El Socialismo Marxista
El socialismo marxista fue elaborado por Karl Marx y su amigo Engels. El marxismo trataba de analizar las contradicciones del sistema capitalista y cómo esas contradicciones llevarían a la destrucción de ese sistema. Para los marxistas, la lucha de clases era el motor del cambio social y las relaciones sociales derivadas de la producción determinaban la estructura socioeconómica de cada una de las etapas de la evolución de la humanidad. Marx denominó a esas etapas como modos de producción.
En su época se estaba desarrollando el capitalismo, una etapa caracterizada por la lucha de clases entre los burgueses y el proletariado. El trabajo más importante de Marx fue El Capital, publicado en 1865. Para Marx, la medida de la explotación del trabajador por parte del patrón se expresaba mediante la plusvalía, es decir, la diferencia entre lo que recibe el obrero para su manutención y el valor de lo que produce. Esta es la base de la acumulación capitalista.
El socialismo marxista postulaba la conquista violenta del poder por el proletariado, la sustitución del sistema capitalista por otro sin clases y sin propiedad privada, y la transformación del Estado burgués en una dictadura del proletariado. El marxismo fue la base ideológica de los movimientos revolucionarios de la segunda mitad del siglo XIX y todo el siglo XX.
El Anarquismo
Su principal teorizador fue el aristócrata militar ruso Bakunin, quien defendía la rebelión espontánea contra la sociedad capitalista y el Estado. La doctrina anarcosindicalista pretendía no solo la acción del proletariado industrial, sino de todos los sectores oprimidos de la sociedad (obreros, soldados, jóvenes, estudiantes, campesinos). Esta revolución social, más radical que la marxista, tenía como objetivo la destrucción total e inmediata del orden social burgués y del Estado y sus instrumentos de control.
Socialistas y anarquistas perseguían alcanzar la sociedad comunista, pero diferían en las estrategias. Para los anarquistas, se debía destruir inmediatamente el Estado, mientras que los marxistas postulaban la necesidad de que los obreros conquistasen el Estado y controlaran el poder durante una fase transitoria. Por eso, los anarquistas calificaron a los marxistas como autoritarios y centralistas, mientras que se definían a sí mismos como antiautoritarios y comunalistas. Estas diferencias ideológicas provocaron el enfrentamiento en el seno de la Primera Internacional (1864-1872).
El Inmovilismo Político y las Dificultades de Movilización en Rusia
La economía y la sociedad rusa eran de las más atrasadas de Europa, y el sistema político descansaba en el poder del zar. El régimen se sustentaba sobre tres pilares:
- La nobleza: concentraba en sus manos la propiedad de la tierra, los altos cargos de la administración y el ejército.
- La policía secreta: ejercía la censura y el control político.
- La Iglesia ortodoxa: cuyo jefe supremo era el zar.
Durante el reinado de Alejandro II se intentó aplicar una serie de reformas en la economía y en la administración, pero sin cuestionar el poder absoluto del zar y los privilegios de la nobleza terrateniente. Una de las medidas más destacadas fue la abolición del régimen feudal y la servidumbre campesina en 1861.
A raíz del atentado al zar Alejandro II en 1881, los intentos reformistas se abandonaron definitivamente. Bajo los reinados de Alejandro III y Nicolás II se retornó al inmovilismo político y se reprimió toda forma de oposición. En los años finales del siglo XIX prosiguió la modernización económica con un proceso de industrialización limitado. La industrialización rusa se limitó a ciertas zonas, se concentró en grandes complejos industriales y tenía una fuerte presencia de capital extranjero. El desarrollo industrial dio lugar a cambios sociales: surgieron nuevas clases medias y obreras urbanas.
La Oposición al Zarismo
Se organizó una oposición al zarismo que proclamaba libertades políticas y profundos cambios sociales y económicos. En 1870 surgieron los populistas, que pretendían crear una conciencia revolucionaria en el campesinado y pedían la implantación de un socialismo agrario basado en la colectivización de la tierra. Fundaron la organización Tierra y Libertad para difundir su propaganda y llevar a cabo actos terroristas.
El populismo fracasó y se fracturó. Los narodniks formaron una organización terrorista denominada «La Voluntad del Pueblo», que logró asesinar al zar Alejandro II en 1881. Otro sector se orientó hacia la creación de un partido socialista revolucionario.
En 1898 se fundó en un congreso clandestino el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, inspirado en los principios revolucionarios marxistas. En él pronto destacó la figura de Lenin. En 1903 se produjo la ruptura en su seno entre los bolcheviques y los mencheviques.
- Los mencheviques: Defendían que Rusia debía pasar por una revolución burguesa y desarrollar una economía capitalista antes de emprender una revolución socialista. Fue una organización de masas abierta a militantes y simpatizantes.
- Los bolcheviques: Querían derrotar al zarismo y establecer una dictadura democrática revolucionaria provisional del proletariado y del campesinado. Fue una organización disciplinada cuyos militantes debían acatar el programa y dedicarse por entero a la revolución.
En 1905 se constituyó el Partido Socialista Revolucionario, heredero de los populistas. Hacia 1905, la burguesía liberal formó el Partido Constitucional Demócrata o Kadetes. Querían transformar el zarismo en un régimen constitucional en el que se respetasen los derechos individuales.
