Ley de enseñanza primaria de 1945

3.7-PROYECTO DE LEY DEINSTRUCCIÓNPÚBLICA DE1855,Y LEY MOYANO COMO SÍNTESIS LEGAL MODERADA DELAS APORTACIONES ANTERIORES

El largo período de gobiernos moderados no estuvo exento de problemas políticos y constitucionales.

En poco más de un año se sucedían seis gabinetes de gobierno ,y tras una fuerte uníón del partido moderado conseguida durante el tercer gabinete presidido por Narváez comenzaba un proceso de desintegración del partido a la vez que un deseo de reformar la Constitución de 1845.

La crisis producida en los últimos gobiernos moderados desembocaría en la revolución demediados de 1856. La Reina Isabel II nombraba un nuevo gobierno presidido por Espartero, marcando la entrada en el «bienio progresista»(1854-1856).

La primera medida adoptada fue la convocatoria de Cortes constituyentes que formarán una nueva constitución acorde con el ideario progresista, la Constitución Nonata de 1856, que tras su discusión y aprobación en Cortes no entraría en vigor.

El deseo de hacer extensiva la enseñanza primaria a todas las clases sociales, y con el reconocimiento de la enseñanza primaria como deber del Estado para sus ciudadanos, es decir, una  obligación plena del Estado en la financiación de la primera enseñanza.

La dimisión de Espartero como presidente del Gobierno y la formación de otro presidido por O´Donnell supuso un giro político hacia la derecha que, con la desilusión de las Cortes constituyentes por Real decreto de 2deseptiembrede 1856, acabaría con el bienio progresista.

Tras un breve paréntesis de gobierno O´Donnell se formaba un nuevo gabinete declara tendencia moderada, con Narvaéz de presidente y Moyano como Ministro de Fomento, a quién se debíó la famosa ley de 1857.

Moyano se apoyo en la patente necesidad de regular la instrucción pública con la fuerza de una ley parlamentaria que le alejase de los vaivenes políticos, pero utilizó un procedimiento diferente, como fue la presentación a las Cortes de un proyecto de ley de bases autorizando al gobierno para su posterior desarrollo en una nueva ley de instrucción pública. Sin sufrir modificación, el proyecto se convirtió en ley en Julio de 1857, feliz resultado al que contribuyeron en gran medida dos factores:

-La convicción, común a todos los partidos, de que era preciso acabar con la continua reforma educativa.

-Existía dentro de las fuerzas liberales un cierto consenso sobre las líneas fundamentales del sistema educativo.

El desarrollo de la ley de bases se emprendíó de una forma inmediata por una junta, y no debieron surgir serios problemas en su trabajo cuando en Septiembre de 1857era aprobada la «Ley de Instrucción Pública», generalmente conocida como Ley Moyano.

La enseñanza quedaba dividida en elemental y superior. En las escuelas de niñas se enseñarían las labores propias del sexo femenino.

La enseñanza no quedaba sujeta a determinado número de cursos y la coeducación era considerada negativamente. Establece la obligatoriedad de la enseñanza primaria elemental para todos los españoles comprendidos entre 6 y 9 años, para que fuese gratis debían presentar un certificado de pobreza.


Había un deseo de las autoridades por acabar con la indiferencia con que la enseñanza primaria era vista por las clases más bajas de la sociedad, a la vez que un intento del Gobierno por mejorar el sueldo de los maestros. Las escuelas eran de niños y niñas pero no mixtos.

Como requisitos para ejercer el magisterio se establecían: ser español, justificación de buena conducta moral y religiosa, tener 20 años y el título correspondiente. No se exigía título a los maestros de escuela elemental incompleta ni a los de párvulos, aunque sí un certificado de aptitud y moralidad expendido por la junta local y visado por el Gobernador de la provincia, las plazas se obténían por oposición.

Las escuelas privadas quedaban ampliamente reconocidas, solo se le pedía el título y tener 20 años ya las ordenes religiosas solo los años. La fianza era un requisito para la segunda enseñanza y la enseñanza superior solo valía en los centros públicos. La inspección de la enseñanza quedaba a cargo de unos inspectores.

Todo sistema educativo quedaba bajo dependencia del Ministerio de Fomento.

3.8 RESULTADOS DE ESTA Política EDUCATIVA EN LA ESCOLARIZACIÓN NACIONAL

Durante toda la época isabelina se produjo un proceso de progresiva centralización educativa. Mariano y José Luis Peset aluden a estas circunstancias con las siguientes palabras:

“La ley de 1838 con posteriores retoques de Pastor Díaz o de Bravo Murillo, supuso la ingerencia decidida e intensa del estado liberal sobre las estructuras pedagógicas básicas. No se atrevíó –al pronto- a encargarse de esta instrucción y su financiación, pero paulatinamente el poder central controla y vigila, regula y establece los cauces y sentido de aquellas enseñanzas”.

Al mismo tiempo se estaban produciendo la creación de más escuelas, con mejor calidad del magisterio y de enseñanza.

Según estadísticas, en los 14 años transcurridos entre 1846 y 1860 se produjo una evolución:

  1. El número de escuelas había pasado de 15.640 a 24.353, es decir, un aumento de 8.173 escuelas, lo que supónía un incremento del 55’7%.
  2. El número de alumnos casi se duplicó, pasando de 663.611 a 1.251.653.
  3. El número de escuelas públicas fue el que experimentó el gran aumento, pasando de 12.357 a 20.198, mientras las privadas tan sólo aumentaron en 872. El incremento de las escuelas públicas supónía un 63’45%, mientras que el de la privada tan sólo era de un 26’56%.
  4. Existía una tremenda diferencia entre la escolarización de los niños y de las niñas, con clara discriminación de éstas, siendo a partir de 1850 cuando se manifiesta un ligero aumento de las escuelas de niñas, pero que en 1859 tan sólo representaban el 28% del total de las escuelas.
  5. También queda manifiesta la progresiva atención prestada a las escuelas de párvulos y de adultos, así como a la formación del magisterio a través de las Escuelas Normales .

Federico Sanz Díaz afirma que entre 1846 y1860 se puede hablar de una implantación masiva de la primera enseñanza. Gil de Zárate expone que a pesar de esta escolarización que se produjo todavía en 1860 quedaban más de la mitad de los niños sin escolarizar .

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