I. Hispania Antigua y el Reino Visigodo
1.3. Romanización
La conquista romana de la Península (218-19 a.C.) se desarrolló en tres fases:
- Primera fase (218-197 a.C.): Buscó expulsar a los cartagineses y controlar el litoral mediterráneo.
- Segunda fase (154-29 a.C.): Supuso la ocupación del interior para explotar tierras agrícolas y recursos mineros, convirtiendo a Hispania en la “despensa del Imperio”.
- Tercera fase (29-19 a.C.): Culminó con las guerras cántabro-astures y el dominio casi completo del territorio.
Tras la conquista comenzó la Romanización, es decir, la adopción de costumbres, lengua y leyes romanas. La economía se integró en el circuito imperial con la triada mediterránea (trigo, vid y olivo), mientras que nuevas ciudades como Emerita Augusta o Caesaraugusta se convirtieron en centros administrativos y comerciales. El Derecho romano organizó la sociedad en ciudadanos, no ciudadanos y esclavos. En el plano cultural se impuso el latín, nacieron autores como Séneca y se construyeron grandes obras de ingeniería, como el acueducto de Segovia. Finalmente, la religión romana fue sustituida por el cristianismo, que se convirtió en el legado cultural más duradero de Roma en Hispania.
1.4. Invasión Visigoda
Las invasiones bárbaras del siglo V debilitaron a Roma: en el 409, suevos, vándalos y alanos penetraron en Hispania. Los visigodos entraron como federados para expulsarlos, pero tras la caída de Roma en 476 se asentaron en la península. Derrotados en Vouillé (507) por los francos, fijaron su capital en Toledo. Desde entonces intentaron consolidar el reino con tres grandes unificaciones:
- Territorial: Leovigildo sometió a suevos en Galicia y a bizantinos en el sur.
- Religiosa: Recaredo adoptó el catolicismo en el III Concilio de Toledo (589).
- Jurídica: Recesvinto promulgó el Liber Iudiciorum (654).
La monarquía electiva generaba inestabilidad por la intervención de nobles y clero. El poder se organizaba en el Officium Palatinum, con el Aula Regia (consejo de magnates) y los Concilios de Toledo (asambleas legislativas y religiosas). La sociedad estaba ruralizada, basada en agricultura y ganadería, con campesinos dependientes de nobles y clero. La cultura se limitó al ámbito religioso, con figuras como San Isidoro de Sevilla y su obra Etimologías. En el arte destacan iglesias como San Juan de Baños y la orfebrería del Tesoro de Guarrazar. El reino se debilitó por crisis internas y fue destruido en el 711, cuando los musulmanes vencieron a Rodrigo en Guadalete.
II. La Edad Media Plena y Baja
2.3. La Conquista Cristiana (Reconquista)
Tras la derrota visigoda en Guadalete (711), surgieron núcleos de resistencia en el norte: en 722, Don Pelayo vence en Covadonga, origen del reino de Asturias, mientras que en 732 los Francos frenan a los musulmanes en Poitiers y se forma la Marca Hispánica. En el siglo IX nace el reino de León, que con Alfonso III avanza hasta el Duero, mientras surge el condado de Castilla, autónomo con Fernán González. En el este, tras la disgregación carolingia, aparecen el reino de Pamplona, los condados de Aragón y los catalanes que alcanzan su independencia.
En 1085, Alfonso VI conquista Toledo, aunque los Almorávides y Almohades frenan el avance hasta la victoria cristiana en las Navas de Tolosa (1212).
Consolidación de los Grandes Reinos (Siglo XIII)
En el siglo XIII se consolidan los grandes reinos:
- Castilla y León: Se unifican en 1230 con Fernando III, que conquista Córdoba (1236), Jaén (1246) y Sevilla (1248).
- Corona de Aragón: Se formó en 1137 y con Jaime I se expande por Baleares y Valencia.
- Navarra: Evoluciona aislada.
Políticamente, Castilla fue más centralista y autoritaria, con cortes subordinadas al rey, mientras Aragón adoptó un modelo pactista y confederal, con cortes propias (1187) y la Generalidad. En 1492, la toma de Granada culminó la Reconquista y la unión dinástica de Castilla y Aragón abrió paso a la Monarquía Hispánica.
