La Restauración en España: Un Análisis del Sistema Político y sus Desafíos

Introducción

La restauración fue un periodo entre 1874 y 1923. Incluye los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII, hasta el golpe de estado de Primo de Rivera. Recibe el nombre de restauración por el retorno de la dinastía borbónica y por la vuelta a la situación política y social anterior al sexenio. Alfonso XII fue proclamado rey de España el 29 de diciembre de 1874 mediante un golpe de estado.

El Sistema Canovista: La Constitución de 1876 y el Turno de los Partidos

Antonio Cánovas del Castillo ideó el sistema político de la restauración basado en la alternancia de dos partidos: moderados y progresistas. Con el fin de mantener la continuidad, convocó elecciones para unas cortes constituyentes con la ley electoral de 1869 y con sufragio universal masculino.

Constitución de 1876

La soberanía estaba compartida entre el rey y las cortes, pero dando preeminencia al monarca. El rey era el jefe, designaba al jefe del ejecutivo (convocaba y disolvía las cortes) y tenía derecho de veto suspensivo. El rey era inviolable y tenía poderes en la organización; las cortes eran bicamerales. El congreso estaba integrado por los representantes elegidos a razón de uno por cada 50,000 habitantes; el senado estaba compuesto por senadores vitalicios de derecho propio, de designación real y elegidos por corporaciones.

La declaración de derechos seguía externamente la forma de la declaración de derechos de la constitución de 1869, pero recortando algunos y regulando otros por leyes ordinarias. Se declaraba al catolicismo religión oficial.

El Sistema Canovista

Se estableció el sistema bipartidista. El partido liberal-conservador, liderado por Cánovas, aglutinaba a los latifundios. Ambos no eran partidos políticos, sino una asamblea de notables y camarillas provinciales, con estructura débil y que solo controlaban las elecciones. El rey designaba al presidente del gobierno. El mecanismo electoral estaba dominado por el caciquismo (manipulación de las elecciones). Los caciques presionaban a los electorales para obtener su voto mediante amenazas. Entre los distintos mecanismos encontramos el «encasillado» y el «pucherazo». Este sistema quebró en las ciudades donde mayor educación política había, impidiendo el engaño y la intimidación.

La Oposición al Sistema: Regionalismo y Nacionalismo

La crisis de 1898 fue el momento en el que se produjo el despegue de los partidos nacionalistas, republicanos y obreros. Cánovas, con su política centralista, originó el nacimiento de partidos políticos nacionalistas y regionalistas.

El nacionalismo catalán, representado por la Liga Regionalista de Prat de la Riba, un grupo político de centro derecha y católicos que defendían los intereses de la burguesía textil catalana; apoyándose en la existencia de una lengua y cultura propias, pretendieron recuperar parte del autogobierno. En el caso del País Vasco, aunque habían perdido también los fueros tras la última guerra carlista, existía cierto grado de autonomía económica. El desarrollo de la siderurgia vasca produjo una fuerte inmigración y profundas transformaciones en la sociedad rural tradicional. De esta manera, el nacionalismo de Sabino Arana con el P.N.V. trató de defender la tradición y el mundo rural.

Los partidos republicanos se situaban a la izquierda del partido liberal por su carácter más reformista. Algunos partidos fueron el radical de Alejandro Lerroux, líder populista, demagogo y corrupto; otro fue el partido reformista de Melquíades Álvarez, mucho menos populista.

El movimiento obrero se hizo fuerte en algunos territorios, aunque las primeras leyes sobre accidentes laborales y protección de mujeres y niños trabajadores no se aprobaron hasta 1900. En 1910 fue elegido el primer diputado obrero en España, Pablo Iglesias, gracias a la alianza electoral del PSOE con los republicanos. También en este año se fundó el sindicato anarquista, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). La CNT tuvo su mayor apoyo entre los obreros del textil de Barcelona, y el que siguiera habiendo atentados anarquistas permitió al gobierno tener la excusa para reprimir duramente a los líderes sindicales de la CNT.

Finalmente, existieron desde comienzos del siglo sindicatos agrarios promovidos por los círculos católicos.