La Revolución de 1905
La situación económica, social y política de Rusia convulsionó el régimen de los zares. El descontento del campesinado ruso se materializó en agitaciones y atentados. Las condiciones de vida de los obreros se deterioraron. Las derrotas rusas en 1905 en la guerra entre Rusia y Japón provocaron el descrédito del zar.
Los obreros hicieron una serie de huelgas en San Petersburgo. En enero de 1905 hicieron una manifestación pacífica que terminó trágicamente. Los manifestantes querían que el zar aprobase unas bases para una democracia representativa, pero la guardia del zar abrió fuego contra ellos, muriendo muchos. Este día se conoce como Domingo Sangriento.
La dureza de la represión provocó la condena internacional y fue el detonante para que se produjera un movimiento revolucionario:
- Los campesinos exigieron el fin de los abusos de los terratenientes.
- Los obreros organizaron comités de huelga y formaron los primeros soviets, el más activo fue el de San Petersburgo, presidido por Trotsky.
- Los partidos políticos clandestinos desataron la oposición contra la guerra y querían derrotar el régimen autocrático zarista.
- El descontento afloró en el seno del ejército, como por ejemplo en el motín del acorazado Potemkin, cuya tripulación se rebeló cuando regresaba de Extremo Oriente.
Finalmente, el zar anunció en el Manifiesto de Octubre unas medidas de carácter liberal:
- Se concedía un conjunto de libertades civiles.
- Se creaba un régimen representativo con un parlamento, la Duma.
El Fracaso de las Reformas
Las reformas fueron muy limitadas y el poder del zar disminuyó poco. La Duma tenía un poder legislativo muy recortado porque el zar podía vetar cualquier ley. El parlamento pasó por cuatro etapas hasta su desaparición en 1917. Fracasó la reforma agraria emprendida por Stolypin, quien pretendía crear una clase de campesinos acomodados, los kulaks. Pronto retornó la represión política. Hubo continuas crisis de los gobiernos del zar y escandalosas políticas de las camarillas cortesanas y de Rasputín, lo que acentuó aún más su impopularidad.
La situación del país empeoró por el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, en la que Rusia, aliada de Francia y Reino Unido, se enfrentó a los Imperios Centrales.
La Revolución de Febrero y la Caída del Zarismo
El 23 de febrero de 1917 se inició una revolución espontánea. Al día siguiente hubo una huelga general. El 26 de febrero hubo una sangrienta represión por parte del ejército, pero al día siguiente se unieron a los huelguistas. Se reorganizó el Soviet de Petrogrado. Se quería conquistar el poder, pero finalmente se limitaron a exigir reformas democráticas y el fin de la guerra. El zar disolvió la Cuarta Duma. Los liberales se opusieron a él y se quedó prácticamente sin apoyos. El 2 de marzo, Nicolás II abdicó. Al día siguiente se formó un gobierno provisional presidido por el príncipe Lvov. Los miembros procedían de los Kadetes. También participó Kerenski (socialista revolucionario) como ministro de Justicia.
De Marzo a Octubre: El Gobierno Provisional
Entre marzo y octubre de 1917 hubo en Rusia dos poderes paralelos: el del gobierno provisional y el de los soviets. Los bolcheviques se oponían a colaborar con el gobierno provisional. Este último adoptó una serie de reformas:
- Declaró una amnistía.
- Reconoció las libertades civiles y disolvió la policía zarista.
- Prometió entregar las tierras de los terratenientes a los campesinos.
- Comenzó a preparar la elección por sufragio universal de una Asamblea Constituyente como paso previo a una república parlamentaria.
- Reconoció el derecho a la independencia de Finlandia y Polonia.
El gobierno provisional mantuvo sus compromisos en la guerra y pospuso las reformas básicas. El gobierno, débil y carente de un aparato policial, atravesó por sucesivas crisis. Este suceso lo enfrentó con los mencheviques, que eran partidarios de una paz inmediata.
El Golpe de Estado de Kornilov
Kornilov, comandante en jefe del ejército, se sublevó y marchó sobre Petrogrado para implantar una dictadura militar. Kerenski tuvo que pedir ayuda a los bolcheviques y al Soviet de Petrogrado. Bolcheviques, mencheviques y socialistas revolucionarios se enfrentaron a Kornilov y convencieron a los soldados para que abandonaran a sus oficiales y se sumaran a la revolución.
El Comunismo de Guerra
Se instauró durante la guerra civil. El Estado controlaba la economía rusa. Tenía dos objetivos: obtener recursos para ganar la guerra civil y acelerar la construcción del socialismo suprimiendo la propiedad privada. Se nacionalizó la industria, se militarizó la producción, se suprimió el dinero y se prohibió el libre intercambio de bienes. Hubo una durísima represión, con requisa forzosa de las cosechas, control de los sindicatos y supresión del derecho de huelga.
La Nueva Política Económica (NEP)
En el X Congreso del Partido Comunista, en marzo de 1921, Lenin anunció la NEP, que perduró hasta 1928. Era una solución a la crisis, retornando parcialmente a una economía de mercado. Se admitía la propiedad privada en el campo, en las pequeñas industrias y en los comercios. Se estableció la economía monetaria. Sin embargo, el Estado mantuvo el control sobre la banca, la industria pesada y el comercio exterior.
Los resultados fueron positivos: se frenó el hambre y se suprimió el racionamiento. En 1927, la producción agraria e industrial se recuperó y alcanzó los niveles de 1914. Pero la NEP dio lugar a la aparición de un campesinado próspero, los kulaks, y al enriquecimiento de comerciantes y empresarios.