como una república federal de 17 estados. Se crearon cantones independientes (como Cartagena, Málaga y Cataluña).
  • La Guerra de Cuba: Iniciada en 1868 por el descontento de los criollos, quienes rechazaban la opresión económica de España y deseaban participar en el gobierno de las islas. Finalizó en 1878.
  • La Tercera Guerra Carlista: Promovida por Carlos VII, se inició en 1872 y afectó a gran parte del territorio, finalizando en 1876.

Esta situación de inestabilidad generó un golpe de Estado por el general Pavía (enero de 1874) y, posteriormente, un nuevo pronunciamiento por el general Martínez Campos, que restauró a los Borbones en la figura de Alfonso XII.

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