2.4. Modelos de Repoblación, Régimen Señorial y Crisis de la Baja Edad Media (S. XIV y XV)
La Baja Edad Media (siglos XIV y XV), en la península, estuvo caracterizada por las malas cosechas, que provocaron hambrunas, además de la peste, que provocó una gran crisis demográfica y tensiones sociales.
La Corona de Castilla
Estuvo caracterizada por las guerras civiles y sucesorias. En la guerra civil castellana (1369), Pedro I intentó imponer su autoridad, pero fue depuesto por Enrique II (creador de la dinastía Trastámara). Más tarde, tras la muerte de Enrique IV, hubo otra guerra civil por la sucesión del trono entre Juana la Beltraneja e Isabel, que ganaría esta última. La organización política de la Corona de Castilla se basó en una monarquía autoritaria y apoyada por instituciones (Consejo Real, Audiencia y Hacienda) y las Cortes de Castilla.
La Corona de Aragón
Hubo una crisis sucesoria que se resolvió con el Compromiso de Caspe (1412), que eligió como rey a Fernando I, de la dinastía Trastámara. La organización política de la Corona de Aragón estaba basada en una monarquía pactista; se veía obligada a pactar con las Cortes de Aragón, Cataluña y Valencia para aprobar leyes. El rey se apoyaba en varias instituciones para gobernar.
Unificación Dinástica
Navarra quedó aislada y se vinculó a Francia para su supervivencia. Finalmente, el matrimonio entre Isabel I y Fernando II (1469) marcó la unificación religiosa y simbólica de la península.
III. La Monarquía Hispánica y el Siglo de Oro
3.2. Conquista y Colonización de América
Bajo el reinado de los Reyes Católicos, una expedición hacia Oriente resultó en el descubrimiento de América. En 1492 se firman las Capitulaciones de Santa Fe, acuerdo por el cual los Reyes Católicos apoyaban la expedición hacia las Indias de Cristóbal Colón, descubriendo accidentalmente América el 12 de octubre de 1492 e iniciando una conquista por el territorio. En 1494, se firma el Tratado de Tordesillas en el que se reparten las tierras americanas entre Castilla y Portugal. La costa africana y Brasil pertenecerían a Portugal y el resto de América a Castilla. Vasco de Gama llegaría a la India en 1498.
Principales Conquistas
- Hernán Cortés conquista el Imperio Azteca de México (1519-1521).
- Francisco Pizarro conquista el Imperio Inca de Perú (1531-1535).
Los recursos de las Américas fueron explotados mediante los sistemas de encomienda (agrarias) y mita (minas). Se llevaron a cabo los sistemas de capitulaciones y el repartimiento (de indios a colonos). Finalmente, la cantidad de oro y plata que llegaba a la Península sostuvo los gastos de la corona española. No obstante, causó una inflación desmedida, ya que los recursos se destinaban a solventar conflictos europeos.
3.5. Sociedad, Economía y Cultura de los Siglos XVI y XVII
Esta época está marcada por una crisis en la corona española debido a un serio problema demográfico (epidemias, guerras y expulsiones). La sociedad española de los siglos XVI y XVII era estamental y jerárquica, careciendo de igualdad civil ante la ley. Las clases privilegiadas (clero y nobles) no pagaban impuestos y tenían otros privilegios ante la ley, mientras que el pueblo llano pagaba impuestos y no tenía privilegios.
Crisis Económica
La decadencia demográfica tuvo gran influencia en la economía, generando una crisis agrícola y un conflicto comercial en la competencia costera por el autoabastecimiento de las Indias. La incorrecta política económica de la corona generó una inflación desmedida que conllevó a la pérdida de recursos económicos.
El Siglo de Oro
La cultura en los siglos XVI y XVII se caracteriza por el surgimiento del Siglo de Oro de la literatura española y su gran esplendor gracias a Cervantes, Góngora, Lope y Quevedo. Con respecto al arte, será el momento de la arquitectura y de la pintura, destacando el arte Barroco Español con Velázquez como máximo referente.
