1. La Recuperación Económica y el Plan de Estabilización
La firma de los acuerdos entre España y Estados Unidos marcó el inicio de una fase de lenta recuperación económica. El gobierno franquista inició la apertura de la economía española al comercio internacional, favoreciendo la importación de productos industriales. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, España seguía siendo, junto a Portugal, el país más atrasado de Europa Occidental.
En 1957, al borde de la suspensión de pagos, Franco nombró ministros a Mariano Navarro Rubio y Alberto Ullastres, dos tecnócratas que pusieron fin a la estrategia autárquica vigente.
Los nuevos ministros implantaron un conjunto de reformas económicas conocidas como el Plan de Estabilización, con el objetivo de insertar a España en el mercado internacional y sanear la economía. Para ello, se devaluó la peseta un 42%. Aunque a corto plazo las nuevas medidas supusieron una pérdida de poder adquisitivo, a largo plazo fueron un indudable éxito, sentando las bases para el desarrollo económico que se inició en España a partir de 1960.
2. Los Planes de Desarrollo y sus Consecuencias
El gobierno franquista intentó coordinar este proceso expansivo mediante los llamados Planes de Desarrollo, dirigidos por el tecnócrata Laureano López Rodó, inspirados en las medidas francesas llevadas a cabo después de la Segunda Guerra Mundial.
El primer plan fue llevado a cabo en 1964 y supuso grandes inversiones de dinero público. Determinadas ciudades fueron convertidas en Polos de Desarrollo para favorecer la creación de industria y disminuir los desequilibrios regionales. El segundo de los planes fue formulado un año más tarde y tuvo un éxito aún mayor que el primero.
Semejante desarrollo económico, sin embargo, tuvo consecuencias negativas:
- La emigración masiva al exterior debido a los bajos salarios.
- El abandono del sector agrícola.
- La expansión desordenada de las ciudades, que se tradujo en el crecimiento del chabolismo.
3. Transformaciones Sociales en la España del Desarrollo
A los cambios económicos le siguieron profundas transformaciones sociales. Con la emigración de la población a las ciudades, las clases medias urbanas aumentaron hasta representar un 50% de la población. En las ciudades hubo un notable aumento de la natalidad, ahora conocido como el Baby Boom. Gracias al incremento de la renta per cápita en un 40% entre 1960 y 1975 y la llegada de influencias extranjeras, España se convirtió en una sociedad de consumo, donde comenzaron a verse las primeras televisiones, lavadoras o lavavajillas en los hogares.
4. Inmovilismo Político y Apertura Exterior Controlada
Sin embargo, a pesar de todos los avances, el régimen franquista mantuvo una política inmovilista, conservando una estricta censura e ignorando algunas libertades básicas de la población. Con el fin de dar una imagen más democrática, el régimen aprobó una serie de medidas como la Ley de Prensa (que eliminaba la censura previa) o la Ley Orgánica del Estado (que separaba la Jefatura del Estado de la Presidencia del Gobierno). Años más tarde, en 1969, Juan Carlos de Borbón fue nombrado futuro sucesor de Franco a título de Rey.
A lo largo de los años 60, España normalizó sus relaciones exteriores con Marruecos, los países árabes y los Estados comunistas. El régimen obtuvo un gran éxito internacional cuando la ONU apoyó sus reclamaciones sobre Gibraltar. En 1962, el régimen trató de entrar en la Comunidad Económica Europea (CEE) pero fue rechazado al no ser España considerada un país auténticamente democrático; no obstante, sí se firmó un acuerdo de tratado preferencial con España en 1970, facilitando el intercambio con países de la CEE.
5. La Oposición al Régimen y la Crisis Final
El desarrollo económico y social del país, sumado al inmovilismo del régimen, provocó profundos deseos de un cambio político en España. En el ámbito laboral, sindicatos clandestinos como Comisiones Obreras organizaban huelgas en las regiones industriales como Barcelona, Madrid o Euskadi. Siguiendo el espíritu de las revoluciones de Mayo del 68, las universidades se convirtieron en un foco de protestas contra el régimen. Por otro lado, los movimientos nacionalistas catalanes y vascos se reavivaron, y la organización terrorista ETA asesinó al Presidente del Gobierno Carrero Blanco en 1973.
Tras el asesinato de Carrero Blanco, Arias Navarro tomó la Presidencia, quien se tuvo que enfrentar a una crisis económica, el terrorismo etarra, el distanciamiento con el Vaticano, la creciente oposición al régimen, las reclamaciones marroquíes sobre el Sáhara o el declive de la salud de Franco, que finalmente moriría el 20 de noviembre de 1975, después de que la Marcha Verde se hiciera con el territorio saharaui.
6. El Legado y el Inicio de la Transición
Con la muerte de Franco se inició la Transición hacia la democracia. Los años 60 y el comienzo de los 70 fueron años de crecimiento económico, pero ante todo, años de dictadura. El 20 de noviembre de 1975 marcó el inicio de la cuenta atrás para que los españoles pudieran volver a elegir un gobierno democrático, después de 41 años.