Periodos de la Restauración: Evolución Política

Reinado de Alfonso XII

Casi todo el reinado estuvo ocupado por los gobiernos dirigidos por Cánovas del Castillo, que trató de consolidar un sistema centralista, moderador y oligárquico. Su primer objetivo fue terminar con los conflictos armados. El primero de ellos fue la tercera guerra carlista. El general Martínez Campos toma Irún, Elizondo y Tofoso, mientras que Fernando Primo de Rivera toma Estella. Carlos VII abandona España. El fin de la guerra carlista coincide con la articulación del carlismo como un partido político en torno al político Nocedal. El segundo conflicto fue la guerra de Cuba. Desde 1868 existía un conflicto armado en Cuba pidiendo la independencia, pero la anarquía del sexenio revolucionario impidió solucionar el conflicto. Martínez Campos prefirió utilizar la vía diplomática y las negociaciones y consiguió que los líderes independentistas aceptasen la paz de Zanjón, que prometía a la isla una amplia autonomía política.

También tuvo que lidiar con conflictos exteriores. La actuación de Cánovas estuvo encaminada a terminar la construcción del régimen político y estableció un sistema administrativo centralista, suprimiendo en 1876 los fueros del País Vasco y Navarra, que fueron sustituidos por diputaciones. Ante la presión de los ayuntamientos y el nacimiento de partidos liberales defensores de los fueros, se estableció el sistema de «conciertos económicos».

Cánovas elaboró una ley electoral basada en el voto censitario, diseñó un sistema electoral mayoritario que dejaba al margen a los pequeños partidos.

Entre 1877 y 1878 llevó a cabo una labor centralizadora jurídico-administrativa. La ley de imprenta que reconoce la censura y la ley de reuniones que impide los motines antimonárquicos.

El gobierno provisional de Sagasta permitió el regreso del exilio a los líderes de la revolución y el regreso de todos los republicanos.

La muerte de Alfonso XII supuso la primera gran prueba de la restauración. Al morir no tenía heredero, pero su segunda esposa estaba embarazada de Alfonso XIII, que fue el rey en el vientre de su madre.

La Regencia de María Cristina (1885-1902)

Para garantizar la seguridad del país, se reunieron líderes como Cánovas y acordaron el Pacto del Pardo, y se decidió la alternancia pacífica de los dos grandes partidos y evitar los posibles desórdenes.

Durante el gobierno de Sagasta, el partido liberal-fusionista introdujo las últimas reformas legales que consolidaron la restauración, como la libertad de prensa, la ley de asociaciones políticas y laborales, la ley de jurados y la ley del sufragio universal masculino.

A partir de ese momento, los liberales mantuvieron una mayor tolerancia ante los movimientos republicanos y obreros, mientras que los conservadores protegían más los intereses de terratenientes, iglesia y utilizarían más la represión. Por último, el gobierno de Cánovas y el partido conservador elaboraron unos aranceles proteccionistas.

Guerra Colonial y Crisis de 1898

Casi todo el imperio colonial se independizó en 1820, lo que produjo diferentes conflictos coloniales en Cuba (la guerra larga y la guerra chiquita). En 1895, José Martí inicia la independencia de Cuba, que primero reprimió por fuerza y después negoció e impulsó un sistema de campos de concentración. Mientras tanto, se produjo el primer movimiento independentista de Filipinas y el asesinato del cabecilla, y todo esto lo consiguió dominar Primo de Rivera. El estallido del Maine fue el detonante de la guerra hispano-norteamericana. Los americanos decidieron embarcar en Santiago, quedando sin protección. Cervera quería unir la flota, pero Blanco le ordenó salir «con honor». Finalmente, la flota española fue destituida y se produjo la rendición. Mientras se desarrollaba la guerra en la península, se originaron problemas de orden público que fueron tratados con mano dura, hasta que finalmente se firma el Tratado de París, con el que España pierde territorios.

El 98 y sus Repercusiones: El Regeneracionismo

El regeneracionismo fue un movimiento manipulado por los dos dictadores (Primo de Rivera y Franco), ya que justificaban los golpes de estado como una «necesidad de regeneración». También fue un movimiento no organizado de opiniones de intelectuales y políticos que criticaban la situación política, social e intelectual de España. El grupo más organizado fue el de la generación del 98. Como centro cultural destaca la Institución Libre de Enseñanza (1910), de la cual surgió la generación del 27.

A modo de conclusión, la restauración fue uno de los periodos políticos más largos y estables de la historia de España. Cánovas, además, consiguió integrar en el sistema a los dos grandes partidos y el protagonismo civil. Durante la primera etapa de la restauración, hasta 1898, el pactismo dominó la escena política española. Eso sí, en ese pactismo solo participaron las clases oligárquicas.

Pero también cometió errores. El sistema solo representaba a la oligarquía, dejó fuera del sistema a la pequeña burguesía y al proletariado, suprimió los fueros y no entendió el nacionalismo; tampoco supo entender el problema colonial.

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