La Expansión de la Revolución Industrial
La industrialización en Europa fue más tardía, lenta e irregular en comparación con el Reino Unido.
Bélgica
País que se independizó de Holanda en las revoluciones de 1830. Fue el primero en seguir los pasos del Reino Unido, industrializándose desde principios del siglo XIX.
Gracias a sus yacimientos de carbón y a su activa burguesía. Su tamaño reducido le impidió convertirse en una potencia capaz de competir con Gran Bretaña.
Francia
La Revolución Francesa de 1789 y el Primer Imperio Napoleónico ralentizaron la industrialización con sus constantes guerras. El proceso se aceleró, sobre todo, durante el Segundo Imperio Napoleónico.
Rusia
Experimentó una industrialización muy tardía. Se tuvo que recurrir a la financiación estatal y al capital extranjero por la ausencia de una burguesía comparable a la de Europa Occidental. Se localizó en los alrededores de Moscú y San Petersburgo y se apoyó en la construcción del ferrocarril, necesario para explotar los yacimientos de hierro, carbón y petróleo en la zona de los Urales y de Ucrania, y para seguir expandiéndose hacia el este en dirección al Pacífico.
Europa Mediterránea
En Italia se industrializó el norte, al igual que en España. El ferrocarril comenzó a construirse en España a mediados del siglo XIX, pero los problemas internos y la crisis de 1898 frenaron la industrialización en el país. Al dar prioridad a otros asuntos internos, los gobiernos dejaron en manos de compañías extranjeras la explotación de los primeros complejos industriales. Capitales belgas, ingleses y franceses invirtieron en este proceso.
Imperio Austrohúngaro
Coexistían zonas industrializadas como Viena y las regiones de Bohemia y Moravia con otras muy atrasadas en la zona de los Balcanes.
Las Nuevas Potencias Industriales
Alemania
Tras la desintegración del Sacro Imperio Romano Germánico en 1815, con el nuevo mapa europeo surgido tras el Primer Imperio Napoleónico, el territorio alemán quedó dividido en territorios independientes con sus correspondientes aduanas. La creación del Zollverein, impulsada por Prusia en 1834, provocó un primer proceso de industrialización.
Sin embargo, la transformación de Alemania en una gran potencia industrial se consolidaría tras su unificación en 1871, ya en la Segunda Revolución Industrial. Tras su unificación, su riqueza en hierro y carbón, su potencial demográfico y su sistema educativo (muy superior al de los demás estados europeos) convirtieron a este país en el primer competidor de Gran Bretaña.
Estados Unidos
Experimentó en el último tercio del siglo XIX una industrialización tan rápida que, al comenzar el siglo XX, había superado al Reino Unido como primera potencia mundial.
Factores clave:
- La gran oleada migratoria: el país contó con un enorme mercado interno y abundante mano de obra.
- Abundancia de recursos minerales y de materias primas agrícolas.
- La rápida construcción de una amplia red ferroviaria, que atravesó el país de este a oeste, favoreció el comercio y estimuló a otras industrias como la siderúrgica.
- Una especialización regional.
La industria estadounidense se caracterizó por la fuerte concentración en los sectores líderes, por ejemplo, el acero, el petróleo, la electricidad y el automóvil. Todo lo anterior hizo que Estados Unidos abandonara su tradicional política aislacionista en busca de nuevos mercados, iniciando una política imperialista con un fuerte soporte militar.
Japón
En 1868, el emperador Mutsuhito puso en marcha la Revolución Meiji; de esta manera, pasó de ser un país medieval a una primera potencia mundial en vísperas de la Primera Guerra Mundial.
Rasgos de su proceso de industrialización:
- El esfuerzo inicial lo realizó el Estado al no existir una clase burguesa; así, creó empresas públicas y subvencionó a las privadas.
- Se ocupó de la formación científico-técnica, implantando la educación primaria obligatoria y potenciando la importación de tecnología y asesores occidentales.
- Mano de obra abundante y barata y de gran productividad.
- Temprana concentración empresarial.
Al igual que en Estados Unidos, la necesidad de nuevos mercados y, en su caso, la necesidad de materias primas y fuentes de energía, llevó a Japón a una política imperialista en el Pacífico y en el sureste asiático ya desde el siglo XIX.
Teóricos del Liberalismo Económico
David Ricardo
Pensador británico que estudió el valor de cambio del producto. Su mayor aportación, la teoría de la ventaja comparativa, postula que en un sistema comercial internacional global, cada país debe centrarse en elaborar un producto que le sea más asequible y utilizar los beneficios obtenidos para comprar a los demás países los artículos que estos produzcan.
Thomas Malthus
Británico que ponía de manifiesto que los recursos alimenticios crecen aritméticamente mientras que la población lo hace de forma geométrica. Por tanto, era inevitable que gran parte de la humanidad viviera en los límites de la subsistencia. Esta teoría es conocida como Malthusianismo.