Introducción
La principal fuente de riqueza en España hasta finales del siglo XIX fue la agricultura. Durante el siglo XIX, los propietarios de las tierras en España eran la Iglesia, la nobleza, el Estado y los municipios. Estas tierras, normalmente amortizadas (no se podían dividir ni vender, no tributaban), eran mal explotadas y de escasos rendimientos.
El propósito de los liberales será convertir estas tierras en propiedad privada, sacarle el máximo provecho y, con ello, aumentar la producción y acabar con la escasez.
Nos centraremos en las desamortizaciones, desde Carlos IV hasta mediados del siglo XIX:
- La desamortización de Godoy (ministro de Carlos IV, 1798)
- La de la Guerra de la Independencia (1808-1812)
- La del Trienio Liberal (1820-1823)
- La desamortización de Mendizábal (1836-1851)
- La desamortización de Madoz (1855-1924)
Estas desamortizaciones cambiaron el sistema de producción y propiedad; sin embargo, no lograron solucionar «la cuestión agraria», lo que crearía nuevamente en el siglo XX tensiones y conflictos.
Concepto y Mecanismo de las Desamortizaciones
Concepto
La desamortización es un proceso por el cual el Estado convierte en bienes nacionales aquellas propiedades de las entidades civiles y eclesiásticas.
Mecanismo del Proceso
El proceso comienza con la promulgación de leyes para desvincular los bienes de la nobleza, eclesiásticos y municipales. Se dan dos pasos:
- Se nacionalizan los bienes de las «manos muertas» (Iglesia, municipios, etc.). El Estado adquiere estos bienes, a menudo a un precio simbólico o mediante expropiación.
- Esos bienes se privatizan y se venden mediante subasta pública.
Antecedentes de las Desamortizaciones
Los grandes propietarios de tierras eran la Iglesia, la nobleza y los municipios. El problema de estas tierras era que estaban amortizadas: no se podían vender ni dividir. Muchos de sus propietarios no se preocupaban en poner en producción todas las tierras; debido a esto, un enorme porcentaje de tierras estaban sin cultivar o con rendimientos muy bajos.
Para el gobierno suponía un problema que había que solucionar: cambiar el sistema de propiedad para venderlas a otros propietarios y lograr su producción. Además, se podrían sacar beneficios económicos de su venta y sanear la Hacienda.
La situación deficitaria de la Hacienda venía dada por varios factores:
- Los privilegiados (nobleza y clero) no pagaban impuestos.
- El Tercer Estado tenía que cargar con los gastos del Estado sin poder comprar nada y, por tanto, no existía apenas actividad económica en España.
- Durante los siglos XVIII y XIX, España se había embarcado en una serie de guerras europeas y nacionales.
- España, para sanear su Hacienda, recurría a pedir préstamos, con lo cual se endeudaba aún más.
Ejemplos Internacionales y Primeros Intentos en España
España empezó a fijarse entonces en las prácticas desamortizadoras que se realizaban en otros países y que habían dado buenos resultados:
Inglaterra
Se habían promulgado las «Enclosures Acts» (Leyes de Cercamiento). Se obligó a cercar los campos de cultivo con vallas; aquellos que no tuvieran la posibilidad de cercarlo debían vender sus tierras. Dichas tierras fueron adquiridas por grandes propietarios que introdujeron innovaciones.
Francia
Los revolucionarios pensaron en desamortizar los bienes de la Iglesia y de la nobleza y vender esas tierras al campesinado. Con esto se logró un campesinado propietario preocupado en sacar rendimiento de sus tierras.
Primeros Intentos en España
En España, durante el reinado de Carlos III, se intentaron desamortizar los bienes eclesiásticos y de la nobleza mediante la Ley de Reforma Agraria de Jovellanos, pero los privilegiados se opusieron y no se llevó a cabo.
Durante el reinado de Carlos IV, Godoy inició una primera desamortización (1798): el gobierno declaró en venta pública los bienes de los establecimientos de beneficencia regidos por instituciones eclesiásticas. El dinero se utilizó para nuevas campañas militares contra Francia e Inglaterra.
Durante el reinado de José I Bonaparte se realizó otra pequeña desamortización que implicó la confiscación de rentas para sufragar los gastos.
Las Cortes de Cádiz hicieron su propia desamortización (1813), expropiando bienes a los afrancesados, a conventos, monasterios y municipios.
Proceso de Desamortización (a partir de 1833)
A partir de 1833, el proceso de desamortización se precipitó por varios factores:
- La Guerra Carlista obligó al Estado a obtener recursos si quería ganar la guerra.
- Un clima anticlerical por el apoyo del bajo clero al bando carlista.
- Los antiguos compradores durante el Trienio Liberal (1820-1823) presionaban al gobierno para que les devolviera sus bienes.
- El surgimiento de la sociedad de clases.
Objetivos de las Desamortizaciones
- Fiscales: Recaudar fondos para solucionar los problemas de la Hacienda Pública.
- Políticos: Crear un grupo de propietarios burgueses que identificaran sus intereses económicos con la política liberal.
