La llegada musulmana a la Península Ibérica y la monarquía hispánica de Felipe II

La llegada musulmana a la Península

La llegada musulmana a la Península se produjo en el contexto de crisis del reino visigodo y expansión del Islam. En la batalla de Guadalete(711), un ejército bajo el mando de Tariq, formado básicamente por bereberes venció al último rey visigodo(Don Rodrigo), su avance fue imparable hasta la Batalla de Covadonga (722) y la de Poitiers (732).

Etapas políticas en Al-Andalus

A lo largo de los años el territorio andalusí experimenta distintas etapas políticas: el Emirato dependiente de Damasco (714-756), con capital inicialmente en Sevilla; el Emirato independiente (756-929), proclamado por Abderramán I, mantuvo la religión pero independizó Al-Andalus del Imperio musulman y hubo muchos conflictos por el poder; el Califato de Córdoba (929-1031), proclamado por Abderramán III, al que sucede su hijo Al-Hakam II y más tarde Hisham II, ejerciendo el poder militar Almanzor(visir de Hisham II), quien transformó el Califato en una dictadura militar, reafirmando el poder musulmán frente a los reinos cristianos. Al morir Almanzor, el Califato decayó, y se dividió en numerosos reinos Taifas(1031).

Economía y sociedad de Al-Andalus

La economía de Al-Andalus se basaba en agricultura en la que introdujeron nuevos cultivos (arroz, naranjas…), en la artesanía los talleres de Toledo, Córdoba y Granada se especializan en artículos de lujo, y en el comercio se importaban productos de lujo y esclavos se exportaban manufacturas. Su organización social era muy variada. Los musulmanes formaban la mayoría de la población. Se dividían en árabes (minoría que poseía los mejores cargos y tierras), bereberes, y muladíes (cristianos convertidos al islam). Mozárabes y judíos conformaban la población no musulmana, sujeta a un impuesto especial. En el último lugar se encontraban los esclavos. La cultura estaba basada por el Islam, con el árabe como lengua oficial, en la que destacó: la filosofía (Aberroes), la medicina (Maimonides), la astronomía, literatura y matemáticas. También brilló el arte especialmente la arquitectura (mezquita de Córdoba, Alhambra de Granada).

Núcleos de resistencia cristiana y la reconquista

Los primeros núcleos de resistencia cristiana se iniciaron al vencer Pelayo a los musulmanes en Covadonga (722) será el reino astur, futuro Reino de León del que se independizará el condado de Castilla en el s. X. En los Pirineos, nació el reino de Pamplona, los condados catalanes y de Aragón. En la reconquista se distinguen 5 fases: Primera fase: (del siglo VIII al X) superioridad islámica, se forman los primeros reinos cristianos. Segunda fase (desde el XI al XIII): Los cristianos llegaron hasta el Tajo y el Ebro. Destaca la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI de Castilla. La tercera fase (siglo XII):, compuesta por la victoria almohade en Alarcos (1195) que frenó el avance cristiano. La cuarta fase (siglo XIII): viene marcada por la batalla de las Navas de Tolosa (1212) que dejó abierto el núcleo de Al Ándalus a Castilla. La quinta fase (siglos XIV y XV): con la supervivencia del Reino de Granada hasta 1492. Se utilizaron tres sistemas de repoblación: presura (ocupación de forma libre), concejil (conceden fueros) y los repartimientos (s. XII-XIII, grandes tierras a nobles, iglesia y militares).

Monarquía hispánica de Felipe II

El sucesor de Carlos I fue su hijo Felipe II (1556-1598), Carlos I cedió Austria y Alemania a su hermano Fernando I, pero Felipe II heredó el resto de territorios, a los que más tarde se añadieron Filipinas y Portugal (1581). Felipe II fortaleció el gobierno centralizado polisinodial creado por los Reyes Católicos. La idea del imperio cambió, y se pasó a la idea de monarquía hispánica, un imperio autoritario centralizado y católico sostenido por Castilla, convertida en el núcleo del conjunto territorial. En los problemas internos se distinguen: La rebelión de los moriscos de las Alpujarras (1568-1570), y la sublevación de las instituciones de Aragón, que comenzó con Antonio Perez (recortando los fueros). En política exterior se defendió la hegemonía española en diferentes batallas: en Francia con la victoria de San Quintín (1557); contra el imperio turco consiguió la victoria de Lepanto (1571); en Inglaterra con la derrota de la Armada Invencible (1588); y la rebelión flamenca, que acabó con su división de los Países Bajos.