- Económicos: Se pensaba que los burgueses introducirían mejoras e innovaciones en sus tierras, aumentarían la productividad y los beneficios se reinvertirían en la industria.
- Sociales: Se podrían crear una clase media agraria que mejorara la vida de los campesinos y se redujeran las tensiones sociales en el campo.
La Desamortización Eclesiástica de Mendizábal (1836)
Se declaró en venta todos los bienes pertenecientes al clero regular.
Objetivos:
- Conseguir fondos para ganar la Guerra Carlista.
- Limitar el poder de la Iglesia.
- Solucionar el problema de la Hacienda Pública.
- Conseguir que la burguesía les sacara la máxima productividad posible.
Las fincas fueron subastadas públicamente. Supuestamente, debían dividirse en lotes pequeños y ser posible comprarlos por el campesinado, pero en la práctica, los que hacían las divisiones manipularon para configurar lotes grandes, solo asequibles para la burguesía. Los burgueses acapararon las compras; comprar era un excelente negocio: se pagaba el 20% al contado y el resto a plazos o con títulos de deuda por su valor nominal. Se recaudó un total de 4500 millones de reales, solo 500 millones en efectivo.
Resultados de la Desamortización de Mendizábal
- Se desmanteló la propiedad de la Iglesia y se rompieron relaciones con la Santa Sede.
- No se logró sanear la Hacienda.
- No cambió la estructura de la propiedad; surgieron latifundios burgueses.
- No provocó un aumento significativo de la productividad, ya que se siguió sin introducir mejoras técnicas.
- Subió el precio de los arrendamientos y muchos campesinos se convirtieron en jornaleros.
Esta fase concluyó cuando los moderados llegaron al poder de la mano de Narváez.
La Desamortización General de Madoz (1855)
La segunda gran desamortización fue realizada por Madoz durante el Bienio Progresista (1854-1856).
Esta desamortización no afectó solo a los bienes eclesiásticos, sino también a los pertenecientes al Estado y, crucialmente, a los bienes propios y comunes de los municipios.
Los objetivos fueron de nuevo pagar la deuda, sanear la Hacienda y financiar el ferrocarril.
Ahora, el pago debía hacerse en metálico. Se recaudó casi el doble que con la de Mendizábal.
Consecuencias de las Desamortizaciones
Desde el punto de vista económico:
- Expansión de la superficie cultivada.
- Aumento de la producción agraria, pero sin alcanzar lo que se había previsto, ya que sus nuevos propietarios no emprendieron mejoras significativas.
- Se desmanteló la propiedad de la Iglesia.
- Se acentuó el latifundismo en el sur y el minifundismo en el norte.
- Los campesinos no consiguieron mejorar su situación; muchos se convirtieron en jornaleros.
- Se deforestaron muchos bosques.
- La burguesía invirtió gran parte de su capital en comprar tierras en lugar de en la industria.
- Los municipios entraron en crisis económicas al perder sus bienes comunes.
Desde el punto de vista social:
- No se consiguió crear una amplia clase media agraria.
- Se consolidaron las clases medias urbanas (la burguesía compradora).
- La nobleza salió beneficiada al consolidar su propiedad libremente.
- Al quitarle a la Iglesia su riqueza, nadie se ocupó de la beneficencia y la asistencia social que esta proporcionaba.
Desde el punto de vista político:
- Propició la formación de un grupo social (la burguesía) defensor de la causa liberal.
- No se creó una clase media agraria que hubiera estimulado la demanda interna.
- Surgieron enemigos del régimen liberal: la Iglesia y los sectores afines a ella.
Desde el punto de vista cultural y urbanístico:
- Se produjo una pérdida de bienes culturales de la Iglesia; muchas obras arquitectónicas fueron abandonadas y con el tiempo se arruinaron.
- La desamortización cambió el modelo de ciudad: crecieron y se crearon barrios burgueses con grandes ensanches.
Conclusión
Como hemos visto, se desmanteló el régimen señorial y las tierras pasaron a ser propiedad privada que se podía comprar y vender libremente y que, además, tributaba.
No se logró crear una base de pequeños y medianos campesinos propietarios que se preocuparan por cultivar y se redujeran las tensiones en el campo. Los trabajadores pasaron a ser jornaleros, cuyas condiciones de trabajo eran duras y sus salarios bajos.
Por otra parte, los nuevos propietarios no se preocuparon en invertir en la tierra, buscando más rentas seguras y prestigio social.
Se perdió una gran oportunidad para realizar una reforma agraria, pero tampoco podemos decir que fueran un fracaso absoluto, ya que cumplieron algunos de sus objetivos:
- Financiar las Guerras Carlistas.
- Sanear la Hacienda.
- Fomentar el ferrocarril.
- Mejorar (ligeramente) el rendimiento de las tierras.
La mayor consecuencia positiva de las desamortizaciones fue el aumento de la superficie cultivada y un crecimiento sostenido de la población.
Las técnicas de cultivo siguieron siendo atrasadas y poco productivas; no se tecnificó el campo en contraste con los demás países europeos. No es que España estuviera estancada, pero las innovaciones se realizaban más lentamente.