Exploración y colonización de América

Los territorios americanos se incorporaron a Castilla, que impulsó expediciones de exploración, conquista y colonización mediante la firma de capitulaciones. Se buscaron las Indias orientales (llegada al Pacífico de Núñez de Balboa (1513)) y primera vuelta al mundo (Magallanes y Elcano (1518-1522)). Además, se conquistaron las civilizaciones precolombinas: Hernán Cortés la azteca (Virreinato de Nueva España), y Francisco Pizarro la inca, (Virreinato de Perú). Las tierras conquistadas se cultivaron el sistema de la encomienda y la mita, para proteger a los indígenas se dictó las Leyes de Indias. Se estableció un sistema de comercio monopolístico, a través de la Casa de Contratación de Sevilla, llegando nuevos productos (patata, cacao, tabaco). Además, la afluencia de oro y plata hizo aumentar los precios en Castilla y una inflación en Europa conocida como revolución de los precios, que impulsó la economía europea. A partir del siglo XVI el Atlántico sustituyó al Mediterráneo como eje económico mundial.

La Guerra de Sucesión Española y el sistema de Utrecht

En 1700 muere Carlos II sin herederos. Hay dos candidatos a disputar el trono: Felipe de Anjou y el archiduque Carlos de Habsburgo. Felipe fue elegido rey, pero Gran Bretaña, Holanda y Portugal protestaron dando su apoyo al candidato austriaco y entrando en guerra con España y Francia. En España la corona de Castilla apoyaba a Felipe V y la Corona de Aragón al candidato austriaco, esto derivó en una guerra civil. Pero tras heredar el archiduque Carlos el imperio alemán se desinteresó de reinar en España. El fin de la guerra vino con el acuerdo de Utrecht y Rastadt donde Felipe V se proclama rey de España pero renuncia al trono francés. También se perdieron territorios como (Flandes, Milán, Cerdeña, Nápoles, Sicilia, Gibraltar y Menorca) y la concesión del “navío permiso”. Entonces, Felipe V se acercó a Francia a través de los pactos de familia, gracias a este pacto recupera Sicilia y Nápoles (1734). Carlos III intervendrá a favor de los colonos con la Paz de París (1763), donde recuperará Menorca pero no Gibraltar.

La nueva Monarquía Borbónica

Felipe V, trató de establecer el modelo político francés, monarquía fuerte, centralizada y unificada. Los decretos de nueva planta fueron un conjunto de leyes por las que se abolieron los fueros, instituciones y privilegios de la Corona de Aragón por su apoyo al archiduque Carlos durante la guerra de sucesión. También se impuso una uniformidad jurídica en toda España bajo las leyes de Castilla. Solo Navarra y País Vasco apoyaron la causa borbónica durante la guerra y conservaron sus fueros. En la administración central se relegó en el sistema de concejos y se crearon las secretarías. En la administración territorial: anulan los virreinatos y se crean demarcaciones provinciales controladas por capitales. La administración local donde los corregidores permanecen en Castilla y se extienden a Aragón. Reformas de la economía: se impone un impuesto único (Catastro de Ensenada). Reforma religiosa: el rey está por encima de la iglesia y se expulsan a los jesuitas en 1776.

La España del siglo XVIII

El Estado español en el siglo XVIII impulsa una serie de transformaciones económicas para mejorar la economía del país. En la agricultura se liberalizó el comercio y el precio del grano, se aumentó la productividad de la tierra, limitando los privilegios de la Mesta y colonizando nuevas tierras (Sierra Morena). Esta reforma no tuvo muchos logros debido a la nobleza y clero. También se creó un impuesto único para aumentar los ingresos (Catastro de Ensenada). En la industria se produce un crecimiento de la producción debido a la adopción de medidas proteccionistas (incremento de aranceles), del aumento de las manufacturas (reales fábricas), y la obra pública (red radial de carreteras). En el comercio con América se adoptó una política de liberalización, abriendo el comercio marítimo en toda España (Reglamento de libre comercio, 1778). En el siglo XVIII, gracias a la apertura del mercado peninsular y americano creció la economía de Cataluña. Los beneficios se invirtieron en la industria textil como el algodón, estos eran exportados a Las Indianas.

Ideas fundamentales de la Ilustración

La ilustración fue un movimiento cultural de origen francés, se caracterizaba por el uso de la razón como instrumento para lograr una mejora en la nación. Promovió ideas como la libertad económica o la autonomía, y fomenta la educación a través de las ciencias útiles, pero en España encontró muchas dificultades. Felipe V introdujo ideas ilustradas por medio de instituciones, como las Sociedades Económicas de Amigos del País, Academias Nacionales, y a través de publicaciones y tertulias de salón. El despotismo ilustrado fue una teoría política con ideas ilustradas y absolutistas, y reformas económicas, sociales y culturales para lograr la prosperidad del Estado. Carlos III fue quien mejor representó estas reformas, promovió el desarrollo agrario (colonizaciones de nuevas tierras y nuevos canales), desarrollo comercial (Decreto de Libre comercio), desarrollo social mediante Decretos de Dignificación del trabajo, y el desarrollo cultural (reforma de las universidades y del país a través de ministros como Esquilache, Aranda, Floridablanca…)

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